Un desafortunado incidente termina con un torrido encuentro con mama
Los juegos entre los miembors de la familia tiene un resultado inesperado.
La puerta se había abierto y una sombra avanzaba por el dormitorio. Un nuevo rayo ilumino la figura que se movía sigilosamente logrando distinguir quién era. -¿Olga? susurro Javier para no despertar a su mujer. -Sí, soy yo dijo la joven casi en un murmullo, acercándose al lado de la cama de su padre.
Una joven liberal hace que surjan los mas bajos instintos de su familia de acogida.
Sí, te digo a ti. Vas hacer clic con el ratón en este relato. ¿Estás a la altura?¿Sabrás darme todo lo que necesito?...
Un tropiezo con un desconocido en una calle de un lejano país termino con una visita inesperada, una apasionada infidelidad y una noche de sexo salvaje como jamás había vivido.
Hizo una pausa, me quito la camiseta y ante el aparecieron mis redondos, duros y sensuales pechos. Mi padre se abalanzo sobre ellos, su lengua los degustaba, los recorría, sus labios y sus dientes se apoderaron de mis sensibles pezones, mientras sus manos recorrían mi cuerpo.
Lo que iba a ser un aburrido fin de semana en la boda de mi prima, se convirtió en un fin de semana de reencuentros inesperados con dos hombres que hacía tiempo que me deseaban.
Carlos estaba totalmente desnudo, pese a su edad tenía un cuerpo definido y musculoso. Se agacho junto al ataúd y saco el cuerpo que contenía depositándolo en la cama.
Mi mano bajo su cremallera y entro en su pantalón. Acaricie suavemente, sobre su bóxer, su polla totalmente erecta. La saque de donde se ocultaba y comencé a lamerla y chuparla, recorrerla con mi lengua y a jugar con el rosado capullo entre mis labios.
Revuelvo el agua con la mano. La encuentro tentadora. Un pensamiento brota en forma de apetencia. Una apetencia desaforada y urgente. Tengo que bañarte. Pero estoy en pijama, no tengo el bañador, y una idea surge, no voy a subir a por él. Hay algo incitante, íntimo, salvaje, afín con la naturaleza, en el hecho de sumergirme ahí desnuda. Con prisa empiezo a quitarte el pijama, tirándolo sobre la hierba. Siento la grata caricia del sol sobre la piel y enseguida me lanzo como una carpa entre las aguas
Yo miraba por la ventanilla, mientras Javier conducía, íbamos en silencio y de vez en cuando lo miraba y sé que el también me miraba, algunas vez coincidimos y rápidamente el volvía a mirar al frente y yo a mi ventanilla. No puedo evitar pensar que tiene muy buen cuerpo, se nota que se cuida, y creo que se estaba empalmando porque en una de mis miradas no pude evitar fijarme como en la zona de la bragueta crecía un bulto
Cierra los ojosme dijo. Me di cuenta en ese momento que no estaba realmente preparara para lo que iba a pasar. Pero ya no podía dar marcha atrás, había jugado demasiado fuerte. Hice lo que me dijo y cerré los ojos. Sentí como sus manos sujetaban mi nuca con ternura y sentía su aliento cálido en mi cuello
Pase a la pequeña habitación que me indico la enfermera y comencé a desnudarme. Debería haberme quitado todo, pero no sé porque solo me deje la braguita
Un juego muy caliente a tres bandas fue el culmen de una tarde que se presentaba muy aburrida. Aunque el juego de sumisión de la pareja les hizo echar chispas
Olga abrió la puerta. Olga estaba descalza, llevaba puestas unas braguitas, pequeñas, tipo bikini, con la cintura muy baja y una camiseta recortada por encima del ombligo. En el vientre, bajo la camiseta, tiene un tatuaje, una especie de rama espinosa que le sale del pubis. Olga le invita a pasar.
. Las luces se apagaron y Olga instintivamente agarro el brazo de Luis. Unos segundos más tarde las luces de emergencia se encendieron. . Olga instintivamente abrió sus labios y sus lenguas chocaron. Luis pasó su mano por la espalda de Olga, buscando su cintura. Introdujo la mano bajo la camiseta y desabrocho su sujetador.
Pasados unos dias desde la fatal averia y apasionada noche, tengo un nuevo encuentro con mi salvador mucho mas caliente y morboso.
Despues de concertar una cita con mi doctora, pasamos un largo y apasionado fin de semana en una isla.
Despues de diez dias sin ver a mi doctora, tenemos un encuentro muy caliente en mi despacho.
Una visita rutinaria al médico por una leve molestia me hacer tener una de las experiencias más maravillosas y morbosas de mi vida
Como mi chico se relaja conmigo en un sueño. o no
Un inoportuno pinchazo llevo a una noche muy movida.