MUCHOS A TIEMPO SIN VERNOS
Hola a todos me llamo Javier, ahora mismo tengo 23 años, soy un chico alto y muy delgado, con el pelo y los ojos de un negro azabache brillante. No se puede decir que sea un chico guapo, sino del montón, y el sexo en una de mis pasiones. Siempre he estado abierto a probar nuevas cosas en ese aspecto. Esta historia me pasó hace ya varios años cuando fui a pasar unos días a la capital y decidí quedar con una chica que conocí en el pueblo de mi padre. La chica tenía el precioso nombre de María, era una chica de estatura pequeña, de culo ancho y tetas que parecían querer reventar las camisetas ajustadas que se solía poner.
María vino a esperarme a la estación de tren y me acompañó hasta la casa de mi tío, el cual se había ido de vacaciones y me había dejado las llaves de su casa. Cuando llegamos a la casa se sentó en el salón mientras yo me cambiaba la ropa del viaje y me aseaba un poco. Cuando acabé me senté en el salón con ella y empezamos ha hablar de cuando estuvimos saliendo cinco meses antes, ya que la primera vez que nos enrollarnos ella tenía novio, y su situación no había cambiado nada. Al rato de estar hablando me di cuenta de que poco a poco se había ido apoyando en mi hombro. Al poco rato tenia la cabeza en mis piernas tumbada boca arriba y con los ojos cerrados. Empecé a acariciarla los labios recordado tiempos en los que los que los besaba con pasión. Al rato ya no pude aguantarme mas y levantándole la cabeza le di un tierno beso el cual fue correspondido con su lengua en mi boca.
Mis manos empezaron a recorrer todo su cuerpo, la acaricié los pechos que tanto me habían gustado en el pasado y descubrí que sus pezones estaban duros como dos piedras coronando una montaña. Cuando empece a meter la mano por dentro de su pantalón me agarró la mano y me dijo que no quería llegar hasta el final, que tenia novio. Yo la dije que de acuerdo, la levante en brazos y la llevé hasta el dormitorio mientras la besaba. La tumbé suavemente en la cama y empece a desnudarla poco a poco mientras la besaba todo el cuerpo que dejaba al descubierto. Cuando la tuve del todo desnuda me incorporé un poco y la miré de arriba abajo, mi cara debió de expresar tanto deseo que ha ella le dio un escalofrío y me dijo:
dios, me has mirado que parecia que me estabas comiendo-
Yo la sonreí y empecé a besarla de nuevo mientras mis manos recorrían todo su cuerpo. Se levantó y empezó a desnudarme, cuando me quito los pantalones descubrió que el bulto de mi pantalón ya era bastante considerable. Empezó a acariciármelo y a lamerlo por encima del pantalón hasta que comprobó dándome un leve mordisco que estaba bien dura. Llegado a ese punto de erección me quitó los boxer liberando mi miembro. Se quedo mirándolo y mientras se lo metía entero en la boca exclamo:
- Lo que he echado de menos este pajarito-
Empezó a chupármelo como si la fuera la vida en ello. Su cabeza subía y bajaba a una velocidad que mareaba, succionando de tal manera que me era imposible contener mis suspiros. La aparte el pelo para poder ver bien como su boca se tragaba todo mi miembro, y la cara de satisfacción que ponía con cada lengüetada y succión. Al poco rato empecé a notar que me iba a correr, y pensando que seguía sin gustarla que terminasen dentro de su boca decidí tumbarla y empezar yo a chuparla el conejito. Cuando bajé hasta el descubrí que realmente se había puesto muy cachonda chupándomela, ya que lo tenia completamente abierto y mojado. Metí la cabeza entre sus piernas y empece a chuparla suavemente. Poco a poco la metí un dedo mientras mi lengua se centraba en su clítoris. Después del primer dedo la metí un segundo, en ese punto ella ya gemía de autentico placer y me agarraba la cabeza empujándome contra su sexo hasta que note como su espalda se arqueaba, sus piernas temblaban y de su boca surgían profundos gemidos. Había tenido el primer orgasmo. Seguí con mi cabeza entre sus piernas y seguí chupando y lamiendo, hasta que me volvió a agarrar la cabeza y me indico que subiera, que olvidase lo que me había dicho antes de no llegar al final y se la metiera, que ya no aguantaba mas sin sentirme dentro de ella. Me agarró el rabo y se lo metió un poco mientras con la otra mano me agarraba el culo y me empujaba hacia ella para que la penetrara hasta el fondo. Empecé a moverme con suavidad cogiendo ritmo según notaba como de su boca empezaban a surgir suspiros, me incorporé un poco y empecé a penetrarla con mas rudeza. Quedándome ensimismado con los movimientos circulares que dibujaban sus pezones a cada embestida mía. Ya estabamos los dos gimiendo como locos, notaba como ella movía las caderas al compás de mis movimientos, lo cual hacia que se escuchase perfectamente el ruido de nuestros cuerpos al encontrarse violentamente. La agarré las tetas y empecé a estrujárselas con fuerza, hasta que los dos llegamos al orgasmo. Termine dentro de ella derramándola toda mi leche dentro, y quedándome así con mi rabo aun dentro de ella y besándola dulcemente la boca.
- mmmmm que calentita esta- me susurro al oído mientras contraía la vagina para darme unos últimos segundos de placer.
Al poco su móvil sonó, se levantó y lo cogió. Era su novio llevaba una hora esperándola en un bar donde habíamos quedado. Le dijo que nos habíamos liado ha hablar y que se nos había pasado la hora que en media hora estabamos allí. Nos quedamos otra vez tumbados acariciándonos, me miro a los ojos y me dijo.
- ¿Sabes? Cuando te la estaba chupando y me recostaste intentaba que te corrieras dentro de mi boca, quería saber a que sabia tu leche.-
Estaba apunto de irme, pero como la última vez que nos vimos te daba asco decidí no hacerlo-
He aprendido mucho desde la última vez que nos vimos, y ahora me gustan muchas mas cosas. Ya ni mi culito es virgen-
Pues habrá que probarlo- la dije- esa es una de mis fantasías, tengo unas ganas locas de probarlo.
Otro día, ahora quiero comprobar a que sabe tu leche.-
Baja la mano por mi torso y empieza a acariciarme. Apenas me toca y ya estaba otra vez dura. No se porqué pero cuando me había dicho la última frase, mi verga había reaccionado en el acto.
Fue bajando la cabeza mientras me lamía entero como si su lengua fuese buscando mi rabo ansiosamente. Todo ello me estaba poniendo a cien. Cuando tocó con la punta de la lengua el capullo de mi verga aumentó el ritmo de las lengüetadas, se la metió en la lengua y empezó a succionar de una manera increíble. Al poco estaba corriéndome dentro de su boca mientras ella lo trababa ávidamente.
Nos levantamos, nos vestimos y nos fuimos con su novio a tomar unas copas, que al final fueron batidos naturales, lo mejor después de una buena sesión de sexo.
Otro día os contaré como me dejo romperla su culito. En una noche de autentica locura sexual, esa noche realizamos todas nuestras fantasías. Hasta me la tuve que ligar cenando. Pero eso será otro día, hasta la próxima.