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Primera experiencia

en Gays

¡Hola amig@s!

Deseo relatarles mi primera experiencia homosexual. Soy un chico español, de Madrid, tengo 16 años y lo que voy a contarles me ocurrió el verano del 2001 (cuando tenia 15) Les diré que mido 1.90, peso como 86 Kg, soy de tez morena, con el pelo negro y cortado al cero. Cuerpo atlético y de complexión media. Soy lampiño y apenas tengo vello en el cuerpo. Bueno sin mas rodeos aquí les dejo mi experiencia:

"Desde pequeño siempre me han atraído los hombres. Eso lo sé desde que tenia 13 años, cuando tuve mi primera erección viendo un comic en el que dos hombres se follaban. Y aunque sabia de mis preferencias sexuales, estas siempre fueron mi secreto, porque era bastante tímido y no sabia que hacer con alguien de mi mismo sexo. Los años fueron pasando y solo me entretenía en hacerme pajas. Espiaba a los travestis como follaban o como la mamaban, luego me hacia una paja y me iba a casa.

El año pasado cuando termine el curso, todo con muy buenas notas, mi abuelo me regalo 50.000 Ptas. de premio, por haber sido el primero de la clase. Al día siguiente y por la noche, me arme de valor, y en mi moto me fui a la Casa de Campo. Pensaba que hoy era el día, era mi bautizo. Estuve un rato dando una vuelta por ahí hasta que vi a una morenaza que estaba muy buena. Era alta, pelo largo negro, con pechos grandes, buen culo y preciosa. Pare y me puse a hablar con ella. Me dijo que se llamaba Alexia y que era de Republica Dominicana. Yo estaba súper cortado pero le pregunte que cuanto costaba. Creo que ella intuyo mi nerviosismo y me pregunto directamente:

-¿Eres virgen?

-Si, la respondí.

-En ese caso y como me gustas mucho podemos hacer una rebajita- agrego.

Le pregunte que donde podíamos ir y me dijo que aparcara la moto y que detrás de unos árboles que estaban cerca. Empitone la moto y con el casco en la mano la seguí.

Recuerdo su contoneo y como movía el culo debajo de una minifalda que me quitaba el hipo. Cuando llegamos, deje el casco en el suelo y la di tres mil Ptas. Ella empezó a quitarse una camiseta y la mini, quedándose tan solo con una diminutas bragas rojas y unos zapatos de tacón. De pronto se puso a acariciarme e hizo que me quitara la camisa que llevaba. Al notar sus largas uñas pintadas de rojo, en mi pecho, mi polla se puso súper dura, como queriendo salir del pantalón.

Alexia me daba pequeños lengüetazos en mis tetillas, y me besaba el cuello. Yo ya estaba completamente excitado y busque su boca. Ella se negó y siguió lamiéndome mi pecho. Con una mano me abrió la bragueta y mi pene como un resorte salió al exterior. Yo nunca había sabido que tenia buena polla, hasta que ella la cogió y me lo dijo: -Papacito, que grande y hermosa chinga tienes. Mi amor- Y sin mas, se agacho y se la metió en la boca.

Apenas dos minutos y le avise que me corría. Se levanto y haciéndome una paja me fui, momento que ella aprovecho para darme su lengua y morrearnos durante largo rato.

No se porque, pero me agache y le busque su entrepierna, encontrando una polla negra larga y delgada. Como ella me la metí en la boca, y empecé a mamarsela. Ella notando mi inexperiencia, me decía como tenia que hacerlo. Estuve bastante rato mamando aquella verga que ya no cabía en mi boca. Me levante y la bese. Le dije que si quería follarme y me dijo que sí.

Nos volvimos a besar y de poco a poco, me dio la vuelta. Se agacho y empezó a meterme la lengua por mi agujerito, haciéndome ver las estrellas. De su bolso cogió un gel y empezó a lubricarme. Un dedo, otro, hasta que logro meterme tres dedos a la vez. A mí me dolía, pero no decía nada tan solo cogía aire y lo soltaba muy despacio. Me pidió que se la volviera a mamar. Cuando la tuvo en su pleno apogeo me dio la vuelta y me dijo que echara mi cuerpo un poco para delante. Puso la punta de su pene en mi entrada y apretó muy despacio.

