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Con la -C- de cyber

en Textos educativos

Con la "C" de Ciber

Texto de: Gabrel para la Escuela Ciber Sumisas. © Gabrel, Mayo 2003

Conexión, Comunicación, Confianza, Collar, Chat,

Concesiones, Consensuado, Castigos… Conclusión.

¿Cómo deben ser, según mi opinión, las bases de una relación D/s Ciber? Desde mi punto de vista, todas éstas "C" deben ser tenidas en cuenta antes siquiera de hablar de la existencia o contenidos propios de una relación Ciber. Hablar de estos términos con objetividad en una relación D/s, desde mi experiencia, no significa perder ni un ápice de sensualidad en dicha relación y mucho menos que no puedan ejercerse los roles de cada uno. Y las explico a continuación:

Conexión

Entre Dominante y sumisa debe ser posible una conexión. No sólo debe ser acordada entre ambos en cuanto a dónde, cuándo, cómo; sino que también debe respetarse y cumplirse. No concibo, no cuajan, las relaciones Ciber dónde el Dominante (como regla general) no cumple con su compromiso de conectarse con la sumisa.

Comunicación

En cualquier relación, más si ésta es Ciber, la comunicación debe ser bidireccional. Tan importante es lo que comunica (dice, desea) el Dominante como la que comunica (dice, desea) la sumisa. Las formas de comunicación donde la sumisa desempeña un papel absolutamente pasivo en la comunicación y no enseña sus gustos, deseos, opiniones o posibilidades a su Dominante están llamados al fracaso. Sólo con la comunicación recíproca es posible que el Dominante ejerza la dominación y la sumisa su sumisión.

Esta comunicación debe ser, así mismo conceptual: Tanto Dominante como sumisa deben cuanto antes coincidir en los mismos conceptos y formas de expresión del BDSM, sólo SM o D/s. Sobre todo cuando hablamos de un Dominante con más o menos experiencia y una sumisa "vainilla". Es imprescindible que ambos comprendan y llamen a las cosas que quieran hacer de la misma forma. Conceptos.

Confianza

Pide quien confía en recibir. Entrega quien confía en dar (darse). La confianza va, aun, más allá. Cuando hay confianza se produce como una especie de "acuse de recibo", es decir, el Dominante que pide tiene el convencimiento de que la solicitud va a ser atendida y realizada por la sumisa; así como la sumisa que entrega tiene el convencimiento de que el dominante va a aceptar, apreciar y valorar el esfuerzo que ocasiona esa entrega. Esto sólo lo produce una confianza mutua. La duda llama al fracaso de una relación D/s.

Collar

Existen dos modalidades de collar, el de "prueba" o temporal, usado para preservar la seguridad y discreción de Dominante y sumisa. Se emplea durante el tiempo necesario que verifique precisamente todo lo que hablamos ahora: que es posible la conexión, la comunicación, la confianza, las concesiones D/s, que es una relación consensuada… Cuando el Dominante está convencido que es posible, realmente quiere lo que recibe y desea continuar con la relación con una sumisa, entonces sí debe plantearse (y plantearle a la sumisa) que lleve su collar. Cuando la sumisa, del mismo modo acepte convencida que está dispuesta a entregarse al Dominante en todo lo que éste pide dentro de unos límites consensuados, entonces es digna de llevar el collar con las iniciales de su Dominante.

El collar "definitivo" o indefinido se sustenta en base a compromisos por parte de ambos. El Dominante que está dispuesto a ejercer responsablemente su dominación y el de la sumisa en realizar su entrega. Desgraciadamente, no todos los vínculos D/s han pasado por periodos de prueba o conocimiento mutuo (con o sin collar) provocando que ese vínculo haya sido de poca duración y decepción por parte de Dominante y sumisa. Afortunadamente también conocemos otros que sí han conseguido el éxito, pero son los menos.

Chat

Y quien dice Chat dice grupo, Messenger, e-mail… o cualquier otro modo de relación por Internet. Lo cierto es que son los instrumentos, las herramientas que hacen posible que una conexión se de, hacen posible que una relación se consolide. Hablaré de ellos brevemente:

El medio más habitual de conocimiento mutuo del Dominante y de la sumisa es el Chat. Cada Chat tiene sus reglas y sobre todo sus peligros. Desgraciadamente no todos los que acceden a un Chat son lo que dicen ser. Y algo similar sucede, desafortunadamente en los grupos.

La forma más frecuente de conexión entre un Dominante y una sumisa es el Messenger, y el punto de encuentro junto a otros conocidos una sala de Chat.

Cada vez más son los vínculos que emplean así mismo el soporte de un grupo para ir depositando en él aquellas cosas que son de su relación, como por ejemplo: textos, concesiones, fotos, relatos, etc. Lo más interesante de depositarlo en un grupo es, por un lado, que es perfectamente perceptible la evolución de esa relación o vínculo; y por otro lado, que no requiere de la coincidencia en el tiempo de ambos para que el Dominante comunique a la sumisa lo que desea o la sumisa entregue al Dominante lo que debe.

