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Sorpresa

en Fantasías Eróticas

Llegué a casa en viernes por la tarde después de trabajar. Al pasar la puerta y llegar al salón salude a mi novia. Su nombre es Laura y llevaba ya un rato en casa puesto que los viernes trabaja sólo hasta el mediodía. Ella es morena y tiene los ojos oscuros. Además también es bastante morena de piel y mide alrededor de 1.65m

 

Cuando llevaba alrededor de media en casa, sonó el teléfono de Laura. La conversación no fue muy larga, sobre los tres o cuatro minutos, aunque al estar en otra habitación no me enteré de que charlaba ni con quién. Cuando volví al salón y le pregunté, me contestó que era una amiga suya, Eva, que al parecer llegaba en esa tarde a nuestra ciudad y le preguntaba si podían verse. A Laura la conversación le pareció un poco rara, sobre todo el hecho de que no la hubiera avisado antes. Había quedado con ella en la estación de tren en una hora, y cómo le había parecido un poco raro, Laura me dijo que creía que era mejor que fuese ella sola a buscarla. A mí no me pareció mala idea, y acordamos que mientras ella iba a recogerla, yo saldría a hacer algo de compra, pues no teníamos previsto tener invitados y no estábamos preparados para ello. Estuvimos pensando qué comprar e hicimos una lista, incluyendo algo de comida y algunas bebidas. Unos 20 minutos antes de la hora acordada, salimos de la casa cada uno en su propia dirección. Nosotros vivimos muy cerca de la estación, a escasos minutos andando, así que Laura tenía tiempo suficiente para recoger a su amiga y volver a casa antes de que yo llegase.

 

Como hora y media más tarde, llegué a casa.Yo nunca había conocido a Eva en persona, aunque Laura sí me había hablado en alguna ocasión de ella. Al entrar, las vi a las dos sentadas en el sofá. Se levantaron las dos y Laura me presentó a su amiga . “Este es David”. Eva era una chica castaña con los ojos marrones. Medía aproximadamente igual que Laura, aunque era un par de centímetros más alta. El pelo lo tenía cortado por encima de los hombros. Nos dimos dos besos y les pedí que me disculparan mientras recogía la compra. Les pregunté si quería beber algo y me dijeron que ya estaban bebiendo unos refrescos. Al cabo de un rato recogiendo la compra, Laura vino a la cocina y me dijo que Eva se quedaría a pasar unos días con nosotros. No sabía todavía que había pasado exactamente, y prefería no agobiar a su amiga y esperar a que ella se lo contase.

 

Ese fin de semana estuvimos dando vueltas por la ciudad para que Eva la conociese. Era la primera vez que venía y le vendría bien además para que si quería salir, no tuviese que depender de nosotros. 

 

Llegado el Lunes, Laura y yo tuvimos que volver al trabajo, por lo que Eva se quedaría más tiempo sola. Durante la semana, Eva dedicó a pasear por nuestra ciudad hasta que nosotros salíamos del trabajo. Al salir, yo hablaba con mi novia y nos íbamos los tres a algún sitio a pasar el rato.

 

Como ya dije antes, los viernes Laura sale antes que yo de trabajar, así que al llegar yo a casa, las dos estaban allí. Cuando entré, a la primera que vi fue a Eva. Le pregunté por mi novia y me contestó que se estaba echando la siesta y me sugirió que hiciese yo lo mismo. La verdad es que estaba cansado y no me lo pensé dos veces. Me fui al cuarto y me tumbé junto a mi novia sin hacer ruido. Creo que en menos de dos minutos ya estaba dormido.

 

Me desperté una hora mas tarde y sin darme cuenta, al ir a levantarme hice un movimiento un poco brusco que despertó a Laura. Le di los “buenos días” y le di un beso. Normalmente no tiene un muy buen despertar, así que me levanté y salí de la habitación para que ella pudiera despejarse a su ritmo. Al llegar al salón, este estaba vacío, así que me senté en el sofá y me quedé allí un rato mientras me terminaba de despertar. Pasados unos minutos, escuché que se abría la puerta de la calle. Me asomé y pude ver a Eva en la cocina. En la cocina había unas cuantas bolsas de la compra, así que me imaginé que había salido a comprar. La saludé y charlé un poco con ella, preguntándole básicamente que tal estaba y qué tal lo estaba pasando en su visita. Ella me comento que todo estaba muy bien y que la estábamos tratando de fábula… 

- Acabo de salir a hacer la compra porque quiero agradeceros lo bien que os estáis portando conmigo.Os voy a preparar una cena y os voy a dejar solos para que la disfrutéis a gusto. Mi idea es esta, le voy a decir a Laura que tiene que escoger un vestido de fiesta esta noche porque vamos a salir, así que tu tienes que ponerte también muy elegante.

  • Y tú mientras que vas a hacer?
  • No lo sé, saldré por ahí a ver que puedo hacer.
  • Pero te conoces la zona lo suficiente para salir tu sola?
  • Siempre puedo coger un taxi para volver a casa. Tú no te preocupes, y haz lo que te he dicho. Escoge algo muy elegante para la cena.

 

Yo salí de la cocina a petición suya y volví al salón. No me parecía precisamente mala idea pasar una noche con mi novia a solas, pero creía que Laura se quedaría un poco preocupada si su amiga salía por ahí sola llevando tan poco tiempo en la ciudad, así que me quedé pensando que hacer.

