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En el callejón despues del cine

en Hetero: General

En el callejón después del cine.

Hola soy yo de nuevo Celeste, ya les platique sobre una vez que estuve con mi novio Mauro, ahora quiero platicarles de otro momento que estuve con él. Para los que no me conocen me describo de nuevo: mido 1.71, tengo el pelo lacio hasta los hombros color negro, ojos negros, facciones un poco orientales ya que tengo esa descendencia, tengo las piernas delgadas pero torneadas, trasero redondo y paradito y los senos grandes y redondos los cuales considero que son mi principal atractivo físico, bueno eso dicen.

Ok esto paso hace 2 años cuando yo tenia 18 años y el 25.Fuimos a ver una película de la ultima función, creo que la película termino a eso de las 11:30 pm. Como esta cerca de mi casa en cine nos fuimos caminando hasta allá y de regreso igual, caminando. Yo traía puesto una falda cortita un poco mas arriba de medio muslo y una camiseta que aunque no era ajustada marcaba muy bien las formas de mis pechos y las puntas, ya que casi nunca uso brasiere. Durante la función el no dejaba de acariciarme los muslos ni de masajearme los senos los cuales demostraban su excitación poniéndose muy duros mientras yo le masajeaba su pene sobre su pantalón que a decir verdad también estaba super excitado. Nadie nos veía ya que estábamos sentados hasta atrás y había muy poca gente. En un momento yo me agache hacia él y por sobre su pantalón le mordía su vega el cual se ponía mas duro al sentir mis labios en él pero para nuestra mala suerte esto duro poco ya que las luces comenzaron a prenderse indicando el fin de la película mientras nosotros 2 nos miramos sonriendo lamentando esa mala suerte. En fin íbamos de regreso a mi casa cuando para poder llegar a mi casa hay una calle sumamente solitaria pero que acortaba el camino hacia mi casa y no hay ninguna casa ahí, solo unos depósitos de basura enrejados de los patios traseros de algunos negocios que a esa hora ya estaban todos cerrados. Caminábamos abrasados cuando al llegar a media calle me invadió un fuete deseo de hacer algo erótico en ese momento, ya que mientras veíamos la película mi novio no dejaba de acariciarme el cuerpo ya que estábamos sentados hasta atrás y había poca gente por lo que me había dejado algo calientita. Así que me detuve a media calle, me volteé hacia el y le di un tremendo beso el cual el correspondió muy bien; nuestras lenguas jugaban a acariciarse, masajearse una a la otra mientras mis manos acariciaban su espalda y el ponía las suyas en mi trasero agarrándolo con gran firmeza. Me ponía cada vez más loca el pensar que alguien pudiera pasar y ver nuestro espectáculo.

-Prepárate para mi papi – le dije con una sonrisa

-¿Qué quieres decir? – me pregunto algo sorprendido.

No conteste. Pegando mis pechos contra su pecho fui bajando lentamente hasta quedar hincada frente a él; con mis manos le baje el ziper de su pantalón y le desabroche su cinturón de piel mientras el me miraba sonriendo.

-¿Ah si? ¿ Qué tan putita puedes ser muñequita? – me pregunto todo excitado

-Te lo demostrare cariño.

Tome su pene de 20 centímetros ya duro y muy erecto y me lo lleve a mi boca tragándomelo por completo; me dedique a chupárselo una y otra vez rápidamente mientras con una mano se lo masajeaba y con la otra le acariciaba su pecho por debajo de su camiseta. El con sus manos me tomaba de mi cabeza acariciándome mis cabellos mientras escuchaba sus gemidos.

-Oh si muñequita... eres toda una ... puta muy experta... – decía él entre gemidos.

