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En mi etapa de profesor uterino...

en Hetero: General

La edad de Oro como Profesor Interino… me llegó en ese período cuando tenía 30 años. Soy y siempre he sido un hombre del montón, pero la vida se mostraba esplendorosa tras un revés en el que di rienda suelta a mi “Arma secreta”. De noche iba a la universidad a estudiar el “Grado de Ingeniería mecánica”, y de día era profesor en un instituto de secundaría. En esa época me había separado de mi mujer y me había ido a vivir a una habitación que me alquiló una familia. Todo mi patrimonio era mis conocimientos y un coche con más años que yo en la que me movilizaba durante mis actividades diarias. Mi nueva vivienda estaba ubicada en un barrio más bien modesto, habitado por obreros y especialistas autónomos. La familia que me dio hospedaje era numerosa con hijos menores en plena adolescencia o entrando en ella. Provenían de un pueblo pequeño de la costa de donde habían salido en busca tal vez de mejores oportunidades en una ciudad más grande. Por entonces acaba las clases presenciales en la universidad a eso de las diez de la noche.

Algunas veces pasaba a visitar a mí ex mujer a la que trataba de recuperar, hasta que un día me la encontré con otro maromo que me quitó las esperanzas de reconquista. En otras me iba para mi hospedaje directamente o me tomaba algo en un bar de camino. Cuando llegaba, generalmente la gente de la casa ya se estaba yendo a dormir y solamente una de las hijas se quedaba en la mesa del comedor que al mismo tiempo era su mesa de estudio. La muchacha me saluda muy amablemente cuando llegaba y poco más…, fue cuando entonces empecé a notar que sonreía con miradas coquetas. Ella debía tener unos 18 años. Para su edad estaba más bien atrasada en sus estudios. Era una chica de buena estatura, de pelo negro rizado y unos ojos grandes también negros. De cara no era muy atractiva por los granos que le marcaban su piel, pero su sonrisa la mejoraba bastante dejándola en una carita aniñada que demandaba ternura.

Por el contrario se le notaba un buen cuerpo del que se destacaban unas nalgas preciosas redondas y respingonas, con una gran raja que diferenciaba claramente cada una de ellas. Sus tetas eran medianas, perfectas para su edad que ya copaban en el cuenco de mi mano. Su boca carnosa y sugestiva, y para acabar su piel trigueña clara que relucía en la oscuridad. Se llamaba Gloria. Pero lo que ha de pasar pasa y llegó el día en que las relaciones entre Gloria y yo empezaron a cambiar. Una vez después del saludo usual me hizo el comentario que tenía unos temas de Química que no entendía muy bien y que esto la estaba atrasando en sus estudios, porque su profesora no la atendía como ella necesitaba. Esto lo dijo con una mirada bastante coqueta que me puso en alerta de que ella quería algo más que mi ayuda como profesor. Me preguntó si yo le podía ayudar, y a pesar de no ser experto en química le eché una mano… De ahí en adelante comencé a ser más simpático con ella y me ofrecí a explicarle los temas de Química que necesitaba y algunos otros de Física y Matemáticas. Cabe decir que se encontraba en un curso de Refuerzo en estas materias.

Empecé a salir de la universidad directo para mi vivienda para darle clases de Química a Gloria, quien había aceptado mi ofrecimiento y sus padres encantados que no le cobrase nada, ni rebajase mi cuota mensual por el alquiler del cuarto. Sin embargo los padres se volcaron sobre mí en mayores atenciones, tratándome casi como a un hijo pese a tener casi la misma edad que ellos. A medida que fuimos entrando en confianza comencé a preguntarle si tenía novio… Me sorprendió que me dijera que no había tenido ninguno en toda su vida, si exceptuamos los tonteos de primaria. Le pregunté a donde le gustaba ir cuando salía, pero me confesó que no tenía amigos que la invitaran tampoco. Todas las preguntas que le fui formulando apuntaban a la misma conclusión… ¡A ESTA NENA NO SE LA HAN FOLLADO…ERA VIRGEN! Después de unas semanas de clases, noté como Gloria se sentaba a estudiar sin tanta ropa, sino con una camisa larga que le tapaba por debajo del culo a modo de bata, que era la misma con la que solía dormir.

Entonces empecé a hacer avances más bien lentos pero seguros. Yo le decía lo delicioso que sería darle un beso, insinuación que fue aceptando de buena gana y lo guapa que era, extrañándome que no tuviese mil chicos detrás. Luego noté que no usaba sujetado debajo del camisón cuando me esperaba para las clases, lo que me permitía verle muy bien las tetas cuando me acercaba a explicarle sobre el cuaderno de notas. Comencé entonces a acariciarle las tetas disimuladamente al principio por encima del camisón, como por casualidad al pasar mi mano para escribir o tomar algo del otro lado de la mesa…, no me rechazaba, más bien se pegaba más a mi mano y brazo para que notara sus pezones duros la bata. Aquello me animó a ir un poco más lejos, tomando completamente entre mis manos sus tetas…le pellizcaba los pezones grandes como de mujer negra o preñada, poniéndose duros. Días después cuando nos asegurábamos que todos se habían retirado a sus aposentos, nos íbamos a un pasillo que había entre el comedor y mi cuarto y ahí empecé a chuparle las tetas…

La siguiente vez fui más ufano y atrevido y ya me sacaba la verga, se la ponía en sus manos para que la acariciara y se la frotaba contra su cuerpo para que la sintiera. La primera vez se quedó boquiabierta al ver el pedazo de cipote que portaba ente mis piernas, creo que le animó mucho más a sobarla y sentir mi candente cipote entre sus manitas. Gloria me decía que nunca había estado con un hombre y que no quería correr ningún riesgo… Yo le decía que no se preocupara que hay maneras de gozar sin correr los riesgos de embarazo. Yo notaba como ella me miraba y se excitaba al ver mi verga bien empalmada como una lanza en ristre. La abracé con pasión y la besé mientras recorría su cuerpo con mis manos, y mi boca por sus tetas, cuello y labios húmedos prestos al beso francés que le enseñé. Suavemente palpé sus tetas mientras ella me abrazaba con gran excitación, dejando que le hiciera mis caricias por todas partes llegando a su culo. La amplitud de su camisón de dormir facilitó que mis manos llegaran hasta sus muslos y pudiera sobar enteramente esas nalgas espléndidas, que eran mejores de lo que me había imaginado. Levanté su camisón y puse mi verga directamente entre sus bragas y su culito para que se fuera acostumbrando. Mientras tanto mis manos buscaron sus labios vaginales por dentro de sus braguitas para llegar con mis dedos directamente a su raja y lograr meterle mi dedo índice dentro, sin olvidarme de frotar y masajear el estirado clítoris.

