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Retiro de sensaciones

en Erotismo y Amor

Salía de una depresión que nublo mi vida y detuvo por completo mis sueños, día tras día de trabajo y terapia me ayudaban a salir poco a poco pero eso no evitaba el dolor, ese dolor que causa el duelo de extrañar un amor perdido.. mi doctora y ahora amiga Susana me recomendó un cambio de ambiente, un retiro solitario en contacto con la naturaleza.

Ella me dio el teléfono de aquel lugar lejano de nombre gracioso, era a 30 min. de vuelo en un avión pequeño dentro de un hermoso bosque húmedo. Mientras me dirigía al aeropuerto

En el taxi pensaba recordaba los consejos de Susana, según ella debía cultivar mi amor por mi antes de pensar siquiera en querer a alguien mas, buscar solo mi placer, satisfacer mis necesidades, .. aprender a ser feliz por mi misma…

Al llegar al avión nos entregaron a todos folletos del retiro, nos hablaron de las reglas básicas a seguir, la primera y la que me pareció mas conveniente y cómoda era como una especie de voto de silencio, pues estaba total y absolutamente prohibido hablar, incluso se penalizaba el solo pensar en voz alta, y hasta podían hacerte volver de inmediato.

Eso me encanto y sentí un gran alivio de no tener que contar y revivir momentos tristes a donde quiera que fuera, hablando y explicando mi vida, mis líos, mis soledades, mis sentimientos, mis duelos….

Las demás reglas eran básicas, no fumar, no tomar bebidas alcohólicas, no salir sola de las instalaciones, no drogas, lo normal.

 

Al llegar al sitio me di cuenta que no seria difícil no hablar, todo estaba lleno de letreros explicativos y carteleras informativas, e incluso había un buzón de preguntas que decía serian respondidas inmediatamente. Y para los mas curiosos habían folletos mas extensos en pequeñas cajas verdes en las mesitas del recibidor.

Todos los anfitriones y huéspedes vestían ligeramente y todos en color blanco muy transparente, incluso en algunos se podía ver que no llevaban ropa interior.

Espere mi turno en el mostrador para recibir mis llaves… al llegar allí me entregaron un paquete con cubierta de papel con mi nombre impreso, otro juego de instrucciones, literatura sobre relajación, aromaterapia y cosas así, y una llave con un gran numero 36.

Siguiendo los letreros llegue a mi habitación, es tan difícil y tan fácil describirla… era un mundo de sensaciones distintas…era algo irreal, todo blanco o de madera muy clara…las paredes de un amarillo muy pálido, la cama era enorme y de cuatro mástiles colgaba un exquisito pero sencillo mosquitero de una tela muy vaporosa y también blanca que se movía suavemente con el movimiento de las aspas del ventilador de techo.

Todo estaba en un solo ambiente, la bañera al fondo del cuarto estaba junto a la ventana, y junto a ella un mueble con toallas, y otras cosas, y cubierto con contenedores de cristal de diferentes tamaños y llenos de las cosas mas comunes a las mas insólitas. Había cosas en ellos como motas de algodón, esponjas, jabones de diferentes fragancias, sales de baño, esencias, pétalos de rosas frescas, pero el que mas me asombro fue el que estaba lleno de condones de colores, dada mi extrema soledad.

Mi habitación era tan perfecta para un nidito de amor que hasta pensé que era un error y que todo aquello estaba destinado a una pareja romántica, y hasta pensé en llamar a la recepción… pero recordé lo de nuestro silencio y entonces decidí disfrutarla hasta que se me notificara el error.

Cuando abrí aquel paquete con mi nombre entendí porque la chica de reservaciones que no empacara mucha ropa y viajara lo mas ligera posible pero pensé que era por que el avión era pequeño…dentro había varias mudas de ropa blanca de una tela muy ligera, unas sandalias de pajilla que se veían comodísimas, una de esas mascaras de tela que se usan para dormir con olor exquisito que nunca pude identificar con una etiqueta que decía; favor llevar a todos lados. Y además de que era lo único que no era blanco tenia mi nombre hermosamente bordado.

 

Tome un largo baño caliente me puse un juego de mi ropita blanca y me mire al espejo se veía muy claramente mi ropa interior.. y la verdad no se veía bien.. así que me cambie de nuevo y esta ves sin nada debajo me veía mucho mejor, mis pezones se veían claramente pero no me molestaba.. en conjunto me veía bien, además todo el mundo estaba igual… me enrede el cabello en una cola y baje a ver como hacia para alimentarme…

 

Cuando llegue al comedor descubrí que no había hora fija de comida.. había comida de todo tipo las 24 horas del día y todas las cosas mas ricas que se pueda uno imaginar. Comí divinamente y me tome una bebida de frutas de color azul que al parecer era muy popular…

Me dirigí a la cartelera y observe las opciones y escogí una.. mas bien por su nombre.. decía masaje de rosas… sala 8.

 

Al llegar al sitio tome un numero, el 24, hacia calor… me senté en una silla junto a la ventana, no paso mucho tiempo cuando salio una chica con una pequeña campana y un numero 24 escrito con tiza blanca en una pizarra, me condujo a una sala no muy iluminada con una música suave y un exquisito olor a rosas , me entrego una toalla grande y me indico que entrara a una habitación aun mas pequeña y cerro la puerta, al hacerlo descubrí un nuevo juego de instrucciones detrás de ella, siguiéndolas al pie de la letra tome una ducha rápida con agua tibia y Salí a la otra habitación que estaba vacía y me acosté desnuda en la camilla boca abajo y con la chistosa mascara la verdad en ese momento no me parecía tan tonta.. pues si no le veía la cara a mi masajista no me daría tanto pudor..me sentía un poco como una avestruz que trata de esconderse.

escuché como se abrió y se cerro la puerta, y unas manos suaves empezaron a masajear los deditos de mis pies uno a uno, me untaban aceites y ahora subía por los empeines de mis pies hasta mis tobillos.. era extraño pero no podría decir si esas manos eran de mujer o de hombre… solo que eran deliciosas.

