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Maria jovencita tetona. CAP. 4 Control Mental

en Control Mental

Este el es cuarto capítulo de las aventuras de Maria, la jovencita tetona.  

María tiene 21 años faltan dos meses para casarse con su novio Carlos, con el que mantiene una relación desde hace 3 años. Durante este tiempo ha conseguido llevar una relación estable y convencional con su novio alejada de su atracción por el sexo duro. Siempre ha sentido atracción por los hombres dominantes, no le atrae el dolor pero si la  humillación física y verbal, es una mujer racial, con mucho genio, pero que se transforma en una perrita obediente y sumisa ante un macho con carácter que se sepa imponer. Durante un largo período de tiempo de su juventud estuvo en tratamiento psicológico para ayudarla a salir de su adicción por ese tipo de sexo con un psicólogo llamado Don Severiano.

Esta muy enamorada de su novio Carlos, con los años ha mantenido dormidos sus apetencias de sexo duro a base cariño, amor, afecto y el escaso sexo convencional que él le ofrece. En su balanza de equilibrio emocional cree que le aporta más lo que ha conseguido de esta forma a pesar de su clara insatisfacción sexual.

Para María Carlos tiene muchas virtudes, pero carece por completo del Carácter, de esa forma de ser que distingue a un macho dominante del que no lo es. Es algo que se percibe, se huele de lejos, las miradas, el tono de voz, lo que se dice y como se dice. Ella se dió cuenta en el primer momento de esa falta de Carácter, pero el cariño, el amor, las atenciones, y muchas otras cualidades de él, le conquistaron el corazón.

Todo ha ido bien durante estos tres años que ella pensaba que Carlos tenía un carácter digamos neutro, no era dominante, pero tampoco le había dado motivos para pensar que era sumiso. Sin embargo los últimos acontecimientos de estos meses le han hecho darse cuenta de su error, Carlos no solo no es dominante, sino que se excita sabiendo y viendo como su novia es deseada por otros hombres. Es duro decirlo pero es la realidad, su novio es un CORNUDO CONSENTIDOR.  Descubrir esto al mismo tiempo que ella ha vuelto a revivir situaciones en las que ha sido humillada, usada, y tratada como un objeto, situaciones que muy a su pesar son las que realmente la excitan, recuperando con ellas los orgasmos perdidos que no alcanzaba con Carlos.

Meditar sobre todo esto es lo que la ha llevado a estar tumbada en el diván de la consulta de su querido psicólogo Don Severiano, el hombre que la ayudó años atrás para poder salir de una situación similar,  ahora con 21 a punto de casarse, vuelve a su consulta.

Don Severiano, aquel maduro doctor, alto , delgado, de cara enjuta, gafas anchas de pasta, estaba sentado al lado del diván donde estaba recostada Maria en su consulta.  María le había detallado todos los pormenores de lo ocurrido en las últimas fechas, especialmente el lunes por la tarde después de llegar a casa de su consulta y lo ocurrido en su casa al descubrir pajeandose a su novio con sus fotos, luego la experiencia en el mesón y lo acaecido en el piso de los vecinos donde los 4 la habían usado y humillado en presencia de su novio.

-”Comprendo Maria” dijo después de escucharla y unos momentos de reflexión, “Dices que alcanzaste el orgasmo con esas experiencias? Que te fueron satisfactorias sexualmente?”

-”Mucho doctor, hubiese preferido que no fuese así, pero mentiría si no le dijese que me corrí como hacía muchos años, desde … bueno desde que usted ya sabe... con mi padrastro”

Don Severiano la miraba fijamente “Esas experiencias y más a tan corta edad como fue la tuya, marcan para siempre, siempre están ahí, latentes, no se pueden olvidar pero con el tiempo sí que se aprende a convivir con ellas y controlarlas, y tu lo habías hecho durante todos estos años”

María se notaba angustiada, temerosa de ella misma, sabía perfectamente que para los hombres que detectaban sus debilidades era una presa fácil, demasiado vulnerable, una y otra vez le venían los recuerdos a la cabeza, era muy joven cuando  su padre las abandonó .

