miprimita.com

MI UNICO HIJO (Parte 3)

en Amor filial

MI UNICO HIJO (Parte 3)

DIA 3

Cuando desperté vino a mi mente la noche anterior, estaba confundida por lo sucedido, no puedo decir que no me agrado, pero tenía la sensación que todo había sido planificado, fundamentalmente lo del “obsequio”  que me menciona Matías, pero más que nada, esa supuesta relación con su amigo, es lo me intrigaba.

Mientras pensaba en todo eso, Tony aparece en la cocina  en bóxer, se me acerco por atrás, esta vez rodeo mi cintura metiéndola bajo el camisón acariciando mis tetas, mientras chuponeaba mi cuello, me quedé paralizada, hasta que su mano se iba introduciendo en mi braga. Me giro rápidamente, y algo molesta, le digo:

“Espera, lo de anoche ya fue, no soy tu “hembra”, pero antes que nada quiero que me aclares algo, dime la verdad, no me voy alterar, solo quiero esclarecer ciertas dudas”. Uds. tienen relaciones?. No sé cómo me anime a decir todo eso, pero me salió de adentro.

Tony, se quedo mirándome, sorprendido y hasta se puso colorado, respondiendo.

“Bueno…………..!!!! “Contestando vacilante.

“Dime Tony como fue, quiero saber, no me pondré histérica, ni tampoco los culpo” Lo dije, algo ofuscada

“Quieres saberlo en detalle, pero quisiera decirte que Matías me conto de vuestra relación, cosa que me tiene sin cuidado, y además propuso hacerte ese “regalito” Me responde.

’Está bien, eso no viene al caso”  le contesto, aunque me dio la sensación, que fuese un contra ataque, por la forma en que me lo dijo, qu a pesar de estar ofuscada, deseaba saber todo.

‘’En parte sí, pero ya llegaremos a eso. Fue una tarde, habíamos vistos algunos videos, que realmente nos excitaron bastante, hicimos como una lucha, en donde entre risas y agarradas, tratamos de bajarnos los joggings, terminé dejando a Matías en calzoncillos. Hasta que se los saqué, sentí cierta atracción a su pene, y se lo acaricie, me baje los pantalones y me quedé desnudo, notando que se le erguía ante mi, su falo. Justo nos habíamos desnudado para continuar y entraste sorpresivamente a la habitación, finalizando lo que estábamos haciendo.

Me había gustado ese “juego”, aunque no era mi intención coger a tu hijo, me gustabas, pero era algo improbable.”

“Ok, sigue” Le digo.

“Un día que ibas a trabajar nos quedamos solos, Matías se quita la ropa y queda con el bóxer, hago lo mismo, y se nota a través de mi prenda mi erección. Quise disimularla, pero tu hijo, me dijo que me lo sacase, acato su pedido, mientras él se saca el suyo, nos acercamos y comenzamos a tocarnos, nos damos algunos besos, hasta que me succiona mi pezón, realmente me altero bastante.

“Instintivamente lo tomo de los hombros para que se arrodille, lo hace y besa mi verga, hasta metérsela en la boca y mamarla. Estaba muy caliente Adela, pero estaba muy entusiasmado con mi aparato, lo saque para evitar que me hiciese acabar, y  me apodere de su verga, se la bese, hasta que lo tire en la cama, levante sus piernas y le bese su ano, incrustando mi lengua.

En ese momento estaba a punto para cogérmelo, seguí hasta que le arrime mi glande, jugueteando con su abertura. Parecía algo reacio a hacerlo, así que continúe con mis lamidas anales, cuando empezó a levantar más su culo, y sus leves gemidos eran más evidentes.

Volví a lamerlo, y aplicar mi punta, así un par de veces más, hasta que noté  que retrocedía cuando mi glande se le apoyaba.”

“Bueno el resto ya lo sabes” me dice

“Sigue contando, sigue” realmente su relato me  estaba alterando bastante.

Continúe lamiendo todo el sector, introduciendo mi dedo, notando que le agradaba,  hasta que volví a  oprimí en su recto. Juguetee un poco mas hasta que le introduje un poco, te puedo asegurar que estaba enloquecido”.