 

Pasó alrededor de media hora cuando desde el salón vi pasar a Eva. Se dirigía a nuestro cuarto y supuse que iba a decirle a Laura lo mismo que me había dicho a mi. Tres minutos después la vi volver a la cocina, así que me apresuré a irme al cuarto para hablar con mi novia. Cuando entré Laura empezó a contarme…

  • Me ha dicho Eva que vamos a salir a cenar por ahí y que tenemos que ponernos muy elegantes. Con vestido de fiesta y todo.
  • Lo mismo me ha dicho a mi
  • Pues todavía no se que voy a ponerme, pero me gustaría elegirlo sin que tú lo veas y que luego me digas si he acertado o no
  • Me parece bien, pero - me pensé un momento si contarle todo lo que Eva me había dicho y en ese momento me pareció que sí - Eva nos ha preparado una cena aquí en casa y me ha dicho que luego ella nos dejará a solas para que cenemos tranquilos.
  • Y ella mientras que va a hacer?
  • Dice que va a salir a ver como puede pasar el rato
  • No me gusta mucho la idea de que se vaya sola por ahí de noche
  • Eso he pensado yo, y por eso te lo he contado. Ella se va a enfadar conmigo por contártelo, pero creo que era lo mejor.
  • Yo prefiero que me lo hayas contado. Lo que pasa es que no se qué hacer, si hablar con ella directamente o que. De momento, tu sigue sus instrucciones, coge la ropa que tengas que coger y te vistes en el otro baño. Yo voy a escoger algo que pueda gustarte.

 

Como me habían dicho elegante, escogí un traje del armario. También cogí una camisa, ropa interior y unos zapatos y me fui al baño a cambiarme. Una vez en el baño, me di una ducha y me vestí. Una vez que había terminado, me fui al salón a esperar. Mientras esperaba, estaba disfrutando del aroma que provenía de la cocina. La cena que estaba preparando Eva estaba cerca de estar terminada. Un par de minutos después entró precisamente Eva al salón para contarme como iba la cosa.

  • La cena ya está casi acabada
  • Si, puedo olerla y debo decir que si he de juzgar sólo por el olor, debe de estar exquisita
  • Muchas gracias. Veo que te has puesto muy elegante. Te sienta muy bien
  • Muchas gracias a ti…

 

Mientras hablábamos, mi novia vino al salón. Estaba realmente sensacional. Había escogido un vestido ‘palabra de honor’ verde que resaltaba mucho comparándolo con el tono moreno de su piel.

  • Estás preciosa cariño
  • Si, estás realmente fabulosa
  • Muchas gracias a los dos. Una hace lo que puede
  • Pues te aseguro que esta vez cariño te has superado a ti misma.
  • Muchas gracias. Tenía que hablar con Eva lo que hemos comentado.
  • El qué? - Preguntó Eva intrigada
  • David me ha dicho cual era el plan para esta noche - En ese momento Eva me miró como entre incrédula y un poco cabreada por desvelar el secreto
  • Se suponía que el no te tenía que decir nada
  • Si, pero estaba un poco preocupado con la idea de que salieses sola y la verdad que yo tampoco me quedo tranquila. Mientras me estaba preparando he pensado que podrías quedarte a cenar con nosotros. Seguro que tenemos comida suficiente para todos.
  • Ya, pero a David seguro que le apetece más cenar contigo a solas… Además yo no tengo ningún vestido bonito y mira lo bien vestidos que estáis vosotros… No voy a cenar yo con estas pintas y vosotros así de elegantes… Y tampoco os voy a hacer cambiaros otra vez…
  • Estoy segura de que a David no le parece mal que cenes con nosotros
  • Ni mucho menos. Además, después de preparar esa comida que huele tan bien, no te puedes quedar sin probarla  - aunque el plan original no me disgustaba, ahora mismo se había chafado,  pero tampoco podía contestar otra cosa
  • Y lo del vestido lo solucionamos en un momento. Seguro que entre los vestidos que tengo yo hay alguno que te valga y puedes usar cualquier cosa que quieras, ropa, maquillaje, perfume…
  • Bueno yo…
  • No se hable más Eva. Ve y escoge lo que quieras - Le dijo mi novia medio ordenándoselo.

 

Como veía que no iba a poder razonar más con Laura, Eva se fue hacia nuestra habitación a buscar algo de ropa. En ese momento mi novia se acercó a mí y me dio un beso en los labios.

  • Muchas gracias por no poner pegas. Voy a ver si Eva necesita algo de ayuda y ahora venimos. Tu quédate aquí en el salón y procura relajarte hasta que vengamos.

En ese momento Laura se fue hacia la habitación y yo me senté en el sofá esperando a que apareciesen. Ellas buscarían algo entre los vestidos de Laura que le sirviese a Eva para esta cena.

 

  • Has encontrado algo que te guste?
  • Tienes unos vestidos muy bonitos. Me han gustado mucho estos dos, pero no se yo si este vestido me quedaría bien.
  • Yo creo que ese vestido te sentaría de fábula. Creo que es el que deberías elegir. Además tengo unos zapatos que puedes usar con él y que pegarían de maravilla.
  • Tú crees que estará bien.
  • Tú póntelo y ahora si quieres le preguntamos a David a ver que opina él. Seguro que dice lo mismo que yo.

