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Elisa

en Jovencit@s

Cuando conocí a Elisa, acababa de cumplir los 13 años. Era lluviosa la tarde y ella caminaba empapada por la acera, le ofrecí llevarla hasta su casa. Era mi vecina, vivía a unas cinco casas de la mía, no había razón para que se negara.

"Mejor no, ya estoy bien mojada", esa fue la primera vez que me hablaba, pues yo apenas me había cambiado una semana antes y no había tenido la oportunidad. En fin, le dije que no importaba, y se subió; desde luego me empapó el coche, pero no me importó. Todo vale la pena mientras conozcas a alguien nuevo, y mucho mejor si es una chica en pleno desarrollo.

Ya antes le había hechado el ojo, pero no lucía mejor que en ese momento, bien mojada, con la camisa pegada al cuerpo, debo decir que los uniformes escolares en la region yucateca son de delgado algodón; pues el calor es insoportable; este día no era la excepción; pero con la sorpresiva lluvia encima se le marcaba claramente el brasier, y las curvas su cuerpo. Su cabello negro, mojado como cascada, en combinación con bellos ojos negros, muy linda ella toda.

Hablamos, de la escuela, de mi nueva casa, de los vecinos... Sus senos lucían tan apetecibles, con tanta agua encima se veían tan jugosos... Debo porner más atención a lo que dice. De pronto me quedo sin comentarios. ¡Claro, no he escuchado lo que ha dicho!, solo me resta decirle lo bellos que son sus pechos, pero mejor me lo reservo por ahora.

No he dejado de pensar en ella las últimas horas, ahora la veo en la puerta de su casa hablando con el que seguramente es su novio. Tal vez le atraen los chicos de su edad, y no alguien como yo, cinco años mayor. Ya son las 11, por fin el tipo se despide, una vez que se ha ido, veo el saludo de ella a lo lejos, me voy acercando.

"¿Me estabas esperando verdad?" _Si, esque todavía no conozco a nadie mas_

En eso llego con ella, le beso la mejilla, y nos sentamos en la banqueta.

"Oye gracias por traerme, normalmente camino pero mis cosas se hubieran mojado mucho" _No es nada. oye y el que se fue supongo que era tu novio_ "Si, le dije que se vaya para que me vaya a dormir, pero más bien porque no podía dejarte esperando más". _ah, gracias_ "es lo menos que puedo hacer, porque me trajiste". "La verdad ya se me hizo tarde y tengo sueño". _pues puedes acostarte si quieres_ Por fin me atrevo a abrasarla un poco, al ver su aceptación me siento con más confianza. "Ok, lo voy a hacer, pero ni creas que vas a hacer más".

Ella se acuesta en mis piernas, tiene su cara justo enfrente de mí. "Se ven bien las estrellas hoy"

Y nos quedamos callados unos segundos. Mi mano derecha comienza a explorar su cuerpo por encima de la ropa, sobre el ombligo. "Si eres algo atrevido" _más vale que no me vean tus papás_ "Vivo con mi mamá nomás, creería que eres mi novio, tienes el mismo corte en el pelo". Y ella sonríe, el ambiente se torna más agradable.

Sigo acariciandola en el mismo sitio, siento que por hoy ya es algo importante. "Bueno esta bien" murmulla "puedes avanzar un poco". Y sigue sonriendo. " Total, ¿cuanto más puede pasar en la calle? _No se, esta muy solitario_ le digo soriendole igual. "Yo nunca lo he hecho, creo que es por miedo" _no veo la razón_ "pero aqui me siento bien"

Con mi mano derecha muevo la tela y toco su piel, fresca y suave, mientras con la izquierda acaricio su pelo. Es una belleza, estoy extasiado. Por lo menos he contenido mi erección hasta ahora. Sigo avanzando por debajo de la blusa, por fin subo a su seno izquierdo, no lo puedo contener más, mi miembro se levanta de golpe, he tocado por fin tan anhelados pechos. Ella solo afloja la cabeza hacia atrás, trato de mantener el miembro rozando mi pierna para que no se levante demasiado.

Cierra los ojos, no habla, sonríe; yo por mi parte; prosigo, acaricio ambos senos, uno luego del otro. Sus pezones se sienten bastante amplios, aunque apenas se nota su textura. No necesito verlos, me basta con su hermosa cara, recostada, relajada, con una sonrisa en los labios, ¿que más podría yo pedir?.

"¿como te llamas?" _soy carlos, y tu? "Elisa" _gusto en conocerte, Elisa_ "apuesto a que quieres conocerme más"

Mientras tanto, mi mano ya esta de nuevo cerca de su ombligo, hay muy poca luz, apenas la de la calle, que está a unos veinte metros, no hay otro camino, ya estamos entregados el uno al otro, mientras muevo el botón de su lugar ella sonríe aún más.

_¿ahora que pasa?_ "con cuidado"

Solo me basta con bajar el cierre un poco, para que pase a tocar su vagina, por encima de las bragas, pero igual todo un acontecimiento. Podría pasar así toda la noche, ella solo disfrutando. Mi instinto me lleva a despegar las braguitas de su lugar y dejar mi mano fluir hasta la entrada que acaricio con suavidad. Comienzo a sentirme un poco incómodo por estar en plena calle. Ya mi miembro solo me hace pensar en penetrarla de una vez.

"mejor me voy a dormir ya" Me dice de pronto. Yo estaba tan distraído que no me di cuenta cuando se había ya levantado. "buenas noches, te veo mañana"

Me quedé sin palabras.

Solamente había tenido relaciones una vez, y sin duda alguna esta noche había sido mejor. La siguiente noche nos volvimos a ver y así siguió siendo, cada vez con algo más, aunque ya no con la misma escecia de la primera vez. La última vez pude ver sus senos, rápida y ocultamente, tal y como los había imaginado y sentido, suaves y firmes, bellos como ella toda. Esa misma noche la penetré en el jardín de su casa. ocultos bajo el arbol de la luz de la luna que nos había acompañado las noches anteriores. Ella nunca aceptó ir a mi casa o invitarme a entrar a la suya. No la pude ver toda desnuda, pero les aseguro, era muy bella.