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El mejor fin de semana de nuestra vida

en Orgías

¡Buenas! Me llamo Pedro tengo 30 años y soy de Valencia. Hace tiempo tuve una cuenta en esta web y puse varios relatos escritos por mi, pero tras un tiempo la borré hace poco volví a publicar varios relatos de los ya escritos y otros nuevos. En este caso va un relato que en su momento empecé.

 

Hace un año quise vivir-organizar algo distinto a lo habitual, una experiencia llena de sexo, de morbo, de situaciones para recordar.

 

Tengo 30 años, soy valenciano, mido 180 cms y peso 85 soy un chico normal y corriente. Estoy sin pareja. Así que organice lo siguiente.

 

Alquilé una casa rural para dos noches: un fin de semana. Una casa apartada de todo, una casa en la que los que fuéramos estaríamos solos sin las molestias de nadie. Casa rural con piscina, con 5 habitaciones, una casa muy bien hecha.

 

Entonces venía lo más difícil, necesitaba encontrar 5-6 chicos y 5-6 chicas dispuestas a pasar esas dos noches en la casa. Personas abiertas de mente, con ganas de sexo, de divertirse, de un finde lleno de juegos eróticos y morbo.

Antes de buscar las personas cree una especie de "normas", condiciones a seguir, para que todas las personas que fueran a la casa las aceptaran y todos lo pasáramos bien. Así como busqué e idee varios juegos eróticos.

 

NORMAS:

- ESOS DOS DÍAS NO EXISTÍA LA ROPA (en la casa todas las personas iríamos desnudas).

- Al ser 5 chicos y 5 chicas siempre pasa que hay quien te atrae más y quien te atrae menos. Aunque habría momentos de sexo libre y hacer lo que se quisiera, en los juegos eróticos habían pruebas-juegos a pasar-superar que te podían tocar con quien menos te atrajese. En ese caso hacerlo aunque en tu momento libre fuera a quien menos te acercarías (para que nadie se sintiese desplazado-rechazado esos 2 días).

 

Tras ello empezó la búsqueda de las personas. Tanto parejas, como chicas y chicos sin pareja, tan sólo habían 5 plazas para chicas y 5 para chicos.

Empecé lo más complicado la búsqueda de las personas que iban a participar ese fin de semana.

 

Es complicado para que todos encajásemos, que todos lo pasáramos bien y que todos estuviéramos a gusto. Tuve diversos problemas, chicos que decían ser una pareja para ir y luego decir que su chica no había podido ir, gente que decía ser quien en realidad no era. Así como alguna pareja que no querían tener sexo con otras parejas cuando es algo que estaba claro desde el principio que lo lógico es que si que hubiera.

 

Al final la selección fueron 12 personas, 6 chicas y 6 chicos (3 parejas):

 

CHICAS:

- MARTA: 34 años, morenita, pelo corto, rellenita y pecho grande.

- NATALIA: 20 años, pelirroja, con cuerpo de modelo, delgada, culito bien formado, preciosa de cara, pareja de José.

- SHEYLA: 25 años, rubia, típica chica que desprende dulzura, era una chica muy bajita pero bien formada.

- RAQUEL: 18 años, el mejor CULITO de todas, morenaza espectacular, sexy, mirada de viciosa y llena de morbo.

- AMANDA: 40 años, rubia, elegante, buen cuerpo, llena de sensualidad, delgada y con las tetas más grandes de las chicas, pareja de Sergio.

- IRENE: 30 años, rellenita, pero guapísima de cara, morena y típico culito de rellenita que atrae, pareja de Ricardo.

 

Antes de empezar hice preguntas para ver si estarían dispuestas a tener sexo entre chicas o sólo con chicos para a la hora de los juegos eróticos que todo estuviera al gusto de todos.... Y salvo Amanda y Raquel, el resto estaban dispuestas a tener sexo con otras chicas.

 

CHICOS:

- PEDRO: soy yo, 30 años, 180 cms, peso 85 kgs.

- GONZALO: 35 años, había sido deportista de elite y se le notaba en el cuerpo.

- ANTONIO 23 años, el más rellenito pero tenía la polla más grande de todos los que estábamos.

- SERGIO pareja de Amanda, 38 años, igual que su pareja un chico elegante y que se cuida.

- JOSE 19 años, pareja de Natalia, tenía cuerpo de gimnasio un chico que se cuidaba y hacía mucho deporte.

- RICARDO: 29 años, pareja de Irene, un chico normal y corriente sin estar con excesivos kilos, tenía la polla más gorda de los allí presentes.