Don Severiano la hizo salir de sus pensamientos “María ya no eres la niña que atendí a los 15 años, ahora eres una mujer adulta y tienes que saber cómo quieres vivir tu sexualidad, como te dije el otro dia la clave está en que tu tomes el control, tu pones los limites, si esas situaciones te dan placer y quieres llevarlas a cabo hazlas, pero tu tienes que saber hasta donde y cuando te apetecen, no los demás”

-”Es que ese es el problema doctor, cuando un hombre con caracter me sabe tratar, consigue lo que él quiere, soy incapaz en ese momento de decir basta, de escoger  que hacer , o cuando hacerlo, no puedo, es superior a mi, siempre es la otra parte la que lo decide, porque en esa decisión está mi placer” dijo entre sollozos María

Don Severiano asentía “Lo se Marie, lo se, mi trabajo consiste en guiarte para que puedas controlarlo,  para ti ese tipo de sexo se convierte en una adicción incluso más fuerte que muchas drogas, ya hemos salido una vez y volveremos a salir” intentando darle ánimos “Mira quiero que conozcas a un colega mio, es especialista en adicciones relacionadas con el sexo, yo estaré unos meses en extranjero por trabajo y tal como estas necesitas alguien en quien apoyarte desde ya, yo ya le he hablado de ti y estará encantado de tenerte como paciente, te voy a dar su dirección y si te parece le llamamos ahora y concertamos una cita con el”

A María no le hizo mucha gracia tener volver a contar su historia a un extraño, pero el doctor la conocía perfectamente y sabía que era mejor para ella si él no la podía atender “como usted diga Doctor, ya sabe que yo confío en usted”

-”Bien, entonces vamos a llamarle, se llama Fernando, contacte con el para saber si aceptaría tu caso y le pase todo tu expediente con mis anotaciones de estos años, por su parte no hay problema, utiliza mucho técnicas de regresión hipnótica a las que yo no soy muy aficionado pero dicen que dan muy buenos resultados”

Don Severiano, se levantó fue hacia su mesa y marco con el telef. fijo mirando a su agenda en el monitor del pc, “Fernando.. que tal.. mira estoy con la paciente de la que te hable.. cuando te vendría bien quedar con ella?” tapó el auricular del teléfono y se dirigió a María “Te vendría bien hoy?”

-”Si, por mi parte, no hay problema, ya que estamos, cuanto antes” dijo María

Don Severiano se dijo a su colega y acordaron que esa misma tarde pasase  por su consulta a las 4. “Entonces a las 4 te va bien Marie?”, sí dijo ella muy a su pesar por el cambio de Doctor “Tenemos hora y media para almorzar, si me aceptas la invitación y así hacemos tiempo hasta la consulta, aceptas?” dijo con una gran sonrisa, de las que no puedes rechazar.

-”Será un placer doctor” dijo Maria,  poco después estaban saliendo de la consulta para ir  a un pequeño restaurante familiar donde Don Severiano solía comer todos los días y hablando de banalidades cuando se dieron cuenta eran casi las 4

-”Buff se nos hizo muy tarde.. anda vete, yo me quedo a tomar un cafecito”, se despidieron y María salió corriendo

En apenas diez minutos se plantó en la puerta de la consulta, antes de llamar al timbre Maria se dio un vistazo, aquel día se había puesto un vestido blanco, estilo ibicenco, de fina seda que se transparentaba un poco al contraluz, por lo que había tenido que cambiarse la ropa interior negra por una blanca que no hiciese contraste. Hacía mucho que no se ponía ese conjunto blanco de ropa interior fina, que no hiciese las marcas de sus habituales sujetadores reforzados pero que al no sujetarle tanto el pecho le bamboleada bastante y la braguita demasiado pequeña hacía que parte de su frondoso vello púbico saliese por los laterales, por eso no le gusto al ponerselo pero si quería llevar ese vestido los otros conjuntos le marcaban mucho “bueno nadie lo tiene ver” se dijo cuando se miró al espejo.

El vestido era abotonado por  delante, con 4 botones de hueso grandes que lo cerraban desde el pecho  hasta la altura de una minifalda y luego se abría largo hasta los pies, sandalias blancas, de tacón alto, siempre tenía complejo por su apenas 1.60, adornado con encajes, quizá demasiado playero se dijo, pero pensando que estamos en verano en Barcelona “Estoy guapa” se dijo, aprovechando para cerrarse un poco más el escote, pero la presión de su voluminoso pecho hacia inevitablemente que se abriera, “no tiene solución” se dijo,  le parecía quizá un poco descarado, “es lo que hay” y toco el timbre.