A veces nos sobresaltábamos cuando oíamos algún ruido y nos separábamos momentáneamente hasta comprobar que nadie venía… Sus padres trabajaban diez horas en una empresa de cerámica, en un trabajo agotador, de ahí que tras la cena de las diez de la noche cayeran rendidos en la cama hasta las siete de la mañana que sonaba el despertador para todos los habitantes de la casa. Y los dos hermanitos eran pequeños y dormían como ángeles. Otras veces, cuando presentíamos que estábamos en peligro de ser pillados, ella huía rápidamente y se metía a su habitación y yo a la mía, pero siempre con el deseo intacto para reanudar nuestra relación en la noche siguiente…. Día a día nuestras conversaciones se hacían más calientes y un día sin más rodeos le dije que quería que se metiera mi verga en su boca, deseaba con mucho que me hiciese una mamada. Ella aceptó y solo de pensarlo mi verga se puso tiesa como una daga árabe. Nos escondimos en mi cuarto, me saqué la verga y ella se arrodilló. Se le notaba nerviosa y curiosa a la vez. Mi verga apuntaba directamente a su boca. La cogió con su mano sin lograr circundarla con sus dedos de lo gruesa que es, y la subió para mirar por debajo y descubrir los grandes huevos que me colgaban llenos de leche por varios días sin eyacular. Los acarició mientras me miraba a los ojos. Se acercó a oler mis pelotas y finalmente me dio un beso en la punta del glande remangando el prepucio. Luego comenzó a lamerla y a humedecerla con su saliva. Siguió lamiendo de abajo a arriba, suavemente aprendiendo vez a vez.

Se  notaba la inexperiencia, pero ahí radicaba el morbo de aquella situación…, Luego empezó a concentrarse solo en la cabeza de mi verga, lamiéndola y succionándola con sus labios. Gloria empezó a mordisquear mi tranca suavemente, para más tarde centrarse en mis duras bolas rellenas de lefa. Las sacó bien de entre los calzoncillos y se puso a chuparlas mientras con su mano me masturbaba con suave entusiasmo. Todo aquello se repetía una y otra vez sin lograr meterse la polla más allá de un tercio, pajeando el resto con una mano y amasando mis huevos suspendidos con la otra. Después de tanto tiempo sin que una mujer me hiciese una felatio, aquella me pareció tan divina y morbosa que me excité como un toro bravo…Le dije entonces que estaba a punto de derramarme, que le iba a echar el polvo en su boca, y que debía aprender a tomárselo limpiando luego mi verga sin perder una sola gota…como es obligación de toda hembra que mama la polla de su semental.

Este comentario la excitó aún más y volvió a mamar con mucho entusiasmo mi cabezón. No pude contenerme más y un chorro descomunal espeso y caliente se derramó en su boca, seguido de otros dos más que le fueron atorando la boca y la garganta de engrudo recién ordeñado. Ella siguió chupando y tragando como si no hubiese mañana. Se lo tomó todo y me miró como buscando mi aprobación. Le acaricié la cara, le dije que lo había hecho muy bien pero que tenía que practicar más. Ella asintió con una sonrisa y me enseñó todo el contenido seminal que llenaba su boquita y con las mismas se lo tragó en dos batidas relamiéndose lo que quedaba. Me besó el capullo y luego mi boca, huyendo hacia su cuarto. Siguieron muchos días donde veía como Gloria se volvía una adicta a la lefa de mi verga, la buscaba en el aseo o una mirada furtiva, pero lo mejor eran nuestros momentos íntimos cuando todos dormían, y ella disfrutaba enormemente tomándose mi semen.

Comprendí que estaba lista para avanzar a otra experiencia superior. Mi objetivo fue entonces su culo. Le dije entonces que ya era hora de que aprendiera otras emociones sin correr ningún peligro de quedar preñada. Le pedí una noche que se subiera el camisón cuando nos quedamos solos y su madre se despidió de la niña entre tanto le indicaba como resolver el ajuste de una reacción química. Necesitaba verle bien su cuerpo y comprobar si era tan bonito como yo creía. El espectáculo que vi hizo que pensara que valía la pena seguir avanzando despacio como había planeado. Contemplé una figura escultural producida por una cintura estrecha y culo ancho con la forma de guitarra en proporción 100/70 que hace a un cuerpo de hembra perfecta para ser candidata a ser follada sin contemplaciones…, además de un vientre plano y unas nalgas muy provocativas.

Hice que se quitara las braguitas y se pusiera de espaldas a mí, en tanto le cogía sus tetas con mis manos restregando mi endurecida y recia verga entre sus nalgas. Bajé una de mis manos hasta alcanzar su coñito, y noté una humedad creciente y viscosa. Comencé entonces a tocarle el clítoris y eso la aceleró con movimiento escalofriantes entre jadeos. Despacio le introduje un dedo en su conejito mientras ella gemía y se movía como si estuviera follando con mi dedo. Cuando se calmó un poco seguí besándola lamiendo sus tetas para luego bajar lamiendo sus muslos y el vello de su pubis, hasta que mi lengua llegó a sus labios vaginales. Subí un poquito y toque su clítoris con la punta de la lengua. Olía sabroso, sabía néctar de mil flores. Cuando lo hice, en Gloria se produjo un orgasmo que le hizo arquear de placer. Me llamó la atención que sus ojos estuvieran enrojecidos, pero entendí que por su cuerpo había pasado como una tormenta de lujuria.

Me puse de pie mientras ella buscaba afanosamente mi cipote enardecido, para metérselo en su boca. Era como si quisiera comérselo todo entero y alimentarse de él. Le dio un fuerte beso a la cabeza, me levantó los testículos y se introdujo los huevos en su boca, uno por uno con fuertes chupones succionándolos a pique de arrancarlos de cuajo de la vitalidad que le puso cargada de lujuria. Su lengua recorría toda mi verga, la llenaba de un reguero de saliva y volvía a acariciarme los huevos. Gloria lamía y me miraba profundo a los ojos, y volvía a lamer, pasaba una y otra vez su lengua de abajo arriba, y se tomaba cualquier chorrito de semen que tratara de escapar por el agujerito de mi glande. No aguanté más y moví mi verga follándome su boca, guiando la cabeza con mi mano puesta en su coronilla hasta descargarle un chorro tibio y espeso de leche blanca.

