Un día estaba tomando un café en una cafetería del centro de la ciudad y quedaban muy pocas personas la noche se echaba en cima y la gente se marchaba, yo me había fijado en la camarera
Después de varios días llamándote por teléfono accediste a quedar conmigo para charlar de lo que nos había sucedido e intentar arreglar lo nuestro, yo estaba muy nerviosa pues sabía que era una oportunidad única, pues tú estabas muy enfadada y disgustada conmigo.