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Don Ernesto, mi viejito

en Sexo con maduros

Un madurito fantástico.

Venía yo cansado después de caminar mucho por las calles del centro de la ciudad. Llegué a la Alameda central y en una banca estaba sentado un hombre como de 55 años con el bigote muy blanco y espeso, cabello igual gris, camisa a cuadros manga corta donde se le marcaba una abultada barriga y parecía simpático. Yo no lo dudé y en la banca de al lado que estaba vacía, allí me senté.

-¿Sabe que hora es? pregunté para hacer plática.

-Son las seis y 20. Me dijo con una voz ronca pero dulce.

Y eso fué todo, la verdad es que no supe que decir por mi nerviosismo y la falta de tacto. Despáes de algunos minutos haciendo como que acomodaba mi mochila decidí retirarme, suspirando y pensando en mi pendejez. En frente de allí hay una librería y hacia allá me dirigí. Ví algunos libros y me dieron ganas de orinar, me metí a los mingitorios y estaba orinando cuando me llegó un olor agradable, como a bosque fresco. Era de ese hombre que se había acercado a hacer lo mismo. Cuando decidí voltear a mi derecha a ver al tipo, la sorpresa qyue me llevé. Era el mismo del parque. Ahora la barriga se le veía mas grande y era un poco mas alto de lo que pensé, 1.68 cm. y de piel morena clara.

-¿Asi que nos volvemos a encontrar pero ahora haciendo lo mismo?..Me preguntó mirándome fijamente a los ojos, mientras yo no podía dejar de ver su cuerpo.

-Pues sí, ya me moria de ganas y decidí meterme a la librería.

-Yo también quería pero en el día no pude meterme a ningán lado, ¿ya ves? es hora que no puedo terminar, dijo, bajando la mirada a su miembro que tomaba y no se veía mucho por pequeño.

Sin pensarlo baje la mirada y apenas pude alcanzar a ver unos pelos blancos que lograban salir de la bragueta. Luego continuo diciendo:

-¿Sabes? Estoy muy cansado y quisiera tomar un trago para relajarme, pero no me animo yo solo, vivo solo y camino solo siempre, me gustaría poder tomar el trago con alguien..¿Tá que vas a hacer ahora?....Por que si quisieras te puedo invitar a un lugar, una cantina o no se, donde tu elijas.

-Pues yo ahora no tengo nada que hacer y me por supuesto que acepto su invitación, pero yambién estoy cansado y en una cantina hay mucho ruido y no me sentiría bien, ni siquiera podríamos platicar agusto.

-Mira..si no te molesta yo no vivo muy lejos, si quieres te puedo invitar a mi casa y allí bebemos la copa tranquilos y platicamos, vivo solo como te dije y te puedo ofrecer algo de cenar también.

-Me parece bien, vamos..

Terminó de sacudirse y se subió el cierre, yo hice lo mismo y salimos caminando y platicando de algunas cosas, libros, un poco de cine y hasta política cuando llegamos. Era un departamento chico pero cómodo y bien arreglado. Puso algo de másica agradable, sirvió dos tragos y se sentó frente a mí. En la forma en como estaba por un lado de la entrepierna se lograba notar algo el bulto por debajo del pantalón. Después de media hora de platicar me ofreció algo de cenar pero le dije que en realidad no tennía hambre, srvió entónces otras copas y volvió a sentarse, solo que ahora con la cara un tanto triste. Le pregunté y me contó.

-Mira Pedrito (ya le había yo dicho mi nombre y me decía pedrito por que solo tengo 22 años) hace apenas 2 años mi mujer murió y mis hijos desde hace 4 están en Estados Unidos, yo trabajo y vivo siempre solo desde entónces, no me gusta salir ni tener ninguna relación con nadie.

-Pero si aán es muy joven Don Ernesto..

-Pues no se, lo que pasa es que he tenido una necesidad siempre que no he podido cumplir por muchas cosas, pero la mas importante es que tengo miedo.

-¿Y puedo saber cual es su necesidad?

-Me da pena contigo por que no quiero enfadarte con mis cosas, soy un viejo que no sabe ofrecer ni siquiera amistad y ya con que me acompañes este pequeño momento para mí es mucho, yo te agradezco que hayas aceptado venir y con eso soy feliz. Este momento me durará por mucho tiempo.

-Mire Don Ernesto, si usted quiere puede confiar en mí y tal vez yo pueda hacer algo..

Entónces se puso a llorar y yo sin pensarlo me acerqué a él y le levanté la cabeza diciéndole que no tenía porque hacerlo, le acaricié la cabeza y le dí un beso en la frente. El me miro y como si rogara con la mirada me dijo:

-Me podrías dar un beso en la boca....temblando me lo dijo....es algo que he deseado toda mi vida.

