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Mi profesor de química

en Hetero: General

Mi profesor de química

Hola ¿cómo están?, me llamo Celeste. Para los que no me conozcan les diré que tengo 20 años, soy blanca, delgada, mido 1.69, cabello negro lacio hasta los hombros, ojos negros, de cuerpo me considero no estar tan mal ya que voy 5 días por semana al gimnasio 1 hora y media cada día: tengo los senos grandes sin exagerar, piernas torneadas y de trasero redondo. Esto que les contare me sucedió hace un par de semanas.

Para los últimos días de clases en la universidad yo tenia ciertos problemas con una clase, la de química ya que esa materia no era de mi gusto y batallaba con todo eso de fórmulas y tantas cosas mas. Como es época de mucho calor pues visto de forma algo coqueta, minifaldas, blusas de tirantes... en fin, ropa muy ligera. Como era de esperarse los chicos no pueden ver que una chica vista así porque se la comen con la mirada, pero para que mentirles, a mi me encanta que me miren. Esos días fueron pasando y notaba que no solo mis compañeros de clases me miraban sino también uno de los profesores de la universidad, solo les diré que se trata del mismo profesor de la materia que tantos dolores de cabeza me da. Notaba que cada vez que pasaba yo al frente a exponer el me baria con su mirada de pies a cabeza, cosa que realmente me excitaba puesto que era un hombre atractivo, tendrá como unos 40 años pero con buen físico, alto y de mucha personalidad.

En los últimos días de clases antes de que comenzaran los exámenes finales fui a buscarlo a la sala de profesores para comentarle que estaba teniendo problemas con su materia y que si me podía ayudar a entender algunas cosas. Como siempre el me miro de las piernas y el escote de mi blusa, para después con una sonrisa de oreja a oreja decirme que si quería podía yo venir a la universidad el sábado al medio día para explicarme lo que yo no entendía, aprovechando que ya no había clases los sábados debido a ser los últimos días del semestre y por lo mismo no había casi alumnos ni maestros. Por lo que yo acepte esa cita para poder prepararme antes del examen.

Ese día como es acá costumbre en chihuahua en mayo, hacía mucho calor y trate de ir lo mas fresca que se podía, una minifalda negra un poco mas arriba de medio muslo y una blusa de tirantes rosa, toda fresca. Llegué como a las 11 de la mañana hora que habiamos acordado y como era de esperarse no había casi nadie, así que me dirigí a la sala de maestros para preguntar por el profesor y me dijeron que estaba en el salón 515, el cual estaba en el edificio mas lejano de la universidad, pero no le di importancia y me dirigí hacía allá con mis libros y un cuaderno para anotar. Al llegar vi a mi profesor sentado en el escritorio viendo hacia le ventana pensativo y sinceramente, desde cualquier ángulo que lo veía era muy atractivo.

-Hola profesor buenos días

-Hola Celeste...-contesto sobresaltado- pase...lista para la explicaciones??

-Si profesor eso creo

Entre y me dirigí hacia un asiento para sentarme pero mi profesor me detuvo.

-¿Adónde va? – me preguntó él

-Voy a sentarme me profesor, no va a querer que me este parada todo el rato aquí ¿o si? – le pregunté con una sonrisa

-claro que no Celeste para nada, ¿pero por qué no mejor acerca una silla y se pone aquí junto al escritorio? No tiene caso que este tan lejos.

-Ok profesor como usted diga.

Agarré una silla y la jale hasta el escritorio y me senté, estaba casi del lado izquierdo del profesor. Note de reojo como mi profesor mi miraba las piernas y yo haciéndome la distraída cruze mi pierna para que me las viera mejor, lo cual me hizo sentir muy rara pero a la vez excitada mientras buscaba mis libros.

-Que lástima que tenga que venir hoy Celeste, me imagino que habrá cancelado planes con su novio

-No profesor no tengo novio

-¿No tiene novio?- pregunto asombrado y con una sonrisa- ¿ y puedo saber por qué una chica tan hermosa como usted no tiene novio?

