Y entonces la ví. Entre los espectadores una cara inolvidable, la de la grandísima hp que me jodió la vida, la abogada de mi ex, la que se ensañó hasta la ruina económica y personal.
Las vueltas que da la vida a veces te dan la oportunidad de resarcirte de un mal trago. Estos son los antecedentes... en el proximo el desenlace
Finaliza la "visita" de Rubén, una noche salvaje... quizás demasiado para ciertas sensibilidades. Pero bueno, el lector de esta categoria ya sabe que puede pasar.
AVISO DE NAVEGANTES: Entra en escena un tipo amante del BDSM, seguramente este relato encajaría también a la categoría sadomaso pero como solo se puede elegir una. El relato sigue desarrollandose solo con dialogos, sin leer los capitulos precedentes puede ser dificil de seguir.
Casi treinta tías de juerga con unos niveles de alcohol en sangre que les dejarían sin carnet de conducir bastantes meses, "recluidas" en una sala de boys con taparrabos... aderezalo con la calenturienta mente de Carlos y la complicidad de Jessi. ¿Qué podría pasar?
Nueva experiencia para Jenny, una mujer la usará, disfrutará ...y se apiadará de ella.
¿Cual es el límite de la degradación? La humillación de Jenny supera lo que jamás pudiese haber imaginado... y no parece que haya acabado.
Carlos pone a prueba la quebrada voluntad de Jenny... es el inicio de su degradación sin límite.
"¡Coño! si ha estado a punto de meterme un rodillazo en los huevos!... Ha sido solo una caricia en el estómago... ¿ves? ya está más tranquila."
"Es mi casa, pongo lo que me da la gana... Esa cara tuya maquillada con mi leche me encanta... Me pone como una moto. Sobre la tele quedará estupenda."
"Si supiera como va eso de los mensajes multimedia te enviaba una foto Lo tienes crudo, tío la tía ésta está en la puta ruina ¡Cómo no le cobres en carne, como hago yo!"
"¿Lloras? Es delicioso, la altiva Jennifer llorando mientras me come la polla para, para... no quiero correrme aún... levanta"
"Se hizo el despistado... o quizás no entendía muy bien la proposición, o no acababa de creerselo y, por lo menos, se quería llevar un buen magreo de su culo prieto..."
Jenny va descubriendo las duras condiciones de su "rescate financiero"... (Es divertido esto de escribir un relato sin descripciones, solo con diálogos. ¿Lo sigues bien?)
Jenny ya ha empezado a tomar decisiones... pero no parece que vayan a dar el resultado que esperaba.
Una mera introducción. Presentación de los personajes y la causa que hizo dar un giro radical a la vida de Jenny.
"... se estaba masturbando ansiosa. Veía su cara apoyada sobre el sillón, hacia mí. De vez en cuando abría los ojos, me miraba, sonreía y volviéndolos a cerrar se relamía los labios sacando buena parte de su lengua "
Para "celebrar" que hoy soy el autor del día, ahi va un anticipo de la "saga" de Silvia H. "... Jeje, ya habeis dado tema para una canción al rapero del segundo, jeje... pobre chaval... ese se la casca en el ascensor!..."
Seguía llevando el collarín... lo llevaba tan natural que creo que ni se daba cuenta. Pero el dependiente sí, por supuesto... y también estaba seguro de que algo de lo que había acontecido en la habitación debía haber llegado a sus oidos... y su entrepierna, pues presentaba un bulto delatador.
No tenía las piernas cruzadas, sino ligeramente abiertas, lo que debía ofrecer una estupenda visión al dependiente que, agachado ante ella, no mostraba el más mínimo interés por terminar de ajustarle el zapato.
Ella se enganchó a mi cuello y correspondió a mi beso siguiendo con su lengua la mía cada vez que se retiraba de su boca. Cuando mis dedos lograron meterse completamente en su coño dió un respingo gimiendo...
Pedro iba recorriendo con la punta del hielo los hombros, luego columna abajo, hasta las manos cruzadas... Silvia se arqueaba a cada movimiento del hielo, a veces intentando evitarlo, a veces como buscándolo... ahora el cuello, ahora bajando por sus pechos hasta el pezón.
Deliciosa visión...boca abajo en la cama, con las piernas abiertas, las manos cruzadas en la espalda y un culo suave, respingón, ofrecido, una tentación... no pude evitar darle un sonoro azote con mi mano que quedó marcada en rojo sobre su nalga. Su grito fue seco y breve.
(...)La conversación siguió, lógicamente, hablando de tías. De reojo iba echandole un vistazo a Silvia. Seguía con las amigas, de vez en cuando echaba la mirada hacia algun lado(...)
Llegan las copas, los corrillos de pie agobiando a los dos barmans y la rubia que, mirándome a los ojos se dirige hacia mi. Juro que no se si su caminar atrajo las miradas de los demás pues mi vista se focalizó en esos poco mas de 67 cts. de cintura que se acercaban y en cuanto llevaban arriba y ab