A la noche siguiente la oportunidad fue única, pues sus padres y sus hermanos se fueron a una fiesta familiar dejándome a la niña mayor a mi cargo. La besé en la boca y en sus tetas. Me arrodillé y le acaricié su clítoris con mi boca hasta que sus labios vaginales se inundaron de placer. Unté mi mano de sus abundantes líquidos que emanaban del coñito anhelante de placer. La giré un poco y se los unté entre sus nalgas. Le dije entonces que abriera las piernas, que se doblara por la cintura, estirara los brazos y se apoyara con las manos en la cama… El culito de Gloria era totalmente virgo, así que sintió algo de molestia cuando le metí primero un dedo y después de una larga dilatación un segundo estiró aún más su cerco anal. Pero vi que le gustó hasta llegar a un optimo ensanche… entonces puse mi polla en la entrada de su ano y empecé a penetrarlo muy despacio procurando que le entrase el cabezón de mi verga en forma de casco alemán, lo que conlleva un esfuerzo al ser bastante gordo. Pude ver la cara de ansiedad de Gloria, pensando que le iba a doler o que no podía entrar, pero seguí empujando porque no iba a parar hasta desvirgar su culo, me encontraba obnubilado cual semental ante una joven gacela. Empujé con fortaleza, y de pronto se coló la cabeza para alivio de la nena, el resto hasta la mitad de mi verga fue más fácil, estaba dentro de su culo y ella misma ayudaba con sus nalgas a que entrara más adentro, resistiendo estoicamente mis punzadas cada vez más profundas… hasta que noté que era el momento y la tomé de las caderas para metérsela de un solo golpe hasta los mismo huevos.

Gloria lanzó un grito por fortuna más bien sordo pues nadie pudo escucharlo… comencé a metérsela y a sacársela diluyéndose poco a poco el dolor, convirtiéndose en gozada de tener por primera vez a un macho dentro de ella. Me detuve y se la saqué lentamente. Ella en un gesto de ternura y como de agradecimiento, se giró, acercó mi verga a su cara y se puso a acariciarla con su boca. Le dio muchos besos y la lamió toda succionando con devoción mi gorda cabeza venérea. Le pregunté que donde quería que le echara el polvo y sin dudarlo respondió… "En el culo". Naturalmente que cumplí con sus deseos. Se colocó agachada formando 90 grados dándome todo su culito para que lo usase a mi antojo, y sin más preámbulos se la enchufé haciendo que mi cadera realizara el vaivén final del disfrute en aquel culito recién estrenado…cuando me vino el subidón arrecié las embestidas… se la metí hasta el fondo y eyaculé unos soberanos chorros de lefa en su esfínter que me supieron a “gloria”. Hacía meses que no descarga dentro del culo de una mujer, y me sobrepasó de gusto.

Caí rendido en las semanas siguientes… nos dedicamos a ensayar todo mi repertorio de sexo oral y anal. Gloria era una alumna muy competente de aprendizaje rápido con iniciativa propia, se estaba convertido en una pervertida putita con ganas de practicar más y más sexo. Nadie hubiera apostado por su conversión a PUTA en tan poco tiempo. Mi paso siguiente fue convencerla que debía visitarme en mi alcoba para poderle acariciar bien su raja, masturbarla y lograr finalmente romperle el virgo de ese coñito tan suculento. Al fin ese anhelado día llegó tras mi insistencia persuasión. Una noche también propicia ella accedió a entrar a mi cuarto, con la promesa que no la fuera a preñar. En verdad el calendario era propicio para follar sin gomita, pero yo estaba preparado con mis condones, pues era consciente que me podía meter en un problema. La desnudé y la metí a la cama. La acomodé de espaldas, me quité yo también la ropa y me acosté sobre ella. Se notaba nerviosa pero jadeante. Le puse mi verga en sus manos mientras le besaba las tetas y succionaba cada pezón. Luego uno de mis dedos comenzó a explorar su vaginita, a tocar su clítoris y a comprobar que estaba bien lubricada. Le dije que me la mamara antes de ponerme el condón. Le abrí y le flexioné las piernas para que su chochito quedara completamente expuesto y abierto para la primera y crucial hazaña de una mujer en su sexo.

De todas maneras no me pareció buena idea que la primera vez fuese con condón de por medio, y logré persuadirla para follar a pelo esa vez iniciática… Sumisa a mis deseos accedió complacida y sus labios vaginales se prestaron preciosos para el desvirgue… se veían rosados y húmedos, muy apetecibles para follárselo a saco. Coloqué la punta de mi polla en su raja totalmente mojada y caliente, lo noté enseguida al poner mi sensible glande entre ellos. Le froté el clítoris con el capullo duro durante uno segundos, haciéndola suspirar de gozo, y hasta casi logró correrla, eso proporcionó mayor lubricación al coñito aspirante. Entonces empecé a penetrarla sensiblemente en tanto ella me sujetaba de mis caderas, y con miedo de entrar demasiado fuerte, pero con decisión de empujarme hacia ella con su control. Estaba muy estrecha a pesar de estar bien lubricada. Tenía que actuar con delicadeza para no espantar a la liebre, la quería follar bien follada y ella se dejaba desvirgar casi desesperadamente. Aunque ella abría más las piernas y hacía movimientos para que se lo metiera más adentro, yo evitaba las ganas de metérsela de un solo tirón porque eso daría al traste con una experiencia bonita para ella. Así fui entrando y saliendo hasta que llegué a su himen. Ella lo notó y me lo comunicó con su mirada, cerrando los ojos y preparándose para la rajada de su telita de manera definitiva…su momento único.

Cuando lo encontré ya no lo pensé más y se la metí hasta lo más profundo de sus entrañas. Su grito ahogado e incontenible se expresó en un gemido que me turbó para ahondar más en su coño y follármela a saco sin contemplaciones… ese estaba gestando un polvo gigantesco se me venía desde la cabeza a mi capullo energizado de perforar sus entrañas de chica primeriza… agarré con las manos de sus hombros, como si fuera un naufrago y la apestillé con fortaleza para sintiera la firmeza de la masculinidad que la partía en dos como a un higo maduro. Continué un periodo de tiempo difuso, determinando un final apoteósico en que la corrida no tuvo parangón en los últimos años. El primer lechazo fue tremendo, noté como se abría el orificio uretral para dar cabida a tan grueso chorro de leche que eyaculé en primera instancia, el segundo no fue menor en tanto la clavaba una y otra vez. En cada convulsión se notaba la descarga de mis pelotas de todo su contenido seminal… poco a poco iban quedando completamente vacías y secas, en la misma medida que su vaginita se rellenaba de semen espeso y fértil con millones de Fernanditos locos por preñarla. Tras los seis o siete lefazos me quedé como dormido por un par de minutos y me bajé de mi potra zaina. Gloria mostraba una sonrisa espléndida al sentirse completa y llena de mi hombría…se pasaba los dedos por su raja untando sus dedos de mi rezumante lefa, los chupó y tragó parte de ese engrudo. Luego me besó en los labios, se puso su camisón de dormir y en puntillas regresó a su cuarto. Fueron como dos meses más de practicar un sexo delicioso, y tanto le gustó follar a pelo que solo una vez me puse el condón…no le agradó.

