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La aventura de mi vida (04: La criada)

en Transexuales

Como les contaba al final del relato anterior, regrese a mi casa y la tormenta en la casa me esperaba. Ya los problemas eran mayores y prácticamente sin solución. Pero los problemas no terminaban allí, ya que en el trabajo yo empleaba mucho tiempo en el Internet, visitando paginas travestís, con fotos y relatos. Esto obviamente afectaba mi desempeño en la oficina, por lo que en el trabajo las cosas no estaban en el mejor de sus momentos.

Sin embargo no todo eran malas noticias, aproximadamente dos semanas de mi regreso me entere que un familiar muy lejano de esos que ni se acuerda uno había fallecido y había dejado una gran fortuna de herencia. Para mi sorpresa y debido a que muchos de los demás que estaban en el testamento habían muerto, entonces la mayoría de la fortuna me había quedado a mi. Era dinero suficiente como para no trabajar el resto de mi vida y dándome todos los lujos por los que siempre había trabajado. Esta era la parte agradable de mi regreso.

Como los problemas en la casa eran ya insoportables, decidí rentarme un departamento agradable para vivir nuevamente solo. Al mismo tiempo compre una computadora para poderme conectar a Internet desde mi casa. Y seguir visitando todas las paginas de fotos, videos y chat de travestís, por lo que empecé a entablar amistad con muchas personas en estos círculos sociales.

Empecé también a tener encuentros amorosos con diferentes chicas solas y también en parejas o en orgías. Esto se me estaba haciendo un vicio. En algunos casos les regalaba ropa sexy a las chicas / chicos con los que estaba, que iban desde ligueros, bikinis, vestidos, y medias. Me compre como 4 dildos para poder disfrutar con ellas y también en la soledad de mi casa. Varios de los encuentros empezaron a realizarse en mi propio departamento ya que en el contaba con un montón de películas de travestís. Me encanto que en uno de los videos era estelarizado por Roberta aquella chica que había tenido oportunidad de conocer en mi viaje por Brasil. Me empecé a comprar ropa sexy para mi también sin embargo nunca la utilizaba fuera de casa. Tan pronto llegaba del trabajo lo primero que hacia diariamente era bañarme y colocarme estas prendas con las que siempre había sonado.

Para la limpieza del departamento, contrate a una chica que no se veía tan mal, y que cobraba lo justo. Ella poco a poco se fue dando cuenta todo lo que yo escondía en mi closet y en algunos de los armarios. Ella era alta, morena, y robusta. Su pecho debería medir aproximadamente unos 110 cm, tenia unos melones deliciosos, y en varias ocasiones me sorprendió que no usaba sostén por debajo de la blusita que los cubría, ya que los pezones en ocasiones resaltaban. Tenia una gran cadera rematada con unas nalgas grandes, quizás un poquito exageradas, y unas piernas con una piel tremendamente brillosa. Casi nunca usaba medias, por lo que podía verle su color real, y casi casi sentía su tersura superficial.

Un día de que solo tuve que trabajar medio día, por que en la oficina no andaba bien la red de las computadoras y no podía hacer nada mas, regrese temprano a casa. Yo sabia que para esa hora todavía debería encontrar a Débora que así se llamaba la chica. Cuando entre grite el acostumbrado "...hola..." pero no escuche ninguna respuesta. Por lo que avente el portafolio y el saco al primer sofá que me quedaba a la mano y me dirigí a mi habitación. Me llamo la atención que la puerta estaba cerrada, ya que yo nunca la dejaba así. Cuando abrí la puerta lo primero que pude ver fue el monitor de la televisión encendido y mostrando una escena entre dos travestís cogiendose a un negrito brasileño. Seguí caminando para adentrarme en la recamara y de pronto me encuentro a Débora reclinada hacia atrás en la esquina de la cama, acariciándose con una mano entre las piernas y con la otra mano sobandose una teta que ya estaba al descubierto. Ella estaba tan concentrada en la televisión que no escucho cuando yo llegue. En ese momento ella se asusto y salto de la cama para acomodarse sus ropas, pero en la velocidad de este movimiento alcance a percatarme algo extraño en su pantaleta. Le dije que parara, y que no se asustara. Le pregunte que si le gustaba ver este tipo de películas, y sin responder palabra alguna, yo encontré respuesta en la cara de satisfacción que me mostraba y lo reforzó mas aun, cuando separo su mano de su entrepierna y me mostró tremendo tolete babeando una leche blanca de su punta.

Yo ya tenia a esta chica contratada desde hacia como 1 mes y no sabia esta tremenda sorpresa que ahora me mostraba. La situación era completamente sorprendente, ella sabia que me gustaban ese tipo de chicas por la gran cantidad de videos que había en la casa y yo tenia nuevamente la oportunidad de ver en vivo a alguien de esas tan deliciosas características.

Por el desorden que había con los videos y sus cajas tirados en el piso justo enfrente de la video casetera, entendí que ya llevaba algún rato viendo varias de las películas. Por lo que le dije que no se asustara y que no le iba a pasar nada. A lo cual mentí por que en ese momento si pensaba que le iba a pasar algo, y era que iba a participar en una estupenda cogida conmigo en ese momento. Yo empecé a quitarme la camisa, la corbata y el pantalón. Cuando el pantalón llego al piso, ella pudo ver como debajo de la tanga rojo brillante que traía se dibujaba mi pene en casi su total extensión. Ella sin pensarlo mucho, se despojo de su top, para mostrarme ahora si en su totalidad los pechos que varias veces a hurtadillas le había visto.