Sentía que me mojaba a cada palabra que me decía

“Nuevamente le puse la punta y empuje un poco, mientras separaba sus glúteos, se quejo pero no dijo nada, así lo repetí un par de veces más, hasta que esta vez fui con todo, con mi saliva lo tenía bastante lubricado. Apenas sintió la punta pareció  confiarse, y fue ahí donde se la metí, grito, pero ya estaba adentro, su verga se irguió, lo cual demostraba su estado”.

“Eso fue suficiente para empujar más y penetrarlo totalmente, y ahí lo bombee, oyendo sus gemidos, pero sin tratar de salirse, lo introduje hasta que mi pelvis se apoyaba en sus glúteos. Me encantaba cogerlo, mi brusquedad lo trastornaba, mientras mi falo refregada las paredes de su membrana intestinal, hasta que después de tanta frote acabe en su interior.

 Apenas me recuperé volví a la carga, era mi primera vez con un chico,  me dijo que le ardía, pero acepto una vez más a pesar de ese malestar.

Por último nos vestimos, pero al cabo de una hora hizo algunas insinuaciones, así que lo volqué sobre la cama, le quité su ropa, levante sus piernas y lo hicimos por tercera vez.

A la altura de su relato estaba más que caliente, me quede mirándolo, sin saber realmente que hacer o decirle, en parte estaba irritada o envidiosa, no sé, por lo que le hizo a Matías, pero por otro lado estaba muy excitada. Mis pechos se movían, producto de mi estimulación, que de alguna manera delataba mi estado ante Tony.

Queda algo más?” le digo.

“Bueno, de alguna manera, digamos… “

“Dale despáchate” lo dije en un tono autoritario.

“Siempre me atrajiste, eres una mujer joven,  bonita y muy voluptuosa, me impactaste desde el primer día que te vi, pero dudaba si me aceptarías, que considero es razonable. En una oportunidad a tu hijo se lle escapó lo de vuestro incesto, me impacto, pero no era quien para juzgarlos. Pero a partir de ese momento pensé que sería muy factible tener algo contigo.””

“O sea cogerme “ Le digo, acto que había sucedido la noche anterior.

“Si, solo que convencí a Matías que me ayudase, al principio se negó pero en un encuentro mientras hacíamos sexo, se lo repetí, diciendo que si no me ayudase cortábamos las relaciones., aceptando la proposición”

“O sea que fue una especie de extorsión”. Le contesto, bastante molesta sin saber cómo actuar realmente, mi hijo estaba en el complot, aunque no debo negar que la noche anterior lo había pasado muy bien.

Con mi  excitación, sin saber en qué momento, se  me había desabrochado un par de botones de mi camisón, quedando una de mis tetas bastante visible, en el instante  inesperadamente Tony me alzó para sentarme sobre la mesa, mientras levantaba  mi camisón para quitarlo.

No sé de donde saque fuerza de voluntad pero frené enérgicamente  su intención, quedándose perplejo por la determinación, no quiero negar que estuviera tentada, pero sentí la necesidad de cortarlo.

“Lo de anoche me gusto, pero ahí queda todo, estamos?” le digo con mucha firmeza.

Me miró, disculpándose por su actuación, le dije que está todo bien, lo conversado sobre Matías y él, quedaba entre nosotros, no reprochaba nada, son grandes, es vuestra decisión.

Te pido una cosa” me dice

“Que quieres?” le contesto.

“Tocar tu sexo”

“Solo eso, de acuerdo?

Sin decir palabra, me abrí de piernas, metiendo su mano detectando mi humedad vaginal, si bien no dijo palabra, quedó  comprobado mi estado, solo me dio un beso en los labios, dejándome para preparar el desayuno.

Mientras lo hacía, llegó mi hijo, me miro y abrocho mi camisón, después de finalizarlo salimos, nadie habló sobre la noche anterior, aunque no tengo dudas que seguía latente en nuestras mentes. Regresamos a la cabaña cerca de las 6 pm, yo estaba con frio, así que decidí darme una ducha bien caliente, me sequé el cabello, saliendo del recinto envuelta con el  toallón, ambos estaban tirados en el sillón, la estufa había calentado muy bien el ambiente. Sin pensarlo fui hacia ellos, sentándome en la falda de Matías, que no reacciono demasiado bien, pero a pesar de su humor, permanecí, dándole un beso en la mejilla.