Hacía como cuatro meses que había comenzado a darle a Gloria unas clases de Química y Matemáticas, de las que solo aprendió y con notable rapidez a manejar todas las fórmulas del sexo, posturas y reacciones, lo cual incrementaba el apetito sexual de Gloria, su lujuria estaba desbocada y presentí que su entusiasmo por mí podría conducir a compromisos que no me interesaban… la niña comenzó a buscarme más allá del simple placer de gozar de una buena follada por diversión, a un delirio de maridaje. Pocos días después de ver dichos signos incontestables hablé con su madre…, le dije que estaba precisamente cumpliendo el mes y que le desocupaba su cuarto. Ese mismo día empaqué mis pertenencias y me fui antes que Gloria regresara del instituto.

Ella me estuvo llamando después donde yo enseñaba, pero sé que pronto se olvidaría de un hombre mayor, y con su experiencia sexual encontraría un chico con el que intimar. Siempre inventé excusas para no verme más con ella…. Después de muchos intentos no volvió a llamar. Unos años después de dar muchas vueltas por diferentes institutos conseguí una plaza fija en la educación y me instalé a unos 50 kilómetros de donde vivía Gloria, y nos encontramos por casualidad en el centro comercial de la ciudad. Saludé y seguí de largo sin apenas detenerme observando que llevaba un carrito con un niño de unos 3 años, que no me atreví a preguntar de quién era, cuando a los pocos segundos se presentó un chico desgarbado con un piercing en la nariz que se presentó como Santi…su pareja. No veía parecido entre el padre y el crío, sin embargo su color de piel de un blanco especular y ser rubio frente a un individuo moreno de piel morena, no encajaba tanto como yo y mi genética. Supe que tenía un hijo con Gloria, pero no iba a romper esa bonita unión marital entre dos adolescentes bien avenidos. No volví a saber de ella. Mejor así, pues deseaba vivir mi vida de swinger follador….

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Me llamo Fernando, soy profesor de Nuevas Tecnologías y Matemáticas en un instituto de mi ciudad en la costa mediterránea. Pasaron tres años desde mi affaire con Gloria hasta llegar al momento de este relato, solo que mi vida de interino itinerante se había acabado, pero para sufragar mis muchos gastos ese año decidí poner un anuncio en tablón del instituto para dar clases a domicilio ese verano. Tuve algunasrespuestas y contesté a todas, una de ellas era una madre que deseaba que “le diese” sus dos hijas. Me presenté en la dirección que me dio, un octavo piso en una populosa barriada la ciudad costera. Me abrió la puerta la madre de las niñas, Laura… una guapísima morena de unos 36 años y un cuerpo de carnes macizas de la cual ya había disfrutado del bamboleo de sus caderas y de los encantos de sus curvas alguna vez que la vi por los pasillos del instituto. Llevaba una larga camisa, o camisón largo, bajo la cual tan solo se destacaban unas braguitas moradas tipo tanga. Se le veían con toda nitidez unas espectaculares tetas y unos pezones grandes y puntiagudos.Me invitó a pasar a su salón y con ambas niñas nos presentamos, naturalmente ellas me conocían, sin embargo yo solo reconocí Lorena, pero no me sonaba para nada Silvia. En esa primera entrevista acordamos metodología, horario, días y honorarios… además de las materias que abordaríamos a lo largo de las clases. Ese día me marché quedando para el primer día de clase con las niñas.

Como el calor apretaba de lo lindo, decidí ir a la playa tras la siesta… como nunca hube estado en una nudista tenía la curiosidad y aproveché la tarde libre. Cogí el coche y puse rumbo a la más cercana a donde vivo. Había poca gente y el sitio era paradisíaco. Me quité la ropa, y tan solo con la toalla me fui hacia la orilla. Había dos chicas de unos 18 o 20 años tomando el sol para tener sus cuerpecitos bronceados. No lo pensé dos veces y me coloqué muy cerca para alegrarme la vista. No fue lo único que me alegró. Estaban buenísimas, tumbadas boca arriba y mostrando sin ningún pudor sus preciosos conejitos. Mi polla se movió involuntariamente, y aunque no se empinó, sí que creció alcanzando un tamaño considerable si tenemos en cuenta que gasto un cipote de unos 21 cm y 6 de grosor en la raíz. Me eché sobre mi toalla boca abajo para que nadie notara mi excitación de neófito. Había una familia a unos metros que no reconocí a primera instancia, una pareja de unos treinta y tantos años con su hija adolescente…no presté mayor atención dado que me centraba en las niñas que tenía más cerca. Creo que las dos mujeres de la familia se dieron cuenta de lo que me pasaba porque no dejaban de mirarme. La niña le dijo algo a su madre, se levantó y dirigió sus pasos hacia donde yo me encontraba, esperaba que pasara de mí o me moriría de la vergüenza si era alguien conocido…

- Hola, me saludó pero aún no la conocí por el reflejo intenso sol a contraluz. - ¿No me conoces Fernando? Soy Lorena Sánchez,  a quien vas a dar clases de matemáticas este verano…. Con eso sí que no contaba, solo hacía unas horas que había estado con ella en su casa tan normal y ahora ambos en pelotas…, Aunque no era mi alumna, me conocían de verme en los pasillos y algún día que estuve con ella de guardia. Como me levantara o me diera la vuelta me iba a ver aquello bien hinchado, y también sus padres. El caso es que la niña tenía un cuerpo fantástico, con unas tetitas muy bien puestas y unos pezones abultaditos de lo más excitante. El coñito lo tenía sin pelo alguno, parecía un bollito, y de su rajita le salía un clítoris que estaba diciendo "cómeme". Contemplando todo aquello, mi cipote ejerció mayor presión. La situación era de lo más embarazosa. No me quedó otra que incorporarme y saludarla. El cipote lo tenía casi erecto. Nos dimos dos besos de saludo, y al hacerlo toqué levemente su pubis con mi mástil, que dio un respingo y se puso más tieso todavía. Ella seguro que lo notó, pero se hizo la despistada sin querer mirar hacia mi flamante falo.

- ¿Vienes mucho por aquí, Fernando? Mis padres y yo venimos casi todos los días. Nos gusta broncearnos por completo. Mira qué morenita estoy… y sin marcas.

- Sí, ya te veo, le contesté. - Se te ve un cuerpo muy bonito… Yo la verdad… es la primera vez que vengo a esta playa.

- Ya me lo imaginaba.

- ¿Y eso por qué? ¿Tanto se me nota que soy primerizo?

