miprimita.com

Entrégate

en Erotismo y Amor

Te quiero, te quiero, te quiero… por favor, mírame, es verdad. Fue un mal momento, pero eso no cambia nada, nada entre tú y yo. Esto no debería haber pasado, pero no puedo cambiar lo que he hecho, y eso tampoco cambia lo que siento por ti. Eres mi amor, eres la mitad del ser que soy y, juntos, componemos uno sólo, imperceptible a los ojos de los demás, casi etéreo. Pero, ¿ qué nos importan los demás? Vivo en ti igual que tú en mí, no puedes negarlo, harías cualquier cosa por mi, incluso morir, ¿ y Yo ¿, ¿ Si moriría por ti ¿ Claro nena, ya te lo he dicho, yo soy tú y tú eres yo. Mírame. No, no…, no con esa mirada, me traspasa, me juzga, es fría, sin sentimientos ó quizás dormidos. Mejor con la de siempre, con la del perdón. Sí otra vez con esa, con la del amor. Mírame con mis ojos y podrás ver lo que yo veo, podrás sentir lo que yo siento. Mírame desde dentro… Lo ves, todo pasa, todo menos mi amor. Es infinito. Te lo enseñaré. Ella no significa nada, ni las otras. Nadie significa nada ni son nada. Sólo tú. Entrégate, déjate llevar, no pongas trabas, sólo ábrete, de cuerpo y mente. Déjame entrar en ti. Déjame ser tu espía interior. Déjame indagar en tú mente y sacar a flote lo hermoso que hay en ti. Déjame que te coma el corazón, poco a poco, déjame chuparte por fuera, para que lo sientas por dentro. Déjame morderte, arañarte, lamerte, incluso matarte. Porqué eres mía y lo sabes, igual que soy tuyo. Muramos juntos. Entreguémonos al infinito y disfrutemos de los placeres que nos ofrezca Baco. Nuestro Dios. Y ámame, como yo a ti. Y Chúpame hasta que saques mí savia, y te impregnes de ella. Por que ella es mi amor, y quiero que corra por tu boca, por tus pechos, que entre por tu ombligo y sin darte cuenta resbale hasta tu sexo y fluya libremente, hasta hacerte sentir viva. Y yo beberé tu sangre, que se mezclará con la mía, y entonces seremos solo uno, para toda la eternidad, y no hará falta que me digas ni que te diga, ya lo sabremos sin necesidad de mencionarlo.

Pero ahora déjame sentirte, por última vez, déjame acariciarte, desde la nuca hasta tus pies. Déjame que provoque escalofríos en tú piel. Si, así. Recorrerte es un placer, para todos mis sentidos. Bésame. Qué tu lengua y la mía se pierdan en nuestras húmedas cuevas, y con esa humedad, bajar por tu cuello, hasta tus rosados pezones. Que placer. Siento como mi daga está apunto para cometer el primer crimen, pero espero, recorro todo tu cuerpo, mientras observo tus ojos en blanco y lo erizado de tu piel. Me aferro a tus caderas y poso mi caliente beso en tu tripa para, sin hacerte esperar, seguir bajando hasta tu sexo y devorarlo. Pero siento el puñal en mi entrepierna y tengo que hacerme paso en tu frondoso bosque. Y cuanto más penetro, más húmedo está, y cuando quiero salir debo volver a entrar. Es como una droga, siempre me hace recaer, y vuelvo a entrar y a salir de ti. Y Así hasta que mi mundo se nubla y me siento un poco más cerca de tu alma y creo que te llega el momento y estás preparada para entregármela. Noto cómo tu alma y la mía se funden en una, y de nuevo siento que somos uno sólo.

Pero te mueves, tu alma se me escapa entre los dedos, noto como te apartas de mí, y es en este momento cuando te siento lejos y noto como la vida se repite y nadie, ni siquiera tú, podrá impedir que mi alma busque otra alma, para unirse con ella, aunque sólo sea para volver a ir contigo a la eternidad.