III
Cuando termina de bañarme seca mi cuerpo con una toalla caliente, lo hace de una manera suave, casi dulce, como una madre secando a su bebé. Coloca una bata blanca sobre mi cuerpo y se arrodilla ante mí. Espera pacientemente mientras la miro. No me muevo, ni articulo palabra, solo observo como las gotas de agua recorren su cuerpo. Cuando me canso de mirarla la digo que se arregle y que valla al dormitorio.
Salgo del baño mientras ella comienza a arreglarse y me dirijo a la habitación. Saco del armario un vestido negro de cuero con cremalleras a los lados y lo dejo encima de la cama. Voy al baño y cojo un par de cervezas las abro y vuelvo al dormitorio entreteniéndome en el salón para apagar las velas. Cuando entro veo que se está poniendo el vestido. Sus ojos brillan de felicidad y sorpresa, no esperaba eso. La doy una de las cervezas y brindamos, por una fantástica noche.
Me la quedo mirando y hago un gesto de desaprobación. Ella me mira confundida.
- No te asustes putita. Quiero que te maquilles como lo que eres, mi putita. Nos vamos a ir un rato de fiesta para despejarnos un poco.-
- Voy ahora mismo amo.-
Espero a que se maquille viendo un rato la tele. Cuando termina de arreglarse se planta a mi lado sin decir nada, esperando mi aprobación. La miro de abajo arriba con actitud seria. Cuando nuestras miradas se juntan la sonrio.
- Estas preciosa cariño-
- Muchas gracias a - la pongo un dedo en la boca y la impido terminar.
- Hasta que no te lo vuelva a decir no tienes porque llamarme amo, pero si cumplir mis ordenes.-
Sus ojos brillan de alegría, y de ilusión. El vestido le queda más ajustado de lo que había previsto, pero eso hace que parezca que lo va a reventar. Sus muslos apenas entran en él, y sus pechos parecen estar apunto de reventar el vestido intentando salir por el escote. Parece una auténtica puta. Salimos de la casa y nos vamos a la zona de marcha. Entramos en una discoteca llena de gente y vamos a la barra a pedirnos algo de beber. La gente se la queda mirando cuando pasa, y ella no hace otra cosa que alzar aun mas la cabeza orgullosa. Cuando el camarero comienza a servirnos la agarro por la cintura y la beso la parte de los senos que quedan al descubierto. Ella se deja hacer, mientras mira al camarero fijamente.
Cogemos las copas y nos vamos a una zona un poco mas apartada donde hay unos sofás. Me siento en uno de ellos después de decirla que baile para mi. Ella se pone a un paso de mi y empieza a moverse. Al principio de una manera muy lenta, insinuante. La mirada de la gente que nos rodea está prendida de ella. Cada vez que se agacha un poco enseña parte de sus glúteos a los espectadores, lo hace queriendo porque sabe que me encanta que se comporte como una guarra.
Con un gesto la ordeno que se acerque y tome asiento a mi lado. Se sienta y cruza las piernas, pero la ordeno que las separe. Ella se ruboriza un poco pero lo hace. Comienzo a besarla mientras mi mano acaricia sus muslos. Poco a poco la bajo uno de los tirantes hasta dejar uno de sus pechos al descubierto. Mi boca se dirige a el y empiezo a lamerlo. Ella no me lo impide, se deja hacer, ni siquiera pone mala cara, sino todo lo contrario, parece estar disfrutando tanto como yo. Sus ojos se clavan en un chico joven, como queriendo provocarle. Cuando me doy cuenta de ello la digo al oido:
- ¿Te gusta?-
Ella me mira y se pone roja, pero me contesta un leve si mientras baja la cabeza.
- Si tanto te gusta . Puedes suplicarle que te deje chapársela en el baño, pero dejando claro que solo lo haces porque yo te he dado permiso.-
Me mira con asombro, no sabe si la estoy dejando hacer o se lo estoy ordenando. Aun así me da las gracias y se acerca al chico. Veo como el chico se pone tenso y me mira con cara de asombro. Yo solo le sonrió y alzo mi copa para demostrarle que estoy de acuerdo y que es cierto lo que ella dice. Observo como se dirigen al baño, el sin mirarme y ella mirándome a los ojos fijamente. Cuando pasan junto a mi, ella me acaricia la cara para darme las gracias.
Cuando desaparecen de mi vista me concentro en mi copa. Ella reaparece a los diez minutos, sus mejillas están encendidas por la excitación. Se sienta a mi lado sin decir nada y se termina la copa de un trago. No digo nada, solo la cojo de la mano y me la llevo a la parte mas concurrida de gente. Una vez allí me pongo detrás de ella y comenzamos a bailar. Apenas podemos movernos, ya que esa zona está totalmente llena. Mis manos empiezan a recorrer su cintura, su vientre, sus senos, su culo ella lleva sus manos hacia atrás y me agarra el culo. La meto un dedo en la boca para que lo lama, y cuando lo deja bien mojado la levanto un poco la parte de atrás del vestido y se lo meto en el culo. Me aprieta mas fuerte el culo cuado se lo meto hasta el fondo.
Comienzo a besarla el cuello mientras meto y saco el dedo. Cuando está lo suficiente dilatado saco mi verga y se la meto poco a poco. Seguimos en medio de toda la gente, pero no parece que nadie se de cuenta de nada. Empiezo a moverme dentro de ella al ritmo de la música. Siento como aprieta su culito a cada envestida haciendo que los dos disfrutemos aun más del momento. No puedo parar de moverme, ella empieza a moverse acompañando mis movimientos. Mi boca empieza a lamer su oreja para luego girar su cara y besarla en la boca con pasión. Acelero el ritmo al mismo tiempo que la música. Cuando no aguanto más me corro dentro de su culo. La saco poco a poco y la vuelvo a bajar el vestido. Ella se gira y me besa con pasión.
Cuando nos separamos me pide volver a casa. Yo soy incapaz de decirla que no. Nos damos la mano y la guió hasta la salida. De camino a casa me besa en cada esquina, hasta que veo una calle oscura. La paro en una callejuela y hago que se ponga de rodillas. Me baja la cremallera del pantalón y libera mi miembro por encima del bóxer. Acerca poco a poco su boca y empieza a besarme la verga. Se la va introduciendo en la boca muy despacio, dejándome disfrutar de cada centímetro que entra. Su lengua acaricia cada centímetro. Empieza a mover la cabeza ligeramente dentro y fuera para ir cogiendo ritmo. Su cabeza se mueve a un ritmo frenético arrancándome suspiros de placer.
Cuando siento que voy a correrme la sujeto la cabeza y la obligo a metérsela entera en la boca. Mi chorro golpea directamente su garganta mientras mi verga choca con las paredes de su boca a cada espasmo que da. Ella traga todo y me limpia con su lengua. Me guarda la verga y me sube la cremallera.
Al terminar salimos de la callejuela y seguimos nuestro camino a casa.
Este relato se lo dedico como siempre a mi sumisa, la mejor que hay en el mundo. También a todos los que me apoyan, especialmente a gatanonima y a linda, que me han apoyado mucho. Gracias.