Al final pude follarme a mi compi del curro.
¡Que nervios tener que ir a urgencias! Aunque luego todo fue a mejor....
Han pasado 7 años y aunque Susana ya no va al instituto, sigue siendo una guarrilla.
Mi compañera Susana es una calentorra y aquí os lo cuento todo.
Segundo día en la playa con mi madre y esta vez ya me dejó hacerle el amor.
Esta vez la cosa se complica bastante...
Durante los últimos 5 años he estado sin vacaciones. He sido un mal estudiante y he tenido que quedarme en la ciudad recuperando asignaturas y cursos. Ahora, por fin he terminado mis estudios, y puedo irme de vacaciones.
Siguen las desventuras de Lola, una chica que solo buscaba trabajo y acabó convertida en una puta.
Mi hija y yo seguimos haciendo el amor, aunque esta vez ya no voy a visitarla a la universidad.
Tercera parte de los encuentros entre este padre y su hija, en los que esta vez se unió alguien mas.
Mi hija y yo volvemos a hacerlo en la universidad, pero esta vez quiere cambiar de sitio y hacerlo en un bonito hotel.
Una visita a la universidad despierta un deseo dormido de un padre hacia su hija.
Continuan las aventuras con mi madre, solo que esta vez algo se torció.
Parece mentira como una simple prenda sexy pudo salvar nuestro matrimonio.
Lola tenía 19 años cuando llegó a la ciudad. Venía de un pequeño pueblo cerca de la capital. Su tía conocía a Manuel, un señorito de los de entonces, que vivía con su mujer y sus tres hijos en un casoplón de la capital. Fue ella la que la recomendó a Manuel para que le sirviera en su casa.
El relato anterior lo publiqué como microrelato, pero esta vez ha dado mas de si y lo he publicado en amor filial, aunque también podría ser una fantasía erótica.
Es infidelidad, aunque no del todo. Pero bueno, si lo es.
Continuan las aventuras de esta familia incestuosa
Somos una familia que ha descubierto el incesto.
Un hombre, sin éxito con las mujeres, decide fabricarse a su mujer perfecta.
Estaba en casa solo, viendo porno, cuando mi madre llegó a casa de la compra. Aunque estaba en mi habitación, mi reacción fue bajar la pantalla del portátil rápido y quedarme en silencio.
Le pido a la chica de la farmacia que pruebe los preservativos que compré, conmigo
Mi papi y yo seguimos haciéndolo.
Seguimos con la mudanza mi tia y yo.
No quería conocer a mi tía, pero al final fue lo mejor.