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Sandra y su gran día

en Voyerismo

Nota del Autor: Este es mi primer relato que escribo y publico, está escrito tal y como a mí me gustan los relatos. Tratando de meterme en la historia, con orden y con una ortografía clara y nítida. Como siempre que relato, se me alarga más de lo deseado, que se le va a hacer. La historia es inventada, producto de la imaginación, leído o visto por algún sitio, la similitud con alguna historia y/o personaje real es mera casualidad. Además, incluirla en una categoría única no sé exactamente cuál sería, ya que toca varios temas.

Sandra y su gran día

Una joven chica de campo, lo ha conseguido, se va a la gran ciudad, a hacer una entrevista en la mejor universidad del país. Aunque estando en su prima y su marido vive una experiencia que si se lo cuentan unas horas antes no se lo cree.

Mañana es el gran día de Sandra, ha pasado los exámenes con notoriedad y solo le queda una entrevista para, a sus 18 años, entrar en una de las más prestigiosas universidades privadas del país. Todo gracias a su gran rendimiento, y a las becas que aún se dan.

Ahora solo le falta pasar la noche, lo que más odia, esa noche de nervios, sin poder dormir. Por suerte, su prima, Paula, y el marido de esta la han dejado quedar en su pequeño piso, en la misma ciudad donde hay la universidad. Al menos no tendrá que recorrer de madrugada las 3 horas que separan su pueblo de la ciudad.

Son las 11 de la noche, después de cenar y ver un poco la tele con Paula y Marcos, Sandra les da las buenas noches y se va a la pequeña habitación, donde cierra la puerta y empieza a desnudarse quedándose completamente desnuda ante el espejo y con una tenue luz en la habitación.

Mirándose al espejo, Sandra ve el cuerpo flacucho de una chica, blanca de piel, como lo odia, aunque se pasase todo el día en el solárium pasaría de blanca a roja y quemada. No es muy alta, sobre la media, sobre 1’63m. Su melena es lisa rubia natural, con unos ojos azules siempre atentos, y unos labios más bien firmes y rojos que llaman la atención casi más que sus ojos. Sus pechos pequeños, redonditos y bien firmes, con unos pequeños pezones rosados rodeados de una aureola también pequeña y lisa. Su vientre plano, aunque no hace deporte su complexión es así, seguido de unas piernas delgadas. Seguramente, que lo que llama más la atención de ella es su culito redondito y pequeño que con los vaqueros y la ropa tan ajustada que se vende ahora se marca fácilmente. Finalmente, su pubis está sin depilar, cubierto por unos pelos rubios que cubren sus labios vaginales, gorditos y apretados, delatando su poca experiencia sexual.

Al cabo de unos minutos mirándose se da cuenta que la persiana de su habitación esta subida, y ella misma se percata que la podrían ver desde los demás pisos que hay en la calle de enfrente, ruborizándose por la idea, corre a bajarla, prácticamente del todo. Para luego, vestirse con el pijama de verano que ha traído, compuesto por unos shorts cortos y una camiseta de tirantes, también se pone unas braguitas de algodón amarillas básicas. Y luego sé hecha a la cama donde no tarda mucho en darse cuenta que no se dormirá. Su mente empieza a hacer todo tipo de teorías sobre la entrevista de mañana: ¿será capaz de dar buena imagen? ¿La traicionarán los nervios y la vergüenza? ¿Está preparada? ¿La aceptarán? …

La entrevista le ha ido mal ha sido un desastre, sus nervios la han traicionado como nunca antes le había sucedido, ha tartamudeado, no sabia que decir, que desastre. Sandra sólo tiene ganas de llorar, no sabe que hacer, donde ir, que será de ella… Se despierta toda sudorosa, medio sentada en la cama, empapada de calor, su respiración agitada, solo ha sido una pesadilla. Cierra los ojos, y trata de calmarse, luego mira el móvil, son las 2 y media de la noche. Le quedan 7 horas para la entrevista.

Se incorpora, tratando de no hacer ruido, descalza camina y va a la cocina a por un vaso de agua, tiene el pijama arropado a la piel, por el sudor, está bien ceñido marcando su cuerpo, sus pequeños pechos y sus nalgas.

