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Un ama de casa aburrida

en Hetero: Infidelidad

Hola, mi nombre es martha, tengo 33 años, soy ama de casa, estoy casada desde hace 10 años con Roberto, tenemos 2 hijos, uno de 9 y el otro de 7. Mas que una mujer bonita me considero una mujer atractiva, no tengo el cuerpo perfecto ni la cara perfecta sin embargo soy capaz de atraer la atención de muchos hombres, con mis ojos de gata se que a mas de alguno le he quitado el sueño.

Roberto es un hombre alto, delgado, piel trigueña y lindos ojos, es inteligente, responsable, buen padre, pero lastimosamente no puedo decir que sea tan buen marido, mi esposo es el gerente de una gran empresa multinacional, aunque su jornada de trabajo legalmente es de 8 horas, se queda hasta tarde trabajando en la oficina. Muchas veces me he frustrado esperándolo por horas con la mesa lista, tantas noches he deseado tener sexo con el, y aunque tenemos sexo 3 o 4 veces a la semana, raramente me satisface, el sexo se ha vuelto algo aburrido, rutinario.

La vida de un ama de casa no es fácil, hay que mantener la casa en orden, cuidar a los niños, ir por ellos a la escuela, ir de compras al supermercado, en fin, un día puede ser un suspiro pero también puede ser una eternidad.

Era lunes Roberto se levanto temprano, porque tenia un desayuno importante con los ejecutivos de la empresa, yo hice mis quehaceres, fui a dejar a los niños a la escuela y camino a casa me acorde que tenia que ir a comprar algunas cosas al supermercado, mientras manejaba mi auto de modelo reciente en camino al supermercado, comencé a pensar en lo aburrida que se había vuelto mi vida, cuantos sueños y expectativas se habían perdido, cuando era adolescente soñaba en convertirme en una gran abogada y ahora era una simple ama de casa a la cual su marido solo utiliza para satisfacer sus necesidades sexuales sin importarle que yo también tenia deseos y necesitaba ser complacida.

Por fin llegue al supermercado me baje del auto y comencé a hacer mis compras, en eso escuche una voz que hizo estremecer mi cuerpo, era ¡Carlos! Mi novio de la secundaria, mire sus ojos y sentí el mismo escalofrió que sentía cuando tenia 15 años. El me dijo: Martha como estas, que gusto verte. Yo le dije: Carlos a mi también me da muchísimo gusto verte. Carlos me pregunto si estaba muy ocupada porque quería ir a tomar un café y platicar acerca de nuestras vidas, olvide mis compras y Salimos del supermercado, subimos a su auto y nos detuvimos en un café, ahí estuvimos conversando 2 horas. Carlos era el dueño de un taller mecánico, seguía siendo el mismo hombre encantador, bello, moreno, con enormes brazos, simpático, ocurrente y muy halagador, yo le conté mi vida y el me dijo que nunca pensó verme como ama de casa. Durante las 2 horas estuvimos flirteando, movió dentro de mis viejos recuerdos. Al darme cuenta que ya era muy tarde, le pedí que me fuera a dejar al estacionamiento del supermercado donde había dejado mi auto, no sin antes intercambiar nuestros números telefónicos…

Durante todo el día estuve pensando en aquel reencuentro, fue maravilloso volver a ver a ese hombre que había sido mi primer amor, mi primer beso, y mi primera experiencia sexual. Eran las 6 de la tarde y mi marido todavía no llegaba del trabajo, los niños estaban en casa de mi madre viendo unas películas en el nuevo mega televisor que había comprado mi padre, me sentía sola, y decidí hablarle a Carlos, el me contesto y le conté de mi soledad, me pregunto si podía llegar y yo sin dudarlo le dije que si, llegaría dentro de 10 minutos.

Le hable por teléfono a mi marido para preguntarle a que horas llegaría y el me dijo que llegaría después de las 10, ¡perfecto!, pensé. Hable a casa de mis padres y los niños estaban viendo la nueva película del gato anaranjado y les hacia falta ver otra mas. No lo podía creer todo era perfecto para pasar un momento a solas con ese hombre que me hacia sentir deseada. Me arregle cuidadosamente, me puse un vestidito sencillo pero sexy.

