"... Don Erick no cabía de la impresión, tener sepultada su vergota entre esos melones era todo un espectáculo, y con mayor razón cuando la caliente joven apretó sus tetas para luego iniciar un movimiento de arriba abajo con ellas...".
Una voluptuosa joven descubre que la vida no está en blanco y negro, sino en una escala de grises...