- Se te ve a un kilómetro, porque te has empalmado al ver a esas tías buenas ahí despelotadas. Suele ocurrir las primeras veces… los tíos os empalmáis y nosotras nos hacemos caldo, pero yo te voy a ayudar. Ven conmigo al agua. Me cogió la mano y me llevó con ella dentro del agua, hasta cubrirnos por debajo del pecho.

- Con el agua fría se te va a deshinchar en un momento, me explicó mientras me la cogía con su mano. Le aplicamos agüita y pronto se te bajará.

Al cabo de un rato se normalizó un poco la situación eréctil de mi badajo, salimos del agua. Su padre estaba echando un sueñecito en la tumbona, así que nos presentamos ante su madre. Desnuda por completo confirmaba que era una mujer deslumbrante, rellenita con todas sus curvas en el lugar que corresponde, guapa de cara aniñada y una cintura maravillosa contrapuesta a una cadera ancha en la proporción perfecta para engendrar… (70/100), con unas tetas preciosas y unos pezones erectos de un tamaño considerable que ocupaba todo el frontal de su globo mamario. El chochito lo tenía que daba gusto verlo… rasuradito, con un mostacho de vello fino que formaba un triángulo equilátero indicando con su vértice inferior donde entrar, era un coñito   hinchado el pubis como una almohadilla, marcados los labios vaginales con unos internos que sobresalían como pétalos de flor, y para acabar de mostrar un capuchón grande cubriendo un enorme y encrespado clítoris… Y otra vez se me empezó a recargar la verga de musculatura viril. No había manera de pararlo alzándose por su propia cuenta sin remisión. Se quedó tieso, apuntando directamente hacia ella totalmente desafiante, a modo de viga empotrada… ¿Qué le iba a hacer? Aguantaría la desazón estoicamente con máxima naturalidad.

- ¡Ja,ja,ja! Se rio Laura. Parece que está señalando a quien y dónde quiere meterse.

- ¡Vaya, qué vergüenza! Lo siento, No puedo controlarlo… Perdona, es que tienes un cuerpo de pecado, y este cacharro no tiene control remoto funcionando por su cuenta, me excusé como pude. - Es la primera vez que me encuentro en una situación como esta… me imagino qué pensaréis de mí…

- No tienes de qué avergonzarte, Fernando. Al contrario, deberías sentirte orgulloso de ese miembro descomunal que posees. Seguro que tienes un montón de chicas detrás de ti… y de tu polla ¡ja,ja,ja! Además no sé si te han dicho alguna vez que es muy bonita… ¡Te puedo asegurar que tienes un ejemplar poco habitual…! Me decía mirando mi polla como si fuera un pájaro raro y ella una botánica experta.

Su marido estaba roncando y no se enteraba de nada… su hija Lorena tras la presentación se había puesto los auriculares para escuchar música, y ni siquiera se había percatado de que mi estoque había vuelto a crecer poniéndose en posición de combate de nuevo, todo su esfuerzo echado a perder por culpa de su madre.

- Pues estás equivocada, le contesté. La verdad es que hace ya unos meses que no me como una rosca… y cómo puedes ver a este soldadito le hace falta entrar en batalla o no sé qué haré con él.

Laura se me acercó para hablarme al oído. Mientras lo hacía, mi polla entró en contacto con su panza, y la palma de la mano recorrió mi polla iniciando su recorrido en mis huevos colgantes hasta rematar el periplo con sus dedos contorneando mi glande, varias veces…, recreándose en la dureza del mástil y su desigual orografía venosa.

- Eso lo podemos solucionar ahora mismo, Fernando. ¿Ves aquellas dunas de arena de allí? Detrás no nos ve nadie. Ven conmigo y echamos un polvo. Que para serte sincera me caes muy bien y me has puesto bien cachonda con tu formidable verga…, y con las ganas que tiene de entrar en un coño, me vas a hacer gozar como una perra… ¡TENGO GANAS ENORMES QUE ME LLENE UN BUEN MACHO…!

- Pero tu marido está aquí…y tu hija Lorena…

- Por mi esposo No te preocupes, no se despertará en una hora… acaba de comer y la siesta la hace tan larga como la digestión. Es una pena, porque después de llenar mi estómago a mí siempre me apetece que me llenen el coñito, y mi esposo nunca lo tengo dispuesto… ¿Mírale como duerme el ceporro? Con todo esto… ¡¿Ya te imaginas como tengo ahora mismo el coño de preparado…?!

- Bueno tal vez tu marido no, pero la niña…

- Por ella preocúpate menos… ¿O crees que mi hija es virgen…? Ella sabe que su mamá folla. Si te apetece, y aún te quedan fuerzas después de terminar conmigo, tienes mi consentimiento para poder follártela, así a pelo sin condón, como harás conmigo… Gesticulé cobardía o pudor dando a entender que yo no lo haría con una menor y alumna mía… - ¡Pues lo mismo tendrás que hacerlo para callarla!

- Mira Laura estás muy buena y la oferta de follarme a tu hija es casi irrechazable… Pero no me concentraría teniendo a tu marido aquí ¿Y si se despierta con mi polla clavada en tu coño? No me parece bien romper un matrimonio con hijos…

Como su marido seguía dormido, Laura se dirigió hacia mí un poco enfadada. - Oye, guapo, seguro que no tienes trabas de follarte a media playa ¿Y a mí me vas a dejar con la miel en los labios? No puedo esperar a mañana, estoy demasiado caliente…, así que ven conmigo detrás de las dunas, No vaya a despertarse el cornudo este que tengo por marido y tengas razón…

Aquellas palabras terminaron por endurecer completamente mi espartana virilidad, que alcanzó también su máxima longitud. Laura estaba igual o más excitada que yo. Tenía el chochito chorreando. A unos 60 metros había unas dunas calientes y onduladitas como el cuerpo de esta tía tan sensual y cachonda. No fue difícil que se me mantuviese tiesa. Nos encaminamos tras las dunas bajo la atenta mirada de Lorena que con su indolencia permitía a su madre la insolencia de consumar adulterio al lado de su padre. Tendió la toalla, y ella se tumbó boca arriba sobre ella, me arrodillé entre sus piernas, y sin darnos cuenta, mi polla se deslizó hacia dentro con una suavidad pasmosa… Cerró los ojos en el momento de llegar a fondo cuando se coló en su vagina profunda, y con un movimiento lento e imperceptible comenzamos un coito que fue en incremento.

Era delicioso sentir con la punta de la verga cómo frotaba sus paredes, excitando cada terminación nerviosa de las mismas y mi sensible glande. Durante casi un cuarto de hora estuvimos follando en todas las posturas que podíamos… de lado, de espaldas, de frente, por detrás, por arriba... Laura se corrió lo menos dos veces. Gemía y gritaba sin miedo a ser escuchada y sin tapujos.

