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La empapé la cara

en Confesiones

Mi novia y yo éramos muy activos en el sexo. El hecho de que ella viviera sola y al lado de la universidad hacía que mucho días me quedara y que casi todas las noches cayera algún polvo.

Un día la llamó su mejor amiga. Lo había dejado con su novio (al que yo consideraba un imbécil). En parte me alegré, aunque supe que acabarían volviendo. Mientras tanto, para evitar que eso sucediera, mi novia acordó que se fuera a vivir con ella unos dias hasta que se le pasara el mal trago. Yo no tuve ningún problema. Y ahí empezó una pequeña sequía sexual. Con la amiga todo el día en casa, no teníamos un sitio cómodo donde follar a menudo. Pensabamos que estaba feo follar en la misma casa que alguien que acaba de romper con su pareja. Acabó pasando algo más e una semana y tanto yo como mi novia estábamos que nos subíamos por las paredes. Nos pasábamos el día calentándonos cada vez que teníamos oportunidad. 

Hasta un día que volviendo de la universidad la pregunté:

- ¿Sábes cuándo se va a ir tu amiga de casa? 

- Pues tiene pinta de que se va a quedar bastante tiempo. - me respondió

- ¿En serio? ¿Cuánto tiempo más me vas a tener a dos velas? ¿Tu has visto cómo nos pasamos el día? Algún día vamos a acabar follando en el ascensor de la uni y lo sabes!

Ella se rió.

- Pues no estaría mal, pero ¿yo que quieres que le haga?! 

- Joder follamos en tu casa! que se ponga cascos o algo. Pero si va a estar mas tiempo tenemos que hacer algo.

Ella no me respondió. Supe que se lo estaba pensando.

Llegamos a casa y allí estaba su amiga tirada en el sofá. Saludé y me metí en la habitación a recoger y organizar todo para le día siguiente. Oí a mi novia hablar con su amiga. La explicó con todo el buen corazón que pudo que queríamos follar, que nos meteríamos ne la ducha para un polvo rápido. Su amiga puso pegas diciendo que no le apetecía nada escucharnos follar después de cómo lo estaba pasando ella. Al final la acabó convenciendo de que se pusiera cascos y que nosotros no haríamos ruido. Yo sonreía sabiendo que no iba a ser así. Entonces mi novia entró por la puerta, la cerró, me miró soriendo y se quitó los pantalones delante de mi. Se dió la vuelta y entró caminando sensualmente al baño mientras se acariciaba las nalgas. Su pelo negro, largo, contrastaba con su piel blanca. Siempre pensé que debía tener genes rusos o algo. Era tan alta como yo y a pesar de no hacer mucho deporte, tenía las piernas y el culo muy estilizados.

Entré detreas de ella, la cogí y nos besamos. No perdí el tiempo, mi polla ya estaba dura como una piedra. La puse contra la pared, la quité la camiseta y el sujetador y la cargué sobre mi para comerle las tetas. Ella gemía mientras me sujetaba el pelo. 

A continuación la bajé y ella se agachó para sacar con ansia mi polla del pantalón. Me bajó todo de golpe y la engulló entera. Yo ahogué un gemido y ella comenzó a mamármela como si fuera la polla de su vida. Se veía preciosa con mi miembro en su boca. Notaba su lengua acariciar mi frenillo y alrededor de la de cabeza. Se la metió hasta el fondo y noté su garganta haciendo movimientos de tragar. Pensé que me corría.

La levanté y la puse contra el lavabo, de cara al espejo. Incliné su cuerpo y me agaché detrás de ella, la bajé llas bragas y la empecé a dar besos suavemente por las piernas subiendo poco a poco. Llegué a su coño y soplé suavemente un par de veces. A ella le daban escalofríos cuando hacía eso. Lentamente acaricié con mi lengua su coño, desde el clítoris hasta su ano, dí un par de vueltas ahí, y volví a bajar lentamente. La penetré suavemente con la lengua el coño mientras bajaba y me centré en el clítoris, donde empecé a succionar. Me estuve un par de minutos donde también la masturbé suavemente con un dedo, muy despacio, con la intención de calentarla.

