Hola me llamo Juan y mi esposa Montse llevamos 25 años de matrimonio con un hijo de 20 .
Hola amigos les contare de cómo empezó nuestras aventuras de intercambio de parejas en locales swingers.
Somos un matrimonio feliz pero como muchos la monotonía en el sexo me llevó a un día plantearle a Montse que porque no entrábamos en nuestros juegos a otras parejas.
En un principio fue reacia, pero yo sabía que el morbo la haría cambiar de idea.
En eso que una de tantas cenas con amigos salió el tema y la cosa se fue animando hasta el punto de con la complicidad de otra pareja quedamos en ir un día.
Así fue un sábado por la noche después de cenar y un poco bebidos fuimos al mejor local swingers de Barcelona.
Al entrar nos explicaron las normas y nos enseñaron todos las estancias.
La madame al vernos primerizos nos recomendó primero entrar en la sala oscura.
Se trata de entrar con tu pareja y bailar pegados sin ver absolutamente nada.
Montse y yo nerviosos bailábamos casi sin movernos y de pronto una pareja nos roza y el empieza a tocar a mi mujer.
Montse excitada se separa de mí y se une al tío y yo a la mujer de este.
Empiezo a sobarla y suspiraba de caliente que estaba le magreo las tetas sacándolas fuera del vestido y nos besamos con pasión.
Ella empieza a urgir en mi boca con su lengua y yo empiezo a bajar mi mano hasta meterla por debajo del vestido uffff qué sorpresa no llevaba bragas jeje toque su chochito empapado de jugos y fui metiendo los dedos por el.
Ella me bajó el pantalón y como un resorte salió mi polla disparada me pajeaba despacio y sentía un escalofrío de placer.
No tardó ni un minuto en agacharse y meter mi polla en su boca joder como la mamaba uffff no quería venirme y tuve que hacer esfuerzos para ello.
Yo la quería corresponder y agachándome por detrás de su cuerpo como podía le chupaba su hermoso culo introduciéndole todos los dedos que podía en su chochito y culito.
No perdía de vista a Montse la cual estaba chupando la polla del tío con gran entusiasmo y el hacía lo mismo que yo tenía la mano en su chocho seguro empapado de jugos por el morbo de la situación.
Nuestros amigos debían estar haciendo algo parecido no los veía por la oscuridad de la sala.
Es increíble el morbo que causa el estar con alguien al que ni tan siquiera sabes cómo es su cara jejeje.
Tuvimos un orgasmo los cuatro sin duda, las mujeres por sus chillidos y tanto el tío como yo escupimos esperma más o menos al mismo tiempo.
Tanto Montse como la tía que estaba conmigo tragaron gustosas la lechada.
Una vez recuperados nos medio vestimos y salimos afuera juntos.
Nos dijeron queréis tomar algo en la sala de fumadores?
Perfecto, respondimos tanto mi mujer como yo nos gusta fumar un cigarrillo de vez en cuanto.
Nos presentamos ellos eran una pareja de jóvenes Argentinos súper guapos simpáticos muy agradables no tenían aún los treinta.
Montse y yo pensamos que suerte divina juventud para unos maduros de 52 y 49 jeje.
Fue un premio delicioso que nos ha hecho adictos a los locales swingers.