Ya casi llegaba a mi zona lumbar y yo estaba extasiada cuando se abrió la puerta de nuevo y escuche esta vez pasos de varias personas.. no podía saber cuantas.. y empecé a sentir queme ponían toallas húmedas tibias por donde ya había pasado manos mágicas por mis pies,mis piernas, muslos, nalgas y ahora mi espalda..

Manos maravillosas llego hasta mi cuello y con un gesto que me hizo con sus manos sobre mi piel entendí que debía voltearme boca arriba..y lo hice.. las toallas desaparecieron y entonces me lleno por todas partes de aquel aceite divino que al pasar por mi rostro y mis labios pude notar que tenia un sabor dulce y delicioso entonces empecé a sentir de nuevo toallas calientes sobre mi, en mis piernas, mi vientre, mis pechos mis pies..

Estaba tan relajada que sentía que podía flotar..entonces las manos mágicas se detuvieron en mi cien… no habían estado tanto tiempo en un solo lugar.. y entonces paso algo que me volvió el alma al cuerpo de un golpe. Mas manos se posaron sobre mi en muchas partes a la vez.. la sorpresa fue tal que mi reflejo inmediato fue levantarme pero manos mágicas me sostuvo por la frente y me calmo con movimientos suaves…de sus dedos…

Aquellas manos me sobaban mis tobillos mis muslos mis rodillas, todo.. incluso podía sentir dos juegos de manos distintas en cada uno de mis pechos

Todas me masajeaban de un modo rítmico y divino que me calmaron los nervios, era algo que nunca había imaginado poder sentir.

Empecé a dejarme llevar por ese ritmo yo misma me movía en aquel vaivén de sensaciones.. podía sentir además las gotas de mi sudor que caían por mi cuerpo aceitado..

cuando creí que no podía ser mas excitante y relajante a la vez, empecé a sentir respiraciones muy cerca de mi piel.. y luego como mil toques de exquisita electricidad empecé a sentir lenguas sobre todo mi cuerpo… algunas calientes.. otras frías como con trocitos de hielo.. las manos aun estaban allí pero las lenguas recorrían todo mi cuerpo como sacándole sus propios jugos.. cielos!! Que divino estaba… tocaban todo, se paseaban por todo… llegaban al borde mismo de mi vagina sin llegar a tocarla.. y esto me excitaba aun mas.. deseaba que todas se pasearan por mis labios vaginales y jugaran con mi sexo jugoso y hambriento se sensaciones.

Algunas manos, casi tres pares de ellas levantaron mis rodillas y las separaron, apoyaron mis pies en la camilla y espere aquello tan deseado.

Manos mágicas se separo de mi cien, sentí sus pasos y lo próximo que sentí fue sus manos en mi sexo… mis jugos brotaban por si solos y el los extendió por mis labios carnosos sin dejar sentir todas las demás manos y lenguas que no dejaban de recorrerme me concentre en aquellas manos divinas que jugaban y pellizcaban mi clítoris latiente y erizado… y entonces llego la gloria.. una lengua divina se metió en mi sexo y se paseaba dentro cuando sentí como algunas de aquellas lenguas se convertían en bocas y chupaban mis pechos y mis orejas y hasta mi propia boca…

Mi cuerpo se electrizaba de placer y entonces sentí todo a la vez.. lenguas miles.. manos muchas, bocas respiraciones calientes, y dedos, dedos, dedos dentro de mi, dentro de mi vagina y de mi ano que se movían de un lado a otro haciendo que mi cuerpo explotara de pasión…mi vagina sudorosa y húmeda clamaba por mas, mi cuerpo desnudo lubricado por tantas lenguas y aceites exquisitos se estremecía de deseo sin fin, esa boca caliente me chupaba ahora el clítoris como queriendo sacar mi vida por allí… todas aquellas sensaciones me hicieron acabar en esa boca que se bebió aquellas aguas de cielo… y entonces perdí la cuenta de cuantas veces llegue a la gloria…

No recuerdo como termino aquello.. ni como llegue hasta mi habitación.. lo único que se es que a la mañana siguiente desperté en mi cama enorme completamente desnuda y cubierta por muchísimos pétalos de rosas rojas…

Me sentí tan bien y tan extraña, era la primera vez que había pasado una experiencia sensual y sexual tan rica y divina y no tenia que pensar en nadie mas que en mi misma..

No podía esperar a buscar en la cartelera alguna otra sesión de sensaciones.

Me bañe rápidamente y me vestí para llegar al recibidor pensaba y recordaba todo aquello..

Al llegar a el lugar donde estaban las carteleras no pude dejar de sonreír, pues todos los huéspedes estaban igual que yo buscando nuevas experiencias.

Tome un numero de una que escogí al azar, y mientras esperaba pensaba en aquella tarde como en el comienzo de unos días de pasión sin rostro, de experiencias sin fin, donde dentro de tanto anonimato solo podía amarme y pensar en mi…

 

 

P.D. por cierto, la actividad que escogí la segunda vez se llamaba;

Exploración Extrema, y tal vez les cuente como me fue.. o tal vez no.