En las relaciones dónde la comunicación telefónica o física no es posible, la video conferencia es una herramienta básica de la relación D/s. Parece una obviedad, permite verse, permite la atracción física de ambos, y así mismo permite la comunicación verbal, "escuchar" literalmente al otro. Y la inversión que hay que realizar no es tan elevada. Una webcam, unos altavoces y un micrófono no resultan caros hoy día comparados con los placeres y beneficios que reportan.

Concesiones

Es una forma sensual de llamar al contrato BDSM, es decir, donde Dominante y sumisa acuerdan cómo y en qué va a consistir esa relación D/s, incluidos los límites y aquellas cosas que ni el Dominante quiere ni la sumisa está dispuesta a realizar. Las concesiones no son estáticas. Un Dominante que adquiera cierta pericia y alta confianza con su sumisa descubrirá pronto cómo los límites (o las negaciones iniciales) de su sumisa son superados por ésta, y cómo pronto la sumisa reclamará una revisión de las concesiones de ese momento.

Pero debo insistir en que, las concesiones (aunque lo llamemos así por hacerlo sensual) no significa que el Dominante comience a decir una lista de cosas que espera que cumpla la sumisa. Hay que preguntarle a la sumisa si está dispuesta a aceptar con obediencia cada una de las concesiones que se escriben.

Cuando hablo de concesiones me estoy refiriendo a aquellas cosas que la sumisa tiene autorizado hacer, aquellas otras cosas que tiene que pedir permiso para hacerlas y finalmente, aquellas cosas que tiene prohibido realizar.

Consensuado

BDSM: hazlo seguro, hazlo sano, hazlo consensuado. Estas tres mágicas palabras abanderan desde hace muchos años la simbología de las relaciones BDSM, especialmente desde el despegue de los movimientos homosexuales y la aparición del devastador SIDA.

No hace falta profundizar más en la palabra consensuado. Si hay una comunicación recíproca, si hay confianza mutua y hay concesiones acordadas, está claro que la relación D/s es consensuada.

Castigos

Los castigos son la máxima expresión de una relación D/s, es decir, confirman que existe esa relación, confirma que hay un Dominante y una sumisa. Es así mismo el paradigma de la comunicación y del amor BDSM. El castigo es el modo en que un Dominante aplica el correctivo por un mal comportamiento de su sumisa. Para ello ha debido existir una falta, que ésta falta sea confirmada y aceptada por la sumisa, y que consecuencia de esa falta la sumisa esté dispuesta a cumplir su castigo. ¿Amor BDSM? Si, he empleado el término amor porque para que se aplique un castigo tiene que: haber desaparecido el enojo, (nunca des si eres Dominante, o recibas si eres sumisa un castigo cuando uno de los dos esté enojado, puede entenderse y darse como algo violento y por tanto no es sano). Además el Dominante castiga porque desea continuar con ese vínculo D/s y por tanto una vez cumplido el castigo olvida la falta cometida. Y finalmente la sumisa, que recibe su merecido castigo porque desea entregárselo a su Dominante como forma de aprecio y deseo de continuar su vínculo.

Conclusión

Después de haber escrito todo esto, y tu leerlo, dirás: En verdad Gabrel no aporta nada nuevo que no sepa, todo lo que escribe es sumamente obvio, no se para qué lo escribe si ya esto lo he visto escrito y leído en otros muchos sitios, incluso en la propia Escuela Ciber Sumisas. No tiene ningún mérito lo que Gabrel escribe. Si esas son tus conclusiones finales quiero que sepas que estoy de acuerdo: No hay nada nuevo, todo es obvio, se ha escrito mucho sobre esto y no pretendo obtener ningún mérito.

Pero entonces dime:

¿Por qué sigo conociendo, y posiblemente tu hayas tenido esa experiencia, a muchos Dominantes que abandonan a su sumisa dejando de conectarse o conectándose con otro nick o alias?

¿Por qué sigo conociendo a supuestos Dominantes que entran en la sala de Chat utilizando calificativos para dirigirse a sumisas que ni siquiera conocen, y lo peor, las supuestas sumisas acceden educadamente a mantener una comunicación con ellos?

¿Por qué sigo conociendo a sumisas que esperan y esperan a que algún día conecte con ella el Dominante que le puso su collar?

¿Por qué he visto desaparecer de la noche a la mañana a sumisas que supuestamente estaban vinculadas con un Dominante?

¿Por qué sigo conociendo sumisas que cuando me hablan de su relación o experiencia con un Dominante más que de sumisión me hablan de sometimiento, porque no han sido capaces de comunicar y hacer comprender a su Dominante lo que desean?

¿Por qué sigo viendo cómo un lustroso collar con iniciales unido al nombre de una sumisa, apenas unas semanas después, ha terminado en fracaso?

¿Por qué sigo conociendo a sumisas que se arrepienten de entregar fotos de ella misma más o menos comprometedoras a un Dominante que luego las exhibe sin siquiera tener la autorización (consensuado) de su sumisa?

Mi conclusión es esta: Merece la pena que escribamos una y otra vez sobre las "C" de las relaciones D/s Ciber al menos para que quiénes las leamos no volvamos a caer en los mismos errores.

Gabrel.