-Preferiría no hablar de eso profesor solo le diré que rompí con él hace un mes

-De acuerdo Celeste no preguntaré mas

Realmente no quería hablar de eso, digo ¿para qué?, ¿para decirle que mi exnovio me dejó por alguien quien se decía ser mi mejor amiga con la cual se acostó el día que cumpliríamos un año de novios? , realmente esas cosas no se platican, además creo que fue lo mejor sinceramente ya que nuestras relaciones intimas se estaban volviendo aburridas gracias a la falta de imaginación de él, así que si veo bien las cosas puede ser que fue lo mejor para mi.

Mi profesor y yo comenzamos a ver los temas que yo no entendía y en todo ese rato veía de reojos como su mirada devoraba mis piernas y ya que estaba yo inclinada hacia delante pues el podía ver mi escote y un poco mas ya que no llevaba yo brasiere y pues supongo que a mi profesor eso le excitaba mucho... y a mi tambien

-A ver Celeste, pase al pizarrón y ponga estas formulas y hágalas para ver en que falla aquí- me dijo

Le dije que si y me pare frente al pizarron y con el gis en la mano comencé a escribir lo que me iba diciendo. El también se paró y se dirigió justo detrás de mi imaginando que me estaría viendo mi cuerpo empecé a tararear una canción y al ritmo de eso movió levemente mi cuerpo de una manera sensual, queriendo provocarlo aún mas, cosa que creo que logre ya que el empezó a tartamudear y a toser, cuando me dictaba se notaba su voz temblorosa pero yo me hacía la disimulada y seguía escribiendo. Escuche entonces como sus pasos se dirigían hacia mi y su voz se fue poniendo mas grave mientras me dictaba. De pronto sentí algo justo en trasero, exactamente entre mis nalgas, era algo grande que cada vez se estaba poniendo duro y más grande. Me estremecí pero a la vez me calenté al imaginarme que era aquello que me estaba tocando ahí por lo que no dije nada y seguí escribiendo Luego sentí un aliento cerca de mi nuca y una voz muy gruesa cerca de mis oídos y como unas manos me tomaban de la cintura y me rodeaban el cuerpo. Yo cerré mis ojos y dejé de escribir, ese momento me estaba gustando, sentir a un hombre atraído por mi y como me hablaba y me tocaba. Sus manos comenzaron a subir lentamente acariciando mi vientre hasta llegar a mis senos los cuales masajeó y pellizco con delicadeza. Mi respiración se hacía mas fuerte, solté el gis de mi mano y deje caer mis brazos, quería dejarme llevar por el momento

-Que hermosa eres- me susurraba al oído- que pechos tan ricos tienes.

El comenzó a besarme y lamarme la nuca mientras sus manos seguían jugando con mis senos; mis pezones sentían mi placer y rápidamente se pusieron mas duras que unas piedras.

-Eso me gusta- me dijo- tus pezones que duros se pusieron, que bien se sienten

Sus dedos comenzaron a jalar y pellizcar mis pezones sobre mi blusa, lo que me provoco un par de gemidos; era realmente excitante como mi profesor hacía sentirme tan deseada y ponerme tan caliente tan solo con palabras y caricias. Luego sus manos bajaron por mi cuerpo lentamente has llegar a mis muslos, los acariciaba de igual manera que mis senos de una forma delicada Tomo parte de mi minifalda y de un jalón logro subírmela acariciándome después mis muslos nuevamente. Podía sentir como su pene se ponía mas duro al hacer contacto con mis nalgas y sus manos ahora llegaban ahí masajeándome y y apretándome las nalgas.

-Celeste... que hermosa eres, me encanta todo tu cuerpo... –me susurraba una y otra vez al oído

-Es todo tuyo – le dije en voz baja ya con mi cabeza recargada en su hombro y mis manos acariciándole las piernas.