Noté su mala disposición, así que le susurro al oído:

Que te ocurre, anoche estabas distinto”, mordiéndole la oreja lugar que lo estimulaba bastante.

Poco a poco lo fui motivando, mientras Tony seguía ajeno a lo nuestro, traté de hacerlo lentamente, pero más abiertamente, sin demasiados disimulos. Lo besé en la boca, y respondió rápidamente, cada vez que trataba de desatar el nudo del toallón se lo impedía. Ese juego duró bastante sintiendo como su verga reaccionaba, hasta que le permití desatar el nudo, dejando ver  mis tetas.

Me dice de manera algo sarcástica

“Quieres coger conmigo o con mi amiguito?”

“Estas celoso, tú  me trajiste a esta situación o no?”

No dijo nada y siguió acariciando mis pechos, me estaba atrayendo este tipo de relación, creo que tenía su encanto, además Tony estaba muy apetecible.

 Cada tanto mi hijo miraba a Tony, aunque dada mi posición no sabía si observaba o no, pero no parecía querer entrar en el reciente juego.

Mi hijo se colocó en posición de feto, chupando de mis tetillas desesperadamente, como cuando era un bebe, acelerando mi estimulación, quedando la toalla cubriendo a partir de la cintura. Debieron de haber transcurrido más de quince minutos cuando estiro el brazo moviendo mis dedos en señal de acercamiento, hacia Tony, que lentamente se aproximó.

Esta vez trataría de manejar la situación, o por lo menos en un principio.

Su llegada fue acelerando la relación, aunque les digo

“Tratemos de que sea más apacible, saboreamos esta momento” el toallón comenzaba a ser retirado, mi cuerpo estaba a la disposición de estos jovencitos, la luz permitía ver más claramente nuestra contexturas. Mis tetas eran succionadas sin perdón, a lo mismo que la intromisión de sus dedos en mis aberturas, mientras desprendía sus braguetas para hacer entrar en acción sus instrumentos.

En pocos segundos nuestras pieles se contactaban entre los tres, mi ansiosa boca pasaba de una verga a la otra sin reparo, las lamias, chupaba, mientras sus bocas y manos no dejaban de friccionar mi cuerpo, mis pezones eran  oprimidos y estirados en un alocado ritmo sin cuartel.

En determinado momento las caras de los chicos estaban muy cerca, así que tomándolos de la nuca traté de aglutinar sus bocas, que si bien mi hijo se contuvo, Tony fue todo lo contrario. Me atraía esa situación, de alguna manera estaba destinando ese acto que no sabía aun que sucedería.

Noté que Matías, iba cediendo en el sentido que ya buscaba mas a Tony, hasta que en determinado momento estaba lamiendo su verga, cuando mi hijo se sumo a esa labor, lo miré a los ojos, mientras al unísono disfrutábamos de ese instrumento, besando sus labios como en señal de aprobación.

El juego continuo, aunque mi propósito no llegaba a culminarse, a pesar de mis intentos, nuevamente fui el plato principal de ese nuevo festín,  primero fue mi hijo, mientras la intervención de Tony fue limitada. Para apenas acabase mi hijo, rápidamente me introdujo su aparato, sintiendo que su bombeo era bastante violento.

Acercado su boca a mi oído, para decirme

“Eres tan puta”

No sabía si tomarlo como un insulto o un halago, pero empecé a moverme a su ritmo, abrazándolo con mis piernas, tratando de oprimirlas contra su cuerpo, notando que su energía se incrementaba, su verga friccionaba mi cavidad vaginal de una forma ruda y atrevida, como dominante.

Comencé a gemir, sin dejar de moverme, estaba muy caliente, cuando saca su falo, me gira con la intención de buscar el otro conducto, pero lo freno en su intento, sin dejar de mirarlo a sus ojos. Y como en un acto de reproche, comienza a masturbarse, quedándome acostada observando su accionar, cuando ya estaba por eyacular, se me acerco a mi cuerpo para bañarme con su esperma. No hice ningún movimiento de repulsión, solo pase el dedo por mi  abdomen, probando su secreción, mientras me acerco a besarlo, susurrándole al oído:

 

“No soy tu puta, yo decido que es lo que deseo”

Aparentemente no le agrado demasiado mi postura, y ya no parecía ese chico tan dulce, no pasó más nada ese día.

