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Nuestra casa

en Parodias

Nuestra casa

Todo comenzó cuando me gané un concurso en el programa "Nuestra Casa", programa matutino de la televisión mexicana, dicho concurso consistió en unas preguntas demasiado estúpidas, tal y como es el programa, aunque se preguntarán porque lo veo y por qué tiene rating, la respuesta es que lo conducen unas verdaderas ninfas, que enseñan más de lo que pueden hablar.

El premio que había ganado consistía en una cena con dos de las tres conductoras, mi mente mal viajo, ya que no ideaba con quien disfrutaría tan bello momento así que escogí a Raquel Bigorra y a Claudia Lizaldi, de esta manera mezclaría la candencia cubana, además de las enormes caderas de Raquel y la chispa mexicana de la chaparrita nalgona llamada Claudia.

El día esperado había llegado, nos veríamos en un restaurante de Polanco, yo me vestí lo mejor que pude, con un traje que me hacia aparentar más de los veinte años que tengo, al llegar al lugar, esperé aproximadamente unos quince minutos, de pronto llegaron ellas, se veían verdaderamente despampanantes, inmediata fue mi erección, ya que ambas tienen un cuerpo de locura. Iban vestidas de manera tal que sus cuerpos estaban perfectamente delineados, aunque lo mejor son sus traseros los senos de ambas se veían bastante suculentos debido a los escotes que llevaban.

Me saludaron como si me conocieran desde hace años, lo raro es que no había ninguna cámara o algo que guardara la información de que cumplieron lo prometido, sin embargo, al verlas no me importó que nadie creyera lo que acontecía.

La cena transcurrió con normalidad, preguntas de todos para todos, lo que se me hacia extraño es que las botellas de vino iban y venían con mucha fluidez, las preguntas empezaron a tornarse un poco más calientes, comenzaron preguntándome si tenia novia, les dije que no, a lo que ellas contestaron que era raro ver a un joven tan guapo sin novia, yo les reviré la respuesta de que ellas eran unas bellezas y no tenían novio, se empezaron a reír y me dieron las gracias para después comentarme que si no tenían novio era porque solamente estaban interesadas en que al acabar una cita les gustaba echar una buena follada, me reí y les dije que yo era suertudo porque lo que estábamos haciendo era una cita, supongo que por el alcohol que había en su sangre, se secretearon algo para después preguntarme, si quería acompañarlas a casa de Raquel, ni tardo ni perezoso acepté

Viajamos en limosina(por parte del programa), en el camino destapamos más botellas de vino y siguieron las preguntas indiscretas hasta que llegó un momento en que ambas me tomaron de la mano sin embargo no pasó nada, al llegar a la casa de Raquel encontramos un paquete que era para ellas y para otra de sus compañeras del programa, lo tomó Claudia y le dijo, "son los trajes de baño por parte de la producción", yo me excité nada más de verlas en mi mente, lo mejor fue cuando desperté al momento de que Raquel dijo "que mejor juez para criticar la ropa que un fan".

Al entrar a la sala Raquel me dijo toma asiento que "Nuestra Casa" va a comenzar, salieron las dos tomadas de la mano, se me hizo normal ya que eran compañeras e iban algo tomaditas, para mi fortuna no salieron al mismo tiempo, la primera en salí fue la cubanita, salió de una especie de closet, se veía verdaderamente divina, sus tetas y sus nalgas estaban explotando dentro de ese traje de baño, se colocó debajo de unas través y me miro de una manera muy provocadora, fue entonces cuando me imagine lo que sería follármela en la posición de misionero para así poder ver los gestos que haría, ya que tiene una boca grande y suculenta. Imaginaba que esos labios de mamadora putona harían maravillas con mi pene en su boca.

Al mirarme me dijo, "eres el primer admirador que viene a mi casa, bebe vino en mi sala, me ve en traje de baño y el primero al que quisiera comerle el pene hasta hacerlo venir en mi boca y después exprimirlo con mi puchita"

Terminando de decir esto salió Claudia del baño, se veía muy bien aunque más sport que Raquel, en su traje de baño se le notaban chicas sus tetas pero su rabo era visiblemente enorme, la chaparrita se acerco a nosotros y dijo "¿qué te parece?". No necesité palabras, mi boca se abrió en todo su esplendor, para cerrarse después, al conjuntarse en un apasionado beso y jugueteo de lenguas con Raquel, después para mi extrañeza se fueron ambas de la sala, no sin antes despedirse Claudia con un beso tiernito en mis labios.

