Los caminos del Señor son inescrutables y las formas en que se manifiesta tan variadas que nunca podemos decir lo que nos espera al abrir la puerta a un trío de apóstoles.
Unos colegas salen de marcha con una chica a la que se intentan tirar. Pero las circunstancias hacen que ella termine en la playa con nuestro protagonista.
Una mujer y su marido se excitan fantaseando a cuenta de un vejete que requiebra a la mujer cuando pasa por el parque. Las versiones de ambos sobre el hecho tiene sustanciosas diferencias, pero un alto voltaje sexual.