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Profesora decente

en Sexo con maduros

La profesora decente

Hola soy yo de nuevo, la vez que le conté lo que me pasó a una amiga se quedo pensando y me dijo que si escribíamos a esta página para contar lo que le paso una vez, ya que se le hacía fácil contarle la historia a desconocidos, ya que ella tiene fama de ser muy seria y correcta, y asi es, solo que ha habido ocasiones en que ha tenido llamesmole aventuras, y pues a quien no le gusta contarlas, solo que ella no puede andar divulgando esto ya que su reputación se vería muy afectada.

Empezaré por contar que mi amiga tiene 36 años, su nombre es Nora , ella es de Puebla y es maestra de una universidad particular, me dijo sobre todo que esto es también para saber si hay alguna mujer a la que le ha pasado historias de este tipo, pero verdaderas y que no solo es la única. Como ya dije es casada y tiene 2 hijos, de 7 y de 5 años. Ella no es millonaria pero a base de trabajo ella y su marido han conseguido salir adelante, el es profesionista igual que ella.

Físicamente ella es una mujer muy guapa de verdad, de hecho me comenta que hay alumnos que no ponen atención a su clase por estarla lujuriándo, claro que siente las miradas, me cuenta que hasta ha habido alumnos que le comentan lo guapa que es y que la han invitado a salir, pero como les digo, ella se comporta demasiado seria con ellos, como lo que es una mujer casada, hasta dicen que es muy sangrona y odiosa. Ella es blanca, mide como 1.65, de cabello lacio que le llega donde empieza el hombro, es un poco corto, de color castaño, de ojos miel, su cuerpo es el de una señora de su edad, no es gordita pero de carnes gruesas, con un poco de estómago, como les digo tiene 2 hijos pero para nada es gorda, no vayan a pensarlo, lo más llamativo a parte de su cara son sus senos y sus caderas, sus senos que no son muy voluminosos pero denota que tiene hijos, son grandes y blancos como su piel, propios de una mujer que tiene 2 hijos, ya se imaginaran como son, sus pezones son grandes y rosas, y sus caderas no son paradas como modelo, sino que son anchas, de carnes gruesas, lo cual es llamativo, y sus piernas son llenitas, dignas de admirarlas, en resumen es muy guapa y atractiva.

Como ya les menciones ha habido alumnos que la han invitado a salir pero ella ama a su marido y por ello no ha aceptado aunque me comenta que los muchachos son muy guapos y de dinero, obvio de una escuela particular importante, pero siempre ha sido firme en sus actitudes, bueno era hasta que le pasó lo siguiente.

Un día salió de la universidad de dar clases, abordó su camioneta y fue a recoger a sus hijos, eran como las 11 de la mañana, y pasó al super a comprar lo de la comida ya que su marido llega a comer siempre a las 3. Ese día se le olvidó su monedero y no traía suficiente dinero en el bolso para pagar la comida solo que se dio cuenta hasta que estaba en la caja, y cuando estuvo a punto de dejar todo se acerco un señor como de unos 60 años y le dijo que el le prestaría que no habría ningún problema, al principio ella dijo que no pero el señor insistió y ella pensó que sería mejor así para ya no regresar. Finalmente ella acepto y el señor pagó. Al salir del súper le dijo que le pagaría todo a lo que el señor respondió que no había ningún problema que así estaba bien. El señor era flaco pero con panza, como un señor de su edad, moreno de barba descuidada y desaliñado , ella le dijo que la acompañara a su casa y que ahí le pagaría y a tanto insistir el aceptó, se subieron a su camioneta junto con sus 2 hijos y fueron a su casa. Ella llevaba puesto un vestido debajo de la rodilla de esos de una sola pieza sin mangas con tirantes de color rosa con rayas grises inclinadas y zapatillas abiertas de color gris, el vestido solo dejaba ver sus pantorrillas las cuales son muy blancas debido al color de su piel, al subirse a la camioneta el vestido se le subía arriba de las rodillas no mucho, durante el camino a su casa notó como el viejito volteaba de reojo a ver sus piernas, lo cual le incomodaba un poco incluso le molestó un poco pero no dijo nada ya que atrás venían su hijos. Llegaron a su casa y lo hizo pasar y en ese momento sus hijos le dijeron que si podían jugar videojuegos a lo que ella respondió que si y ellos subieron, le dijo que lo esperara en la sala que iba a recoger el dinero a su cuarto y bajaría, el viejito dijo que estaría bien.

