Me senté en la cama y la abracé por la cintura atrayéndola hacia mí, volvimos a besarnos, sentí el delicioso sabor del alcohol en su lengua. Yo acariciaba sus tetas, su espalda. Entonces ella abrió sus piernas, dejando en medio una de las mías frotando su vagina...
Comenzamos a besarnos nuevamente hasta que Beth se acomodó sobre mí y siguió besándome los labios y el cuello. Yo la tomé por las nalgas para levantarla un poco y deslizar mi mano por dentro de su pantalón hasta llegar a su vagina. Ella estaba empapada ...
Beth se puso en seguida de rodillas y llevó sus labios a mi coño que ya estaba empapado a causa de sus besos y comenzó por dar leves y deliciosas lamidas. Poco a poco fue subiendo de intensidad y yo abriendo más mis piernas para dejarla comerme toda