Intimar con Willy, es punto y aparte. Este señor está lleno de excitantes ideas y goza hasta el delirio con mi redondo y abultado culo, haciéndome derramar a cántaros.
Lo conocí en el hospital cuando estaba a punto de nacer mi bebé.
Aunque tenía temor por lo que había pasado con mi novio, mi jefe me hizo aullar de placer.
Continuación de mi primer relato: "El panameño"
Hice realidad la fantasía de mi marido, empalándome en una enorme verga.