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Por amor...Mi boda Con Isabel Madow

en Fantasías Eróticas

Por amor….Mi boda con Isabel Madow

Relato de mis vivencias como el amante esposo de esta maravillosa criatura que es Isabel Madow

Yo la conocí cuando aún no era famosa…o por lo menos no tanto. Ella trabajaba en un noticiero muy de mañana que solo se transmitía de manera local, aquí en la ciudad del D. F. Mis continuas visitas al foro eran solo un pretexto para verla y es que de verdad se trata de una diosa en cuerpo humano, alta, muy blanca, cabello rubio muy largo, y sobre todo un cuerpazo de diabla y una cara de ángel que hace desfallecer a cualquiera.

Por supuesto que yo la miraba muy lejos de mí, las visitas eran solo para admirarla, por eso, cuando me la encontré en una reunión de la empresa y me la presentaron, solo le pude balbucear: -es usted bellísima, es un honor conocerla. Ella solo sonrío y con un "que lindo", me dio un beso en la mejilla y se alejo.

Por supuesto que ese beso y la cercanía de su cara fue la herramienta más usada para mis continuas masturbaciones, solo de imaginar esa boquita cerca de mí, me ponía tope.

Una amiga mutua me llevo a estar más cerca de ella, a hacernos amigos, a que me contara algunas confidencias y toda su vida. De hecho ella fue la que me confeso que estaba enamorada de mi, que le agradaba mi comprensión y que pudiera mirar más allá de su cuerpo, yo le dije que también la amaba, que la amé desde la primera vez que la vi. Desde entonces los abrazos y los besos eran constantes, las salidas de fin de semana en la que me dejaba todo caliente con esas tangas tan pequeñas y esos brasieres que tan justos le quedaban.

Una tarde, antes de regresar a la capital me dijo:

-Quieres verlas,

-Qué. Le contesté sorprendido.

-Mis tetas, quieres verlas. Tu sabes que son operadas, espero no te den asco. Mientras decía eso me mostraba esas delicias.

-Solo mirarlas y mi pene al 100%. Me acerque y diciéndole cosas suaves le pedí tocarlas, ella asintió y me dejo sentirlas, besarlas y llenarme de ellas. Yo comencé a besar todo su cuerpo bajando poco a poco, recorriendo con mi lengua el arete de su ombligo, hasta llegar al paraíso. Cuando baje su tanga y me concentre en su sexo tan bien recortadito y tan rubio, sentí que era mi realización, su sabor era una gloria y sus gemidos de placer mi recompensa. Cuando me saco el pene para penetrarla, ella me lo pide y se lo lleva a la boca. Es todo un espectáculo ver esa deliciosa boquita chupar, mirar el lunarcito como se mueve cuando ella succiona. De hecho casi me hace terminar, así que la detuve y la penetre directamente, entrar a esa húmeda cueva es lo más rico del mundo y mas cuando ella se levanta y se clava sola, observar sus tetas, escuchar sus grititos y ver el movimiento de las tetas fue suficiente para hacer que me vaciara en su interior.

Ese fue le inicio de una maravillosa relación, en la que ella se comportaba como toda una hembra complaciente a mis caprichos, de esta manera yo tenía permiso de usar todo sus agujeros o sus tetas según me viniera en gana.

Pasaron unos años, ella ya era más conocida pues el programa pasaba ya en todo el país, ella interpretaba a una secretaria que no hablaba; sin embargo le comenzaron a ofrecer otras muchas cosas, cantar, actuar y demás. Por ese tiempo nuestra relación ya era muy fuerte y le pedí matrimonio.

-Sabes que te amo, me dijo ella. Pero casarnos en este momento rompería con mi carrera.

-Podemos hacerlo muy discreto, le dije, de hecho nadie sabe que tienes novio.

-Es que…….yo necesito a alguien que de verdad sea considerado conmigo y con mi futuro como estrella y tal vez tu no seas así.

-Claro que soy así, te lo he demostrado siempre, ¿o no?

-Es que ahora hay más cosas que hacer, más exigencias que cumplir…

-Tú sabes que yo siempre te apoyare

-¿En lo que sea?

-En lo que sea

-Entonces, hagámoslo.

Así comenzamos los preparativos de la boda, ella se daba tiempo de ir detallando las cosas y de seguir trabajando a todo ritmo.