Le tomé las mejillas y con una sonrisa y sin pensar me acerqué, y le dí el mejor beso que hasta ahora he dado. Largo, pausado, desquiciado, me comí su lengua y él la mía. Me abrazó con agradecimiento y yo a él...lo comencé a acariciar y sin pensar mucho recorrí su cuerpo hasta llegar a su bragueta donde sentí la verga muy dura...El me abrazaba temblando mientras yo le desabrachaba su camisa y se la sacaba, una playera blanca me detuvo a recorrer su cuerpo y también la saqué...Pude ahora ver que tan hermoso era su cuerpo. Con mis manos toqué su pecho lleno de pelos blancos y negros, muy largos, luego los pezones mientras él suspiraba fuerte, casi quejándose de placer, la barriga era un poco dura y abultada, muy peluda también, la recorrí toda con cuidado y placer. El me tomó la cabeza y me volvió a besar la boca, el cuello y su bigote me arrancaba suspiros igual a los de él. Ya no pude mas. le pedi que se levantara y me tomó de la mano y me llevó a su habitacíon muy iluminada. Me senté y le comencé por desabrochar el cinturón, el pantalón y baje el cierre muy lento para que lo fuera disfrutando mi viejito, ví su calzoncillo muy blanco, lo bajé también y allí estaba la hermosa verga. Ya se le había bajado y ahora estaba enredada entre los pelos que eran muchos y blancos. muy chiquita pero gorda y con mucho pellejo, arrugada. La tomá con cuidado y la fuí descubriendo, recorrí el pellejo y vi la cabeza morena, hermosa, realmente hermosa. Con la otra mano tomé las bolas que colgaban grandes y peludas....Acerqué mi cara y puse mis manos en sus nalgas para acercarlo amí, mi cara se hundió en esa bosque peludo, su barriga pegada a mi frente, olí por fin el olor de hombre, de hombre viejo y cansado, de hombre con experiencia. De hombre rudo y dulce. Tallé mi cara en esa parte que todos escondemos y que provoca tanto placer, lo hice como loco, abrí la boca y me metí su verga toda, la sacaba, la besaba, la quería dentro toda y así fué creciendo y él suspirando...Era una verga como de 17 cm pero gruesa, morena.

Me tomó y me levantó, comenzó a desvestirme mientras me besaba, me recorría todo, ya así me dijo:

-Ven chiquito, déjame tenerte....por favor.

-Pero con cuidado, nunca he hecho esto..

-Por favor, no te preocupes, te voy a cuidar mijito, yo soy tu papi y te quiero y no te voy a hacer daño, te la voy a meter despacito y con cuidado para que mi pequeño no se duela.

Esas palabras me confiaron pero más me exitaron, yo hasta ese momento habñia creido ser heterosexual y tenía novia, y dejándolo hacer me subió a la cama en la orilla y viéndolo de frente, él abajo, me tomó las piernas y las subió hasta mi pecho mientras se acostaba sobre mí. sentí su barriga sobre mi abdomen flaco y su mano gorda en mi hoyo virgen, me besaba y un dedo entraba. Yo quería gritar pero era más placer, así por un buen rato hasta que sentí su cabeza mojada en la entrada. Se acomodó bien aplastando mi pequeño cuerpo con el suyo, me abrazó y me besaba. Lo sentí haciendo presión con su cuerpo y sus nalgas, entró la cabeza y yo grité mientras se me salía dos lágrimas, lo abracé muy fuerte y él más amí diciéndome:

-Te quiero mi chiquito, te necesito mucho y también se le salió una lágrima mientras hacia mas presión, entro un poco más y yo no podía del dolor....-Voy a salir mi pequeño si te duele mucho.

-No papi, por favor, no te salgas solo abrazame mucho, bésame, abrazame por favor. Yo tambien te necesito.

Con lo que ya etaba dentro se movía muy lento, hacia adentro y hacia afuera para que me fuera acostumbrando y así hasta que logró meter todo. Unos minutos después comenzó a moverse, lento, rápido, más rápido. Que placer yo sentía, no quería que eso terminara nunca. Sentía como su barriga se movía sobre mí en ese movimiento, lo sentía presionandome como solo dos hombres pueden hacerlo. Es una fusión hermosa. De repente quedó quieto y en un movimiento se dió una vuelta sobre su costado y quedé yo montado sobre de él. Era hermoso admirarlo así de frente y le dije que no se moviera, que me permitiera rehalarle placer. Comencé a moverme en circulos, luego baile cabalgándolo, y sentía su verga palpitar, brincar, incharse más. Se incorporó de medio cuerpo y quedaron nuestras caras de frente, yo aán adentro, él sentado. Así me dije que quería tenerme siempre. NOs abrazamos y bailando juntos así sentados yo sobre de él sentí como su verga palpitaba mas y así termino aventando toda su leche dentro de mí. Así abrazados nos quedamos un rato mientras el tronco iba perdiendo fuerza y salia. NOs recostamos y nos quedamos dormidos abrazados.

A sus 55 años aán le queda vida y muchas fuerzas para el sexo. Amanecí yo de espaldas a él y por atrás me abrazaba. Ese día así solo empujo la verga y me penetró con igual cuidado, me puso de cara hacia abajo y el sobre mí. Su abultada barriga aplastándome. Es la sensación más enorme que he tenido.

Poco después me olvidé de mi novia, de mi casa y ahora vivo con mi viejito desde ya hace algunos años.