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Yo y mi otra yo en la biblioteca

en Sexo Oral

Era un día como cualquier otro, nada que hacer mas que introducir en la computadora información de muchos libros, todo parecía aburrido y sin sentido, Yo soy una joven de 24 años, para algunos soy bonita aunque realmente no le doy mucha importantaza, muy pocas veces me maquillo y no por que no quiera si no por que tengo mi mente siempre en las letras, me encantan los libros escribo y me fascina las imagines creadas por las historias de otros.

Hoy descubro lo delicioso y liberador que puede ser el trabajo en una biblioteca. Mi espalda a la puerta, nada importante pasando fuera de esta habitación, observo libros de poesía, de relatos y novelas antiguas. Lo cual me fascina. Cuando una mano en mi espalda busca sacarme de ese mundo de letras. Mi corazón comienza latir con más rapidez. Nada puede haber provocado ese choque de electricidad, yo no soy así, soy lejana, fría diría yo. A mi edad, me falta mucho por aprender, no soy virgen como supondrán pero no soy una chica fanática del sexo. Cuando mi cuello libera la tensión para buscar quien me ha perturbado en mi trabajo, observo unos ojos color chocolates una piel suave y blanca, una sonrisa echa para el pecado.

_Estas dormida Istalle. Estar enserada en esta habitación no le hace bien a nadie. ¿Cómo lo soportas? _ El chico mas rico del lugar esta preguntando por mi, preocupado por mi… No lo puedo creer.

_No se es la historia, es el susurro que viene de cada historia, la pasión que desenvuelve la vida de esos personajes, la lucha que tiene que llevar a cabo para sobrevivir a u7nas aventuras auto impuestas o impuestas por otros. Me fascina estar rodeada por libros. _ El se coloca a mi espalda sujetando mis hombros intentando ver que hay en la computadora, yo estoy aprovechando la hora de receso para trabajar en una de las escenas de una novela que yo misma escribo, justamente la escena en que los personajes se entregan a la pasión, el después de leer deja escapar un gemido que me espanta, yo con rapidez me pongo de pie y me alejo un poco. _ ¿No te ha gustado? No te ha gustado, es que esta mal.

_No todo lo contrario, lo que viene a mi mente es la pregunta es como una chica tan contenida, tan controlada y sobre todo tan alejada de nosotros los chicos, pueda tener una mente tan calenturienta. No has tenido pareja en lo que va aquí de año. _El se acerca y coloca sus manos en mi cintura apretando mis caderas a las de él en un intento de llevar un mensaje claro de excitación a mis terminaciones nerviosas que se sienten electrificadas. Mis ojos se escapan a la puerta que sigue abierta y mi cuerpo tiembla, deseando cerrar la puerta y liberarme en el cuerpo de ese ser que parecía ser un gato cazando. Con sus ojos puestos en mi se aleja y va a hasta la puerta cerrándola, dejándonos dentro de ese mundo tan querido por mi.

Por mi nerviosismo me vuelvo a sentar en la silla tratando de calmar mi pulso, buscando unas palabras para detener toda esa locura, todas las palabras que vienen a mi mente no son mas que excusas que yo misma puedo creer ni aceptar. El calor del deseo ya se mueve en mi sangre calentando mis extremidades, mis mejillas están acaloradas lo cual me indica que estoy sonrosada. Él vuelve a colocar sus manos en mis hombros pero esta vez en un movimiento en el cual masajea esa área que esta en completa tensión. Cuando mi cuerpo se relaja en la silla y mi cabeza se mueve languidecida por la sensación deliciosa que esos dedos caprichosos pero sabios provoca. Él con todo el descaro del mundo mueve sus manos hacia mis pechos que están apretados dentro del sujetador, no son una talla grande pero caben perfectamente dentro de su mano, lo cual parece gustarle. Comienza dejar esparcidos en mi piel una lluvia de beso, y la punta de su lengua saborea en diferentes puntos mi piel. Provocando choques electrificante que provocan que la humedad en mi parte baja crezca deseando sus dedos, deseando su cuerpo deseándolo todo el. El lugar en el que estamos me parece el lugar perfecto para dejar escapar ese animal que todos llevamos dentro pero que algunos de nosotros mantenemos en cautiverio por miedo a él.

Mi rostro se mueve en búsqueda de su boca, el deseo es mucho, y sus manos ya pasean por mi cuero que esta uniformado, una camisa de botones seria, una falda que llega a las rodillas y unos zapatos de unos tacones medios son la indumentaria perfecta para una bibliotecaria, pero no lo es para una gatita recién comenzando a despertar en su sensualidad. El sigue con su investigación, sus manos se mueven con rapidez sobre mi cuerpo, mi falda llega a mis tuteos y no se como lo ha echo pero mis pechos están recién escapando de mi sostén y la camisa esta abierta, el sigue completamente vestido, pero su herramienta esta endurecida por el deseo. Él huele de maravilla, esa es una mis fascinaciones, la higiene en el hombre para mi es lo mas importante y este chico parecía conocedor de esa regla en mi vida. Con movimientos desesperado saco su camisa del pantalón y mis uñas cortas pero arregladas acarician su piel. El gime ante el contacto y esto me da un poco mas de seguridad en mi misma, él se acerca más y sus caderas comienzan a moverse como si ya estuviera ante el acto de penetración, mis manos abren el pantalón y dejan escapar la verga endurecida por el deseo, es delgada pero larga, no tengo idea de cuanto mide pero su falta de olor, de ese olor que marca al hombre como que ha estado recientemente con otra; me enloquece.

