Un jorobado llegó una mañana a una ferretería con la intención de comprar algunas cosas que le hacían falta en su casa para realizar algunas reparaciones que tenía pendiente.

Entró tranquilamente y se acercó poco a poco hasta el mostrador donde del otro lado estaba

el vendedor o dependiente que cuando lo vio llegar se puso las pilas para atenderlo y venderlo lo que necesitaba.

El jorobado fue el primero en hablar:

-Buenos días señor- le dijo al vendedor

-Buenos días señor, ¿ en que puedo servirle?- el vendedor le contestó el saludo y a la vez le preguntó lo que deseaba para atenderlo.

-Señor, ¿Cuanto vale ese martillo que esta allá? –preguntó el jorobado

-¿Este? – le contestó el dependiente señalándole uno que estaba en la pared de exhibición.

-Si, ese mismo.

-Ese costaba 3000 bolívares, pero como todo ha subido ahora vale 7000 bolívares

-¿Y esa segueta? ¿Cuánto vale?- preguntó de nuevo el jorobado.

-Esa costaba 4000 bolívares, pero como todo ha subido ahora vale 8000.

-Y ese nivel ¿Cuánto vale?

-Ese costaba 2500 bolívares, pero como todo ha subido ahora vale 5000 bolívares.

En ese momento entró a la ferretería un niño como de 8 años y con una expresión en la cara de querer saberlo todo y de preguntar por todo. Al verle la popora al jorobado en la espalda se le acercó poco a poco para verlo más de cerca y preguntarle sobre la popora que no pasaba desapercibida a pesar de estar por debajo de la camisa y que la cubría muy mal.

El niño se le acercó con determinación al jorobado y tocándolo con la mano le dijo:

-Señor disculpe, eso que ud. tiene en la espalda ¿Que es?

-¡ Ay mijo deben ser las nalgas por que como todo ha subido!