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Viernes sexual

en Sexo Anal

Hola, soy Pao... ayer tuve una de las mejores noches de mi vida. Me gustaría contárselos detalladamente...

Siempre había tenido la inquietud de tener sexo anal pero pensaba que seria doloroso pero ¡ por Dios! Es la experiencia más rica del mundo...

Todo comenzó cuando discutía con mi marido por la película que veríamos, no teníamos nada que hacer y habríamos de quedarnos el fin de semana en la casa... tumbados en la cama veía yo sin ganas el televisor pero de pronto sentí su cuerpo tibio junto al mío, comenzó a tocarme los muslos, los glúteos y a masajear mi espada de una manera en que nunca lo había hecho... sus manos rudas y fuertes recorrían suavemente mi piel... nos desnudamos rápidamente, sentía que el corazón se me salía del cuerpo.

Como casi por instinto se dirigió a mis senos, mordisqueando mis pezones lo cual me hacia casi gritar, llevando su lengua de fuego alrededor de mi cuerpo pasando lentamente por el ombligo y terminando en mi clítoris, algo que me hace explotar y verlo dándome esas mamadas tan suaves y ricas, después era mi turno de darle una buena recompensa por el trabajo bien hecho chupar esa gran verga tan grande y gruesa que creo se atora en mi garganta, comenzó a excitarse muchísimo y a lanzar gemidos suaves que poco a poco se fueron volviendo mas que gritos de placer puro, me excito tanto oírlo que rápidamente pedí tenerlo dentro y sentir ese forcejeo, esa dureza que solo un hombre te puede dar... tenerlo entre mis piernas es la experiencia mas placentera que jamás he sentido, dentro fuera, dentro, fuera, mas y mas...

Me llevo a la orilla de la cama y me puso en cuatro, el estaba parado en el piso y comenzó a acariciarme bruscamente los senos y a darme nalgadas... de pronto, comenzó a chaparme el culo... no lo podía creer casi me vengo tan solo de sentir su lengua ahí, le dije que quería que me la metiera por atrás, dolió un poco pero, que rico! Nunca había tenido esa experiencia, me la metió hasta el fondo y comenzó el bombeo... al final me dejo escurriendo de toda esa leche y dormimos tan rico, después de hacer el amor con tanta pasión y tantas ganas como nunca en la vida.