Al regresar oye unos jadeos/gemidos proveniente de la habitación de su prima y ve una luz tenue en la habitación. En parte es normal, son pareja y aunque ya estén casados aún son jóvenes ella se acerca a la puerta que, aunque está cerrada, no cierra del todo bien y puede ver el interior. Inocentemente mira y se da cuenta de algo que la deja de cuadros. No es marcos quien folla a Paula, es ella quien lo está follando con un strap-on, y él está tumbado boca arriba en la cama, con las piernas separadas y los brazos en los lados. Ella en el borde de la cama, cogiéndole por sus rodillas flexionadas, va marcando el ritmo. Esta imagen, deja a Sandra a inmóvil, contemplando la escena, dejándola con un sabor de boca raro.

Siempre ha visto a Marco como un hombre opuesto, amable, educado e inteligente. Aunque físicamente, no es un top, alrededor de 1’75m, cabello corto, castaño, de piel blanca, aunque algo moreno. Ojos verdes, siempre va un tanto descuidado para el gusto de Sandra, barba de tres días, aunque de complexión normal se le nota la vida sedentaria y que no hace deporte, con esa barriga. Y lo que menos le gusta, es todo el vello que tiene por su cuerpo.  Contrata mucho con el físico de Paula, quien es más alta que ella, alrededor de 1’68m, algo más corpulenta, y con unas muy buenas curvas. Su piel es morena, con ojos marrones, y unos labios carnosos. Sus pechos son turgentes, redondos, un poco caídos por el tamaño, con unos pezones gorditos marrones en medio de sus aureolas proporcionadas al tamaño de su pecho. Tenia un culo firme, redondo, se nota que ella a veces va al gimnasio y se cuida.

Sandra está mirando, absorta al espectáculo tan sorprendente que ve, no sabe que pensar, con todos los prejuicios que tiene una chica de pueblo no sabe si ve algo bueno o malo, pero lo que está claro es que no puede dejar de mirar, viendo como Sandra no para de moverse, y como ambos gimen, y se dicen algunas cosas, en susurros jadeantes, que ella no llega a oír.

Si Sandra no tenía suficiente calor sólo le faltaba excitarse para tener aún más “que excitación, joder” es su pensamiento, la escena le parece surreal pero no quiere dejar de verlo, con su mano empieza a frotarse el coño con ganas, por encima del pijama, a disfrutar y a mirar, mordiéndose un labio con suavidad, para no hacer ruido y contemplando.

Al rato, Sandra ya está bien cachonda, con las braguitas empapadas por sus propios flujos, y con su mano por debajo de su pijama y braguitas, frotándose mejor, sus pezones se marcan en el pijama, empapado de sudor.  Mientras va observando, parece que Paula se cambia, porque despacio va parando y se retira, sacando el strap-on de unos 16cm y gordito, del culo de su pareja. Quien se incorpora con una buena erección que no parece ser mayor que el strap-on de Paula.

Ambos se miran, sudorosos, excitados y Paula riéndole le pregunta -¿Qué tal cari? ¿Qué te ha parecido?

Él Sonriéndola se acerca a morrearla, cogiéndola de la cintura -joder ha sido algo…- la vuelve a morrear unos segundos -algo raro… al principio era una sensación distinta. incomoda… A cuando me metías uno o dos dedos… pero con el tiempo me la has puesto bien dura... 

Esta vez sí que Sandra oye lo que dicen y se queda en silencio, incluso se detiene por medio a que la oigan, con la respiración agitada.

-Ya te lo dije- sonríe triunfante Paula -ves como me tienes que hacer más caso- se ríe empezando a pajear despacio a su marido. Quien le desabrocha las tiras del strap-on que cae al suelo.

-Y en eso soy mas silencioso que tu- bromea Marcos antes de besarle el cuello a Sandra -no soy una “chillona” como tú- ambos se ríen por la broma, aunque paula le responde: -será que no te pone cachondo oírme- y de nuevo otro morreo donde entrelazan sus lenguas y se manosean mutuamente, él le soba los pechos con ciertas ansias y ella le soba la polla, dura como una piedra.

