Cogí otro hielo, me lo metí en la boca, y fui hacia sus tetas, deslizando el hielo por ellas, rodeando los pezones, y jugando con ellos, con mi lengua fría. El quinto hielo, lo puse en su boca, y besándola con lengua me lo lleve a la mía. Con mi lengua fría, empecé a jugar con su clítoris...
Mi chica, me miró sonriéndome y se puso sobre mi, para hacer un 69. Se acercó a mi sexo y empezó a jugar con mi clítoris en su boca, pero se había puesto de tal forma, que yo no podía llegar a su sexo.
Me puse entre sus piernas, besando y acariciando cada centímetro hasta llegar al tanguita negro. Me fui acercando lentamente, y besé su sexo por encima de la tela. Sentía su calor, y su humedad. Subí mis manos a sus caderas y fui bajando el tanga poco a poco hasta quitárselo de una vez.
- Tienes que ser silenciosa, que mi familia está en casa y si no, nos pillarán. De ahora en adelante, mando yo. ¿Te queda claro?
Poco a poco, mis manos fueron bajando hacía sus piernas, dándole suaves caricias hasta que se posaron sobre sus piernas. Mis dedos se pasearon por su rajita,tanteando la humedad por encima del culot.
Ella estaba cogida por sus piernas a mi cuerpo, así que con la otra mano, la pase delante y empecé a tocar su clítoris. Puso su boca al lado de mi oreja, y al estar más alejadas de la gente, empezó a gemir a milímetros de mi oreja.
Abrió mas las piernas, poniendo una a cada lado de la silla y dejando a mi merced toda su entrepierna para mi. Llevaba unas mallas negras muy finas, y prácticamente podía notarlo TODO en mis dedos.
Obedeció dejando a la vista su precioso cuerpo con ese tanga rojo que tantas veces he arrancado a mordiscos.
Empezó a subir por los muslos, acercándose peligrosamente a mi zona cero. Estaba muy caliente. Sentía como cada vez estaba más cerca de mi sexo...
Necesitaba sentir mis dedos entrando y saliendo de mi, así que me tumbé en la bañera...
Hice que sentara en el borde del asiento y empecé a bajarle el tanga... Me miró con los ojos como platos. Me levanté y le comí la boca con mucha lengua, un beso muy húmedo. Fui hacía su oído: -Déjate hacer...
Voltee a mi chica poniéndola de cara a mi de pie contra la pared y la besé con mucha pasión. Fue un beso muy guarro. Empecé a quitarle a ropa muy rápido mientras íbamos hacía la habitación.
Era el último día del año y le tenía preparado muchas sorpresas a María, quería que fueran unas vacaciones inolvidables, y de momento lo estaban siendo.
Este último mes Maria y yo apenas habíamos tenido tiempo para estar juntas y estábamos deseando que llegaran estas mini vacaciones para poder estar juntitas por fin.
Despúes de tres meses separadas por fin iba a ver a mi chica...