Sus palabras realmente me ponían a mil y comencé a combinar mis mamadas con leves mordidas y lamadas en la cabeza de su verga, tomando su tronco con una mano. Él comenzó a gemir mas, mi lengua ya era muy hábil en el sexo oral, por lo que sabia como poder excitar a un hombre con mi boca y mi lengua. Su pene estaba ya muy duro y erecto

Así que decidí hacer otra cosa; tomando su pene con una mano se lo levante y me dedique ahora a chuparle sus pelotas mientras mi mano continuaba masturbándolo con movimientos hacia arriba y abajo en forma circular, Chupaba un testiculo y luego me dedicaba al otro, podía sentir en mi mano como su verga se calentaba mas y mas antes mis caricias orales; sus gemidos eran cada vez mas fuerte y su respiración más agitada. Unos segundos después volvi a lamarle su pene, en especial la punta acompañado de leves mordiditas mientras que ahora mis 2 manos se dedicaban a masturbarlo rápida y fuertemente. Su cuerpo se estremecía antes mis lamadas, tomandome de mi cabello.

-Ahhh si si si s si si mi putita siiiiiiiiiiiiiiiiii – me decía – tu lengia y tu boca son unicas...

Cuando sentí que estaba a punto de venirse me detuve.

-Ya te consentí mi amor ahora te toca a ti – le dije toda caliente.

Mi novio me tomo de las manos y me jalo parando; me empujo hacia atrás recargándome contra una reja la cual se simbró. Sujetando mis manos las subió e hizo que me sujetara con ellas de la reja. Bajo sus manos y las paso por debajo de mi camiseta llevándolas hacia mis pechos mientras me besaba. Mis pezones se pusieron mas duros cuando con sus dedos me los pellizcaba y flotaba Al notar el esto bajo su boca pasabdo su lengua por mi cullos hasta llegar a mis pechos los cuales los tenia agarrados con sus manos, De inmediato me los comenzó a chupar, morder y lamar apretándomelos también con las manos.

-Ahhh si, así Mauro... que delicia... que rico... – le decía entre gemidos y con la voz baja.

-¿Te gusta?

-Si papi... comelos... por favor cometelos...

Mauro me hizo caso, porque ahora me los chupaba y jalaba que parecia que queria arrancarmelos lo cual me producia un dolor pero que a la vez me gustaba, me parecía excitante, mientas que con sus manos me los pellizcaba y masajeaba sin descansar.

Luego de varios segundos y dejándome los pezones muy duros, grandes y brillantes por su saliva. Mi novio bajo su cabeza pasando su lengua por mi cuerpo. Por mi vientre, por mi ombligo donde jugo ahí unos segundos con su lengua, llenándomela con su saliva. Después se hinco frente a mi acariciándome las piernas, en especial los muslos. Los miraba mientas que con caricias me subía la minifalda que traía puesta dejando ver mi pantaleta de hilo dental color vino, que era muy sexy. Con sus manos me la bajo pero no me la quito dejándomela a la altura de las rodillas. Mi vagina depilada ya estaba húmeda por mis jugos lo cual él pudo notar.

-Oh Celeste mi amor que rica y jugosa se ve tu vagina. - me dijo con deseo

-Es toda tuya mi amor – le dije.

No tardo mas y metió su cabeza entre mis piernas sintiendo como su lengua ansiosa buscaba mi clítoris y la lamía y chupaba con tanto deseo. Mi cuerpo se estremecía, con mis manos hacia arriba apretaba la reja de la cual me agarraba mientras mi respiración se agitaba y de mi oca salían gemidos llenos de placer.

-Ahh ahh ahhhh siiiií ... ohhhh... oh dioss .... ahhhh ah si.... asiI.... – gema como loca.

Realmente me estaba volviendo loca, su lengua sabía muy bien como satisfacerme. Ahora mi excitación fue mayor al sentir un par de sus dedos meterse en mi vagina penetrándome sin cesar mientras continuaba dándome lamadas y chupadas a mi vulva y clítoris. Ya no pude mas y recargándome sobre la reja me solté de ella y con mis manos comencé á pellizcarme los pechos, a jalarme de mis pezones que estaban tan duros como si fueran piedras. Podía sentir los dedos de Mauro recorrer cada rincón de mi vagina y mi clítoris entre sus dientes lamiéndolo son la punta de su lengua.