 

Una vez decidido las personas, empecé a preguntar a cada persona situaciones que les gustaría vivir, que pasarán, sugerencias de juegos eróticos, etc. No le dije a nadie como iba a ser que se iba a hacer porque la sorpresa es un aliciente mayor para el morbo.

 

Cuando quedaba una semana, cada día mandaba un par de mensajes a cada persona contando alguna situación que podía pasar sin dar pistas de cómo iban a ser los juegos eróticos que iba a hacerse, para que aumentara el morbo para que las 12 personas estuviéramos con mucha excitación y ganas de llegar el momento. Aumentado porque no se conocían entre ellos.

 

Los chicos y chicas que iban sin pareja iban a pasar un fin de semana, de sexo, nudismo, excitación con 11 personas que no conocían de nada. Las parejas iban a vivir uno de los momentos más morbosos de su vida

 

Y llegó el gran día, lo organicé todo para que al llegar a la casa los coches sólo pudieran pasar de uno en uno. Al entrar cada persona fuese a una habitación distinta y desnudarse. En el momento estuviéramos todos sonaría un claxon y saldríamos todas las personas al salón. La primera visión sería vernos las 12 personas completamente desnudas. Imaginaros el morbo, completamente desnudo salir a ver por primera vez a 11 personas también desnudas, personas a las que nunca había visto antes y con las que se sabía que en breve espacio de tiempo se iba a tener sexo.

 

Entonces empezamos con los juegos eróticos previstos. El primer juego era simplemente presentarnos. Lo hicimos de la siguiente forma. Al ser el organizador tome la palabra, y cada persona dijo su nombre. Estábamos en círculo los 12 de pie, desnudos. Entonces para presentarnos de uno en uno daba la vuelta al círculo, al pasar por delante de cada persona aparte del apretón de manos o clásicos dos besos de saludo. Podía elegir una caricia o un beso a esa persona que tenía enfrente. Antes dije que chicas estaban dispuestas a tener sexo entre chicas para que entre ellas también hicieran la caricia/beso.

 

Empecé yo (Pedro) la rueda, a todos los chicos el típico apretón de manos. A las chicas tras los dos besos, les hice los siguientes gestos: a Marta un caricia en las tetas, a Natalia le día un beso en la tripita, a Sheila le di un apretón en el culito, a Raquel le mordí un pezón, a Amanda un beso en el cuello y a Irene un beso en su vello púbico (yo fui el único que varió haciendo algo distinto a cada chica, porque el resto hicieron el mismo gesto a todos).

 

Tras mi la rueda la inició Marta, ella fue más tímida y simplemente le dio dos besos a cada persona y a cada chico nos dio un beso en el ombligo. El tercer turno Pedro apretón de mano a cada chico y tras los dos besos a cada chica una caricia en sus culitos. Natalia fue muy morbosa, al hacer la rueda, a cada chico nos dio un beso en el pezón mirándonos a los ojos con esa mirada suya que era súper morbosa.

Antonio siguió el ejemplo y a cada chica le dio un mordisquito suave en su pezón.

Sheila tras cada dos besos, nos daba una caricia del pecho bajando y cuando parecía que iba a tocar la polla apartaba la mano.

 

Sergio le dio a cada chica un beso en el cuello situándose detrás de cada chica pegando su cuerpo a ellas, lo que les aumento la excitación.

Raquel fue más directa a cada chico nos acarició la polla. Fue muy excitante que una chica que acabas de conocer te tocara la polla delante de tanta gente aunque fuera una simple caricia. Al llegar a Amanda le acarició la entrepierna.

José se copió de Raquel y le acarició la entrepierna a cada chica

Amanda fue incluso más valiente que Raquel y a cada chico nos dio un beso en la punta del pene y un beso en la entrepierna a Raquel.

Ricardo más tímido le dio un beso en el ombligo a cada chica.

Irene al darnos los dos besos pegó el cuerpo a cada chico y le dio un apretón de culo.

 

Tras las presentaciones y antes de ponernos a vivir el fin de semana faltaba un primer paso lo más importante es que hubiera higiene. Por lo cual se preparó la ducha, todos nos íbamos a duchar… ¿cómo iba a ser? De manera original no podía ser de otra forma. El cuarto de baño más grande y con la ducha más grande situamos 10 sillas en frente de la ducha como si fuera un cine y se viera un gran show.

 

Las duchas se harían de la siguiente forma cada persona se metería de pie en la ducha y otra persona elegida por sorteo sería la encargada de ducharle, enjabonarle etc., se tendrían 5 minutos de ducha cada persona.

Voy a decir quién se encargó de enjabonar a quién y contar como enjaboné y me enjabonaron porque contar las 12 veces lo veo excesivo. Primero cuento el orden y luego mi experiencia.