Mi profesor se calentó con lo que le dije y metió su lengua en mi oído derecho lo cual me estremeció, sentir como me majaba con su saliva cada rincón de ahí y como sus manos acariciaban con mas fuerza mis muslos y mis nalgas. Luego el se bajó hincándose justo detrás de mi y pude sentir como su lengua subía desde mis pantorrillas hasta mis muslos, abrazándose él de ahí. Después puso sus manos en mis caderas y ahora su lengua y sus labios estaban en mis nalgas, las besaba, lamía y mordía con gran placer, lo cual me estremecía y me sacaba algunos gemidos mientras yo misma me acariciaba mis senos done sentía mis pezones tan duros que parecían estallar contra el pizarron. Sentía como se entretenía en mis nalgas por unos segundos mas hasta que de repente sentí que con sus manos me abrió las nalgas y su lengua se metía entre ellas lamiéndome la línea que las divide por encime del hilo dental de mi tanga varias veces

-Dios, que deliciosa eres Celeste- decía todo excitado.

Después se paro y me volteo recargándome contra el pizarron y me planto una gran beso, metiéndome toda su lengua en mi boca buscando la mía la cual masajeaba y chupaba con placer. Sus manos se apoderaron de mis pechos nuevamente pero esta vez sus caricias fueron más fuertes con mas placer. Separo su boca de la mía y la fue bajando hasta llegar a mi cuello acariciándolo con su lengua. Tomo mi blusa y jalándola hacía arriba logro quitármela quedando mis pechos al aire libre los cuales observo con una sonrisa.

-Que pechos Celeste – dijo mi profesor- que ricos se ven.

-Son todos suyos profesor, esperan por usted- le conteste poniendo mis manos detrás de mi entre mis nalgas y la pared.

Sin decir mas mi profesor tomo mis pechos con sus manos y rápidamente llevo su boca a mi pezón izquierdo; lo lamía, lo chupaba y lo succionaba tan bien que sentí estar en el paraíso del placer; mis pezón ya muy duro y paradito era presa de cualquier tipo de caricia bucal de mi profesor, quien sabia como tratarlo muy bien mientras con la otra manos me jalaba y pellizcaba el otro pezón. Con mis manos me acariciaba las nalgas y parte mis muslos con los ojos cerrados sintiendo ese gran placer que me estaba llenando. Luego mi profesor paso su boca hacía mi otro pezón y de nuevo supo utilizar muy bien su lengua ahí solo que esta vez acompañado de mordidas, algunas un poco fuerte que parecía que quería arrancar mi pezón de ahí. Eso me producía tanto placer que deje escapar varios gemidos, nuca antes mis pezones habían sido tan bien tratados como esta vez.

Luego de un par de minutos mas en los que él se devoraba mis pechos bajo su lengua lentamente por mi cuerpo llegando a mi ombligo el cual lamió varios segundos provocándome entre cosquillas y placer, sin que el piercing lo estorbara. Estaba dispuesto a seguir bajando mas hasta que yo lo detuve.

-Espere profesor- lo detuve

-¿Qué pasa Celeste?

-Antes de que siga creo que es mi turno ¿o no profesor?

-¿Qué quiere decir?

-Ay profesor parece- le dije con una gran sonrisa.

El inmediatamente se paro y ahora fui yo quien lo bese con placer, ahora mi lengua era la que recorrió cada rincón de su lengua y de su garganta. El puso sus manos en mi trasero y lo apretó y masajeo muy bien. Aún así logré safarme y rápidamente me deje caer hincándome frente a él, quien al verme así sonrió tras lo cual tome su cinturón y lo safé para después desabrochas su pantalón y bajárselo quedando solo en boxers color café.

-Oh si Celeste- dijo entre risas de maldad- es tu turno.

-Lo se profesor, lo se muy bien.

Sin decir mas tome de sus boxers y se lo baje hasta las rodillas quedando ahí un gran pene, aquel que me había estremecido cuando me lo había puesto entre mis nalgas. Lo tome con una mano y comencé a masajeárselo suavemente mientras con la punta de la lengua le sobaba la cabeza de su pene. Mi profesor cerró los ojos y gemía mientras con una mano me tomaba de la cabeza. Después tome su pene y me metí la mitad succionándoselo con leves masajeos, dentro mi lengua se encargaba de darle masajes tanto al pene como a su punta. Mi profesor comenzó a respirar fuertemente, gemía cada vez as lo cual me agradaba, sin dejarme duda alguna que mis mamadas le estaban gustando mucho. Mi otra mano masajeaba sus testículos mientras mi boca se encargaba de darle placer en su pene, un gran pene. Luego con mi manos comencé a masturbarlo con movimientos fueres mientras ahora mi boca se encargaba de chuparle sus testículos que ya estaban grandes y muy duros.