Yo me acerque a la ventana para correr la cortina y evitar que algún curioso del edificio de enfrente nos pudiera espiar. En ese momento y cuando yo le estaba dando mi espalda ella se acerco por detrás y me empezo a acariciar mis nalgas que estaban al descubierto por la tanga. Justo en ese momento y en la unión de mis dos cachetes sentí la punta de su verga tremendamente caliente y bien lubricada por la leche que aun le escurría. Yo sin volverme, lleve mis manos a mi trasero para sentir por primera vez esa verga con mis propias manos, y alcance a sentir un gemidito ligerito, ya que por la venida que había experimentado unos minutos atrás su glande estaba un poco sensible. Ella levanto sus brazos a mis hombros y me obligo a girarme en el mismo lugar donde estaba. Sin decir mas palabras nuestras bocas se fundieron en un beso, mis manos se situaron en sus dos gigantescos encantos y nuestros penes se besaron ya en total erección y listos para el combate. Esto duro algunos minutos cuando yo empecé a empujarla ligeramente hacia atrás hasta llegar a la cama en donde la deje que cayera sobre su espalda y vi como su pene bamboleo de un lado al otro.

En ese momento del buró junto a la cama, yo saque una botellita de aceite y se lo empecé a embadurnar por todo el cuerpo. Al llegar a su pene, le di un besito tierno en su punta, y luego abrí mi boca para lamerlo por la parte de abajo hasta llegar a donde comienzan los huevos. Ella vaya que lo estaba disfrutando. Era increíble pero su miembro crecía aun mas, ya me imaginaba lo que iba a gozar en los siguientes minutos.

Por fin los dos acabamos completamente desnudos, así que ella me empujo sobre la cama para que yo quedara acostado dando la espalda a las sabanas. Ella se levanto y se giro para que quedáramos preparados para comenzar un suculento 69. Sin perder el tiempo ella dirigió sus dedos hasta mi culo, acariciándolo y ensalivándolo con una de sus manos, ya que con la otra junto con su boca me masturbaba y me la mamaba de forma deliciosa. Al mismo tiempo yo le repetía las caricias. Su culo completamente rasurado y sin la sombra de ningún pelo, me pareció exquisito. Todo se había venido desarrollando sin palabras, apenas algunos gemidos, pero eran sonidos desarticulados. Entonces la primera palabra salió de los labios de Débora y fue para preguntarme que yo que quería primero. En ese momento quería cogermela furiosamente. Así que nos levantamos y la puse de perrito. Me coloque un condón verde y apunte mi cabeza hacia su culo negro y abierto. Sin duda ella tenia mucha experiencia en estas actividades ya que no costo ningún trabajo introducir mi súper erecto miembro en su cosita. Una vez ya ensartada, ella cerro ligeramente sus piernas para apretar al ano alrededor de mi tranca, lo cual me encanto. Las entradas al principio fueron lentas y suaves, pero con el pasar de los minutos se fueron acelerando y convirtiéndose en clavadas bestiales, hasta el momento que estuve a punto correrme, por mis sonidos ella advirtió de esta situación y me pidió que se los echara en la cara y así lo hice, sin embargo no imagine que se los quería tragar completamente, aquellos chorritos que resbalaban de su boca, los recogía con sus dedos y los regresaba a su boca para no desperdiciarlos.

Antes de que la excitación amenguara ella se levanto y me dijo "...ahora me toca a mi...", a lo cual no me arrepentí y le pregunte como quería que me acomodara, a lo que me pidió con gestos que me acostara boca arriba con una almohada en mis nalgas para levantarlas y con las patitas al aire. Así lo hice, ella escupió un poquito de saliva en mi culo, froto varias veces la cabeza de su pene a la entrada excitándome al máximo, y de pronto en un solo movimiento continuo lo metió hasta el fondo, hasta que sus tremendos huevos se frenaron con mis glúteos. Esa barra caliente me atravesaba, era increíble la sensación, y ella notaba claramente como lo estaba gozando.

Era impresionante su resistencia, ya que después de 20 minutos me seguía taladrando el culo, de forma persistente y con fuerza. Los golpes de mis nalgas con sus piernas seguramente ya habrían provocado un tono rozado en mi piel, pero eso no importaba. Finalmente llego al orgasmo y para compartir su gusto le pedí que me los echara en la boca y yo también me los trague.

Estuvimos acostados y abrazados no se cuanto tiempo descansando y recordando la acción ya terminada. Platicamos y me comento como empezo en este duro mundo, y que tenia mucho miedo antes de ese día de lo que yo pudiera pensar de ella, cuando me enterara de su secretito. Me pregunto que que era lo que yo quería hacer de mi vida, y ella fue la primera persona a la que le confesé mi deseo oculto de convertirme en una transexual completa. Pero que llegado el momento quería lograr mi transformación de forma exitosa, no simplemente vestirme y ya, quería ser una diosa desde los pies hasta mi cabeza, que fuera realmente femenina y bellísima. Le pregunte que si ella conocía algún doctor y lugares que me pudiera recomendar para empezar a investigar costos y alternativas. Ella de forma amplia me comento de unos doctores muy buenos que podía recomendarme aunque eran un poquito caros. Eso no me importo, y tampoco lo que tendría que sacrificar de mi vida anterior para llevarlo a cabo. Sabia que tendría que formalizar mi divorcio, y tendría que renunciar a mi trabajo. Sabia que este momento de mi vida era crucial y que significaría un montón de sacrificios, pero también tenia la esperanza que me traería una cantidad igual o mayor de satisfacciones.

 

Espero que les haya gustado este relato, por favor escríbanme sus comentarios y sugerencias. También envíenme fotos de ustedes. Se los agradezco.