En uno de los ratos de ocio, encontrándome en una sala de chat, el cual hoy no recuerdo, me encontré con una persona cuto nick era "nena busca maduro", intento iniciar una conversación con esa personita y me encuentro con la agradable sorpresa que era una niña de 17 años, instructora de tenis, y cuyo sueño era convertirse, por lo menos durante un día, en una puta, le propuse cumplir con su fantasía, pero fui rechazado a un encuentro físico en forma inmediata, luego de "trabajar" varias sesiones de chat y durante un tiempo, me fue comentando de quién se trataba, su aspecto físico, que tenía novio, y que en una oportunidad había tenido sexo con un amigo de su padre, y que se sintió sucia ya que andaba de novio, pero a la vez una sensación de sentirse usada o tratada como una puta.

Luego de varios intentos logro convencerla de encontrarnos y cumplirle su fantasía, la cité en un bar de buen nivel en mi ciudad, Buenos Aires, al cual concurre mucha gente, le indiqué que debía vestir un vestido amplio, tipo solero.

El día tan ansiado llegó y me encontré con jimena, así se llamaba, era una muy linda "mina", rubia, de 1,70 mt. altura, y aproximadamente sus medidas eran 88-60-90, por lo que se darán cuenta yo me encontraba totalmente obnubilado.

La invité a sentarse a la mesa, charlamos para romper con los nervios, tanto de ella como los míos y cuando creí que ya había clima inicié el "tratamiento", empecé a acariciarla por debajo del vestido muy lentamente hasta llegar a su hermosa conchita y jugar, por arriba de su bombacha, con los dedos en un movimiento circular sobre su clítoris, la sensación era placentera y por demás atrevida ya que el bar estaba lleno de gente. Luego de eso y ya que no aguantábamos más ninguno de los dos, le propuse salir de allí.

Nos fuimos en mi auto a un muy buen "telo" que hay en la Ruta Panamericana, en el viaje, aproximadamente unos treinta minutos, la tome de la nuca y la atraje hacia mi miembro para que lo succione durante el viaje, lo que tuve que aguantar para no acabar, pero era una sensación indescriptible, tener allí a una nena de buena familia y comportamiento refinado, haciendo las veces de puta barata.

Una vez en el hotel la desvestí y fuimos al jacuzzi para propiciarnos todo tipo de caricias y besos, allí hicimos el amor de todas las formas que nos permitía la situación. Siempre vaginal, ya que ni siquiera me permitía ponerle un dedo en el ano.

Ya en la cama y luego de haberla besado por todas las partes de su cuerpo, la convencí de que las putas hacían y se dejaban hacer de todo, para lo cual la convencí de iniciarla analmente, lo que me llevó bastante trabajo previo pero resulto muy placentero para ambos, en pleno apogeo sexual hice que marcara el celular de su novio y mantuviera una charla trivial con él, mientras era horadada por mi miembro, para que se sintiera más usada todavía. Al terminar le pregunté si se había sentido una "puta" respondiéndome que sí, para lo cual saqué $ 100 y le pagué sus servicios. Luego de ello, como correponde, no hablamos más ni nos encontramos nuevamente, pero el recuerdo, en ambos, siempre estará.