Sin dejarse, ambos se acercan a la cama, dejándose caer sobre esta, Paula deba, no tarda en separar las piernas y Marcos se sitúa en posición, empezando a frotar el capullo de su polla en el depilado y empapado coño de Paula, quien gime con ansias -vamos… A que esperas- le dice ella.

Pero el sigue frotándose, besuqueando el cuello, los labios, las mejillas de Paula. Cuando ve que ella esta a punto de volver a protestar, con un movimiento, su polla se abre paso, separando los labios vaginales de Paula y yendo hasta el final, de esa empapada y tan deseado tesoro.

-¡¡Joder amor!!- exclama el, notando el calor que desprende su mujer. Empieza a moverse, un ritmo despacio, pero continuo donde ambos se besan, gimen y jadean, mezclando sus flujos, expresando su deseo hasta el último nivel.

A todo eso, Sandra no quita ojo, sus shorts del pijama tienen ya una mancha notable en su entre pierna y sus braguitas están completamente empapadas. Su mano no ha dejado de satisfacerla, ya sea frotándose la rajita juntamente con su pequeño clítoris, o metiéndose dos dedos y moviéndolos enérgicamente. Ahora mismo siente envidia de su prima, quiere sentir esa pasión, quiere disfrutar de ese modo, como nunca antes.

En la habitación, el joven matrimonio sigue, aumentando el ritmo y la intensidad. Paula se muerde el labio, quiere jadear, expresar lo mucho que está disfrutando, pero esta noche no puede, esta su prima, si no fuese por ella, estaría chillando de placer, que se jodan los vecinos que ella está disfrutando de lo más lindo.

Sandra está teniendo su orgasmo, es intenso, es placentero, se tiene que tapar la boca, esas corrientes de placer la invaden unos segundos. Ya se había corrido alguna vez sola, masturbándose, pero nunca de esta forma y de ese nivel. El placer es máximo, el morbo también, el riesgo que la pillen, etc. Pero ella lo disfruta como nunca antes había hecho. Es orgasmo le parece largo, aunque apenas dura unos segundos, para Sandra son minutos de placer, esa sensación que no quiere perderse. Aunque finalmente se desvanece, dejándola con esa sonrisita de satisfacción en la cara.

Siguiendo excitada y completando, masturbándose nuevamente, aunque con más calma, su subconsciente le ataca “tendría que ir a dormir, esto no esta bien, espiar así… Además, mañana tengo la entrevista” “Aunque estoy muy caliente, estoy disfrutando”. Como le suele pasar ella misma se discute las cosas. Finalmente, termina por, parar de acariciarse, y se retira de la puerta, para ir a beber agua, luego al baño a asearse un poco, aún excitada para terminar en su cama, acostada, oyendo como siguen la fiesta en la habitación de al lado. Incluso le parece oír los gemidos y jadeos de placer.

Al cabo de unos minutos le parece oír a Paula, quien no puede contenerse, se está corriendo y su marido no afloja, sino que haciendo un esfuerzo aumenta el ritmo, sabe que cuando su mujer se corre, tiende a contraer las paredes vaginales, e incrementa el roce con su polla y eso le produce un placer máximo.

Marcos no puede más, al final, saca la polla del coño de Paula, quien ha quedado exhausta tumbada gimiendo, y se pajea enérgicamente unos pocos minutos hasta que, con una respiración más fuerte, unos jadeos reprimidos y un -¡¡Joder... Paula como me pones!!- empieza a correrse en el pubis y vientre de ella, llenándoselo de un esperma blanquinoso y espeso, cuatro chorros contundentes y un par más pobres. Dejándose caer, satisfecho, al lado de Paula. Ambos se dan un último morreo cariñoso y se miran con ternura. Los dos están satisfechos, cansados y acalorados, con sus cuerpos sudorosos se quedan un rato descansando y recuperando el aliento. En un rato, cuando puedan irán a lavarse y asearse un poco.

# FIN #

Arle_94

Nota del Autor: Espero que el relato haya gustado, pido disculpas por la gente que se la ha hecho largo. Y las criticas constructivas y de buenas maneras son bienvenidas, no tenía pensado hacer un relato de esa temática, pero me ha salido así. Y esperaba que fuese relato único, pero si me inspiro puede que haga una continuación.