Le abrió directamente un hombre de unos 45 años, regordete, no muy alto, físicamente el contrapunto de  Don Severiano “ Soy Fernando, imagino que eres María, pasa por favor” invitandola a entrar “Normalmente en verano no tengo consultas por las tardes, hoy hice una excepción contigo porque me lo pidió Severiano, por eso no hay nadie, pasa por favor”, dijo con voz seca y mirada penetrante, que hacía que la amabilidad de sus palabras entraran en contradicción con su actitud.

Fernando la invitó a pasar a su consulta, una amplia sala de unos 40 metros , rectangular, con cristaleras del suelo al techo en dos de las paredes y unas vistas preciosas del centro de Barcelona.  Muebles de diseño, una amplia mesa de roble, sofá tremendo de piel, un par de sillones confidentes frente a su mesa, un tremendo diván articulado que parecía poder ponerse en mil posiciones y entre ellas a María le recordó la de una camilla ginecológica por los reposapies auxiliares que tenía.

Fernando la indico para que tomase asiento en uno de los sillones auxiliares frente a su mesa y el tomo asiento en su tremendo sillón negro de piel a juego con el de María y el sofá

-”Veamos, creo que tengo todo tu historial, los audios de las sesiones con Severino que salvo el de la sesion que habeis tenido hoy he escuchado todos” dijo Don Fernando mientras María pensaba “vaya atracón se ha dado si lo ha escuchado todo”

Don Fernando le miraba de una forma que hacía que María tuviese que bajar la vista, se sentía un poco atemorizada por aquel hombre, nada que ver con Don Severiano

-”Bien, lo más importante de entrada es que sepas que tu problema, si lo queremos llamar así, porque para ti parece que lo es, tiene solución, si TU QUIERES. Como te decía Severiano es cuestión de actitud. De querer, y de confianza en tu terapeuta, o se yo, De confianza ciega, confianza de que quieres, de que puedes y de que lo vas a conseguir, CONMIGO, yo soy tu guia, si te pregunto… respondes, si te digo que hagas algo lo tendrás que hacer, aprovecharemos tus debilidades para convertirlas en fortalezas, se que tu debilidad es la obediencia, y si quieres controlarla tendrás que empezar por ser más obediente que nunca”, María le miraba boquiabierta, estaba sorprendida, no esperaba que un terapeuta le hablase así pero no dijo nada, él siguió hablando

“Se que suena extraño, lo se, pero Mira tu problema es que no puedes asumir el control de tus actos cuando algunas personas ejercen su influencia dominante sobre ti, ES ASÍ?” dijo en tono seco, con voz cortante

-”Si, asi es, no puedo controlar esas situaciones” reconoció con voz baja Maria

-”Lo sé, necesitas una persona de confianza, una persona que tome el control por ti para evitar esas situaciones, dicho de forma vulgar, necesitas cambiar inicialmente un Amo malo o muchos Amos malos por un Amo bueno que te guíe” “PERO UN AMO, NO LO OLVIDES” dijo elevando de nuevo la voz, viendo que María seguía en silencio continuó “Mira María para curar muchas adicciones de droga se comienza utilizando metadona que es droga también, pero menos mala y controlada, esto es lo mismo”

Maria escuchaba atenta, parecía coherente lo que le decia pero esas palabras dichas por un psicologo, por un terapeúta, sonabas extrañas. Sin embargo se lo había recomendado Don Severiano que tan amable había sido siempre con ella, tenía que confiar y evitar su rechazo inicial “Quizá tenga razón” dijo Maria levantando un poco la vista.

-”No te veo muy convencida. Quizás prefieras irte….salir de aquí y caer en las manos del primero que te diga lo que tienes que hacer para usarte como hembra, en lugar de quedarte y hacer lo que te diga YO para curarte”, unos segundos de silencio después … “SI ES ASI VETE”

Maria reaccionó, necesitaba confiar en alguien, necesitaba un guía, una referencia y quizá sino la trataban así no reaccionaria nunca “No me quiero ir, me quiero quedar, haré lo que usted diga” dijo por fin, sintiendo que se quitaba un peso de encima.

