La sensación de poder, de dominar, de tener el absoluto poder sobre una mujer es una sensación que la mayoría de los hombres sentimos como una de nuestras grandes fantasías, pero ¿y si fuese al revés? Ser el dominado, ser la puta totalmente entregada a la enorme polla de un hombre? Puede que sea una fantasía más o puede que no.
Sandra está como loca por el dueño de la casa. Antes de que se lo espere recibira lo que desea.
A veces, la fantasía y los instintos pueden hacer que pierdas la razon. Pero puede que en ese momento tengas el orgasmo de tu vida.