miprimita.com

Sórdida Monotonía

en MicroRelatos

-Escúcheme, estaba llegando yo a mi casa de mi trabajo de 6 a 6, en estas fechas sabe usted de antemano que el cielo adopta un lúgubre color ocre. Abrí mi puerta y anuncio mi llegada: "¡Cariño, estoy en casa!". Estaba ansioso por comerme un emparedado preparado por mi mujer, pero,¡vea pues usted!... Mi esposa no daba señales de vida, así que enojado fui a la cocina a ver si estaba llorando otra vez o que. No se va a creer usted la sorpresa que me llevo cuando veo a mi mujer recostada en la mesa de la cocina con las venas abiertas de par en par soltando un río de sangre que, por el color negro, se podía deducir que no era reciente. Supongo que ella también se cansó de la monotonía,  tarde o temprano debía pasar...- Se río y continuó su versión.- ¿Sabe que es lo que más me molestaba? la muy egoísta no pensó en el hambre con el que yo iba a llegar antes de suicidarse, desquiciada. Que rabia sentí al saber que después de un día lleno de reuniones en el congreso, mi mujer no me iba a premiar de ningún tipo. Así que si mi mujer no me daba lo que quería yo lo iba a conseguir por mi cuenta. Saqué una barra de pan de leche, lo corté por la mitad, lo unté con las venas de mi ex-esposa y le di un bocado. El emparedado estaba muy frío... ¡Y luego dicen que somos nosotros los fríos! ¿no? Pero bueno. ¡¿Que se le va a hacer?! Estaba comiendo mi emparedado y en eso la mesa, por el peso, no resiste más y mi mujer cae bocabajo al suelo ¡He ahí ante mis ojos mi segundo premio! El trasero de mi mujer era gloriosamente hermoso. No quiero entrar en detalles de lo que hice luego porque no recuerdo bien, y tampoco quiero recordarlo. Mientras me levantaba el pantalón me pregunté para que más servía una mujer así. En eso se me ocurre la mejor de las ideas, ¡Ni Estalisnao Zuleta puede compararse conmigo! La arrastré hasta el jardín y con una pala cavé un hoyo en el prado y la metí luego para volver a poner la tierra encima de ella. Le eché un poco de agua por el cima y me senté al lado a esperar. ¡La enterré para que germinara un árbol de hermosas mujeres la próxima primavera! ¿No es eso ingenioso? Esa es la razón por la cual me enojé con ustedes cuando la sacaron de ahí,Señor agente¡¿Por qué la desentierran?!