El marido seguía durmiendo y la hija escuchando música recostada asumiendo con naturalidad que su madre fuese follada por un hombre distinto a su padre, y que acaba de conocer unas horas antes…miraba de vez en cuando, y pasado un rato, dejó de estar sentada al darse cuenta de todo el buen meneo que su madre recibía de mi parte…se nos acercó. Pensé que nos iba a pregonar y le indiqué a su madre que Lorena venía hacia nosotros creyendo en la reprimenda con todo el escándalo de un marido cornudo, aún dormitando como cerril. Pero estaba equivocado.

- Chicos, nos dijo acercándose a nuestro lado. - Tened cuidado porque ese culo se ve subir y bajar desde allí…os puede ver papá si se despierta. Me pondré aquí delante como si estuviéramos hablando los tres… Lejos de cortarme me excité aún más al tener a dos mujeres calientes y tan putas como ellas solas…madre e hija. La chica, sin mucho disimulo alargó su mano a mi trasero…lo acariciaba lentamente acompañando a mis vaivenes empujando con dureza en las insertadas que le proporcionaba a la madura mamá de la chica.

Se ve que quería participar en el asunto, se notaba que tras percatarse del tamaño de mi hombría, pensó que tendría ración para ella también, y no solo para su madre. La otra mano la deslizó directamente sobre mis huevos que amasaba y pasaba con fortaleza comprobando el grosor del cipote en su base antes de entrar por completo en el coño de su progenitora, que gemía a cada empellón. Sin duda la niña había visto muchas veces follar a su madre, y la mamá a su hija en la misma situación para llegar a tener tal complicidad… yo me preguntaba ¡¿Cuántas orgías habrán compartido?! Tiempo después supe que esos tríos eran en su mayoría con el cabeza de familia. ¡Joder como se me puso de dura con ambas homenajeándome…! ¡Menuda follada brutal!

- ¡Coño! ¡Qué buena verga tienes profe, es bien grande… tan dura y suave al mismo tiempo!  Tienes a mi madre bien abierta…le vas hacer en el coño un bebedero de patos con ese grosor…

Susurró claramente agitada. Yo mientras tanto, seguía con el mismo movimiento. Laura aguantaba los gemidos a pesar de que se estaba corriendo, su chocho completamente mojado la delataba, en esas elevaba su culo para que el coño se encontrase con mi ariete frente a frente y se metiese lo más hondo posible sin dejar nada fuera.

-¡Sácala, Fernando, que no puedo aguantar más! Me pidió excitada al máximo Laura.

Su nena sacó mi polla de la vagina de Laura y la empezó a mamar cual experta profesional, en eso su madre se había puesto a cuatro patas sobre la toalla, y cuando la chica lo creyó conveniente la metió directamente en la vagina materna puesta en pompa solicita de verga…con un movimiento maestro la enchufé en la madura otra vez. No sé a qué edad tendría su primera experiencia Lorena, pero me parecía muy joven para tener tanta habilidad mamporrera, pero que mucha experiencia y maña en esto de sacar y meter falos en los coños hambrientos. Laura arqueaba su columna moviendo las caderas para refregar su coño con mi ariete sublimado… tenía la vagina muy apretada para dar la sensación de ser una gran folladora. En esa postura, por momentos, mi grueso rabo apenas podía moverse por dentro de su útero, topando con una dureza del fondo vaginal. La hembra hacía unas contracciones que me volvían loco succionándome la verga con su coño.

Tanto es así, que en apenas cinco minutos más follándomela como a una perra en celo, me corrí dentro de su coñito, a la vez que ella convulsionaba en la enésima corrida. Ayudaba su hija que me sobaba por el pecho, la espalda, el culo y asía las pelotas con decisión apretándolas al punto de reventármelas. Cuando el placer y el gusto eran tan intensos que no se podía soportar, me corrí dentro de su coño que la inundé de leche hirviendo. Me agité raudo buscando el orgasmo y lo encontré en una brutal corrida, con un chorro demencial que acabó en el fondo uterino de la señora esposa y madre. Tras la secuencia de seis convulsiones que me perturbaron todo el cuerpo con sus pertinentes lechazos que vaciaron el escroto, la saqué y nos fuimos los tres a refrescarnos en la aguas salinas del mar mediterráneo. Pero no pudo evitar que un poco de semen cayera en la arena rezumado de su coño… Lorena se acercó a su madre para acabar de limpiar el coño que le vio nacer, rebañando el semen retenido entre los labios de su madre con sus dedos, para probarlo libándolo cual néctar de flor. Tal era la magnitud del polvo, que cuando volvíamos, le salía semen del chocho y le chorreaba por las piernas.

- ¡Qué bien sabe mamá! Gimió la niña. ¡No he probado nunca algo tan pegajoso!  Nos metimos en el agua los tres para lavarnos bien Laura y yo… Lorena solo para refrescarse del calenturón que debió coger…

Dentro del agua su hija le preguntó… - Mamá, ¿Esto me lo tendré que callar de alguna manera? ¿No podré ocultar que has estado follando con el profesor por mucho tiempo si no me dejas probarlo a mí…?

- Vamos a hacer un trato nena…, tú no te callas la boquita con tu padre, sobre que he estado jodiendo con Fernando detrás de las dunas y yo no le digo que le has hecho una paja dentro del agua. Y si te portas bien, hasta nos lo podremos beneficiar cada día después de las clases particulares…

- ¡Ja,ja,ja! Esa idea me gusta mamá…piensas bien y rápido. No te has fijado bien, en verdad no le he hecho ninguna paja, pero ¡Trato hecho! Aunque Silvia también querrá su ración del pastel…

- Que le vamos a hacer…El profe tendrá que follarnos a las tres. Huevos no le faltan para cubrirnos.

Su padre se despertó con las voces al entrar en el agua, y fue a ver con quien andaba su esposa y su hija. Al verlos retozar juntos pensó… ¿Quién es ese cabrón…?”  El marido nos esperó fuera del agua frente a nosotros en la orilla señalándome. Para entonces me había limpiado y su esposa también, lo importante era que mi erección había dejado de existir mientras salíamos del agua para intentar aclarar las cosas, Laura entró al quite sabiendo lo atolondrado que se levantaba tras la siesta, era un hombre fácil de confundir con palabras razonadas…

- Cariño, le dijo al marido. Este hombre es Fernando, profesor del instituto de tus hijas y le he contratado para que les dé clases de matemáticas este verano… y mira qué casualidad que también le gusta hacer nudismo como a nosotros…  

Enseguida reconoció que era extraño ver a un profesor de su hija allí, pero lo asumió como algo natural. Avergonzado me chocó los cinco en son de paz, se disculpó por su mal comportamiento verbal y yo por abusar de la confianza de su esposa e hija…y diciéndome que esperaba de mí que “le metiera” bien las mates a sus hijas se volvió a su tumbona… Laura aprovechó la espalda de su esposo para decirme al oído al pasar por mi lado…

- Mañana nos veremos en casa o aquí a la misma hora, y nos vamos detrás de las dunas a repetir conmigo o con la niña…sé que te has quedado con las ganas de follártela. Pero por eso no te preocupes, oportunidades tendrás… mi esposo se marcha esta noche de crucero por el mediterráneo.