Ahh ahhh, si, si Celeste-decía mi profesor entre gemidos- que boca tienes.

Miraba como mi profesor se estremecía conmigo por lo que de nuevo volví a meterme su pene a mi boca esta vez todo, completo sintiendo parte de el en mi garganta, mis succiones eran mas fuertes. Su pene tan duro dentro de mi boca parecía que de un momento a otra iba estallar mientras mi manos lo tomaban de sus caderas. Sus manos estaban en mi cabeza como si quisiera que nunca la quitara de ahí mientras de mi boca salía combinación de mi saliva y el poco semen que le salía, recorriendo mi cuello llegando un poco a mi pecho y partes de mis pechos. Nuestras respiraciones eran muy fuertes y se sentía ahí el gran placer que había.

Algunos minutos después el me separo y me tomo de la mano parándome, mientras con uno de mis manos me limpiaba la parte externa de mi boca. Me llevo hacia su escritorio y me sentó en la orilla par basarme con gran pasión, después baja y de nuevo me da varias lamadas y mordidas en los pechos y en los pezones, arrancándome algunos gemidos.

Luego se hinca y me baja tanto la minifalda y mis pantaletas ya todas húmedas dejándome puesto solo mis zapatos de tacón. Acariciándome los muslos me da varios besos en el vientre y en el ombligo para después aventarme levemente hacia atrás acostándome sobre el escritorio. Abriéndome las piernas pasa su lengua por la parte externa de mis muslos dándole leves mordidas para depuse poner mis piernas sobre sus hombros quedando mi sexo húmedo frente a su rostro. Su lengua comenzó a recorrer toda mi raja de arriba hacía abajo hasta llegar a mi clítoris el cual abre con sus dedos pulgares. Su lengua rápidamente comienza a acariciarlo con diversos movimientos lo que me hace estremecer mientras con las manos me agarro los senos y juego con ellos con los ojos cerrados. La punta de su lengua busca deseosamente entrar en mi vagina, absorbiendo los jugos que salen de ahí, deseosos de ser bebidos por mi amado profesor.

.

-Ah sii que rico- gemia – chupatelo, comete mi clítoris ahh.. ahh..

Como un buen soldado, me hizo caso y comenzó a succionar fuertemente mi clítoris con leves mordidas; mi cuerpo se estremecía por tanto placer tomando con mi mano los costados del escritorio y mi espalda formando una arco. Mis muslos presionaban levemente la su cabeza pero esto lo hacia calentarse mas pues ahora sentía como uno de sus dedos lograba meterse dentro de mi vagina y como recorría cada rincón de ahí. Su lengua comenzaba a acariciarme nuevamente mi vulva y mi clítoris fuertemente mientras sus labios absorbían los chorros que me salían. Su dedo me penetraba de manera rapida y fuerte, haciéndome sentir un placer que jamás creí sentir Entre mis gemidos podía escuchar muy bien los ruidos que hacían su boca y mi sexo y como el disfrutaba de comerse todo mi sexo era algo único lo que el me estaba haciendo.

Luego el se paró y con su mano se toma su pene que estaba grande y a punto de reventar pegándolo con mi clítoris.

-¿Te gusta mi amor? – me pregunta con tono maquiavélico.

-Si profesor me gusta mucho... quiero sentirlo... dentro de mi.