 

Pasó un rato hasta que Eva terminó de arreglarse. Primero llegó mi novia al salón y me dijo que habían elegido un vestido que le quedaba a Eva muy bien. Un par de minutos después apareció Eva. El vestido elegido era de color negro. Le llegaba a Eva hasta los tobillos. Lo más llamativo era que dejaba la espalda al descubierto y que era de esos vestidos que se abrochan detrás del cuello, trazando un escote en forma de V bastante generoso.

  • Yo le he dicho que le sentaba muy bien, pero que serías tú el que diese el visto bueno o no. Qué opinas. No crees que le queda bien?
  • Yo creo que le queda estupendamente. 

 

La cena transcurrió muy tranquila. Estuvimos escuchando música suave (jazz) mientras nos deleitábamos con los platos que nos había preparado Eva. También fuimos bebiéndonos un par de botellas de vino, por lo que mientras transcurría la cena, cada vez estábamos un poco más alegres. Cuando estábamos terminando los postres, les pregunté a las damas si querían tomar algo un poco más fuerte. Pensé que después de las dos botellas de vino que nos habíamos bebido a lo mejor no querían nada, pero las dos dijeron que sí:

 

  • Hombre, pues ya que estamos de fiesta, vamos a tener que continuar, no Eva?
  • No voy a ser yo la que diga que no.

 

Fui a por unos vasos y un poco de hielo a la cocina y saqué del mueble bar las bebidas que a cada uno le apetecían. Yo me decidí por el vodka, Laura por un gin-tonic (es la moda en estos tiempos) y Eva decidió tomar ron con limón. Mientras servía las bebidas, Laura hizo un comentario acerca de la música:

  • Me encanta esta canción que está sonando. La verdad es que me ha gustado todo lo que iba sonando.
  • Me alegro. Pero no os habéis decidido a bailar ni una sola canción.
  • Bueno mujer, no estábamos solos. Si no seguro que algo hubiésemos bailado. Además con David sólo consigo bailar canciones lentas como estas.

 

Fuimos bebiendo las copas que había servido durante la conversación…

 

  • Bueno pues animaros a bailar una canción ahora… A mi me encanta ver como baila la gente… Venga, animaros…

 

En ese momento, Laura se levantó y me dijo que por qué no… Yo me levanté, me acerqué a ella hasta abrazarla por la cintura y la pegué a mi cuerpo para empezar a bailar suavemente. Bailamos una canción que ya estaba sonando y la siguiente. Al terminar, nos separamos un poco pero antes de que nos hubiésemos soltado completamente, Eva hizo un comentario…

 

  • Ya vais a terminar? Seguid un poco. Me encanta ver como baila la gente… Aunque eso vuestro… bailar lo que se dice bailar…
  • Cómo que ‘lo que se dice bailar…’ - le contestó Laura
  • Pues eso. Que casi ni os veo moveros y pues que casi no os rozáis.
  • No sé. Yo creo que estábamos bailando… A ver la siguiente canción

 

Mientras empezaba y mi chica y yo nos juntábamos de nuevo para bailar, pude ver cómo Eva se servía otra copa. Debía estar bastante ‘alegre’. Estuvimos bailando aproximadamente 15 minutos sin percibir nada de nada que no fuesen nuestros dos cuerpos juntos, abrazados bailando. Entonces Eva comenzó a hablarnos.

 

  • Eso es lo que llamáis bailar? Sois un poco sosos. Lleváis un montón de canciones sin prácticamente moveros y abrazados en la misma postura.
  • Claro - contesto Laura-, estamos bailando. No sé exactamente a que te refieres, pero bailamos así abrazados.
  • Nena, si yo tengo a mi pareja entre los brazos ese tiempo, al menos cambio las manos de sitio. Deja que te muestre. Seguid bailando como lo hacíais.

 

Nosotros continuamos bailando y mientras Eva se acercó a nosotros. Cuando se puso a nuestro lado, nos hizo pegarnos todavía un poco más, empujándonos al uno contra el otro. Yo en ese momento podía sentir completamente el cuerpo de Laura. Notaba que su respiración estaba un poco agitada.

 

  • Ves a lo que me refiero… Además las manos siempre en el mismo sitio…

En ese momento Eva cogió la mano de Laura y la empezó a mover sobre mi espalda. La movía de abajo hacia arriba y viceversa. Notaba como su mano iba desde mi nuca hasta la parte baja de mi espalda. Dejó la mano de Laura que continuó acariciándome la espalda de la misma manera…

  • No es mejor así… incluso un poco más…

 

Volvió a coger la mano de Laura y la hizo bajar todavía más hasta que notaba cómo me acariciaba el trasero.

 

  • No está mejor así.
  • Si claro…
  • Pues eso. Tú sigue bailando.

 

Pasados unos minutos, la mano de Laura se quedó fija en mis nalgas. En ese momento, fui yo el que empezó a mover su mano, aunque yo me limitaba a ir desde la parte media de la espalda hacia la nuca. Cuando llegaba a la nuca de Laura, me quedaba unos instantes acariciándole el cuello y jugueteando con su pelo.

 

  • Ves chica… David también va aprendiendo. A que así se siente el baile mucho mejor.