Laura me dejó esperanzado con su hija o tal vez con ambas niñas, todo se vería. El caso es que yo volví a mi toalla a sentarme y tomar el sol admirando a las chicas que aún continuaban allí. A los pocos minutos la familia recogió sus bártulos y se marcharon despidiéndose de mí con un adiós y gesto a mano alzada. Creía que había tenido la follada de mi vida, incluso pensaba que todo había sido un sueño, una fantasía con una MILF y su hija adolescente, y lo que ahora tocaba era relajarme y tomar un poco la brisa en la caída de la tarde, pero me duró poco el descanso. Una de las chicas que se había coscado de toda la película, debía de estar cachonda perdida para ver en mí un semental de su talla. Era la que no dormitaba y estaba más cerca…se dirigió a mí…

- Oye, por favor, ¿puedes ponerme un poco de crema protectora por detrás? Mi amiga está dormida y no quiero despertarla.

La chica era una rubia de piel blanquita. Parecía la más jovencita de las dos. Tenía las tetitas algo pequeñas como ojivas de misil, la cuales aún tuvieran que crecer más, y el conejito lo tenía con muy pocos vellos muy cuidado. Se dio la vuelta y me dio la crema. Eché un poco en su espalda y me puse a extendérsela lo más uniformemente posible. No me atrevía a ponerle en el culo, así que cuando llegaba al inicio de la raja volvía hacia arriba otra vez. Entonces me lo pidió…

- Ponme en el culo también, que si no me lo voy a quemar. No te veo como un chico que se avergüence de tocar un culo… mucho menos después del espectáculo que has dando con esa señora y su hija delante del marido. La verdad que para hacer eso hay que tener muchos cojones…

- No tenía intención cuando llegué, pero la señora me propuso algo que no pude rechazar…

- Ya veo, eres de esos que se follan a las madres delante de las hijas para que aprendan, y como te digo no te faltan pelotas… ni en lo físico ni en lo retórico. ¡Te veo un macho muy bien armado…!

Dicho y hecho, le froté el culito con mi mano impregnada de crema. Lo puso respingón y desde mi posición le veía perfectamente el coño, con el clítoris asomando bajo el capuchón. Yo iba avanzando a ver hasta dónde me dejaba llegar, le pasaba mi mano descaradamente por la raja…no decía nada, llegué hasta el agujero y con el dedo índice fui hurgando hasta que entró dentro y un segundo también. Se le escapó un gemido de gusto. El agujero se ponía cada vez más grande, y con la cremita estaba la mar de lubrificado entrando y saliendo en una follada digital que avivó de nuevo mi lascivia ¡Esa semana iba bien cargado de testosterona! Con todo esto mi polla volvió a ponerse tiesa otra vez, me subí sobre sus muslos hincando mis rodillas a cada lado de su cuerpo, llegando la punta de mi polla a posarse en el ano. Justo un empujón y entraría. No me lo pensé dos veces. Comprobé que nadie nos estaba mirando. Cambié de orificio bajando un poco más e introduciendo el pulgar impregnado de crema en su culito, al poco le entraban dos y sin dilatar más el tiempo de espera, con un suave movimiento se le metí la verga el culo con una facilidad increíble. Unos cuantos vaivenes hicieron que ella recostada boca abajo con el culo respingón me facilitara el acceso total a su culo…solo le metí el glande nada más. Al poco, la extraje y sin dejar de masajear su espalda y con una mano guié mi maza a su coño.

Ella gozaba de su masaje con final feliz, se la introduje con mayor facilidad que por el culo hasta la mitad y en apenas tres minutos volví a correrme llenándole el coño de lefa… ¡Hay que joderse…dos meses en el dique seco y en apenas media hora dos polvos! Saqué mi polla del coñito enjuto, y sin volverse me dijo…

- ¡Ay, tío, vaya dedos que tienes! ¡Me has vuelto loca! Y el masaje también ha estado fenomenal ¿Tu te dedicas a esto o es solo afición? ¡Porque lo haces divino! No me atreví a decirle la verdad, que la había follado por detrás y tenía el coño lleno de esperma. - Oye, la interrumpí. - ¿Tu amiga no se despierta?

- Imposible, se acaba de fumar un porro y se ha bebido media talega de whisky y tiene un buen resacón en todo lo alto ¡Vamos ni una bomba las despertaría! No se enteraría si te la follas ahora mismo… Yo creo que te la podrías follar como me acabas de montar a mí y ni lo advertiría…

- ¿Tú crees…tan profundo duerme? Entonces si me la follo… ¿Te parece que no le importaría…? Porque he de decirte, que tiene un coño como para joderlo toda la tarde-noche y no cansarse…

- Haz la prueba, yo te doy permiso para que te la folles. A ella no le va a importar con lo puta que es…. Se folla todo lo que se mueve. Es más, lo voy a grabar con el móvil para que lo disfrute cuando esté serena… se lo voy a enseñar cuando se despierte ¡Va a ser genial cuando se vea follada por una polla como la tuya! Seguro que te busca para repetirlo, pero esa vez bien consciente de lo que entra…

No podía desaprovechar la ocasión. Las dos estaban buenísimas, una vez probado a la primera aunque ella no era muy consciente de con qué me la había follado, la segunda viene mejor. Su amiga, Jenny, una morenita con un conejo muy arregladito de vello corto recortado solo, unas tetas exuberantes y tiernamente pecaminosas de ensueño, grandes y con los pezones infladitos que no pude evitar succionarlos, ¡Me pusieron de nuevo la maquinaria a punto! Fue muy fácil metérsela, estaba bien lubrificada posiblemente por algún sueño erótico. Estuve follándola más de cinco minutos en la misma postura que tomaba el sol boca abajo… Fue delicioso. Decidí entonces cambiarla de posición, le saqué la polla de aquel coñito morenito y se la metí de lado con ambos recostados mirando a Amanda. Levantando levemente su pierna derecha se la clavé a fondo notando lo húmeda, consideraba que se daba cuenta de estar follando, porque algunos gestos lo hacían parecer. Otros cinco minutos en esa postura me dio para aguantar bastante tras dos desahogos con mis otras dos amantes… y fui a por la tercera corrida.

