Nuestro protagonista narra las excelencias del tipo de físico de la mujer que está delante de él en la cola del supermercado y el efecto afrodisíaco que le produce su contemplación.
Un marido sospecha que su mujer puede ponerle los cuernos cualquier día, porque ya le gusta exhibirse desnuda ante jóvenes que pueden tomarla en cualquier momento. Y a él le excita verlo....
El marido contempla escondido cómo su mujer es follada y sodomizada por primera vez por un amigo de ambos y cómo ella se masturba recordando el encuentro. Se reúne con una amiga a la que cuenta todo y con la que folla hasta el amanecer. Luego pone en marcha un plan para hacer un trío con su mujer y su amigo.
Una mujer, sabedora de su carga sexual y sensual, se masturba ante un hombre, dándole un espectáculo al que asiste como espectador inmóvil, hasta que se ofrece a él, a punto del orgasmo mutuo.
Dos conocidos a través de la red quieren realizar su fantasía: masturbarse frente afrente, solamente ver el placer del otro y el de mostrarse en ese acto íntimo.
Una mujer, viuda desde hace poco tiempo, comienza a despertar del letargo sexual en el que ha vivido todos estos años, desde un acontecimiento sin aparente importancia: ver a una pareja haciendo el amor en la casa vecina.
Un maridito vistiendo bragas y siendo encornudado por su mujer para gran felicidad de ambos...
Nuestra pareja de lascivos exhibicionistas se propone hacer el amor en un jardín de un hotel donde se celebra una boda cuando se percatan de la presencia de otra pareja de semejantes intenciones.
Un marido observa cómo su mujer es follada por el joven y apuesto vecino, dentro del ascensor. Al llegar a casa remata el trabajo tomándola contra la pared, en la entrada de la casa.
Un cliente de una casa de baños observa por una ventana los juegos amorosos de la pareja que ocupa el reservado contiguo.