En ese momento, Eva se apartó un par de metros de nosotros y se quedó observándonos con mucha atención. Nosotros seguimos bailando tranquilamente, yo acariciando la nuca y la espalda de Laura y ella con una de sus manos en mi espalda y la otra sobando mi trasero. Pasados otros dos o tres minutos, Eva se volvió a acercar a nosotros. Cogió la mano de Laura que reposaba en mi espalda y la fue bajando hasta mis nalgas también. Laura no ofreció ninguna resistencia. Dejaba que Eva fuese dirigiéndola en los movimientos. Yo seguía abrazando a Laura con una mano en la espalda y la otra ahora fija en su nuca, acariciándola suavemente. Eva dio un par de vueltas pausadamente a nuestro alrededor y se volvió a acercar a Laura por su espalda. Se pegó mucho a ella y desde allí, cogió con su mano derecha la mano derecha de Laura y la arrastró, sin levantarla en ningún momento de mi cuerpo, desde mi culo hasta que la dejó sobre mi polla. Yo evidentemente en ese momento ya tenía una erección bastante fuerte y cuando sentí la mano de Laura posarse sobre mi polla, esta dio un respingo y se puso más dura todavía. Eva levantó su mano de la de Laura, viendo que la mano de su amiga se quedaba posada pero nada más. Pasado un minuto volvió a coger la mano de su amiga y la empezó a mover lentamente en un movimiento continuado hacia arriba y hacia abajo. Sólo necesitó guiar el movimiento de Laura unos segundos, pues en el momento en el que volvió a levantar su mano y se separó lentamente de nosotros, vio cómo su amiga continuaba con el movimiento suave de va y ven por sí sola.

Volvió a pasar muy poco tiempo cuando empecé a notar más movimientos. Lo que yo notaba eran unas manos intentando desabrochar mi pantalón. Sin embargo, las manos de Laura seguían exactamente en el mismo sitio, así que tenía que ser su amiga quien me estaba quitando el botón del pantalón. Miré un poco hacia abajo y pude ver que las manos de Eva me quitaban ese botón y sin llegar a quitar completamente la mano de su amiga, hizo un poco de hueco para bajar también la cremallera.En ese momento abrió un poco mi pantalón y agarró la mano de su amiga llevándola un poco hacia arriba, acariciando mi pene erecto, y deslizándola otra vez hacia abajo, pero esta vez por debajo de toda mi ropa, incluyendo mi ropa interior. Yo podía notar la calidez de la mano recorriendo mi falo. Continuó bajando hasta que alcanzó mis huevos. Cuando noté que me acariciaban los huevos, la mano de Eva se separó de la de Laura, tirando de toda la ropa hacia abajo. En ese gesto, consiguió que todo mi paquete quedara libre de ropa, lo cual permitió que la mano de Laura me acariciase sin ningún tipo de obstáculo. 

 

La mano de mi novia recorría todo mi falo y mis testículos en un movimiento de caricia muy suave y bastante lento. En un momento noté que la mano de Laura se cerraba sobre mi polla y comenzaba a hacerme una paja a una velocidad muy pausada. Miré un poco hacia abajo y pude ver que la mano de Eva estaba cerrada sobre la de Laura que a su vez la tenía cerrada sobre mi polla. Era Eva la que estaba guiando el movimiento de mi novia hasta que Eva retiró la mano y se volvió a separar un poco de nosotros, dejando a su amiga que continuara ella sola el movimiento.

 

Yo estaba en ese momento bastante más que excitado por decirlo de algún modo. Bajé mis labios buscando los de Laura y nos juntamos en un beso muy apasionado. Era un beso muy largo y durante este, cambié de posición la mano que acariciaba la espalda de mi chica, pasando directamente a acariciar una de las tetas de Laura. La forma de tocarla variaba constantemente. Le agarraba firmemente la teta, pasando después a pellizcar el pezón. A continuación le pasaba sólo el dedo pulgar alrededor del pezón… En el beso estábamos cuando noté que cada vez la boca de Laura estaba más abajo, más abajo, hasta que el contacto de nuestros labios de cortó y mirando hacia ella pude ver como la mano de Eva la estaba “empujando” muy suavemente hacia abajo en el hombro como invitándola a ponerse de rodillas. Una vez arrodillada en el suelo, la mirada de Laura pasaba de mirarme a los ojos, a mirar hacia mi polla, la cual estaba acariciando de una manera increíble. Después volvía a mirarme a los ojos y cambiaba nuevamente. Parecía que estuviese provocándome. Mientras duraba el juego, pude ver como Eva acariciaba con su mano el pelo de Laura hasta poner su mano detrás de la cabeza de mi novia. Entonces empujó suavemente hacia adelante la cabeza de Laura que se fue acercando a mi polla muy lentamente. Lejos de oponer resistencia, cuando ya estaba tan cerca de mí como para sentir su aliento en mi capullo, Laura abrió la boca e introdujo mi polla casi completamente. Con ese gesto Laura empezó a hacerme una mamada fantástica. Bajaba y subía su boca por mi polla proporcionándome un placer increíble. Además, a este movimiento de su boca le acompañaba el movimiento de su mano, que no había parado en ningún momento de pajearme. Yo continuaba mirando como Laura estaba dándome una de las mejores mamadas que recuerdo, por lo que además del placer físico, también estaba disfrutando visualmente. En un momento miré a Eva pude ver cómo observaba atentamente a su amiga haciéndole una mamada a su novio. Ella estaba disfrutando del espectáculo. Tenía una media sonrisa dibujada en la cara, indicando que estaba a gusto en la situación. Me quedé mirándole algún tiempo y de repente levantó su mirada y se quedó mirándome a los ojos. En ese momento, su sonrisa se hizo más pronunciada y se acerco a mi lentamente. Se puso a mi lado y me dijo: 

 

  • Parece que Laura lo hace muy bien. Creo que le gusta mucho lo que está haciendo y pone mucho interés, no?