Subió por su dinero al cuarto y después de recogerlo paso a ver a sus hijos para que bajaran la voz ya que estaban gritando mucho, y cuando salió del cuarto lo hizo de espaldas y al cerrar la puerta sintió como la tomaban por la cintura y se dio cuenta que era el viejo, iba a gritar cuando el señor le dijo que si quería que gritara pero que sus hijos la escucharían y al saber que tenía razón no dijo nada ya que no quería asustar a sus hijos, le dijo en voz baja que la soltara a lo que el señor le respondió que le gustaba mucho y que nunca había tenido relaciones con una mujer como ella, que este sería buen momento, ella solo decía:

Suélteme por favor.- pero sus súplicas eran inútiles, el señor la tenía agarrada y empezó a manosearla de una forma descarada, empezó a manosearle los senos con las 2 manos, ella forcejeaba pero la fuerza del viejo a pesar de su edad eran mayores.

Te quiero coger- le dijo al oído, ella se quedo estática primero por el miedo y luego porque nunca nadie se lo había dicho de esa forma.

Está usted loco, suélteme- le decía.

 

Mientras, le acariciaba las nalgas con fuerzas así de espaldas como ella estaba y le subió el vestido hasta la cintura y empezó a jugar con sus dedos en su vagina, le hizo a un lado la tanga y le empezó a meter el dedo, sentía que se moría ya que nunca le habían hecho eso, le bajo los tirantes del vestido y le saco un seno y empezó a jugar con él y luego le sacó el otro e hizo lo mismo y ahora estaba amasándole las tetas con ambas manos, se estaba dando un festín y ella sin entenderlo se empezó a calentar, la idea de estar siendo manoseada por un viejo en su casa y con sus hijos ahí a escasos centímetros la puso como se dice a mil por hora.

El viejo se bajo el pantalón y se sacó su pene, ella seguía de espaldas a el pegada a la puerta del cuarto de sus hijos y no la dejaba hacer nada, tomo la mano de Nora y la puso en el pene de él, ella sintió caliente y duro y en ese momento se dio cuenta que era lo que estaba agarrando.

Acarícialo- le dijo al oído, ella sin saber porque empezó a hacerlo.- Lo vas a tener adentro.

 

Le volvió a levantar el vestido y bajo su tanga hasta las rodillas, la abrió un poco y sabía que iba a hacer, ella se resistió cerrando las piernas estando todavía recargada en la puerta, pero el viejo le metió la mano en su vagina y ella al sentirla dentro volvió a abrirse y en ese momento aprovecho y la penetró, le dolió bastante pero sus hijos estaban en el cuarto y no quería que escucharan lo que le estaban haciendo a su mamá, razón por la cual solo suspiró y se tapó la boca para no dejar escapar un grito.

Quieres gritar?- le decía el viejo. – Anda grita, que te escuchen tus hijos.

 

Empezó a meter y sacar, primero lento y poco a poco fue aumentando su ritmo hasta que era ya muy fuerte, ella solo se tapaba la boca para no gritar, mientras le amasaba los pechos, estaba a su merced, ella solo se sostenía de la puerta y como pudo puso seguro a la puerta para que no fueran a salir los niños, la metida era tremenda y ella solo gemía en voz baja, sintió como se iba a venir al momento de acelerar descomunalmente sus movimientos, ella sentía más dolor que placer aunque por momentos se calentaba, así estuvieron hasta que el anciano se vino en sus nalgas.