-Oh si Mauro.... si.. sigue sigue.. no te detengas... oh dios....

Mauro metia mas su cabeza entre mis piernas; sus dedos me penetraban cada vez mas fuerte y rápido. Su manos se llenaba de mis jugos vaginales que fluían cada vez mas los cuales mi novio absorbía sin dejar nada.

Cuando mis piernas comenzaban a doblarse me tomo de la cintura con ambas manos y me volteo haciéndome recargar sobre la reja quedando mis nalgas paradas por como me dejo y aparte porque tría zapatos de tacon, dándole a él una vista muy buena de mi trasero.

-Que hermoso trasero tienes putita, que culo tan deliciosos –decía Mauro.

Con sus manos me masajeaba las nalgas mientras me lamía la parte trasera de mis piernas hasta llegar a mis nalgas las cuales beso, lamió y mordió con fuerza, lo cual provocó que lanzará yo un gemido.

-Si con eso gimes espera a ver con lo que te va a tocar – dijo con voz gruesa.

Apenas le iba a preguntar que quería decir cuando sentí como me separo las nalgas con fuerza y empezó a pasarme la lengua entre ellas, concentrándose en mi ano. Como me estaba abriendo el trasero muy fuerte podia lamarme parte del interior de mi culo lo que me producía un intenso placer mientras sentía mis pechos apretarse contra la reja. Su lengua me penetraba el ano con gran agilidad que mi cuerpo comenzaba a temblar, a convulsionarse.

-Oh mi amor... me quieres hacer venir ... ¿verdad?... ahhh... oohhh siii... asiiiiiii

Mauro asintió haciendo un ruido en su boca, ya que no quería dejarme de lamar el ano mientras que ahora con sus dedos me flotaba de forma sensacional mi clítoris, que estaba hinchadito y húmedo por mis juquitos vaginales. Mi cuerpo ya no aguantaba tal placer, mis piernas querían doblarse, pero Mauro me sujetaba de mi trasero dándome tremendas lamadas y penetraciones en mi culo

-Oh papi ... si... que rico... ahhhh.. ahhh- podía decirle entre gemidos.

No podía evitar gemir fuerte, tal vez mis gemidos se podían escuchar por toda la calle pero no me importaba por sentir esa rica lengua de mi novio haciendo maravillas en mi ano y sus dedos consintiendo muy bien mi clítoris. Mis pezones estaban muy duros como nunca, sintiendo el frío de la reja en mis pechos, en donde se marcaba las formas de esa reja.

Mi ano ya estaba super sensible al igual que mi clítoris por lo que en ese momento creo que me vine un par de veces, pero a mi novio no pareció importarle porque aún no quería terminar de satisfacerme, sino que me preparaba lo mejor de la noche.

Con mi pesar Mauro saco su lengua de mi ano y se paró detrás de mí, bajándose los pantalones. Tomo con su mano esa verga que tanto me gusta por su tamaño y por lo bien que me sabe satisfacer y con la punta ella me comenzó a acariciar mi ano mientras yo me acomodaba recargándome mas hacia adelante levantando mas mi trasero para que me pudiera dar por detrás con mas facilidad.

-¿Lo quieres putita, quieres mi verga en tu culo?- me decía al oido

-Si por favor... damelo.. mételo en mi...

Mauro me metió la punta de su pene despacio, era una sensación muy rica sentirlo en mi apretado ano; pero algo de repente nos hizo gemir a ambos. El me había metido su pene de un solo jalón, sintiendo como abría mi agujero rápida y fuertemente. El tubo que ponerme su mano en mi boca para que mis gemidos no se escucharan a lo lejos. Empezó a penetrármelo con movimientos continuos, rápidos y ágiles mientas ahora con su mano me tomaba de los cabellos jalando me la cabeza hacia tras y con la otra mano me nalgueaba fuertemente, yo con mis manos me aferraba la raja la cual apretaba con todas mis fuerzas por el tremendo placer que esa verga me estaba produciendo.