Dos días antes de la boda, quedamos de cenar juntos, pues ella tenía algo importante que decirme.

-Dime, lo que es tan importante, la interrogue al terminar la cena

-Este es el momento, me dijo, de que me demuestres que realmente me apoyas en mi carrera.

-Sabes que cuentas conmigo para todo, que estoy para apoyarte en lo que tú emprendas.

-Mira, tu sabes que a nuestra boda solo se ha invitado a muy poquita gente, casi todos son altos productores de la empresa en donde laboro y otras más que me pueden significar oportunidades posteriores.

-Así es, le contesté.

-Hoy me llego una propuesta para grabar mi primer disco, me dijo.

-Felicidades, le conteste, sintiéndome feliz.

-Pero hay una condición

-Dime

-El productor me dice que para poder hacerme el disco le tengo que dar algo a cambio.

-Quiere que te acueste con él, le dije.

-No solo eso, quiere que le de nuestra noche de bodas. El a cambio me producirá no uno, sino dos discos y además nos regalará la luna de miel en Cancún.

-¿Y tu quieres?, le pregunte.

-Es mi gran oportunidad y es tu oportunidad de demostrarme lo que me dijiste cuando me pediste matrimonio.

-Así es, y lo sostengo, si tu estas de acuerdo, así será.

Ella me abrazo emocionada y me besaba mientras me daba las gracias. Yo intenté tocarle, pero ella me dijo, -espera a la noche de bodas, dándose cuenta del error, agregó: -Ups, a la luna de miel. Yo solamente le respondí el beso y le di un si resignado.

El día de la boda llego, ella iba maravillosa, de blanco inmaculado, el velo cubriendo sus lindas facciones, el vestido hasta los hombros y un súper escote por la espalda que llegaba hasta el redondeo de sus exquisitas nalgas. Por el frente sus pezones marcados en la tela, señal de que no llevaba sostén y el vestido remarcando su pequeña cintura daban una imagen de una fantasía hecha realidad, más de que de una boda real.

La fiesta, maravillosa, ella, la verdad no es muy buena para bailar, pero creo que no lo necesita, su sola presencia sirve para excitar a cualquiera. En una de las veces que bailábamos me dice al oído, es hora de irnos, así que siguiendo la tradición nos escapamos por la parte de atrás del local. Cuando llegamos a un callejoncito, había ahí dos autos, dos tremendas limosinas, una blanca y otras negra. Ella me dio un beso y me dijo, -Nos vemos mañana, yo me voy en la blanca y tu vete en la negra, ella te llevará al lugar donde nos encontraremos mañana.

La vi subirse a la limosina y yo me fui a la mía. Esta me llevo aun hotel de súper lujo y cuando le cofre se bajo a abrirme me dio unas llaves de la suite nupcial diciéndome –que disfrute su noche señor. Creí notar en él un tono burlesco, pero no dije nada y me subí a la recamara.

La recamara en verdad era lujosa, cuando me recosté no pude evitar sentir dolor y celos por lo que pasaba y así entre meditando y sufriendo me quede dormido.

Como a las diez de la mañana escuche ruidos y me desperté, era ella, mi amada esposa que llegaba con un abrigo de mink. Cuando me vio fue hasta mí y me beso,

-Y tu vestido, le pregunté

-Se lo quedaron y también la ropa interior, me contestó mientras se quitaba el abrigo y quedaba desnuda. En su cuerpo podía apreciar bastantes moretones, sobre todo en sus nalgas y tetas.

Ese "se lo quedaron" me hizo pensar que no era una sola persona la que estuvo con ella, pero no le pregunte eso, sino que queriendo ser compresivo le pregunte:

-¿Cómo te fue?

-Muy bien me contesto, quedo lo de los dos discos, tenemos 15 días libres en Cancún y $100,000.00 para gastar, además me regalaron este abrigo nuevo que es muy fino.

-Mi amor, ¿estas bien?, le inquirí.

-Si, perfecta, me contestó.

-Te trataron bien.

-De fábula, ¿quieres que te cuente?

-Si por favor.