Enseguida note como entro parte de su polla a la vez que un dolor inmenso me recorría todo el cuerpo. Se lo dije y me dijo que paraba pero que no la sacaba para dilatarme bien el esfínter. Poco a poco siguió, aunque a mí me seguía doliendo. Después de un rato que me pareció interminable, note como sus testículos rozaban mis nalgas. Ella me dijo al oído que ya estaba toda dentro y que se movería muy despacio para no lastimarme. En cuestión de un par de minutos, el dolor desapareció y un placer indescriptible me lleno por completo, tanto que ya no podía parar de decirla que me follase, que me encantaba tener su polla en mi culo, que no parase, que me diera fuerte, muy fuerte. Alexia cada vez se excitaba mas, clavándome sus uñas en mi espalada y dándome palmadas en mis nalgas.

Yo estaba en un placer que nunca creía que podía existir. Empezó a anunciarme a que se corría por lo que sus envites eran más fuertes hasta que sentí como su verga se hinchaba dentro de mi culo y ella se corría. Al poco me soltó y yo caí al suelo casi desmayado. Se sentó encima de mi camisa y me beso. Me acaricio con sus largas uñas y se volvió a meter mi polla en su boca. Aunque la erección fue inmediata, la dije que lo había pasado mejor sintiéndola dentro de mí. Y que por fin había logrado realizar mi gran sueño.

Nos vestimos y salimos hacia la carretera. Cuando ya estaba sentado en la moto, de nuevo me beso y me dijo que si quería pasar la noche con ella y con dos amigas mas, pues vivía en un piso compartido. Yo le conteste que sí. Me dijo que volviera a buscarla pasadas tres horas al mismo sitio. Saco de su bolso un consolador, y dándomelo me dijo que me fuera a casa, y que con crema me lo metiera para no que el esfínter siguiera dilatado.

Me guardé el artilugio, arranque la moto y me fui del lugar. Antes de tomar la carretera de salida, me entretuve dando una vuelta por las cercanías. De repente vi a otro travestí y ya sin miedo alguno, pare y me puse a conversar con ella. Le pregunte que cuanto costaba un completo, y me respondió que cinco mil. Yo la conteste que si era activa pues deseaba ser el pasivo. Me dijo que sí. Y de nuevo empitone la moto y seguí a este nuevo travestí. Era mas joven que Alexia, tenia buen culo, el pelo rubio y unas tetazas muy grandes.

Nos apartamos del camino y me dijo que la pagase. Le di su dinero y empezó a quitarse la poca ropa que llevaba. Se quedo con mini tanga negro con encaje, que apenas podía esconder un tremendo bulto en la entrepierna, y con unas botas negras de tacón que le llegaban por encima de la rodilla. Me agache y le saque el pene. Me lo introduje en la boca y empecé a mamarlo. Estaba semi erecta pero de improviso se puso a cien y aquello apenas me cabía en la boca. La sopese con mis manos y pude vérsela en su máximo esplendor.

Tendría como 22 cm de largo y era grueso, muy grueso. Ella me decía que me lo metiera en la boca pero apenas me cabía la mitad, me rozaba en la campañilla y me daban ganas de vomitar, por lo que empecé a darle largos lengüetazos. En un momento dado me levanto y me desabrocho el pantalón y al igual que Alexia me afirmó que yo también iba muy bien armado. Me puso un condón y se la metió en la boca, haciéndome una mamada fascinante, pues a la vez que la chupaba, me metía una par de sus largos dedos en mi ano. Paro, saco de su bolso un condón y una crema.

Me lubrico mi ano y me puso en posición. Sin miramientos me la metió de un solo golpe, por lo que grite como un cerdo y le suplique que la sacara, que me dolía mucho, pero ella haciendo caso omiso de mis lamentos siguió follándome sin compasión, a la vez que me insultaba, diciéndome que putito mas lindo eres, como se ve que te gustan las pollas, muévete nenita, culea putito... y cosas por el estilo.

El dolor poco a poco desparecio y empecé a sentir de nuevo un rico placer, tanto que la deje hacer todo lo que quiso. Me la metía, muy fuerte, notando como sus testículos chocaban contra mis nalgas. Yo por mi parte le pedí que quería saborear su leche, por lo que cuando estaba a punto de correrse, me la saco, me agacho y me la metió en la boca de nuevo. Al poco note en mi boca tres o cuatro borbotones de lefa, que trague gustosamente. Seguí un buen rato mamandosela, tenia un sabor que me volvía loco.