-Oh si si si si Mauro....... dale... que rico... cogeme... cogeme ..fuer...te. ahhh ...siii...

Mauro empezaba a cogerme mas fuerte, sus movimientos eran más bruscos y rápidos, sentía como me estaba matando de dolor pero me gustaba, era un dolor delicioso sentir como salía y entraba su verga en mi dilatado ano con tanta facilidad mientras él continuaba nalgueándome y jalándome los cabellos. Realmente me gustaba ser sometida con tanta fuerza, sentía mi vagina totalmente húmeda y mis pezones muy duros con las rejas apretándose con ellas. Mis gemidos eran más fuertes e intensos pero ya a ninguno nos importaba eso, estabamos sumamente excitados como para poder fijarnos en ello.

Ya luego de unos segundos él me tomó de mi cintura volteándome hacía el y levantandome, abrazándome a su cintura con mis piernas y abrazándome de cuello con mis brazos. Ahora me empezaba a penetrar mi vagina recibiéndole su enorme pene, sintiendo como me penetraba muy dentro gracias y a la posición en que estábamos. Yo movía mi cuerpo hacia arriba y abajo mientas con sus manos él me sostenía de mi nalgas las cuales apretaba. Mientras nuestras bocas se buscaban con desesperación y nuestras leguas se recorrían con pasión; nuestros labios jugaban a chuparse y a morderse fundiéndonos en un solo cuerpo. Mis gemidos eran fuertes al igual que los suyos; apretandome contra la reja

-Si si si.... así.... – le decía entre gemidos- así.... oh dios.. ahh ahh... ahhh.

Levantando mis brazos me agarre de la reja fuertemente mientras con mis piernas me abraza del cuerpo de mi novio, moviendo mi cuerpo rápido y sensualmente provocando que la penetración fuera más placentera. Él me seguía cargando agarrándome del trasero; su pene me desgarraba por dentro lo cual sentía muy pero muy rico. Mis gemidos lo excitaban tanto que me penetraba con más fuerza mientras la reja hacía ruido debido a mi cuerpo, el cual se escuchaba por toda la calle. En un momento creí que rompería las rejas con mis manos ya que lo apretaba con tanta fuerza debido al placer en el que me estaba muriendo. El se inclino hacía mi, mordía y lamía mis pechos mientras no me dejaba de penetrar. Mis pezones recibían con gran alegría su boca poniéndose sumamente duros disfrutando del momento.

Así pasaron varios segundos hasta que él me dijo que ya se venía. Rápidamente me solte de la reja y de su cuerpo para hincarme justo frente a el mientras el comenzaba a masturbarse muy rápido. Yo con la boca abierta esperaba su semen para poder saborearlo, mirando como estaba ya a punto de estalla. Y sucedió. Salía muchísimo semen de verga entrando parte a mi boca, otra parte estrellándose en mi rostro y otra salpicándome los pechos mientras el lanzaba un par de fuertes gemidos convulsionándose su cuerpo. Yo me trague su semen mientras con una mano recogía la que había quedado en mi rostro y me lo llevaba a mi boca, para después tomar su verga y metérmela a mi boca otra vez limpiándosela sin dejarle ni una gota de semen. Él suspiraba ante mis caricias orales.

-Oh si putita si que eres una experta en esto... te amo.

-Lo sé – le dije- soy toda una puta.

Me limpie mi rostro y ambos nos arreglamos nuestras ropas dándonos un gran beso satisfechos de lo que nos habiamos dado. Al voltear a la calle para ver si no nos habían escuchado si a un hombre en la plata alta de un edifio a través de una ventana masturbándose mientras nos observaba. Yo sonreí contenta de haberle dado a ese tipo un gran espectáculo con mi novio... y quien sabe, tal vez pronto le daríamos otro ahí.

Espero les haya gustado esta rica experiencia vivida con Mauro, pronto les contare mas momentos íntimos con él y con algunas amigas mías.