 

Éste fue el nombre de acceso a la ducha (a cada persona la siguiente la enjabonaba salvo la última que le enjabonó la primera): Sheila, José, Marta, Pedro, Amanda, Gonzalo, Raquel, Antonio, Natalia, Sergio, Irene y Ricardo.

 

Las normas de la ducha eran 5 minutos en los que la persona enjabonadora durante los 4 primeros de ellos estaba obligada a no quitar las manos del cuerpo de otra persona, la persona enjabonada ni podía tocar a la otra persona, ni pedir que le enjabonasen alguna parte ni nada, tan sólo dejarse hacer. A partir de ahí podían hacerlo como quisieran y se podía hacer con final feliz.

 

En mi caso me tocó enjabonar a Marta la 2ª más madurita de las allí presentes, chica más grande de tamaño tanto de cuerpo como de pecho como de todo. Una vez ella desnuda en la ducha me acerqué a ella. El chorro de agua desde arriba recorría su cuerpo, con mi mano ayudé al agua a pasearse por todo su cuerpo. En éste momento mis manos por su cuerpo tan sólo hacían un primer recorrido como exploratorio.

 

Tras ello empecé con el jabón, me situé detrás de ella para que el resto vieran su cuerpo y mi mano lo que iba haciendo empecé primero por la espalda, suavemente situaba mi mano en sus hombros y bajaba suavemente por la espalda hasta la cintura repetí el movimiento dos o tres veces y tras ello empecé a enjabonar sus nalgas, apretaba y movía la mano, baje por sus muslos hasta llegar a sus nalgas rozando su entrepierna, era momento de empezar a calentar.

 

Tras repetir esos movimientos en un par de ocasiones me dispuse a enjabonar sus pechos, yo estaba detrás de ella, evidentemente mi polla se había empalmado y rozaba con ella su culo. Mis manos amasaban sus pechos, los apretaban y los movían, para acabar pellizcando los dos pezones a la vez momento en el que pegaba más mi polla a su culo y le daba besos y mordiscos por el cuello.

 

Sin apartar la polla ni dejar de morder su cuello empecé a bajar una de mis manos sin quitar la otra de sus pechos llegué hasta el coño y fui directo a meter un dedo hasta el fondo. Lo saqué y empecé a acariciar sus labios vaginales con mi otra mano cogí la manguera de la ducha y enfocaba a su coño, mientras el chorro de agua le golpeaba en la entrepierna iba alternando caricias por sus labios vaginales con introducir dedos en su coño. Ella estaba muy excitada, al igual que las personas que nos estaban viendo por el espectáculo así llegamos a los 5 minutos. Ella súper caliente sin llegar a acabar pero sin duda le había gustado mucho.

 

Tras este momento llegaba el turno de Amanda tenía que enjabonarme a mí. Yo de pie, desnudo evidentemente empalmado por lo que le acababa de hacer a Marta. Amanda llegó y se sitúo a mi lado, pego su cuerpo al mío de forma que sus pechos rozaban mi brazo, su coño apoyado en mis piernas. Todo de manera muy sensual sitúa la manguera de la ducha arriba de forma que el agua nos fuera cayendo de arriba abajo y empezó a coger el jabón.

 

Casi como abrazados, todo como muy cariñoso, sus manos fueron directas a mi culo y luego subiendo por mi espalda no se entretuvo mucho. Casi sin recorrer mi cuerpo se fue directa a mi polla, me dijo al oído, te has currado mucho el organizar esto así que quiero que te corras en estos cinco minutos y empezó a hacerme una paja, la tenía casi pegada.

 

Era muy morboso tener así a Amanda con su mano en mi polla, súper pegada a mí, notando su coño en mi pierna. Con 5 chicas y 5 chicos hasta poco antes desconocidos mirándonos y observando, algunos tras vivir lo que yo estaba viviendo y otros deseando que llegase su momento, entre ellos se encontraba Sergio el marido de Amanda.

 

Amanda no soltaba mi polla, ni dejaba de unir su lengua a la mía, sin duda era buena en las artes del sexo. Sabía hacerlo con mucha sensualidad. Sabía unir todos los elementos para que una paja, fuese mucho más que una paja y fuera placentera. Lo hizo tan bien que consiguió que me corriese gracias a la buena labor de sus manos.

 

Así siguieron las duchas, todas las personas enjabonaron a alguien y fueron enjabonadas por alguien. Tras esto ya empezaba la acción de verdad. Juegos eróticos donde todo podía pasar, si eres chica y te gusta este relato mandame tu opinión por email y si veo varias peticiones continuaré contando lo que pasó. Sólo responderé a chicas (digo chicas, no parejas) y de España