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Mi hermana y la paja (relato 9)

en Amor filial

Abrí los ojos. Me constó saber dónde estaba. En mi cama, me giré y no estaba ella. No estaba Laura, mi hermana.

Me levanté, me desperecé y tras vestirme un poco me dirigí a la cocina a desayudar.

Habían pasado ya otros 6 días desde que viera los videos de mi madre follando y aun haciendo un complot con mi hermana para conseguir el resto, nos fue imposible acceder a ellos. Era imposible. Nos percatamos que mi madre tenía la manía de irse a cualquier sitio con el móvil en la mano. Incluso al baño. Al final lo dejamos por imposible y nos contentamos con los cinco videos que habíamos conseguido.

En la cocina estaban las dos desayunando. Yo me senté a la mesa tras saludar y servirme un café. Cogí un par de magdalenas para mojar con el café.

Había una conversación de fondo. Hacia como que prestaba atención, pero no era así, incluso podía contestar y debatir, pero en mi cabeza solo había una cosa. El sexo con estas dos.

Me empalmé en la mesa del desayuno imaginándome a mi hermana y a mi madre follándose salvajemente la una a la otra. Comiéndose la boca, el coño y follándose el culo.

- ¿Entonces vas a venir? – Me sacó del trance mi madre

- ¿Eh? ¿Que? – Perdona estaba en mi mundo. Contesté

- Si luego vas a venir a hacer la compra de la comida, así nos ayudas a cargar luego las bolsas.

- Si si, la comida y las bolsas. Si voy a ir. – Y volví a mi mente donde había sexo del bueno.

- ¡Eh, vuelve aquí! – Dijo mi hermana golpeándome con el dedo en la frente. Volví en mi – Llevas un par de días que no estas donde deberías estar.

- Estoy en mi mundo.

Era ya la recta final del día. Habíamos ido a comprar y habíamos cenado hamburguesas. Estábamos en el salón. Mi madre se estaba duchando, o bañando, o no sé muy bien que hacía, pero llevaba ya mucho rato metida en el baño.

-  No puedo más Laura. – Le dije resoplando

- ¿Qué te pasa? –

- Desde que me enseñaste los videos – Giré la cabeza para ver si estaba mi madre cerca o si ya había salido del baño, bajé mucho la voz y empecé a hablar en susurros. – Desde que me enseñaste los videos veo a mamá de otra forma. Me pone muy burro ¿Sabes? Me habla y me cuesta mucho aguantarle la mirada. A la que puedo le miro al escote.

- ¿Te la quieres follar?

- Shhh baja la voz –

- ¿Te quieres follar a mamá? – dijo susurrando, pero a la vez con una sonrisa de oreja a oreja.

- Si.

- ¿Y qué le harías? ¡Cuenta, cuenta!

- ¿Qué? ¿Pero qué? – Dije al ver que se arrimaba a mi ansiosa por que le contara todo sin contarme un pelo.

- ¿Que susurráis? – Dijo mi madre apareciendo en el salón, con una bata cubriéndole el cuerpo mientras que con las manos y una toalla se secaba el pelo.

- Nada nada-

- Me estaba diciendo…

- Nada – Le interrumpí – No le estaba diciendo nada – La miré con cara “como días algo te mato”

- Dejad de cuchichear que eso está muy feo. – Nos increpó nuestra madre

Se sentó en el sofá con nosotros, pero en la parte más alejada. Yo no pude evitar hacerle un escáner de arriba abajo.

¿Llevaría algo debajo? No parecía que llevara sujetador. Me imaginé sus tetas a partir de fragmentos de mi imaginación.

- ¿No salís hoy? – Nos preguntó a la vez que terminaba de secarse un poco el pelo.

- No, nos vamos a quedar en casa hoy. – Contestó Laura

- A vale. – Dijo sin importancia. Yo me voy a la cama. – Se levantó besó en la frente a Laura. Se acercó a mí se inclinó y me besó a mí también en la frente. Al inclinarse quedó todo el escote a la altura de mis ojos. Le vi las tetas colgando. Me empalmé de golpe y me puse colorado. – No hagáis mucho ruido esta noche.

Se fue por el pasillo y se metió en su cuarto. No cerró la puerta.

- ¿Que no hagamos ruido esta noche? – Le susurré extrañado a Laura, que me miró con cara de “¿tú eres tonto no?”.

Poco a poco, entendí el significado de las palabras.

- Vámonos a la cama- Me dijo mi hermana.

Me cogió de la mano y no me soltó hasta llegar a las habitaciones. Me dirigí a la mía, pero me lo impidió.

- No, vente a dormir conmigo hoy.

La miré con mala gana porque lo había dicho muy fuerte y la habitación de nuestra madre estaba a solo una puerta. Negué con la cabeza para no hacer ruido.

- Venga ven. – Insistió tirándome del brazo.

- No. – Dije muy flojito. Hice gestos con la cabeza hacia la puerta de la habitación de nuestra madre. – No - volví a repetir.

- No seas tonto, venga. – Volvió a tirarme del brazo.

Apagué la luz del pasillo y solo quedó la luz que se filtraba por la puerta de la habitación de mamá. Daba a su cama, apareció ella sin dirigirse a la puerta, simplemente pasó por delante se puso al lado de la cama

Se quitó la bata y dejó al descubierto su cuerpo desnudo. Únicamente por unas bragas sencillas que no le hacían justicia. Debían de ser cómodas de cojones, pero no eran muy bonitas.

Laura estaba a mi lado. También miró.

Mi madre se recogió el pelo con una goma, cogió la bata que había dejado encima de la cama, la colgó doblada en un perchero que tenía en la puerta del armario y se giró. Nos miró y sonrió.

