Bueno, nunca e sabido expresarme bien con las palabras, pero lo voy a intentar.

Lo que quiero contar son mis experiencias sexuales, las cuales siempre he mantenido en secreto. Con 18 años después de pasar algunos problemas con mi expareja y entre ellos los sexuales a mí me entro la curiosidad del sexo anal. Que fue lo que no me esperaba ¡QUE QUISIERA JUGAR CON EL MIO!

Imaginaros mi cara, pero bueno me toco escoger y acepté su propuesta, primero con el suyo con el tiempo conseguimos que fuera dilatándose hasta que conseguí tener sexo anal con ella placenteramente. Ya hay me tocaba con el mío, un día me sorprendió con un plug anal con el cual me puso lo huevos de corbata nada verlo.

Sus palabras me tranquilizaron y me pidió que me colocara boca riba y puso un cojín bajo mi culo. Empezó con una dulce mamada y acariciándome lo huevos, fue bajando con su mano hasta llegar a mi ano. Tocaba poco ah poco haciendo algo de presión, pero sin llegar a meter ningún dedo, me salía liquido prese minal, bajo con su boca por mis huevos hasta llegar a mi ano y empezó a lamérmelo y meterme la puntita de la lengua como le hago yo. Para mi eran sensaciones nuevas, que siempre rechace, pero con el paso del rato y de la estimulación. Me estaba encantando, con el lubricante empapo sus dedos y mi ano ya algo dilatado. Es el momento en el que me toca con el dedo lubricado y empieza abrirse paso por mi recto adaptándose y yo comenzando a haber las estrellas. Esas nuevas sensaciones me tenían excitadísimo.

Su dedo ya entraba perfectamente cuando comenzó con el segundo y ya me dolió un montón y paramos, yo seguía excitadísimo. Con algo de coraje me la empezó a follar en cuatro por el dolor que me había hecho. Pero ella encantada de que le diera duro. Con el tiempo la relación la cortamos por diferentes motivos en el sexo nos fue bien pero no lo es todo para mantener una relación.

Espero que les haya gustado este pequeño relato, con el tiempo iré contando mis diferentes experiencias después de estar soltero