Mabel vivía en un barrio privado, llevaba 5 años casada con un rico empresario que la mantenía con todos los lujos, a quien ya no amaba pero seguía a su lado porque se había acostumbrado a su estilo de vida.
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Le empezó a hacer cosquillas, Lidia se retorció y las dos se cayeron al suelo sin dejar de reír. Lidia estaba sobre ella, la abrazó, la besó muy pasional de lo feliz que la hacía, e hicieron el amor allí en el suelo.
Le dijo todo eso al oído y aunque a Alba le enterneció trató de permanecer firme con su enfado, pero Thalia ya había puesto una mano en su rodilla y no pudo escapar de sus ojos picarones. La besó y puso su mano en su nuca, enredando sus cabellos en sus dedos. Thalia le mordió el labio inferior y Alba echó a reír, sus mordidas le daban cosquillas.
Acabaron de cenar y estuvieron viendo un poco la tele las dos abrazaditas, pero Lidia tenía la mirada perdida, estaba toda pensativa, no miraba a Mariana y ella notaba que le pasaba algo.
Alba se había sentido la mas tonta de las tontas por haber besado a Raquel y más lamentaba que la familia de Thalia no estuviera de acuerdo con su relación. Ella le propuso mudarse juntas a un departamento, ya que no tenía ganas de seguir viviendo con su familia. Alba estuvo de acuerdo y buscaron departamentos para alquilar en Internet.
La volvió a besar, y Thalia la agarró de la nuca empujándola mas hacia ella, hasta arrugarle la naríz contra su mejilla. sE levantó de la silla y la abrazó presionándola con fuerza contra su cuerpo sin dejar de besarla. Sus labios frotaban los suyos cuando le dijo que la perdonaba y que la había extrañado todo ese tiempo.
Antes de que pudiera darse cuenta, Raquel la estaba ayudando a quitarse la prenda y fue con ella al baño. Tapó el lavamanos y lo llenó de agua fría. Usó un jabón con un riquísimo perfume a jazmines, terminó de enajabonar la blusa y la colgó en el pequeño tendedero de la cocina. Volvió al sofá y se sentó junto a Alba, quien estaba en sostén, tapándose con un almohadón.
Mariana se despertó temprano, con mucho cuidado cogió la mano de Lidia que estaba abrazándola y la separó de ella. Quería prepararle el desayuno y Lidia estaba profundamente dormida así que aprovecho para ir a comprar que tenía poco para desayunar. Lidia estaba con los ojos medio abiertos y al abrirlos de todo y al ver que Mariana no estaba en la cama se empezó a preocupar. Se vistió y recorrió toda la casa en busca de ella pero no la encontró, estuvo un poco esperando cuando sonó el timbre y fue a abrir.
¡A pedido del público! jajs! ;-)
La chica comenzó a subir y Alba la observó atentamente. Era una chica muy linda, rubia, alta, de piel muy blanca y ojos redondos. Parecía una de esas modelos rusas que solo se ven en las revistas de Vogue.
Por primera vez la vio sonreír y le pareció mas linda de ese modo.
Vera y Edith eran pareja y siempre habían fantaseado con tener un trío con otra chica, por lo que cuando se quedaron solas con su amiga Sabrina después de su fiesta de cumpleaños, decidieron hacerle un último regalo.
Se levantó de un salto y le empezó a pegar en la cara con la almohada. Thalia le devolvió el golpe e iniciaron una guerra de almohadas que terminó en guerra de plumas, con las fundas vacias y la habitación repleta de plumas blacas hasta en las paredes.
Primero la vio de espaldas, llevaba una musculosa muy escotada detrás que permitía ver unas alas de mariposa monarca que parecía que aletearían en cualquier momento. Cuando la chica se dio vuelta, Daria por poco se queda con la boca abierta.
Salió a la galería, a buscarla, y entonces la vio. La sonrisa se borró de su rostro al instante en que vio a un chico rodeándola con los brazos alrededor de su cintura, Thalia le sonreía, esquivaba sus besos y meneaba la cabeza tratando de zafarse de esos brazos musculoso.
Un clásico que no pasa de moda.
Primera experiencia (fugaz) lésbica.
A Fatima le gustaba quedarse a dormir en casa de su tía, porque sabía que era lesbiana y que las amigas que le presentaba eran en realidad sus amantes.