La realidad de su cuerpo maduro y natural supero mis sueños eroticos
Los mejores polvos con mi ex mujer eran sin duda los del sábado por la noche. Os diré por qué.
Arrodillado delante de ella, de pie y con su pierna derecha en la cama, comencé a besar su abultado coño e inmediatamente me llegó su olor a hembra a través de esas deliciosas y empapadas bragas.
Así me gusta a mí hacerlo... y ellas lo han agradecido...