- Buenas noches – Nos dijo

- Buenas noches mamá – Dijo Laura tirando de mi hacia su cuarto. Lo último que vi antes de entrar fue a mi madre riéndose.

Me quité la ropa a buen ritmo, dejándola ahí donde iba cayendo. Laura hacia lo mismo. Miré a la puerta y me dirigí a cerrarla. Laura me tiró del brazo y me negó con la cabeza.

- Déjala abierta – Dijo con sus labios sin decir ni una palabra.

Me metí en la cama y apagamos la luz. La luz del cuarto de nuestra madre tardó unos segundos más tarde en apagarse.

- Te juro que me levantaba ahora mismo, y .. y… bufff… me la follaba a base de bien – Le dije al oído de mi hermana.

Ella me contestó poniendo su boca junto a mi oreja. – Dime que le harías, que me pone mucho – Metió la lengua en mi oreja y un escalofrío me invadió todo el cuerpo.

- ¿Sabes que me gustaría hacer con vosotras dos?

- ¿Qué? – Me agarró la polla

- ¿Sabes lo que es a2m?

- ¿Un a2t? Ahh un “de culo a boca”.

- Si, se la metería por el culo y luego te metería la polla en la boca a ti. O al revés.

Aura puso los ojos en blanco.

- Mucha imaginación tienes tú. O mucho porno ves tú.

- Estaría guay. – dije afirmando con la cabeza- ¿Entonces que apuntas a un a2t?

- Claro que si campeón. – dijo con rintintín – Si se la metes a mamá por detrás yo luego te la chupo. ¿Si?

- Estaría genial – volví a repetir ante la imposibilidad del hecho.

- Anda calla y túmbate – Me empujo en la cama boca arriba. Pasó sus piernos por encima y se sentó encima de mí.

Mi polla ya estaba tiesa ante la visión de las tetas de mi madre. Y por lo que se ve, Laura también estaba húmeda. Me cogió la polla, apuntó con ella y poniéndosela en la entrada del coño, poco a poco fue sentándose encima. Con mi polla metida completamente empezó a restregarse adelante y hacia atrás. Me cogió mis manos y se las llevó a las tetas para que se las apretara.

Se las apreté, se las estrujé como solía hacerlo últimamente. Le pellizqué con fuerza los pezones y mi hermana Laura dejó escapar un ligero siseo.

Los muelles de la cama empezaron a sonar. Por mucho que lo evitaras los movimientos los hacían crujir.  Laura me miró con picardía. Descubrí que le ponía muy cachonda el hecho de que mamá la escuchara.

Se levantó sacando parcialmente la polla del coño y se dejó caer de golpe soltando un gemido sin ningún tipo de control.

Abrí los ojos de par en par, por cojones lo ha tenido que escuchar. Volvió a repetirlo y esta vez no paró. Empezó a cabalgar arriba y abajo, adelante y atrás, Me recordó a mi madre en el video. ¿La estaría imitando?

No se contenía. Tampoco era un circo, pero si tenía que gemir, gemía, si tenía que gruñir, gruñía y si tenía que hacer sonar la cama. La hacía sonar.

La luz del cuarto de mi madre se encendió.

Laura volvió la cabeza ante la entrada de luz y siguió gimiendo.

Vimos pasar a nuestra madre, sin bata, con las tetas al aire por el pasillo. Laura Se giró encima de mí, me dio la espalda.

Estaba perfectamente dibujada la silueta de mi hermana producida por la luz del pasillo. Las nalgas se apretaban firmes mientras con movimientos hipnóticos Laura me usaba para darse gusto.

Mi madre apareció otra vez por el pasillo, absorta tecleando tranquilamente el móvil. Aguardó unos segundos justo enfrente de nuestra puerta. Claramente se había parado apropósito. Pero seguía tecleando.

Laura en ningún momento se cortó y siguió moviéndose. Parecía que le gimiese directamente a nuestra madre con intención de llamar su atención. Los movimientos se tornaron más bruscos.

Mamá dejó de teclear el móvil, nos miró como tal cosa.

Entró un poco en la habitación, agarró el pomo de la puerta y la entornó.

- ¿Haced lo que queráis, pero no queréis intimidad?  - Dejó la pregunta al aire, pero sonaba más bien a una afirmación. No llegó a cerrar la puerta.

Aun así, aun siendo cabalgado por mi hermana vi claramente como mi madre, se hacia la disimulada, aparentando escribir en su móvil, detrás de la puerta. Y tras permanecer medio resguardada, pero escuchando los alaridos ya forzados de su hija abandonó del umbral el umbral de la puerta y desapareció de la vista.

Cogí a Laura por la cintura y la atraje hacia mi pelvis.

El subidón me vino de golpe al imaginarme a mi madre entrar repentinamente en la habitación y unirse, como si fuera lo más normal, a la fiesta del rodeo.

Mi polla palpitaba, rodeada de jugos vaginales chorreé todo mi semen dentro del coño de mi hermana Laura.

Mi respiración poco a poco volvió a normalidad, Laura no se movió ni un ápice. Esperó paciente a que mi polla ya desvanecida le saliera por completo del coño.

Sin dirigirse a mí, sin girar la cabeza, sin decir nada. Se levantó y guiándose por la poca luz que había en la habitación salió de esta. Cerró la puerta con cuidado.

Le esperé tumbado, tal cual estaba. Sin limpiar ninguno de los jugos que rodeaban mi miembro. Poco a poco se me fueron cerrando los ojos. Me pegó el bajón post polvo y no recuerdo bien, si llegué a ver a Laura volver para dormir conmigo.