Para mi gran sorpresa llego exactamente a los 10 minutos, creo que el estaba tan ansioso como yo. Toco la puerta y le fui a abrir se veía tan bien, llevaba un Jean azul oscuro y una camisa blanca que hacia lucir sus enormes brazos, traía consigo una botella de vino, lo invite a pasar y nos sentamos en el sofá de la sala, la luz estaba tenue, fui a traer un par de copas, descorcho la botella y me sirvió el vino, mientras hablábamos de todo y de nada, la tensión sexual entre los dos iba aumentando, el se me acerco y comenzó a besar mi cuello, en ese momento sentí como mi cuerpo cedía ante la seducción de aquel hombre que en un solo día había puesto de cabeza mi mundo, me dio un beso prolongado en la boca mientras acariciaba mis senos, yo correspondí acariciado por encima de su pantalón su pene, que pude notar que estaba duro, el metió su mano bajo mi falda, abrí mis piernas y comenzó a tocar mi sexo por encima de mi tanga que estaba húmeda, me levante y me senté encima de el mirándolo de frente, se comenzó a quitar la camisa, mientras seguíamos besándonos, se desabrocho el pantalón y bajo su ziper, sacando su gran pene, comenzó a acariciar mi trasero y de un solo tiron arranco mi diminuta tanguita, me quito el vestido hasta quedar totalmente desnuda, agarre su pene con mi mano y lo dirigí hacia mi vagina, el me penetro de golpe, yo sentí gran placer al recibir su pene de un solo golpe, comencé a moverme primero lentamente y poco a poco fui aumentando, mientras el acercaba uno de sus dedos a mi ano, y lo intentaba penetrar con el, hasta que por fin lo logro, sentí un poco de dolor pero estaba tan excitada que ese dolor se convertía en un gran placer, mas y mas rápido subía y bajaba, hasta que sentí como un orgasmo increíble invadía mi cuerpo y me hacia estremecer cada centímetro de mi ser.

Carlos aun con deseos de mi me pregunto donde estaba la habitación de mi esposo y mía, yo le dije y me cargo hasta llegar a la cama, en la que me tiro, se subió encima de mi y me agarro los brazos a manera de inmovilizarme, a el le excitaba y a mi también me, agarro mis piernas y las coloco sobre sus hombros, luego me penetro, con esa posición logramos una penetración profunda, me cogio duro hasta que me lleno toda de su leche. Fue maravilloso sentir a ese hombre dentro de mi, fue genial darnos placer.

Fuimos al jacuzzi y nos dimos un rico baño relajante, saliendo del baño, yo con una diminuta toalla que apenas y tapaba mi trasero y el desnudo se coloco detrás de mi y comenzó a acariciarme los seños y a besarme la espalda, su pene se ponía duro otra vez, me llevo nuevamente a la habitación, pero sin cambiar mi posición, me coloco a orillas de la cama y me inclino hacia delante, suavemente comenzó a penetrar en esa posición mi vagina, mientras acariciaba mis pezones que estaban duritos con una mano y con la otra acariciaba mi clítoris, haciendo rápidamente que yo tuviera un delicioso orgasmo, mi vagina estaba extremadamente húmeda, el comenzó a bombear hasta que me lleno otra vez de su rica leche. Caí tendida en la cama boca abajo, no podía creer que había tenido tres orgasmos en menos de dos horas, el había hecho lo que mi marido no hacia.

Ya era tarde y tuve que decirle adiós no sin antes con la promesa de volver a vernos…

A la media hora mis padres fueron a dejar a los niños, y mi marido llego 2 horas después, estaba acostada viendo la televisión y recordando a Carlos, cuando mi marido entro al cuarto, intento tocarme, me busco sexualmente, pero le dije "lo siento mi amor estoy cansada", me di la media vuelta y me dormí.

Mi marido continúo desatendiéndome yo por mi parte Continuo viendo a Carlos y cada vez nuestros encuentros son más y más excitantes