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Capitulo 7 La despedida con Joaquin

en Confesiones

Mi historia con Joaquín terminó cuando tuve que cambiarme a casa de mis abuelos, eso pasó cuando recién iniciaba el 2.º de secundaria, el me llamaba por teléfono pero dejamos de vernos un par de meses, después de ese cambio fue a visitarme un sábado para literalmente decirme que lo nuestro se acabó, recuerdo que me llamó y me dijo

-voy a ir a verte- a lo que yo asentí, le di la dirección y me dijo que lo esperara

Tardó en llegar un par de horas, tocó la puerta y una de mis tías me gritó diciendo que me buscaban, baje pues yo vivía en un primer piso, al salir lo vi y eso me llenó de gusto, aunque llevaba 2 meses en mi nueva escuela aún no tenía amigas tan cercanas como las de aquella privada, rápido me abalancé a él rodeando su cuello con mis brazos y pegándole un beso, el me tomo por la cintura y respondió al beso 

Me dijo -vamos a dar una vuelta- yo le respondí  -deja le pido permiso a mi mamá- entonces fui donde mi mamá  y le pedí permiso, salí él abrió la puerta de su carro, entre y nos fuimos a dar la vuelta, en realidad Joaquín quería terminar, yo no lo sabía pero sí entendía que no era posible una relación de lejos, estando en su carro comenzó a platicar, a preguntar ¿que cómo me iba, que, que tal era mi nueva escuela y mis nuevos compañeros? Yo le pregunté sobre su trabajo y los chicos de la privada

-Te mandan muchos saludos- me dijo y me entregó una bolsa de plástico con muchas cartas que me mandaron donde me deseaban suerte y me reiteraba su amistad, cosa que con el paso del tiempo nunca pasó pues nunca nos volvimos a ver y nunca intentaron ir a visitarme.

Seguimos platicando llegamos a un parque y se estaciono, se giró hacia su derecha para tratar de quedar  de frente a mí, yo hice lo mismo pero girando a mi izquierda, entonces Joaquín me dijo que ya no podíamos seguir siendo novios, yo sentí algo que nunca había sentido por ningun novio hasta ese momento pues yo era la que siempre los terminaba, no pude contener las lágrimas, Joaquín me pidió que no llorara y me acarició la cara, me veía con ojos de tristeza pero seguia dandome los motivos de su decisión, entonces se acercó y me dio un beso, fue un beso muy pequeñito, muy tierno, yo me aferre a el, lo abrace con tanta fuerza que quería meterme en el, Joaquin tomo mi cara con ambas manos y me beso,  esta vez el beso fue más intenso, más excitante, mis lágrimas se perdían en los labios de ambos, él puso una mano en mi espalda y la otra en mi cintura para abrazarme, yo llevaba un vestido de tela delgada blanco con florecitas moradas que me permitía sentir el calor de sus manos, siguió besándome y comenzó a acariciar mi espalda desde los hombros hasta la cintura, con la otra mano comenzó a acariciar mi pierna derecha yo empezaba a dejar de sentir tristeza para comenzar a sentir exitacion, ya no decíamos nada solamente sentía sus manos deslizarse por mi espalda y por mi pierna, me beso el cuello y un escalofrio recorrio mi cuerpo, tenía los ojos cerrados y solo quería guardar ese momento en mi memoria

Joaquín bajo la mano con la que acariciaba mi pierna y la puso en mi rodilla, comenzó a subirla poco a poco como aquella vez en la privada cuando salí corriendo (Capítulo 3), pero esta vez no podía correr pues estábamos dentro de su carro y ademas no queria correr, estaba acariciando mi pierna pero por debajo de la tela de mi vestido, me besaba, me daba pequeñas mordiditas en el cuello y la oreja, en los labios, mi lengua buscaba su lengua, mis labios buscaban sus labios, sentí su mano tibia subir y bajar por mi pierna y sin pensarlo comencé a abrirlas como pidiendo que subiera más, el entendió mi movimiento y subió más, bajaba y subía la mano dando de vez en vez unos apretoncitos ligeritos que me hacía sentir escalofríos.

Cada que subía se acercaba mas a mi vagina, yo comenzaba a sentir mucho calor y mi respiración se agitaba, el también jadeaba ligerito, de reojo vi como su pene crecía bajo su pantalón, quería tocarlo, quería bajar el cierre y sacarlo para tomarlo entre mis manos y sentir lo que se sentía; pero no me atreví.

El sin embargo seguía besando y acariciando mi pierna y subiendo cada vez más hasta que llego a mi calzon, comenzó a acariciarme los labios sobre mi ropa interior yo sentía que estaba mojada, sienta placer, solo me deje llevar no puse resistencia a nada, queria sentir con él lo que platicaban las chicas de la privada, Joaquín hizo a un lado mis ropa interior y comenzó a acariciar mi vagina ya de forma directa, sentir sus dedos pasearse por mis labios y mi clítoris era muy placentero, así estuvo por un tiempo hasta que sentí como su dedo entraba en mi, instintivamente lleve mi mano y agarre la suya pero no para frenarlo sino por el contrario para empujarla, para que entrara mas su dedo, exclame un gemido y él con su otra mano tapó mi boca, metía y sacaba su dedo, lo dejaba adentro y lo movía arriba y abajo, yo sentía igual que cuando yo me masturbaba pero mas placer pues su dedo entraba mucho mas dentro que los míos, el me llevo la mano a su pene pero la quite por miedo, aunque si quería agarrarlo, quise sentarme sobre él pero no era tan fácil pues estábamos en la parte delantera de su carro y ademas podia vernos alguien.

Joaquín siguio masturbandome, yo quite mis calzones, quería que pasara mas pero el solo acaricio mis nalgas y me masturbo hasta que la razón lo hizo recordar a lo que había ido, quieto su mano de mi vagina y me aparto de él, -no debemos- me dijo, eres una niña aun, paso sus dedos por su nariz para oler mis jugos, yo solo asenti con la cabeza, arrancó y manejo de regreso dejándome en la puerta de mi casa, ahí en zaguán me dio un último beso, yo me metí y cerré la puerta y me fui a mi cuarto, me puse a leer las cartas que me habían mandado mis amigas y hasta ese momento me di cuenta de que había olvidado mis calzones en su carro, un año después perdería mi virginidad (Capitulo 1)

Colaboración Ale Moon