 

Yo lo único que pude contestar fue:

 

  • Lo hace de maravilla. 

 

Una vez dicho esto, me quité la camiseta que llevaba pues de vez en cuando me molestaba en la visión del trabajo que me estaban haciendo. 

 

En ese momento, Eva volvió a mirar cómo su amiga me comía la polla, pero a la vez que se giraba, extendió su brazo y dejó apoyada su mano sobre mi estómago, muy cerca del costado.

La siguiente vez que Laura miró hacia arriba para mirarme a los ojos, vio la mano de su amiga sobre mi. En ese momento, noté como la mano que tenía sobre mi culo pasó a acariciarme los testículos y su mano derecha, que había estado pajeándome a la vez que me la chupaba, se deslizaba por mi cuerpo en dirección a la mano de Eva. Cuando llegó a alcanzar la mano, noté que la agarraba firmemente y la levantaba de mi cuerpo. En ese momento pensé que algo empezaba a ir mal. 

 

El siguiente movimiento que hizo Laura pareció que confirmaba mis sospechas puesto que dejó de lamerme la polla y la sacó de su boca. Pensaba que en ese momento empezaría a abroncar a su amiga por haberme puesto la mano encima, sin embargo, una vez que se sacó mi polla de la boca, lo que le dijo a su amiga fue:

 

  • Me encanta chupársela. Se le pone super dura. Y además me gusta mucho como sabe.

 

Y una vez dicho esto, continuó moviendo la mano con la que agarraba a Eva hasta que puso la mano de Eva sobre mi polla y la empezó a mover para pajearme. En el momento en que soltó la mano de su amiga y comprobó que esta seguía masturbándome, Laura me agarró mi mano para que la ayudara a ponerse de pie. Cuando estuvo en pie a nuestro lado, Laura puso su mano sobre el hombro de Eva e hizo el mismo gesto de empujarla hacia abajo que había recibido de su amiga unos minutos antes, seguido después del mismo “empujón” en la cabeza que le “obligó” a acercarse hasta mi polla, introduciéndosela en el interior de su boca. Cuando vio que su amiga empezaba a chupármela, se giró hacia mí y me metió la lengua en la boca, en el beso más caliente que le recuerdo. La lengua de Laura no paraba de jugar con la mía de una manera más firme de lo habitual. Además podía sentir su respiración completamente agitada. Estaba realmente muy excitada. Casi podría decir que era la vez que más excitada la notaba.

 

Después del beso, que se prolongó un poco, Laura acerco sus labios a mi oído y me pregunto:

 

  • Te gusta lo que esta pasando? 
  • Me encanta, dije yo casi sin poder hablar.
  • Disfruta.

 

Y dicho esto, Laura también se puso de rodillas. Cuando se puso al lado de su amiga, empezó a acariciarme los huevos con una mano, mientras que con la otra empezó a acariciar el pelo de su amiga.

 

  • Puedo yo también? Le preguntó a Eva con una sonrisa bastante picantona. 

 

Su amiga se sacó mi polla de la boca y se la ofreció a su amiga sujetándola con una mano. 

 

  • Claro.

 

En ese momento Laura empezó a engullir mi polla, mientras que su amiga me masturbaba. Era increíble. Mientras una jugaba con la lengua en el capullo de mi polla, la otra se encargaba de que ningún centímetro de mi polla se sintiera desnudo. Un momento después, Laura se sacó mi polla de la boca. En ese momento, Eva volvió a metérsela. Era una sensación muy placentera. Se intercambiaron mi polla dos o tres veces más. En un momento en que mi novia era la que me la chupaba, se la sacó de la boca y empezó q jugar con la lengua en mi glande. En ese momento le hizo un gesto a su amiga, invitándole a hacer lo mismo. Pude sentir las dos lenguas jugando en mi polla a la vez. Al principio la recorrían un poco de arriba hacia abajo, pero en un momento pude notar como las dos lenguas se juntaron en mi capullo. En ese momento sus lenguas estaban jugando entre ellas y con mi glande a la vez. Pocos segundos después, dejaron a parte el tratamiento que me habían estado dando y empezaron a besarse  entre ellas con bastante pasión. Me encantaba ver cómo sus lenguas jugaban entre ellas. Sus manos abandonaron mi cuerpo y empezaron a acariciarse mútuamente a la vez que se iban levantando. Una vez levantadas, pude ver claramente cómo mi novia agarraba con sus manos muy firmemente las tetas de su amiga, mientras que esta tenía una mano en la nuca de Eva y la otra en su culo. Yo estaba excitadísimo viendo el expectáculo, mientras que ellas seguían como si yo no estuviera allí. Mientras Laura seguía acariciando firmemente las tetas de Eva, esta fue deslizando su mano desde la nalga, acariciando uno de los muslos y finalmente llegando a la entrepierna. Las maniobras debían ser muy buenas, pues casi de inmediato, se empezó a notar la respiración de Laura mucho más alterada. Casi jadeando. En un momento dado, Laura se giró un poco hacia mi y al verme, se separó un poco de su amante, no de manera brusca. Entonces comentó:

 

  • Casi nos olvidamos de ti.