-”Bien, muy bien, es un primer paso. Quiero que confíes en mí y YO te ayudaré. Te explicare que vamos ha hacer, en primer lugar quiero que sepas que yo no grabo las sesiones en audio, las grabo en video, para estudiar después las reacciones, los gestos, etc. me ayuda mucho para analizar después las sesiones. Pero tienes que firmar tu consentimiento” dijo acercándose un impreso de varias páginas que directamente le puso en la última con un bolígrafo para que firmase

Maria sin leerlo, lo firmo

-”Muy bien, ahora cuando te tumbes en el diván y comencemos en la sesión encenderé la camara, asi ya no te extrañarás.” María asintió con la cabeza y Don Fernando continuó “Veras yo utilizo la terapia de hipnosis regresiva, el origen de tus problemas ya se que vienen de tu adolescencia por la relación con tu padrastro y su hermano. Gracias a la hipnosis te relajaras y podrás hablar con más tranquilidad de todo ello para que podamos reconducir el problema”

María volvió a asentir con la cabeza, había leído algo sobre esas terapias y sabía que con traumas infantiles muchas veces se producen bloqueos que gracias a la hipnosis se podían saltar y llegar al fondo del problema.

Don Fernando se levantó de su sillón, y le hizo un gesto a Maria para que le siguiese, se dirigió al diván, cogió un mando con un montón de botones y hizo que se bajase a la altura de una mesita  baja, elevo el cabezal con otro movimiento del mando dejándolo en un ángulo de 45 grados y le pidió que se tumbase, mientras él tomaba asiento en un silloncito tipo taburete alto con ruedas y respaldo deslizando con suavidad hasta colocarse al costado de Maria, pero el en una posición más elevada.

-”Te elevaré un poco las piernas para facilitar el riego sanguineo” dijo pulsando de nuevo algun boton, mientras Maria notaba como se elevaban sus piernas desde las rodillas hasta sus pies,  al tiempo que la superficie donde se apoyaban se separaba unos 40 cm, “extiende los brazos a lo largo del cuerpo” le pidió, viendo que los tenía cruzados sobre su vientre. “Estas comoda?”

Maria asintió, viendo como sacaba un pequeño péndulo brillante,  del bolsillo de su bata y le pedía que lo mirase fijamente, comenzó a oscilar el péndulo a la altura de los ojos de María y sus palabras la fueron induciendo un agradable relajamiento de todos los músculos de su cuerpo que se tradujo en un estado de trance profundo, pocos minutos después. Le dio un par de cachetes en las mejillas y comprobó que no despertaba “la zorrita duerme plácidamente”, pensó

Sin soltar el mando que controlaba los movimientos del diván articulado se levantó y se dirigió hacia el trípode de cámara que estaba grabando la sesión, la movió del lateral donde estaba colocándola entre las piernas de María “, se acercó a los pies de María, descalzando y colocando los pies en los dos reposapies auxiliares como si fuesen los de una camilla ginecológica, con otra pulsación la parte del diván donde hasta entonces se apoyan las piernas de María se recogió y quedo tumbada hasta la altura de las nalgas  y los piernas apoyadas en los reposa pies en alto.

Volvió a colocarse en el costado derecho de María, a la altura de la cintura,  “Veamos que tiene la putita para mi” se dijo, mientras metía el mando en su bolsillo de la bata y se apoyaba con sus dos manos en las rodillas de María separándolas bastante hasta que la braguita blanca quedó completamente a la vista, una braguita de encaje fino, poco más que un tanga de la que sobresalía buena cantidad de vello negro por los costados “mmm pero que guarra es esta zorrita” tiro de la braguita cogiendola con las dos manos para quitarla, “enseñamelo todo PUTA, enséñame ese coño peludo para que lo vea bien” se decía el vicioso de Don Fernando.

Bajo las bragas hasta las rodillas, al tiempo que acercaba la cámara con el trípode para que grabase por encima de ellas sin entorpecer el encuadre y admiro aquel coño peludo, una abundante mata de vello negro cubría una raja grande que  brillaba “seguro que estas mojada zorra” se dijo al tiempo que deslizaba su mano sobre el sexo de la mujer dormida “mmm que rico, veras que pronto me pides que sea yo quien te lo folle cuando quiera, metiendo un par de dedos comenzó a agitarlos dentro de ella, masturbandola “estas mojada como una perra, verdad zorrita” se decía.