Tomando su pene, metió la mitad dentro de mi mirándome a los ojos sonriendo, el cual correspondí con un guiño y como respuesta, de un solo movimiento logro meterme por completo su pene haciéndome estremecer tomando mis piernas y levantándolas pegándolas. Eso producía una penetración mas estrecha pero muy rica. Su pene poco a poco comenzó a penetrar mas rápido, con mas fuerza. Mi cuerpo respondía ante ese placer estremeciéndose, mi respiración era cada vez mas fuerte y entrecortado y de mis labios salían gemidos que cada vez eran más fuertes y sensibles, Sentía m vagina abrirse ante el buen trozo que me penetraba; mi profesor solo me miraba con una sonrisa.

-Vamos Celeste, quiero verte acariciándote tus pechos- me pedía

Al instante lleve mis manos a mis pechos y me los acariciaba con gran pasión mientras me cuerpo se llenaba de tanto placer formándose un arco en mi espalda. Mientras me penetraba con sus manos me acariciaba los muslos y con la boca me besaba y me lamía los talones cosa que también me estremecía. Sentía también como sus testículos chocaban contra mis nalgas mojándose de los jugos que salían dentro de mi.

Después mi profesor saco su enorme pene de mi y tomándome del as manos me jalo hacía él dándome un gran beso para después voltearme y empujándome hizo que me recargara hacía adelante sobre el escritorio con mis antebrazos y de nuevo puso su pene en la entrada de mi vagina y de un solo empujón volvió a metérmelo todo haciéndome estremecer mientras con sus manos me tomaba de las caderas. Con movimientos rápidos y fuertes me empezó de nuevo a penetrar sintiendo mis senos moverse de un lado para otro y escuchándolo como disfrutaba penetrarme con fuerza. De mis labios salían gemidos que creía que se escuchaban mas allá del salón pero no me importaba ya que mi profesor estaba dándome uno de los máximos placeres que he sentido.

-Ay ahh si profesor!!!- le decía- que rico se siente... que bien lo.. hace

A mi profesor parece haberle excitado eso porque me empezó a penetrar mas rápido golpeándome con fuerza las nalgas con sus muslos. Ahora con una mano me masajeaba los senos dándome yo misma placer también. Sentía su gran verga abrirse camino dentro de mi y como eso me producía grandes placeres. Ambos comenzábamos a respirar fuertemente, gimiendo como mucho placer. Yo me vine por segunda vez y cuando esperaba que mi profesor de un momento a otro si viniera, me penetro con gran fuerza varias veces y luego para mi sorpresa saco su pene de mi.

-No Celeste... no me quiero venir... aquí – me dijo agitado

-No le entiendo profesor- le contesté con sorpresa

-Celeste...qusiera venirme en tu culo... ¿me lo das para venirme ahí?

Como respuesta me deje caer sobre el escritorio sintiendo mis senos apretarse contra el y mis piernas quedando paradas y estiradas empinándome por completo con mi trasero levantado.

-Profesor no tiene por que pedírmelo aquí lo tiene para usted.

-Gracias Celeste pero creo que necesita un poco de lubricaión

-Mmmm jajajaja eso creo profesor... lubríqueme.

Riéndose él también, jaló un banco que estaba junto a nosotros y se sentó en el detrás de mi, me abrió completamente las nalgas con fuerza provocándome un dolor fuerte pero a la vez rico y sin soltarlas, sentí la humedad de su lengua pasar por toda mi raja, desde mi clítoris hasta arriba lentamente hasta llegar a mi ano, el cual lo comenzó a lamar con dedicación y con la punta de la lengua. Era una sensación que me producía gran placer ya que es una de las cosas que más me encanta que me hagan. Sentía la punta de su lengua penetrarme el ano y sus manos apretando y abriéndome las nalgas con fuerza.

-Profesor...que delicia.. siga siga justo... ahí- le suplicaba entre gemidos.

Entonces él se hinco y aún separándome las nalgas me siguió lamiendo con mas fuerza todo el ano y parte de su interior. En ocasiones sentía como me escupía ahí y como una gran cantidad de su saliva se metía por ahí provocando que mi cuerpo se estremeciera aún mas. Esa lengua suya sabía muy bien como darme placer y mis gemidos se lo hacían saber... realmente era una delicia como me pasaba su lengua por mi ano.