DIA 4

Cuando me levante a la mañana siguiente, opté por quitarme mis bragas, sabiendo lo que haría Tony como todas las mañanas, decidida a aceptar cualquiera de sus intromisiones.

Apenas oí que se levantaba, me desabroche rápidamente el camisón, dejando ver mejor a mis gemelas, con mis pezones algo rigidos.

Apenas llegó le di mis buenos días con la mejor de mis sonrisas, pero solo me saludo secamente, sentándose cerca de la mesa, trate, de entablar una charla, pero contestaba con monosílabos.

No tenía dudas de que estaba molesto por lo del día anterior, abroché mi camisón, al rato llego mi hijo y desayunamos. Salí por la mañana a hacer unas compras, Tony no quiso venir y Matías decidió acompañarme. Regresamos cerca del mediodía, almorzamos,  el amigo de mi hijo continuaba molesto, opté por acostarme y que se haga lo que se le ocurra. Mientras estaba en la cama pensé de regresarnos, el objeto era pasarla bien, y resulta que se originan problemas, era preferible regresar a casa.

Cuando me desperté de la siesta, pensé que no debía darle importancia, y tratar de modificar el estado de este chico, termine de vestirme y me fui a la sala, puse de algo música, y me comencé a mover de una manera algo provocativa, Matías me observaba algo perplejo, mientras que Tony poco a poco fue aplacando su mal humor, no tardando en acompañarme en esos movimientos algo sensuales, pegándose bastante a mi cuerpo. Comencé a quitarme un suéter, desabrochando un par de botones de la camisa.

Tony fue copiando esa actitud, sin perder el ritmo, todo se iba desarrollando, lentamente, las miradas decían bastante, el ambiente se comenzó a transformar.

Tomé de una mano a Matías para que se sumase a ese baile, hasta que ambos se apoyaban contra mi cuerpo, algo cálido por esos movimientos. Hasta que finalizo esa pieza musical, acercándome al equipo para volverlo a repetir.

Comenzaron algunas caricias, donde trataba de evitarlas, como para hacerme desear, era evidente que el ambiente estaba comenzando a elevar la temperatura. Me quité las zapatillas, bajando algo del cierre del jeans, desabrochando otro botón, los cuerpos de los chicos se apretujaban mas al mío, surgiendo el dorso desnudo de Tony.

Cuando mi hijo desabrocha el último botón, para quitar la camisa, dándole un beso mientras lo hacía, desprendiendo mi corpiño, moviendo mis pechos encubiertos, hasta que Tony lo arrebata, para quedar mi dorso desnudo.

A partir de ese momento, ya todo se trastornó, me quitaron el jeans junto a mis bragas, ya Tony se había desnudado con su verga erecta, me tomó de los hombros para que me arrodillase, a lamérsela, que con total obediencia realice su requerimiento.

Tomé la mano de Matías, que observaba ese acto, haciéndolo arrodillar, invitándole a que me acompañase a complacer a su amigo, algo vacilante se hincó, y a dúo permanecimos deleitando del falo de Tony, que a pesar de estar mi hijo algo perplejo en lo que le estaba proponiendo, rápidamente fue acelerando su cometido, intercalando algunos besos conmigo.

Noté con que vehemencia lo mamaba, al igual que sus testículos, no dudé en que al verlo me excitaba. Sin lugar a dudas, después de una serie de juegos, me incliné a tener sexo con Matías, aunque no sé si esa era su intención. Tony observaba, aunque no tengo dudas de que deseaba vernos copulando, así que traté de demostrárselo sin quitar mis ojos de los suyos.

Apenas acabamos, Tony se acerco y después de tocar mis genitales, introducir sus dedos, una y otra vez hasta ponerme muy cachonda, me giró sobre la alfombra colocando mi cabeza sobre la misma, haciéndome elevar mi sentadera, sabia cual era su objetivo.