 

Se acercaron las dos y me llevaron de la mano al sofá. Me hicieron sentarme. Laura se colocó a horcajadas sobre mí y con la mano, guió la punta de mi polla hacia su coño. En ese momento empezó a bajar suavemente dejándome sentir su calor. Estaba ardiendo y empapado. Cuando llegó a introducirlo del todo, se giró un poco hacia su amiga, la cogió de la mano y la hizo sentarse a mi lado. En ese momento se inclino sobre ella y empezó a chuparle los pezones y a jugar con la lengua en ellos. Mientras tanto también empezó a moverse y pude notar como mi polla salía y entraba en su cueva. Lo hacía muy suavemente al principio, pero pasado poquito tiempo, empezó a chupar las tetas de Eva desesperadamente y a subir y bajar por mi polla casi sin control. Eva le empezó a acariciar el clítoris y en ese momento, la respiración de Laura volvió a notarse super agitada. Los jadeos eran ya bastante escandalosos y la mano de Eva empezó a acelerar las caricias en el clítoris, haciendo que Laura tuviese un gran orgasmo. Se dejó caer un poco sobre mí y la abracé para sostenerla mientras descansaba y se relajaba. Tras unos instantes en esa postura, se irguió y me dio un beso jugando mucho con la legua. Cuando se separó de mí, besó a Eva de la misma manera. Cuando terminaron de besarse, Laura acarició suavemente la mejilla de Eva y le comentó de una manera muy suave:

 

  • Es tu turno.
  • Sí por favor. Pero vamos a cambiar un poco.

 

Eva se levantó del sofá y ayudó a su amiga a levantarse. Después cada una me tendió una mano, lo cual me ayudó a entender que yo también me debía levantar. Una vez todos en pie, Eva le pidió a Laura que se tumbara en el sofá. Casi sin dar tiempo a que terminara de tumbarse, Eva se tumbó también colocando la cabeza entre las piernas de Laura. Pude ver cómo estaba haciéndole un cunilingus que estaba llenando de éxtasis a Laura. Eva paró un momento para dirigirse hacia mi.

 

  • Méteme la polla, por favor.

 

Inmediatamente volvió al trabajo que estaba realizando. Yo me acerque por su espalda, me incliné sobre ella y dirigí mi miembro a la entrada de su vagina. Cuando noté que estaba rozando su entrada, agarré con la mano mi polla y empecé a jugar con ella, subiendo y bajando el glande por su entrada. Estuve así un par de minutos hasta que ella me dijo:

 

  • Métemela ya mamón.

 

Casi no había terminado la frase cuando de un empujón bastante firme, le clavé la polla hasta el fondo. Me quedé parado un momento deleitándome, como en el caso de Laura, del calor y la humedad que emanaban de aquella mujer. Sin embargo, poco después empecé a notar que la calentura de Eva iba cada vez a más, pues llevó una de sus manos a su coño y empezó a acariciarse el clítoris como si estuviera poseída. Mientras, también se podían oír los gemidos de Laura mientras gozaba de la comida de coño que le estaba regalando su amiga.

 

La situación me tenía a punto de reventar. Se la estaba clavando a una mujer espectacular, mientras que estaba viendo a mi novia disfrutar en brazos de una mujer. Yo no podía más, así que empecé a acelerar el ritmo hasta que noté que estaba a punto de correrme. En ese momento, saqué mi polla de Eva puesto que no me había puesto ningún tipo de protección y empecé a masturbarme mientras le metía tres dedos de mi otra mano para que a ella no se le cortara el rollo. Pocos segundos después, empecé a descargar mi semen por su espalda y su culo. Mis dedos continuaban moviéndose y ella no paró en ningún momento de acariciarse o de jugar con su lengua en el chochito de Laura. Unos instantes después Eva empezó a jadear muy intensamente. Parece que el juego de mis dedos está empezando a alcanzar su objetivo. Eva clavó más su cabeza entre las piernas de Laura y empezó a lamer mucho más intensamente. Laura también empezó a gemir. Las dos gemían cada vez más fuerte hasta que primero Laura y luego Eva llegaron a un orgasmo que las dejó extasiadas, la una sobre la otra, tumbadas en el sofá.

 

 

A la mañana siguiente, me desperté antes que Laura, así que me levanté y me dirigí hacia la cocina para desayunar algo. al llegar a la cocina, Eva acababa de terminar su desayuno y se dirigía hacia el salón:

 

  • Buenos días, que tal has descansado Eva?
  • He dormido bien muchas gracias. Te dejo que desayunes tranquilo.

 

Y sin mediar más palabra se dirigió al salón y cerró la puerta. Pensé que estaba rara, pero después de lo que había pasado la noche anterior, no creo que fuera posible estar normal. Terminé mi desayuno y pensando en lo que había pasado antes, no me fui al salón, sino que me quedé en la cocina haciendo tiempo.

 

Después de un rato Laura entro en la cocina:

 

  • Buenos días. Se acercó y me dio un beso.
  • Qué tal has dormido? me preguntó
  • Pues, la verdad es que estaba muy cansado y he dormido del tirón
  • Ya me lo imagino.

 

Mientras hablábamos, se sirvió un café y se lo fue tomando. cuando lo terminó, se quedó callada un minuto y me preguntó por Eva.