Yo estaba completamente empalmado, mayor fue mi sorpresa al verlas entrar cambiadas de ropa nuevamente, Raquel se veía estupendamente putona, traía solamente una camisa sin botones y abajo su tanga, se marcaba perfectamente la división de sus nalgas, Claudia un poco más recatada salió con una playera de un equipo mexicano y un short pagado a su piel, obviamente no traía pantaletas por eso se le veía una cola que provocaba morderla.

 

Los tres estábamos sentados en un sillón platicando de cosas sin importancia, yo no entendía que pasaba ya que antes sentí que me provocaban y ahora ni caso me hacían, o eso creí porque más tardé en decir voy al tocador, que ellas en empezar a besarse y tocarse encima de sus ropas, Raquel hurgaba entre la playera de Claudia, al mismo tiempo que me indicaban que me acercara, ni tardo ni perezoso lo hice, llegué por atrás de Raquel, le arrimé la pija y le besé las orejas cosa que la prendió de sobre manera, las dos se voltearon hacia mi y nos fundimos los tres en un beso apasionado, una mano de Claudia recorrió el cinturón de mi pantalón y agarró el paquete completo, termino sacándome el pantalón y la camisa, yo por lo tanto les quitaba lo que podía pero me dijeron que si las deseaba penetrar haría lo que ellas dijeran, y así Claudia se colocó enfrente de nosotros, le comenté a Raquel que era el mejor premio que había ganado, ella no me contestó porque se engulló mi pene en su boca, lo recorría en todo su groso y su largo, Claudia se retiró el short y pude ver que estaba bastante peluda, al mismo tiempo que Raquel me mamaba la pija le quite su camisa, hice a un lado su tanga y comencé a masturbarla, ella gemía y no paraba de mamar, eyaculé dentro de su boca, se lo trago todo y limpio mi pene con gran maestría, sus labios de mamadora putona me habían demostrado que no son imaginación si no realidad.

La recosté en el sofá y comencé a comerle el coño, Claudia se acercó a ella y se dejo comer su peluda panocha, recorrí todos sus pliegues vaginales con mi lengua, al ver como Raquel tenía un orgasmo me empalmé, coloqué mi verga en la entrada de la vagina de Raquel, y besé a Claudia, después hundí mi fierro sin contemplaciones hasta tocar la pared de la panochita rasurada de Raquel, se me hacía realidad mi fantasía de cojérmela en esa posición y ver los gestos que hacía, el vaivén de mi verga contra su panocha era gigante, sus gestos eran perversos y deseosos de más verga.

 

Entre estocada y estocada vi de reojo que Claudia comenzaba a desnudarse por completo, yo mientras tanto le daba con toda mi fuerza a Raquel, ella paraecía tener un orgasmo más, me decía al oído que ya no aguantaba que se sentía morir, yo empujaba más y más, hasta llegar los dos a un bello orgasmo, sin embargo a mi no se me había dormido la verga, Raquel se mojaba los dedos con mi semen y sus flujos vaginales, para meterlos después en su boca, mientras tanto Claudia se sentía decepcionada y poco usada.

 

Intentó vestirse, pero llegué por atrás, hundí dos dedos en su cuquita, los saqué y volví a meter, sin dejarla voltear, le comenté al oído mientras ella susurraba que la penetrara, "ya vez como son putas las dos y me las follé como quise y no cuando ustedes dijeran".

Sin decir más la estoqué hasta el fondo en la posición de perrito, la tomé de su cadera y la usaba con fuerza, ella gemía y gemía con cada envestida que yo le propinaba, le señalé a Raquel que se acercara, lo hizo y se fundió en un beso con Claudia para después darme uno a mi, le dije a Raquel "quieres ver que tan puta es tu amiga", ella me respondió que "sí", sin más miramientos le saqué por completo la verga, le ensalivé su ano y se la empuje poco a poco, sin darle tiempo a decir que no, ella se agarro del mantel de la mesa en donde estaba apoyada.

 

Así estuvimos un rato, yo dándole con todo por el ano a Claudia, Raquel intercalando besos entre nosotros y masturbándose y dedeando a Claudia, con una mano alcanzaba las tetas de Raquel, se las apachurré, era una bella postal, yo ya me venía, así que las hinqué frente a mi, se besaban y mamaban al unísono mi verga, hasta que me hicieron llegar, la mezcla de saliva y semen en sus caras ersa extraordinaria, ella se besaron con la lengua y demás situaciones porno que jamás olvidaré.

Quedamos los tres acorrucados con una sábana en el sofá, dormitamos un poco, yo me fui a la mañana siguiente, dejándolas dormidas, y recordando que bonitas en "NUESTRA CASA".