Después de eso, la separó de la puerta y la llevo a la escaleras, ahí, le quitó el calzón por completo, la acostó en el piso, el cual tiene alfombra y le abrió las piernas, y la penetró de nuevo, empezó a metérsela ahora con más fuerza desde el principio, el cuarto de sus hijos esta a solo 3 o 4 pasos de ahí y sería lo mismo, si gritaba o gemía fuerte se escucharía, por lo que se aguantaba los gritos que quería sacar.

Dime que te gusta, ándale- le decía el anciano.

Más despacio por favor- le contestaba ella. – Más despacio.

Dime que te gusta así.

No, más despacio- al escuchar eso, el viejo se molestó y empezó a cogerla más fuerte, tan fuerte que se le escapó un grito, pero para su fortuna no escucharon sus pequeños, ella estaba agarrada de las barras del barandal, y solo venía de un lado a otro, de atrás para adelante, el viejo se puso las piernas de ella en sus hombros, se acomodó y volvió con las metidas, la estaba agarrado de los muslos y la hacía como quería, ella insistía.

Mas lento por favor.- y el con toda la ventaja le decía- Dime que te gusta que te coja.

Si me gusta ella respondía. - ya sin sentido de ella misma

Verdad que te gusta que te coja- le repetía

Si me gusta que me coja

Así me gusta- le respondió- Por portarte bien te haré caso- y empezó a cogerla más despacio, ella para venirse rápido se empezó a masturbar con sus dedos y sentir menos dolor

Que bonita, te ha cogido así tu marido?- le decía con la cara llena de placer, y al hacerle la pregunta empezó de nuevo a cogérsela más duro, sabía que así la respuesta sería la que el quería escuchar, y efectivamente así era.

No, nadie como usted- con la voz entrecortada por el cansancio y el dolor

Que bonita señora- decía esbozando una sonrisa.

 

Ella seguía con sus rodillas en los hombros de el sin ni siquiera hacer esfuerzo por safarse, me dijo que a pesar de todo era verdad todo lo que le dijo al viejo, su marido nunca se lo había hecho de tal forma. Empezó a moverse más rápido el anciano síntoma inequívoco de que estaba a punto de venirse y la tomo de las pantorrillas y aceleró hasta que se la sacó y se vino en su vestido.

Tendrás que lavarlo, ja- le dijo.

 

Se levantó e increíblemente el viejo le dijo que como nunca más se tiraría a una mujer así quería quedar satisfecho, por lo que le dijo que venía el último, ella en cierta forma quedo sorprendida del aguante que tenía este viejito, ella le dijo que tenía que hacer la comida y que sus hijos saldrían en cualquier momento.

No te preocupes, no me tardaré-. Le respondió, jalándola bruscamente del brazo, la bajó y la llevó a la cocina. – Aquí no nos escucharán, y la llevó a la alacena, ahí la volteó de frente a el, la cargo por las piernas y ella se detuvo con sus manos en la orilla, quedando sus nalgas y sus piernas al aire, para ese momento ya le había quitado el vestido totalmente y solo tenías las zapatillas puestas. Se acomodó y la volvió a ensartar.

Aaahhhh, despacio, es lo único que le pido- le decia

Ya veremos- le contestó.

 

Y empezó con el mete saca de nuevo, ella hacía su esfuerzo, principalmente para que no le doliera.

Muévete ahora tu, lo haremos a tu ritmo- le dijo

 

Ella obedeció y empezó a bajar y subir, el viejo solo la sostenía de las piernas y de vez en cuando le amasaba las nalgas y le pasaba un dedo por el trasero. El ritmo de ella empezó a ser un poco más fuerte ya que siendo honesta me dijo que esa posición a ella en particular le gusta mucho, subía y bajaba con ritmo, ella podía gemir un poco más fuerte, cuando de pronto el viejo le dijo – esa cara me gusta, esos gestos me vuelven loco. Fue cuando ella se dio cuenta que su cara era un autentico manjar para el viejito, - Ya me imagino la cara que puse, el viejo estaba excitadísimo- me comentó. Mientras ella seguía haciendo sus movimientos, el viejo aprovechaba para besarle los seno y acariciárselos ya que la tenía de frente y a su total disposición, le gustaba mucho ya que le entraba todo el pene de el por completo, ya que me dijo que el pene era algo grande para su edad y complexión, nada extraordinario pero si apetecible. La tomo por las nalgas y ahora el empezó el movimiento más fuerte, ella alcanzó a sostenerse con una mano de la orilla de la alacena y con la otra de los hombros del viejo, cerro los ojos y gemía en voz baja, esta vez si de placer.