Cambió su foco de atención hacia los pechos de maria, sin prisas (sabía perfectamente que no tenía que venir nadie por la tarde), desabotono uno a uno los 4 gruesos botones , abriendo por completo el vestido y echándolo hacia los costados. “mmm vaya tetazas tienes putón” los tremendos pechos de maria caían hacia los costados de ella, casi se le salían por completo, le fue muy sencillo meter la mano dentro y sacarlos por completo, eran dos tetas blancas que destacan mucho con su piel morena, la marca del bikini indicaba que no hacía nunca topless, las areolas grandes y oscuras parecían un huevo frito donde en el centro destacaban aquellos dos pezones grandes, puntiagudos,  los toco y noto lo duros que estaban “joder, se te tienen que clavar en la ropa putita” pensó y comenzó a masajear conlas dos manos aquellas tetazas, sobandolas, apretandolas, acercó la cabeza y lamió los pezones, las areolas,

Tenía una erección de caballo, bajó una mano a su bragueta y se sacó la polla, comenzó a acariciarla, a menearsela, noto lo dura que estaba, a pesar de su apariencia exterior era un hombre bien dotado, muy bien dotado, una polla gruesa, mucho más que la media y que alcanzaría fácilmente los 18 cm.

No queria follarla, queria saborearla, era el primer día y sabía que tendría infinidad de ocasiones si sabía jugar sus cartas.

“Cuando cuente tres comenzaré a hacerte preguntas, y tu las respondes, te haré preguntas cortas y quiero respuestas concretas, yo pregunto, tu respondes, asiente con la cabeza si lo has entendido”, Maria movió la cabeza asintiendo

-”te corres con tu novio?” no, casi nunca

-”con otras personas lo has logrado?”, sí, respondió Maria,  

-“en qué tipo de situaciones?”,  obligada, con sexo forzado, respondió ella

-”A qué hombre has respetado más en tu vida, al que más has obedecido, aquel al que no le negabas nada de lo que te pedía?”,  mi padrastro, respondió María con voz firme y convencida

-”Como le gustaba que le llamases?”, padre o señor respondió María. “A mi me llamaras SEÑOR, siempre”, aseveró Don Fernando

-”Bien, desde este momento mi voz te sonará como la suya, lo que yo diga será como si lo dijera él, cuando me mires será como si le miraras a él, mi voz, mis gestos, mi fisico, todo te recordara a él, sabrás que soy Don Fernando pero tendrás las mismas sensaciones que te producía tu padrastro, el mismo deseo, la misma obediencia. “

“No necesitarás pensar, tu mente estará tranquila, sin bloqueos, sabrás en todo momento lo que tienes que hacer porque harás lo mismo que harias si él te lo pidiese, la hipnosis no actúa si las órdenes que se piden van en contra de los principios de la persona, en contra de su voluntad, pero TÚ encontrabas placer obedeciendo a tu padrastro, satisfaciendo todo lo que te pedía, eso te daba placer, y te lo seguira dando. Te encontrarás bien, tranquila, relajada, conmigo encontraras placer en lo que te pida, con los demás hombres te sentirás forzada, obligada, pero no sentirás placer”

-”Dime Maria que ropa le gustaba más a tu padrastro que llevases? Que ropa le excitaba más?”, de colegiala, con el uniforme del colegio, respondió Maria

-”Bien, entonces vendrás siempre a mis sesiones con ese tipo de vestuario, sino tienes comprala, como si fuese para él, imagino que blusas blancas abotonadas, falditas de cuadros, vístete como si te vistieras para él cuando vengas aquí, te sentirás cómoda con esa ropa, te verás guapa, deseable, igual que te veías para él” “lo has entendido Maria?”, ella asintió

-”Siempre has tenido el sexo tan velludo Maria?  Tu padrastro no te rasuraba nunca?”, si, él me lo rasuraba todas las semanas con una cuchilla, deje de hacerlo cuando regrese a España

-”Entiendo, ahora comprendo porque tienes el vello tan abundandante, no te preocupes, ha sido una grata sorpres, no quiero que lo rasures, tienes un hermoso felpudo, conservarlo”

-”Te pedía alguna vez que fueses sin ropa interior?”, si, en casa, cuando no estaba mi madre respondió Maria.   