Al darle la vuelta dejándola boca arriba, me di cuenta que de todas las que me había follado esa tarde, era la más atractiva, guapísima, de labios carnosos en la boca y en el chocho, pubis con vello diáfano y unas tetitas desafiantes a la gravedad hechas a la medida de mis manos. Amanda gozaba con la follada que le daba a su amiga, tanto que se masturbaba a escasos centímetros de rostro. En esa postura, sin embargo, me costó trabajo metérsela, tuve que trabajar para penetrarla totalmente, eso sí, conforme pasaba el tiempo mi polla se deslizaba mejor al elevar sus piernas con mis brazos, ya entraba y salía de su coñito suave y placenteramente. Después de diez minutos de puro éxtasis no pude evitar que la bomba explotara. Amanda me había colocado su coño en mi boca y yo empujaba con desazón a Jenny, al tiempo que practicaba un cunnilingus a la rubia caliente como una cafetera. Creía que no me quedaba más esperma en el depósito y de allí salió leche caliente a borbotones eyaculando como un campeón. Vaya si tenía reservas, la inseminé a base de bien a la tercera después de casi media hora follándomela con la otra azuzándome su entrega de coño, el cual ella no sabía que también estaba lleno de mi leche. Caí rendido y exhausto hacia un lado de la chica, le saqué el cipote de la vagina y se lo metí en la boca de Jenny y después Amanda acabó por limpiarlo…lo grabó todo.

- ¡Ja, ja! ¡Ha sido genial! Cuando lo vea se van a partir de risa ¡Qué buen follador eres! Bueno, lo de limpiarte la polla en su boca ha sido demasiado... y me ha puesto muy cachonda y envidiosa…. Eso no creo que le guste, eh. Así que machote, ¿A mí cuando me vas a follar con ese pedazo de polla? ¿O me vas a dejar sin probarla…?

- ¡Ja,ja,ja! A ti ya te he follado por el culo con mis dedos, putilla. Y con esta verga por el coño…y tan a gusto que me has dejado las pelotas… ¡Ni te has enterado de bien que te ha entrado!

-¡Serás cabrón! Pues ahora quiero por delante…quiero una recompensa por Hijo de Puta violador.

- Pues vas a tener que esperar un rato. Soy muy macho, pero es que van tres seguidos…

Fue entonces cuando me di cuenta que mis folladas habían sido contempladas por media playa de alrededor menos por el cornudo del marido de Laura. Por fin, pude echarme en mi toalla a descansar. Me lo había merecido después de tantas penetraciones y tres polvos fabulosos. Bueno, al menos eso pensé, porque de repente Amanda desesperada, se me sentó encima con su chochito encima de mi polla restregándome su coño entre sus labios…

- Venga, machote, que mi coño quiere conocer a tu verga, ja, ja, ja… está deseando comérsela.

En apenas unos segundos mi polla se volvió a convertir en un palo tieso que se clavó como una estaca dentro del chumino de Amanda. Era una rubia no excesivamente guapa, pero lo suficientemente buena para enderezar más de una polla, y sus tetitas se movían excitantemente con el mete y saca del coito. La visión de esos flanes gelatinosos, unido al morbo de estar follando en público con una adolescente, el tiempo que no follaba y el ímpetu de la joven, haría que me corriese tarde o temprano…y claro, el palo se empezó a venir arriba. Ver como se movía aquella golfa, y como su coño se tragaba mi falo de 21 cm en toda su extensión hasta los huevos, como si tuviese un coño súper profundo, en un cuerpecito casi infantil, me ponía mil. Ahora comprendía por qué le entró tan fácil la mitad de mi estaca la primera vez, eso era muy poco para aquel conejo tragón. Su agilidad me maravillaba follándome en cuclillas con una agilidad atlética…

- Así cabrón métemela hasta el fondo… Que no te quede nada fuera de mi coño, la quiero toda dentro del útero. No paraba con sus manos apoyadas en mi pecho subía y bajaba frenéticamente. - ¡Tío no te irás a correr…, yo todavía no me he corrido, eh! Dijo como enfadada Amanda mientras continuaba empalándose.

-Lo siento, no sé cuánto voy a aguantar si continúas follándome así…me estás excitado mucho y la leche va a salir demasiado pronto. ¡No soy de piedra y estás muy buena cabrona!

-¡Pues haces una recarga y me follas otra vez! ¿Está claro? Dijo gritando nerviosa.

Al oír los gritos de la chica se despertó su amiga Jenny y le gritó… - ¿Qué estás haciendo con ese hombre, guarra? ¡Tendrá poca vergüenza la mocosa!

- ¡Pues follarme a este semental!

-¡Eh, gentuza, para hacer guarradas os vais detrás de las dunas! No delante de mí… ¿Cómo te puedes follar a un viejo… joder Amanda no tienes filtros…?

- Pues lo mismo que has hecho tú puta… FOLLÁRMELO. ¡Con esta polla lo vas a dejar pasar…!

- ¡Qué asco! Gritó Estela. - ¡Tengo la boca pastosa y sabe a semen!

- Claro, como que después de follarte se la ha limpiado en tu boca.

- ¡Será cerdo el tío! ¡Te la voy a cortar! Jenny desquiciada intervino enfadada en la follada empujando a su amiga que se desencajó de mi cipote, y viéndome liberado me levanté cogiendo mis cosas de una brazada. Debía salir corriendo antes de quedarme sin polla… Jenny, sacó una navaja que llevaba en la bolsa de playa. Viendo que las cosas se ponían muy negras, me largué rápidamente y eché a correr de allí. La chica me persiguió unos metros, pero afortunadamente, yo corría mucho. Cuando se dio cuenta que no podían alcanzarme me gritó…

- Hijo de puta, si me has preñado te buscaré hasta debajo de las piedras. Cuando llegó de nuevo donde estaba su amiga le pidió explicaciones de por qué le había permitido que la follara…

- Te vi muy necesitada y era un buen candidato ¡Pues antes se había follado a una mujer ahí mismo delante de su esposo! ¡Y su hija se la meneado dentro del agua y le ha ayudado a follar a su madre!

- ¡Te vas a enterar, hijo de puta! Gritó mientras cogía el palo de la sombrilla cuando yo ya había arrancando mi coche huyendo como un furtivo. – Después de pasar por dos coños me la ha mentido en la boca el cabrón…

Amanda divertida por la situación con el regusto aún de la verga que la tenía aprisionada en su vagina, y conmigo lejos de ellas camino de mi coche para largarme de allí, se puso a enseñarle el móvil a su amiga.

- ¡Mira lo que he grabado! Mientras dormías el muy cabrón te ha follado de todas las posturas…, te ha llenado el chocho y la boca de lefa. Y tú te movías gozando bien PUTA.

CONTINÚA...

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