Al poco me levanté, enfilé mi polla en su húmedo agujero y la penetré de colpe. Me sujeté a sus caderas y empecé a bombear con fuerza. Ella empezó a gemir bastante alto.

- Tranquila, que nos va a oir tu amiga! - dije entre jadeos, sin dejar de penetrarla.

Ella me ignoró y siguió con sus gritos que eran música para mi oídos. Se notaba que tenía ganas. En principio porque ella sabía que yo no llevaba condón y no parecía poner pegas a que la follara así. Y aparte, su coño apretaba mi polla con fuerza. A cada embestida notaba las paredes de su coño moviéndose para dejarme entrar, como si fueran anillos que se dilataban. Eso me ponía a mil. 

A los pocos minutos ella decidió tomar el control. Se levantó y me sacó de ella. Me sentó en el WC y se montó encima. Se metió mi polla y empezó a cabalgarme mientras cogía mi cabeza y me obligaba a comerle las tetas (que sufrimiento), cosa que hice con todas mis ganas.

La sujeté el culo y conseguí colocar un dedo en su ano. Se lo penetré lentamente. Estaba húmedo por los flujos vaginales. Ella paró un segundo disfrutando de como era invadida por otro orificio y al momento siguió restregándose contra mí. La penetración era muy profunda. Notaba mi polla moverse contra su vuello uterino, normalmente  eso le dolía, pero hoy no. Cuando tuve mi dedo índice metido hasta el fondo, empezó a decir:

- Me voy a correr! me voy a correr! 

Yo en ese momento me di cuenta de que estaba muy cerca también. Había verdadero peligro en correrme en lo más profundo de ella, asi que la avisé.

- Espera espera joder que me voy a correr yo también!

- No no no no te salgas! no te salgas!! - empezó a suplicarme ella mientras se corría encima de mí.

Yo en ese momento no sentí nada. Estaba demasiado concentrado en apretar la polla todo lo que podía para no llenarla ahí mismo, probablemente con la corrida más grande de mi vida.

Ella, al relajarse. Se levantó, dejando mi polla empapada. Se sentó en el borde de la ducha, me miró y me dijo:

- Quieres correrte en mi cara?

Yo jedaba por el esfuerzo que había hecho. La miré sorprendido, y sonreí. Ella se metió en la bañera y se puso de rodillas. Yo me metí junto a ella, la cogí de la cabeza y metí mi miembro en su boca. Ella se saboreó a sí misma antes de introducirse mi polla entera. Me la mamó durante unos segundos hasta que sentí que me corría. La sujeté lacabeza y la dije que cerrara los ojos. Apunté bien a su cara. No quería que callera nada en su boca. quería dejarla la cara chorreando. Y eso hice. Un potente chorro, muy denso, salió disparado y la machó desde la mejilla hasta la frente. El otro terminó de empapar su mejilla y el resto los dirigí hacia el lado contrario de la cara. He visto pocas películas porno en mi vida donde se echara una corrida semajante. Cuando términe la dije:

- Me la limpias?

Ella, acostumbrada a tragarse mi semen, abrió la boca y acarició suavemente la cabeza de mi polla, jugando con ella. Yo la miraba con la cara empapada de una cantidad enorme de semen caliente y con mi miembro aún duro en su boca y pensé que ojalá pudera enmarcar una fotografía así de ella.

Nos duchamos y salimos de allí. Su amiga estaba en el sofá con una cara de perro que no podía con ella. Se que fue curel pero me alegró verla así. Ella siempre me despreciaba y no creía que fuera "apropiedo" para la que era mi novia. Me alegró saber que había tenido que oír a su amiga follar y disfrutar en el baño como pocas veces.