 

  • Se ha levantado ya?
  • Está en el salón
  • Tengo que pedirte una cosa. Ahora sólo necesito que me dejes hablar sin decir ni hacer nada. Ven

 

Nos dirigimos al salón y al entrar vimos que Eva estaba sentada en el salón leyendo. Nos miró y se levantó con una cara un poco de preocupación. Laura se dirigió hacia ella.

 

  • Tendríamos que hablar Eva.
  • Si, ya me imagino…

 

Y antes de que terminase de hablar Laura le plantó un beso en los labios. Eva se quedó muy extrañada, pero antes de que pudiese articular palabra, Laura volvió a besar a Eva más profundamente. En el tercer beso, Eva también le devolvió el beso. Y después se dieron algunos besos más. Laura entonces hizo un comentario a Eva:

 

  • He pasado toda la noche pensando en esto. Me he tenido que meter dos dedos de lo cachonda que estaba, pero sigo estando muy caliente
  • Pero David…
  • Ya le he pedido que se esté quieto. Aunque creo que deberíamos dejarle mirar si quiere.
  • Mirar??
  • Si. La verdad es que la idea de que nos mire me excita más todavía.

 

Y Laura volvió a besar a Eva introduciendo su lengua profundamente en su boca. A estas alturas Eva ya se había metido en el juego de Laura aunque se lo confirmó

 

  • De acuerdo. Si él no tiene problemas.
  • Seguro que le gusta lo que va a ver. 

 

Laura me miró a los ojos detenidamente, como si buscara aprobación. En ese momento yo sólo asentí con la cabeza y Laura se volvió para continuar besando a Eva. Las dos se empezaron a devorar mutuamente. Mientras, yo me acerqué a una silla para sentarme a ver el espectáculo que tenía por delante.

 

Mientras se besaban, sus acciones iban subiendo de tono y empezaron a acariciarse el cuerpo mutuamente. Me encantó ver cómo las dos se acariciaban por todo el cuerpo. Laura no paraba de sobar las tetas de Eva con una mano mientras con la otra se dedicaba a acariciar su espalda hacia arriba y abajo, aunque en alguna ocasión la mano bajaba más y le acariciaba el culo o se lo agarraba firmemente.

 

Fue Eva la que empezó a quitar la ropa a Laura. Había metido las manos por debajo de la camiseta que tenía Laura y la subió hacia arriba dejando sus tetas al aire. Pude ver lo firmes que tenía los pezones y cómo los dedos de Eva jugaban con ellos. Yo para ese momento tenía una erección más que notable e inconscientemente, mi mano se dirigió a acariciar mi polla sobre mi pantalón. Seguí mirando cómo se despojaban de su ropa, quitándosela mutuamente y a la vez besando o lamiendo cada parte del cuerpo que iban descubriendo.

 

Ya quedaba muy poca ropa que quitar. Laura sólo tenía puestas las bragas y Eva tenía las bragas y el sujetador. Yo en ese momento me saqué la polla y empecé a masturbarme. Eva me vió y dijo:

 

  • Tenías razón. Parece que le gusta lo que está viendo.
  • Estaba convencida. Y además, también me gusta lo que estoy viendo. Intenta no correrte haciéndote una paja vale? Luego te lo compenso.
  • De acuerdo contesté yo.

 

Seguí observándolas mientras me acariciaba la polla no muy frenéticamente esperando mi recompensa. Laura tumbó a Eva en el sofá y le bajo las bragas para inmediatamente acercar sus boca a los labios vaginales de su amante y besarlos de una manera similar a como hacía pocos instantes estaba besándole la boca. Pude ver cómo le agradaba a Eva las acciones de Laura. Mientras Laura seguía comiéndose a Eva, esta empezada a gemir y de vez en cuando se podía ver cómo arqueaba su espalda como resultado del placer que estaba recibiendo. Los juegos de Laura en la intimidad de su amante iban a más. A los besos le siguieron juegos con la lengua o los propios labios. En un momento dado, mientras que estaba jugando con su lengua en el clítoris de Eva, acercó una mano a la entrada de Eva y le introdujo dos dedos prácticamente del tirón. En ese momento me imaginé lo mojada que tenía que estar Eva. Laura empezó a mover los dedos a un ritmo tranquilo pero sin pausa. A los pocos segundos, Eva empezó a acariciarse sus tetas en un signo claro de placer. Se bajó las copas del sujetador para liberar sus tetas y pude ver cómo a las caricias también le acompañaban pellizcos en los pezones y cómo los gemidos iban subiendo en intensidad y también en frecuencia. Laura también lo tuvo que notar, pues pude apreciar un aumento en la velocidad en que estaba jugando con sus dedos en el coño de su amiga. Además, en lugar de continuar jugando con la lengua por los labios y el clítoris de Eva, se centro en este último, consiguiendo que la excitación y los gemidos de aumentasen más todavía. Para ese momento, Eva parecía en trance. Tenía la espalda completamente arqueada y sus gemidos eran bastante sonoros, hasta que de repente pareció dejar de respirar y empezó a tener unas pequeñas convulsiones que denotaban claramente que había llegado al orgasmo. A las leves convulsiones ya le siguieron unos gemidos que se notaban completamente contenidos en un intento de no hacer demasiado ruido.

 

Eva se fue recuperando poco a poco de las emociones, aunque todavía tenía los dedos de mi novia dentro de ella. Cuando la notó más relajada, los sacó y se acercó a la boca de su amiga. Ambas se fundieron en un beso bastante profundo y largo en el que se podía apreciar claramente como las dos lenguas pugnaban entre sí.