Cuando termine me levante. Ella me pidió que la besara las tetas que la gustaba mucho. Con mi lengua recorrí muy despacio sus pezones mientras ella estrujaba los míos. Yo estaba súper salido, por lo que le dije que cuanto me costaría ir con ella a una cama. Me dijo que quince mil. La dije que si y que en donde. Ella me respondió que en un hostal muy discreto que estaba en la zona centro pero que luego la tenia que traer de nuevo a la Casa de Campo.

Montamos en la moto y nos dirigimos al hostal. Por el camino no paraba de tocarme la polla por encima del pantalón. Llegamos. El hostal estaba en cerca de la Plaza del Carmen. Aparque la moto y de la mano nos encaminamos al tercer piso de un edificio algo antiguo. Antes de entrar me pidió que la pagase. Lo hice y llamo a al timbre. Pidió una habitación, la pago, nos dieron sabanas y dos toallas. En la habitación había un lavabo y un vide. Me dijo que me desvistiera y así lo hice. Ella también se quitó la ropa quedándose solo con sus botas. Pude ver ya con luz su cuerpo entero y note como un cosquilleo me recorría todo el cuerpo. Rubia, con melena, una boca y labios grandes, grandes pechos con unas aureolas muy marcadas. Sin grasa. Manos femeninas con largas uñas pintadas de blanco. Una cintura divina. Un culo con dos hermosas nalgas y un rabo de impresión. Unas piernas largas y depiladas. Nos lavamos y nos acostamos en la cama. De su bolso saco algunos condones y un bote de crema. Me hizo tumbarme boca arriba y se coloco encima de mí. Me empezó a acariciar el pecho y a chuparme las tetillas y mis pezones, que rápidamente se pusieron muy duros. Con su lengua empezó a bajar por mi cuerpo, agarrandome la polla con una mano. La dio un par de besitos y empezó a lamerla. Yo veía todo y me ponía muy cachondo.

Ella por su parte me miraba a los ojos, con una mirada llena de morbosidad. Comencé a gemir, sintiendo como su lengua recorría mi falo. Me preguntaba que si me gustaba y yo le dije que sí. Me dijo que quería metersela en su cola. ¿En donde pregunte yo? En mi cola, en mi ano- respondió. Se retiro, cogió un condón, me lo puso y se sentó encima de mí. Yo veía como le entraba y le salía.

El movimiento de su polla y como se la agarraba. Sus pechos se movían a la par. Y su lengua recorría sus labios, haciéndome volver loco de placer. Le dije que estaba a punto de correrme por lo que ella paró y se movió mas despacio. Se la saco y me dijo que se la chupara. Me incorpore y como un poseso me la metí en la boca y empecé a mamarsela. Ella busco mi polla y también me la chupo. Busco su bote de crema y se puso en los dedos. Mientras se la chupaba empezó a meterme los dedos en mi ano. Todo a la vez, yo se la chupaba, ella me la chupaba y me follaba con sus dedos. Así estuvimos un buen rato. Paramos y de su bolso saco algo parecido a una pirámide en pequeño, pero de goma. Me hizo chapársela de nuevo y con mi culo a su entera disposición, empezó a meterme ese "juguete" que ella llamaba dildo.

Notaba con mi ano se abría y se cerraba. Y así durante un buen rato. En un momento dado, ella se levanto y busco algo en su bolso, momento que yo aproveche para tocarme el ano. ¡Increíble, lo tenia tan dilatado que pude meterme cuatro dedos sin dolor alguno! De nuevo me la metí en la boca mientras ella seguía con su "masaje" tan particular. Al cabo de diez minutos. Me pregunto: ¿Negro, has probado alguna vez el fist-fucking? Yo le respondí que no sabia que era eso pero que estaba dispuesto a dejarme hacer lo que fuera.

Ella se tumbo en la cama boca arriba y se puso un condón, haciéndome sentar sobre su pene, el cual entro sin problema alguno. Mientras me follaba la tocaba las tetas y le pellizcaba los pezones. Me di la vuelta y seguí con el mete saca. A la vez me agarraba la polla que estaba a punto de reventar. No corría correrme, por ahora. Me paro e hizo sacarme su polla de mi ano.