Estaba tensa a la espera de esa total intromisión, acompaño la raya de mi culo con su verga, sentí su saliva en mi ano, y su glande comenzó a buscar mi abertura, para tratar de abrirse camino a través de mi recto, sin demasiada sutileza, aunque la tardanza en dilatarse dificultaba la penetración, mientras dolorosamente palmo a palmo, fue  usurpando  la intimidad de mi recto, en un acto de poderío, mientras mi conducto iba cediendo a esa intromisión.

No quise demostrar dolor, conteniéndome para no gritar, cuando acariciaba mi espalda, y ante un impetuoso empellón sentí asentar la totalidad de su falo, pegando un fuerte grito por esa violenta intromisión, dejando sus genitales pegados a mis glúteos, anunciando que la totalidad de su miembro se cobijaba en mi entraña.

Mis gritos y gemidos parecía que lo provocaba, porque inicio una serie de empellones que se fueron  acentuando, produciéndome un ardor ante su paso, mientras su mano oprimía mi cuello contra la alfombra, dándome algunos fuertes chirlos en mis nalga, como de supremacía.

Con mi cara oprimida contra el tapiz, no me permitía ver su rostro, supuestamente lleno de satisfacción, disfrutando del culito de la madre de su amigo, solo era apreciar  a su verga, entrar y salir de mi recto. Intentaba oprimir mi esfínter tratando de aminorar su bombeo, pero me irritaba más.

Mi hijo miraba, algo perplejo, sin reflejar si eso que le hacía a su madre lo excitaba. Después de varios minutos más, mi conducto fue irrigado por su semen. Apenas quito su verga de mi culo, Matías se acerco a ver como estaba, lo bese y le comente que estaba bien.

Comprobé que a excepción de la primera noche el resto fui la que daba el puntapié inicial, aunque no me cabían dudas de que estar sola con Tony tendría más ocasiones, por supuesto que no podía separar a mi hijo.

Opte por decirle a Matías si quería dormir conmigo, miro a Tony y este hizo un ademan como aprobando la idea, como un bebe que lo llevan a la cama de sus padres, así parecía mi hijo.

Esa noche, me confesó que le encantaba verme, cuando Tony la copulaba, por la manera de gemir, como mi cuerpo se convulsionaba, que nunca pensó que no sentiría celos, cuando me  llevaba a un estado de total enajenación.

Que te sucede hijo”

“Me excita ver tu cuerpo desnudo convulsionándose, ver como tus cavidades son ultrajadas, tus gemidos.”

“No te incomoda, entonces?” le pregunto.

No sé si supiese que estas a solas con Tony”. Me dice.

Creo que eso no sucederá

La charla continuó, no por mucho tiempo más, me sentía tranquila, le digo entonces

“Que quieres hacer, estoy a tu disposición”

“Puede ser unos besitos?”

“Por supuesto, quieres acabar en mi boca?”

“Me encantaría “me dice.

Lo desnudo y lo acaricio suavemente, como cuando era un bebe, lo beso, succiono sus tetillas, viendo como su aparato se comienza a erguir, bajo, subo, lamo su verga. Hago una serie de juegos, por ultimo me quito el camisón, refriego mis tetas en su cara, y voy manteniendo un ritmo lento pero sin pausa.

Hasta que comienzo a chupar su verga, dejo, continuo, noto como su cuerpo comienza a estremecer, acaricio su abdomen, hasta que me dedico de lleno a su aparato, introduciéndola en mi boca totalmente, para iniciar un succión continua, y prolongada. Noto como su cuerpo se arquea ante mi impetuosa arremetida, beso y chupo sus testículos para volver a sorber su falo. Me agarra la cabeza, comenzando a gemir, como consecuencia de la venida de su eyaculación, lo hago más intensamente, hasta que siento su esperma expeler en mi recipiente bucal.

Continúe, hasta que sus convulsiones se aplacaron, tragando en semen de mi hijo, me acerque a su cara, para besarlo y lo acurruque, en pocos minutos dormía con un rostro de felicidad. Pensé en ir a la habitación de Tony, pero sentí como que engañaba a Matías.

Así que me dormí agarrada a mi hijo, contenta de sentirlo.