 

Cuando terminó el beso, Eva sólo dijo: Ahora me toca a mí. Intercambió la posición con Laura, a la que dejó tumbada boca arriba en el sofá y después de darle otro beso, bastante apasionado, acercó sus labios a las tetas de Laura y empezó a chuparle los pezones mientras que bajaba su mano acariciando suavemente a Laura. la mano fue bajando desde las tetas hacia el ombligo, pero no se detuvo allí, siguió bajando por el abdomen hasta que se introdujo por debajo de la cintura de las bragas. Laura soltó un leve gemido y en ese momento Eva me miró sonriendo, muy brevemente, para a continuación proseguir con su trabajo en los pezones de Laura. Se apreciaba movimiento también bajo las bragas de Laura, pero sólamente podía imaginarme qué era lo que estaba pasando, hasta que la mano se Eva salió y empezó a bajar las bragas hasta que las puso a la altura de las rodillas de su dueña. En ese momento, la mano volvió a su posición anterior y pude ver cómo dos dedos se introducían en el coño de mi novia, mientras que el dedo pulgar se dirigió hacia el clítoris y empezó a acariciarlo. La respiración de mi novia se notaba muy entrecortada debido a la excitación, con su mano acariciaba el pelo de Eva mientras le susurraba que continuase. Pasados un par de minutos o tres, Eva cambió su posición y acercó su boca al clítoris de Laura sin sacar su mano del interior de su coño. Cuando empezó a lamer a Laura, los gemidos de esta empezaron a elevar su tono hasta que dando un pequeño gritito, se dobló hacia adelante y presionó la cabeza de Eva firmemente para que no parase lo que estaba haciendo. La cara de placer que vi en su rostro en ese momento era completamente indescriptible. No se si en algún momento habrá tenido algún orgasmo tan placentero en alguna de las sesiones de sexo que hemos tenido.

 

Cuando Laura se calmó y pudo recuperar el aliento, acercó su boca a Eva y volvieron a besarse. Esta vez era algo más íntimo. De manera mucho más pausada. Se notaba cómo sus lenguas jugaban la una con la otra pero más acariciándose que otra cosa.

 

Tras ese beso, se tendieron la una junto a la otra en el sofá y continuaron besándose relajadamente durante algunos minutos. Fue Laura la que empezó a conversar de nuevo:

 

  • Me alegro de no haberme reprimido. Ha sido mucho mejor que todo lo que he podido imaginarme durante esta noche. Y ha sido mucho.
  • Yo también me alegro. Creo que ha sido el mejor polvo que me han echado.
  • Ummm, gracias!!! Y tú que dices David? Te ha gustado?
  • Ha sido realmente increíble. Muy excitante. Muy caliente. No tengo palabras para describirlo.

En ese momento yo todavía tenía mi polla en completa erección y mi mano seguía acariciándola lentamente.

 

  • No tienes palabras, pero tu polla habla perfectamente por ti. Veo que si que has aguantado sin correrte. Voy a ir a la ducha porque estoy completamente empapada. Nos duchamos juntos?

Mientras se levantaba, le tendió una mano a Eva y al pasar las dos a mi lado, me tendió la otra mano a mí.

 

Entramos los tres a la ducha sin decir ninguna palabra más. Laura estaba completamente tranquila y relajada, como si todo lo que había sucedido fuese lo más normal del mundo. Ella fue la primera en meterse bajo el chorro de la ducha y empezar a lavarse. Cuando había empezado a extenderse el jabón por el cuerpo utilizando sus manos de una manera que me estaba volviendo loco, se volvió hacia mi y me dijo:

 

  • Ahora que me acuerdo, has conseguido no correrte como te había pedido. Creo que te había prometido un premio si lo conseguías…

 

En ese momento me empujó levemente hasta que mi espalda se posó en la pared, Acercó sus labios a los míos lentamente, pero antes de llegar a tocarlos, empezó a arrodillarse delante mía y se introdujo si polla en la boca haciéndome temblar por la sensación. Fue un placer enorme. En ese momento empezó a hacerme una mamada increíble. Puedo jurar que nunca había sentido tanto placer como en aquel momento. Quizá fuese por todo lo sucedido hasta ese momento. Eva nos observaba mientras que Laura no paraba de chuparme, subiendo y bajando por mi polla. Eva empezó a acariciarse con las dos manos. Mientras que una acariciaba una de sus tetas y jugueteaba con el pezón, la otra había bajado a su coño y se acariciaba los labios y el clítoris. Yo estaba disfrutando muchísimo, Laura seguía con aquella maravillosa mamada y además podía ver también cómo Eva se masturbaba delante mía. En ese momento Eva estiró su brazo, cogió mi mano y la llevó a la teta que ella no podía acariciarse por encontrarse ocupada en otros sitios. Yo ya no podía aguantar más y avisé a Laura de que me iba a correr. Eva también empezó a jadear teniendo un orgasmo. Sin embargo, Laura no paró de chupar hasta que ya no pude más y me corrí dentro de su boca. Ella no paró en ese momento, sino que me miró a los ojos y siguió chupándome. Podía ver cómo mi semen salía por la comisura de sus labios y resbalaba por su cuello hacia sus tetas. Siguió con esta mamada hasta que notó que yo había terminado por completo y que ya no salía mas semen de mi polla.

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