Debo admitir que no soy fanática de las orales, más aun las detestó. Tanto para ellos como para mí. No obstante es la primera vez que me encuentro con un caso donde un hombre no huele a hembra, que su olor es puro a macho, que es un hombre que cuida muy bien de su cuerpo de esos de los que hay pocos. Esto me enloqueció tanto que caí de rodillas ante él yo mientras busco su mirada para su aprobación ante lo que voy a hacer.

Él asiente sonriendo por ese cambio en mí. La niña ya no quieren que jueguen con ella; ahora la niña quiere jugar y él no sabe lo importante que es para mi tal descubrimiento, es la primera vez que deseo sentir esa leche caliente llenando mi boca, y que dejo que se deslice por mi garganta, eso es lo que deseo de él aunque esto todavía no lo sabe.

Mis labios besan la piel caliente, la punta de mi lengua recorre ciertos senderos buscando memorizar sus contornos, saborear ese espécimen tan diferente de los que he tenido antes. Mis manos sostienen sus caderas, mis dedos aprietan su piel blanca enrojeciéndola, el solo sonríe ante la tortura de sentir mis labios en el pero no así en mi boca. Lo siento temblar, el sexo siempre lo he visto como algo lejanos, pues lo deseo con cuidado y con fuerza, una interacción de fuerzas disciplinadas pero al mismo tiempo descontrolada lo que es difícil de encontrar en estos días, cuando el sexo por si ya no es un arte sino un deporte, y este hombre parecía desearme pero realmente no sabia que estaba ante una soñadora, una mujer que fantaseaba con el desde hacia mucho pero que no se le había acercado jamás, solo para saludarlo por que le conocía. Ahora estaba apunto de abrir mi boca para tenerlo en ella, quería atraparlo y sin miedo y con la seguridad de una felina así lo hice provocando en el un gemido que se mezclo con la fuerza del mío, mis labios chuparon friccionaron y jugaron con fuerza, con dulzura con energía pero también con ese dulce desgaste que provocado por la liberación de energía.

Sus manos se volvieron a mi cabello tratando de que no soltara, sin saber que no pensaba hacerlo, el no se movía siquiera, me miraba entre sorprendido y acalorado. Ninguno de los dos podíamos creer la maravillosa sorpresa que esa visita traería en un día como hoy. Más aun en una biblioteca, el vuelva temblar y mis dientes rozan su piel, lo cual revoca un estremecimiento en él y en mi por el poder que siento tener sobre este espécimen. El juego realmente esta recién comenzando cuando saco su verga de mi boca, y mi lengua juega con su punta y luego con todo el aparato. Disfrutando de su grosor, de su largo y de su sabor. El susurra mi nombre pidiéndome que deje de torturarlo.

_Yo no te estoy torturando te estoy devorando y tu lo estas disfrutando, prométeme que esto será algo entre tu y yo y te llevo al cielo. _Se que la palabra de los hombres no vale mucho en estos días, y por supuesto desconfió en ellos y en todo lo que dicen. No obstante no iba a soltar a mi presa por ello cuando podía tenerlo en otra ocasión si el seguía las reglas. _Estuvo a punto de agarrarme por mis hombros y subirme hasta él, cuando mis labios volvieron a atrapar su verga y el juego comenzó nuevamente, pero con energía renovada y con el movimiento de lengua sobre la vena de eyaculación, esto lo coloco en las nueves.

_Te juro lo que tu quieras, pero no me dejes caer, no me dejes a media._ Yo sabia lo que el deseaba la liberación, dejarse llevar y una pequeña presión de mis dientes provoco y un gruñido que escapo de su garganta que a mi me calentó más la sangre. Mis labios se movieron más salvajes sobre su piel, mi lengua apretó su cavidad de eyaculación y mis manos comenzaron a masajearlo. Sentí como su cuerpo se tensaba, sentí como subía la electricidad de el y detuve mi juego de labio, volví a la punta de su verga y comencé todo el proceso nuevamente, con delicadeza, él me observaba con sus ojos brillantes, con ese deseo de sentir mi piel. De sentir el calor de mi boca. Cuando comenzaba a hablar volví a poseerlo con mis labios y esta vez con fuerza lleve mis labios poco a poco hasta la base de su verga, no se como logre acomodarlo pero en cuando estaba retrocediendo el volvía tensarse y esta vez si había llegado a su liberación, yo recibí todo su regalo, yo lo mantuve en mi boca mientras bebía por primera vez y con un gusto exquisito, su leche calientita, mientras el seguía estremeciéndose, mientras el seguía luchando por volver a la tierra, mis dedos siguieron apretando su carne mi boca siguió succionando buscando hasta la ultima gota de su semen.

Cuando todo termino, el volvió a sonreír y a tratar de acercarse a mi, pero ya había yo recuperado mi yo real. Me aleje de el con una sonrisa y me senté ante mi escritorio, arreglando mi ropa de mujer seria y tratando de devolver esa habitación a la realidad a la cual pertenecía. Allí siempre me había sentido una aventurera por las aventuras de otros, ahora yo entraba a ese grupo con mi propia aventura. Pero es algo tan delicioso, tan pecaminoso tan yo… que no puedo guardarlo, por eso lo comparto con ustedes.

Aclaro Nuberus, Darkkangel e Istalle son la misma persona… No es mi verdadero nombre pero solo deseo compartir las delicias de la biblioteca con todos ustedes. Luego les contare que paso con este joven que trajo tal tormenta a mi vida tan estructurada. Para cualquier pregunta me pueden conseguir a través de mi e mail, o mi pagina de MSN. Todos son bienvenidos.