Sigue el relato intimo de sus experiencias.
Una mujer se sincera con su diario, tars descubrir el sexo demasiado tarde... o no?
Un profesor enseña idiomas a un matrimonio.
Segundo capitulo de Una zorra para dos.
Algunos apuntes sobre la infidelidad de una esposa.
¿quien mejor que un buen amigo, para descubrir las cualidades de infidelidad de tu mujer? Cuando los sueños se hacen realidad.
El marido facilita una cena para que su mujer caiga en brazos de un nuevo amante negro, la gran ilusion de ella.
Despues de estar con uno de sus amantes, el marido complaciente tambien disfruta de la excitación de su mujer.
Una cita que termina de forma inesperada.
Una hembra muy activa.
Un viejo amigo se presenta tras su divorcio en pleno fin de año... y tiene su recompensa...
La fiesta de fin de año vuelve a repetirse unsod ias despues... ella por fin da la talla que el amigo espera...
Dieter y Mark avanzaron hacia el cuerpo de Jana tendido en el frió suelo de piedra. Mark se sorprendió de su estado, su cuerpo no parecía tener ni un lugar donde una herida o moradura no hubiera marcado su espacio.
pronto me di cuenta de que no pensaba en nadie más, sólo en asumir el dolor que aquella situación me estaba produciendo, en vivirlo y sentirlo en cada parcela de mi cuerpo y mi piel.
Jana se dirigió hacia la puerta, en el salón su marido y Mohad hablaban seguramente sobre ella y sus habilidades.
Jana, había regresado de África, tras se sometida y esclavizada allí, pensando que se cerraba un capitulo de su vida y podría volver a recuperar su estatus social, su vida familiar y laboral nada más lejos de la realidad.
El hombre se coloco tras de mi, me hizo levantar los brazos y los ato a unas argollas que pendían de unas cadenas desde el techo, luego oí un chasquido y las cadenas se tensaron elevándome hacia arriba quedando apoyada por las puntas de mis pies en el suelo.
Pasados unos minutos los hombres fueron retirándose y tan solo quedaron el capataz y algunos de ellos. Mi amo ya hacia tiempo que había abandonado el lugar.
Estudiantes universitarios que comparten piso, buscan mujer casada para que les sirva de estufa. La alquilamos a su marido.
Unos minutos después aparecieron las dos esclavas jóvenes que ya conocía. Me levantaron del suelo y me ayudaron a salir del establo.
Sentí que corría por un hermoso jardín, pero me dolía el cuerpo, mis articulaciones, y mi boca estaba como adormecida, una suave lluvia caía sobre mi piel tratando de mitigar el dolor.
Desperté toda dolorida y magullada sobre mi celda de suelo de paja. Se oía fuera el rumor de los nativos, pero no sabía que hora era.
Una sensación de ahogo me hizo despertar, gran cantidad de agua fría caía sobre mi cara y mi boca y después por todo mi cuerpo. Los dos hombres que me habían "preparado" para la fiesta de la noche anterior, me rociaban con mangueras de agua a presión.