Me puso a su derecha y me dijo que siguiera comiéndole el pene. Al fin pude ver lo que buscaba en su bolso. Era un guante de látex, de los que se usan en los hospitales. Se lo colocó y me busco el ano. Se puso mas crema y empezó de nuevo a introducirme los dedos. Yo seguía mamandole la polla. Y ella gemía.

En un momento me dijo que ya tenia dentro de mi ano cuatro dedos y que si me gustaba, yo le dije que si, que siguiera. Poco después, me comunico que ya tenia los cinco dedos dentro, pero que debíamos de cambiar de postura. Me puso boca arriba y me coloco la almohada debajo de las nalgas, haciéndome subir y abrir las piernas. Se puso mas crema y siguió metiéndome los dedos. Lo hacia muy despacio. Hasta que sentí de nuevo dolor. Se lo dije y me dijo que respirara profundamente que lo iba a hacer ya. Cogí aire y lo hizo. Me metió su mano enguantada en mi ano y volví a gritar. El dolor en pocos segundos desparecio y de nuevo empecé a sentir placer. Ella no paraba de mover su mano en mi interior.

Primero muy despacio y rítmicamente.

Después mas y más rápido. La saco y puso mas crema en mi ano, volviéndola a meter. Yo estaba en el cielo, y sin poder remediarlo y sin tocarme me corrí de la forma más bestial que conocía. Todo mi cuerpo empezó a dar espasmos mientras que de mi pene salía toda la lefa que tenia acumulada. Cuando termine, ella seguía con su mano en mi interior. La saco y me pregunto que sí me había gustado.

Le dije que si, que me había encantando. Se puso de nuevo boca arriba y me dijo que se la mamara. De nuevo a su derecha me la metí en la boca con verdaderas ansias. Ella me introdujo de nuevo la mano y se puso a follarme con ella. Me anuncio que se iba por lo que acelere mi ritmo. Esta vez fue menos lefa lo que expulso pero seguía estando deliciosa. Como antes estuve un rato chupandosela hasta que ella me paro. Saco la mano de mi culo. Oí como se descorcha una botella de champán y me senté en la cama, mientras seguía acariciándola. Se levanto y se sentó en el vide a lavarse. Cuando termino, ocupe su sitio.

El agua me quemaba el ano pero me sentía súper satisfecho. Mientras estaba secándome me dio algo de crema para que me la pusiera en el ano. Me aconsejo que me comprase mas crema y que me la pusiera durante unos días. Yo le dije que quería que mi ano siguiera dilatado, pero que no sabia como hacerlo. Me dijo que antes de llevarla a su lugar de trabajo, me acompañaría a un Sex-Shop para decirme lo que tenia que comprar para que mi ano estuviera siempre listo. En la calle y de la mano, llegamos a uno que esta en la calle de la Montera.

Entramos y deje que ella pidiera. Yo pague y salimos a la calle. Cerca de la moto nos sentamos en un banco y me explico como debía de utilizar los dildos y demás. Deposite la bolsa en el transportin de la moto, arranque y la lleve de nuevo a la Casa de Campo. Me despedí de ella con un suave beso, me dio su teléfono y quede en volverla a llamar. Por cierto ella se llama Jacqueline.

Después subí hasta donde me encontré a Alexia y después de esperar un rato, le devolví el consolador que me había prestado y excusándome diciéndola que me habían llamado por teléfono, me despedí no sin antes cogerla también el nº de teléfono. Alexia me dio un fuerte morreo con lengua incluida. Sin mas, me dirigí a la salida y me fui para mi casa. Me di un baño relajante y me metí en la cama con mis nuevos juguetes. Me puse lubricante y me metí un dildo.

Dormí toda la noche muy relajado y cuando me levante tuve que hacerme una paja. A los dos días llame a Alexia y quede con ella por la noche pero esto ya es parte de una nueva historia.

Espero que os haya gustado, y que si queréis saber que paso con Alexia y sus amigas, me lo digáis, escribiéndome un e-mail a la siguiente dirección: fistpasivo16@hotmail.com

Besos a tod@s.