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Sorprendiendo a Martina

en Zoofilia

Sorprendiendo a Martina.

Lo que voy a narrar me sucedió en un rancho (granja para algunos), alla por Samalayuca, en el Estado de Chihuahua, México. Es de esas experiencias que uno suele recordar para siempre (yo no la voy a olvidar, eso si), ya que lo impactan a uno.

En ese entonces yo tenía 19 años y por las vacaciones, me fui a trabajar al rancho de mi primo, ya que necesitaba que alguien atendiera algunos deberes que el no podía cubrir, ya que tambien manejaba un negocio de veterinaria en el otro lado del pais (En los estados de Texas y Nuevo México), y además era una buena oportunidad para ganar dinero.

En fin, ahí conoci a la hija de uno de los trabajadores de mi primo. Su nombre era Martina. Para su corta edad (13 años), ya dejaba ver su bien desarrollado cuerpo (ustedes saben, bonitos senos, cadera contoneante, piernas que empezaban a tornearse, etc.) y vivía a unos kilómetros de ahí. Al conocerla, era una muchachita simpatica, sin un dejo de malicia, y que tenia una enorme vitalidad.

Nada mas de verla se me levantó el astabandera, pero me dije: "Estas medio loco si te la vas a tirar, imaginate que el papá de esta chamaca o tu primo te sorprenden tirandotela y adios mundo cruel". Deseche esa idea y segui con lo mio.

Pasó 1 mes y yo no acababa de acostumbrarme a tanto trabajo en el rancho. Pero el solo ver a Martina tan ligerita de ropa cada dia (andaba en shorts, tenis y una playera), valia la pena tanto trajin.

Total, un dia que estaba llevando pacas de alfalfa para los caballos al establo, vi a Martina con un perro pastor alemán que mi primo tenia para arrear a las ovejas. El perro se llamaba "Miklo" (quien sabe el porque del nombre), y ella estaba jugueteando con el, pero de repente, vi que Martina empezaba a desvestirse enfrente del can. Yo me quedé de a seis, esocondido detrás de unas pacas, viendo como llamaba al perro, para que este lamiera su deliciosa vulvita, y en su monte de venus apenas se distinguían unos vellitos. El perro lamio la conchita como si fuera el mejor de los néctares que salieran de una fuente. Naturalmente, esto me puso a mil.

Martina se hincó para poder sacar de la funda el miembro de Miklo, y llevárselo a la boca. Ella lo disfrutaba como el mejor manjar, lo mamaba como una experta. "Esta es una putita de primera", me dije para mis adentros. Obviamente, después de que el actuara, yo entraria en acción.

Martina se recargó contra la pared, para que el perro pudiera montarla, y Miklo, que al parecer ya le tenía la medida a esta muchacha, se la mete de golpe. La oigo gritar de placer al momento de entrar, y el perro empieza su vaiven del mete-saca. Ella goza como una loca, mientras yo veo uno de los mejores espectáculos de mi vida. Entonces, el perro mete su bola, con tal de que su hembra no se zafe, y ella goza durante 20 de los mas largos y agónicos minutos de mi vida, en los cuales, presencie como Miklo reclamaba por suya a Martina. Finalmente, Miklo sacó su miembro ya flacido, y vi como corria el esperma fuera de la vagina de Martina. Ella agotada, se tendio sobre una de las pacas, para descansar, mientras el can salia al patio. Yo aproveche para sorprenderla, y se asustó. Le dije que no se preocupara, que no habia hecho nada malo. Solo le pedi que me dijera desde cuando hacia esto.

-Bueno, hago esto desde los 11 años. Una vez, vi a Miklo montar a una perrita de un vecino, y me llamó la atención. Y pues, queria ver si podia hacer lo mismo conmigo.

-Entonces, ya llevas como 2 años haciendo esto ¿Verdad?

-Si, ¿Tiene algo de malo?

-No, no, al contrario. Se trata de que te sientas cómoda con lo que has elegido, y yo no soy quien para criticarte.

-Bueno, ya veo. ¿Oye, y ese bulto que sobresale de tu pantalón? –ella notó que se me había parado el miembro—

-¿Pues tu que crees que es, muchachita?

-Si, ya decia yo. ¿Quieres hacerlo conmigo?, siempre lo he hecho con Miklo, pero nunca con un hombre, quiero saber que se siente.

Ni tardo ni perezoso me saque los pantalones y mis boxers para mostrarle mi miembro en todo su esplendor (22 cm de puro poder sexual), e hice que tocara mi miembro:

-Se siente distinto del miembro del perro

-Asi es. Este es el pene de un hombre, que ahora vas a probar.

Le hice chupar mi pene, y yo me sentia en la gloria, esta putita la mamaba como si supiera hacerlo de toda la vida. Nos acomodamos en un 69 de tal modo que yo mamaba su vagina, la cual todavía tenia rastros de esperma del perro. Eso no me importó, ya que la calentura pudo mas que el asco.

Al penetrarla de golpe, gritó tal como lo hizo con Miklo, y empezamos a fornicar como gorilas en celo, una y otra vez, hasta que me dejo seco. Me corrí en su cara y en sus pechos. Me agradeció el no decir nada a nadie y de hecho, durante los 2 meses y medio que estuve en el rancho, comparti sesiones de loco y fabuloso sexo con Martina y Miklo. Pero eso lo narraré posteriormente.

Ahí si gustan dejar su comentario o calificación, ya saben que hacer.

JOE_COOL