-“Comprendo, imagino que te hacía sentirse más deseable para él, más accesible, te gustaba ver como el se excitaba viendo así?”    si, mucho

-”Bien, quiero que te sientas igual, cuando vengas a la consulta pedirás ir al baño y te quitaras la ropa interior, la guardaras en el bolso y te la pondrás cuando te vayas, eso te hará sentir igual de bien que entonces, atractiva, deseable, accesible”

-”Te pedía alguna vez que te masturbases para él, ver como te acariciabas mientras el lo hacia, te lo pedía?”, si, muchas veces, respondió Maria

-”Bien, esa será tu última tarea por hoy, tocate como lo hacías entonces, acariciarte pensando que yo soy él quien te mira”

Maria bajo la mano derecha a su pubis y comenzó a acariciarse, con su mano izquierda lo hacía con los pechos, poco a poco fue subiendo el ritmo, introduciendo primero uno y luego dos dedos, acelerando los movimientos, Don Fernando comenzó a pajearse de nuevo viendo como lo hacía y al poco tiempo noto que estaba a punto de correrse, cuando escucho la voz de María “Señor, puedo correrme?”

-”No, no puedes, no lo harás sin mi permiso, no volverás a correrte si yo no te autorizo, deja de tocarte ya PUTA”, ella paró en seco, dejó de tocarse mientras el acelera sus movimientos para correrse un instante después, cerrando su mano y sujetando la leche para que no saliese, fue hacia su mesa para coger unos clinex y limpiarse, estaba sudando “vaya paja mas rica” pensó

Regresando hacia el diván se dirigió hacia María “Vístete, colócate bien la ropa, cuando cuente tres te encontrarás, bien, relajada, no recordarás nada de lo hablado pero cumpliras todas las indicaciones que recibiste”

María como una autómata, se subió las bragas, se colocó los pechos dentro del sostén, abotonar el vestido , el cogió el mando de los botones del diván, saco el respaldo de las piernas y las descolgó de los reposa pies apoyándose en el divan, apago la camara y la retiro, reviso que todo estuviese bien y contó hasta tres “1, 2, 3, …. despierta”

María despertó, se sentía un poco mareada, desconcertada… pero bien, se sentía muy bien. Don Fernando se dirigió a su mesa y le pidió se que volviese a sentar en el silloncito frente a él.

-”Cómo te sientes?”, muy bien señor, respondió ella “qué ha pasado, no recuerdo nada?” preguntó María

-”Fue solo una sesión de contacto, me contaste cosas de tu juventud, lo  importante es que te sientas bien”, Don Fernando se percató de que la mirada de ella hacia él no era la misma que antes de la hipnosis, “Te ocurre algo? Me miras con cara extraña?”

-”Perdone señor, es solo que me recuerda a alguien, me recuerda a mi padrastro, es como si fuese él quien me hablaste, me siento extraña” reconoció María

-”Quizá me parezca a él”, dijo con ironía Don fernando, quitándole importancia, “Ahh una cosa mas, dame el nombre de tus redes sociales, quiero analizar tu comportamiento social” dijo como si fuese algo normal

“mariaruizred” respondió ella, sin preguntar más

-”Hoy es miércoles, si te parece te veré un par de veces por semana, martes y jueves te va bien a estas horas?”, ella asintió, “entonces por avanzar nos veremos mañana jueves si te parece”

-”Muy bien doctor, estaré mañana aquí a las 4 como hoy”

El la acompaño, hasta la puerta y se despidieron, María se dirigió de nuevo a su casa, eran las 6 de la tarde…….

Ni Don José, ni los vecinos del segundo la habían molestado los últimos dos días, duraría mucho tiempo?

Lo sabremos en próximos capítulos

 

Nota de Autor: Perdonad amigos lectores, creo que hoy me siento más melancólica que excitada y ese sea el motivo por el que el relato de hoy carece de las escenas de sexo duro que me excitan tanto.  Prometo que os voy a compensar en los siguientes. ;)

Gracias por vuestros amables comentarios

Un beso

María