Ya entonces me metió un dedo por ahí, cosa que me gusto y por lo mismo me penetraba con el varias veces haciéndome estremecer. Después de dedearme el ano y comprobando que ya estaba bien lubricado y dilatado mi profesor se paro y masturbándose un poco puso su pene en la entrada de mi ano acariciándomelo lo cual me ponía mas caliente.

-¿Te gusta Celeste?

-Me fascina profesor pero mas me si me lo mete por favor

-Suplícamelo Celeste

-¡¡Profesor!! Se lo suplico métamelo por favor.

-Ay Celeste dime mi niña ¿qué quieras que te meta y donde quieres que te lo meta?

-Por favor profesor – le suplicaba con tono infantil – quiero que me meta su pene por mi ano por favor!! Lo necesito ahí.

Después de decir esto escuche como mi profesor suspiró y poco a poco comenzó a meter su pene por mi ano. Que placentero era sentir como mi ano se iba abriendo, sentir como su pene caliente entraba por ahí y las sensaciones que eso me producía. Mis gemidos parecían excitarlo ya que inmediatamente de que metió todo su pene comenzó a penetrarme de forma rápida y un poco fuerte sin delicadeza. Me producía cierto dolor la forma en que me penetraba pero a la vez el placer que me hacía sentir era inigualable Entre gemidos logré aferrarme de los costados del escritorio con mis manos, los cuales apretaba tan fuerte por el placer que me llenaba todo el cuerpo.

-Ahh ahhh ohh ayyyy siiiii ahhhh que bi..en se sie..nte

No podía terminar mi frase, era un gran placer lo que sentía que me impedía hacerlo. Pero mi profesor no le importaba, todo lo contrario, parecía que estaba dispuesto a darme placer. Sus penetraciones cada vez fueron mas fuertes, mas secos, mi cuerpo aparte de estremecerse se movía con cada golpe de sus piernas contra las mías. Sentía que mi ano me ardía pero el placer que me producía era mayor que eso y que el dolor mismo. De mi vagina de nuevo salían mis jugos que se podía oler en todo el salón

Después de varios segundos mi profesor estaba apunto de venirse.

-Celeste... por favor... híncate frente... a ...mi..- me pedía todo excitado

Rápidamente me enderece y me hinque frente a él poniendo mi cara frente a su pene cerrando mis ojos. Escuchaba como gemía mientras se masturbaba y luego de pocos segundos, sentí el primer impacto de su semen en mi cara empapándome gran parte de ella para después echar mi cabeza hacía atrás y sentir el segundo chorro de semen chocar en mi cuello cayendo por mi pecho y mis senos. Sentía su semen caliente en mi rostro y en parte de mi cuerpo a la vez que escuchaba sus fuertes gemidos temblorosos. Abrí mis ojos y lo mire; me estaba mirando con una leve sonrisa mientras me ofrecía su pene. Lo tomé y me lo volví a meter a mi boca para limpiarle todo el semen que tenía y sacarle lo que le faltaba mientras con la otra mano me flotaba el semen de mi cuerpo esparciéndolo.

Ya después saqué unos pañuelos de mi bolso y me limpié lo mas que pude mi cuerpo y mi cara y nos vestimos. Sin embargo el se quedó con mis pantaletas y me dijo que no me las daría, que si las quería de vuelta las fuera a buscar... con su esposa. Sonriendo me tomo del rostro y medio un tierno beso para después haciéndome un guiño tomar sus cosas y retirarse. Yo me quedé sentada ensobre el escritorio pensando en lo que me había dicho... ¿su esposa?. Ese último gesto que me hizo antes de salir me dejó pensando que algo tramaba conmigo y con su esposa y la verdad eso me ponía algo caliente. Salí pensando en eso y en lo bien que se sentía caminar por la escuela sin ropa interior.

Solo les cuento que a pesar que no sabía nada de su materia aun ya que casi no estudiamos logré pasar su materia con un impactante 7 de calificación y encerrado en un circulo en mi examen una frase que decía "pero en lo demas te sacaste un gran 10". Luego les contaré si mis sospechas de mi profesor y de su esposa eran ciertas o todo lo contrario.