El sexo anal es para muchos hombres una fantasía poderosa. En este relato os contaré como me estrené en esta práctica que terminó por convertirse en uno de mis placeres favoritos.
Poco a poco fui descubriendo que mi ano causaba una atracción descomunal en los hombres. Desde las primeras experiencias hasta el momento en que por fin practiqué el sexo anal, el proceso estuvo cargado de pasión y erotismo.
Os voy a contar como uno de mis lectores me convenció de enviarle una braga usada, impregnada del olor de mi coño, sudada y llena de los restos de mis aventuras. Un regalo que jamás podrá olvidar
El sábado pasado, luego del concierto de Ricky Martin en Sevilla, Ester y yo terminamos en la terraza de su casa, bebiendo y fumando y contándonos guarradas, entonces aproveché para acercarme más a ella y terminé degustando el salado néctar que emana de su coño. ¡Fue una delicia!
Hola, soy Sajar otra vez. Quiero contaros un relato en el que la verdadera protagonista son mis bragas olorosas y el fetiche tan poderoso que causan. Bueno, yo también siento fascinación por el olor de un coño bien sudado, así que acompáñame una vez más y te sorprenderás con mis guarradas...
Hola, soy Sajar otra vez, quiero contaros que me escapé el fin de semana con mi un nuevo amante y cuando regresé a casa mi esposo me folló tan de inmediato que no me pude sacar la leche que llevaba dentro, así que el pobre tubo que batir y comerse todo lo que había en mi culo y en mi coño...
Os relataré como una noche de fiesta puede terminar con mi salvajemente, con mis orificios penetrados y palpitantes y mi rostro cubierto de exquisito semen tibio y viscoso.