Aaahhh, aayy.- Se le salían los gritos procurando que sus hijos no oyeran.

Ya ves que si te gusta mamacita- le decía el viejo, le apretó las nalgas y aceleró, lo que indicaba que estaba a punto de venirse, ella acelero también sus movimientos y sus gritos aumentaron más de tono.

Aauu, ayyy.

Me vengo- La bajo al piso y se vino en su estomago, le agarró su mano y la pasó por su pene, limpiándolo todo, - eso chiquita – le decía. – Ahora ven aquí, el último y me voy.

Ya no por favor, tengo que hacer la comida, mi marido llega a las 3 y son las 2- le contestaba.

Te dije que otro y me voy.

 

Diciendo esto la llevo a la estufa y la volteó de espaldas a él, ella apoyó sus brazos en las hornillas y se recargó, mientras el le tomaba la cintura y le abría las piernas – te gusta de a perrito, perrita?- le decía – así es como voy a acabar contigo-.

Tomo su pene y de un solo impulso se lo metió, empezó a sacar y a meter, ahora más fuerte que las veces anteriores, ella sabía que estaban sus hijos en casa pero el dolor era más fuerte y empezó a gemir, así como estaba de espaldas se tomó de las nalgas de él mientras ella se abría más para que pudiera entrar más fácilmente, el se movía con más fuerza.

Te gusta verdad perrita?- le seguía diciendo.

Ella solo asentía con la cabeza, las metidas eran con tal fuerza que no podía articular palabra, solo gestos y movimientos, le tomo la cabeza, la volteó y le planto un beso en la boca, ella se resistía pero al final terminó por ceder como todo ese tiempo, el aprovechaba y en cuanto podía le acariciaba los pechos, - que rica mujer- le decía. Así como estaba sin sacarle su miembro la separó de la estufa y la arrodilló en el piso, y ahí en el piso siguió penetrándola de a perrito, - así mami, muévete- le decía mientras le seguía apretujando los pechos, ella llegó un momento en que apretó su vagina para que el lo sintiera y se viniera más rápido, - eso nena, aprieta así, así – le decía, ella apretaba más, en parte para que se viniera rápido y en parte para satisfacerlo, ya que le gustaba como se lo hacía, aceleró sus movimientos, señal una vez más de que se iba a venir y ella apretó lo más que pudo para que esta eyaculación fuera la mejor de todas, aceleró y solo escucho el gemido del viejo y ella también gemía junto con él.

Ahh, que cogida te he dado mamacita, ahora si me tengo que ir.- le dijo- te gusto?.

Y así como estaba el le dio su número de teléfono y le dijo: - Cuando necesites, que se ve que es seguido háblame, y por cierto tu comida esta pagada. Se vistió y se salió, ella se quedó sentada en el piso desnuda y toda sucia del viejo. Se paro se lavo, fue a ver a sus hijos y ellos seguían jugando, obvio que no se dieron cuenta de las embestidas que ese anciano le dio a su mamá. Y preparó la comida, al poco rato llego su esposo y como si nada.

Esto fue lo que me contó mi amiga, si quieren contactarla, escríbanme a mi correo y les doy algunos datos que ella me autorizó a dar, las mujeres escriban para saber que opinan de lo que hizo mi amiga y nos contacten, les daré otra cuenta de correo y nos envíen historias similares pero reales, y los hombres para quizás conocerla un poco más, ya que me dijo que a partir de ahí ha tenido otras 2 o 3 aventurillas con otros hombres.

Bueno esto es todo, espero que me escriban a mi y a ella. Besos

lety_diaz34@hotmail.com