-Cuando subí a la limosina, me recibieron con aplausos, eran en total cinco personas, dos mujeres y tres hombres, los cinco altos ejecutivos de varias empresas de entretenimiento. Don Antonio, con quien hice el trato, se adelanto a darme la mano, me felicito por la boda. Como los cinco estuvieron presentes en la ceremonia, no dejaban de decirme que me miraba estupenda y que me deseaban lo mejor. Don Antonio tomó la palabra y me presento a los demás:

Don Pedro. Con muchos años en el ambiente de producción de telenovelas, tiene arriba de 60 años, es delgado y alto y muy bien conservado.

La señora Magdalena, cuarentona, muy guapa, blanca, de cabellos rubios y una de las principales asesoras de modelos.

Don Fernando: arriba de los sesenta, muy Gordito, moreno y uno de los principales accionistas de una empresa de producción de videos.

La señora Minerva, muy delgada, muy blanca, cabello muy negro y recogido, es una de las que dirigen programas de comerciales por cable.

-Mucho gusto les dije a todos, la verdad estaba muy sorprendida, pero sabiendo quien era cada uno de ellos, me dije que podía ser una gran oportunidad.

-Don Antonio me dijo, vamos para una finca para seguir festejando, ven siéntate aquí, indicándome un asiento entre él y doña Minerva.

Me senté entre ellos y mientras todos me platicaban cosas, la señora Minerva comenzó a besarme el cuello, lo que me puso chinita. Todos se comenzaron a reír y a decirle, ¡ya déjala¡, ¡espera a que lleguemos¡ y demás, y ella solo les contestó: -Yo desde hace años que me la quiero comer, así que con su permiso, entonces se sentó en el suelo de la limosina y se metió bajo mi vestido y haciendo aun lado mi tanga blanco que vestía para la ocasión me comenzó a chupar y vieras que bien lo hacia, me hacia sudar y no pude evitar cerrar los ojos y comenzar a gemir. Mientras ellos comenzaron a apostar si me iba a hacer acabar o no, la verdad no supe quien apostó que cosa, lo que se es que ganaron los que apostaron por Minerva, porque ni 10 minutos tardo en hacer que me viniera.

Después ella se salio de mi y fue y le dio un beso muy profundo a la señora Magdalena y esta exclamo mirándome a los ojos, -Caramba Chabelita, sabes delicioso, creo que esta noche va a ser maravillosa. Yo solo atine a contestar con un gracias algo nervioso.

Como a los 5 minutos llegamos a una hacienda enorme, todos estaban muy alegres y no dejaban de decirme cosas bonitas, la verdad mi amor, me sentía yo también muy contenta.

Cuando la Limosina paro, se bajo Don Pedro y me dijo, ven mijita te voy a meter cargando como corresponde a una verdadera noche de bodas. Todos reíamos mientras el gordito sujeto me cargaba a duras penas, -Hay mijita me decía, espero que seas un buen palo, porque pesas mucho y si no, ni la cansada y todos enfermos de la risa.

Entramos a una sala muy grande, arreglada estilo campirano, con sillones de cuero alrededor de una mesita de centro, -mira, me dice, en esa mesita vas a estar tu a la disposición de todos y acto seguido me deja sobre la mesita. Todos se sientan en alguno de los sillones y una empleada, muy bella por cierto, comienza a servir licor a todos incluyéndome. Entonces dice Don Antonio:

-Brindo por la boda de chabelita, por su belleza y porque esta noche sea inolvidable para todos.

-Salud, dijimos todos al unísono.

-Bueno, continuo Don Antonio, en vista de que yo hice el trato yo tendré el placer de darte verga primero, me gustaría iniciar con una mamadita, que te parece chabelita?,

-Como usted diga, respondí.

Se acerco a mi desabrochándose el pantalón y sacando una verga como de 15 cms. Ya erecta, la comencé a chupar como paleta y después me la metí de un golpe en la boca, como te gusta a ti que lo haga. Creo que eso le encanto porque comenzó a gemir como loco y pude sentir las primeras contracciones que indicaban su eyaculación, él rápidamente saco su verga de mi boca y eyaculo en el escote del vestido, manchando así por primera vez su blancura.

Ni siquiera se quitaba Don Antonio cuando Don Pedro y Don Fernando ya estaban con sus vergas en mi cara, las comencé a chupar con devoción, las dos también era más bien normales, solo la de don Pedro muy, pero muy prieta. Me tenían muy ya chupando testículos, ya lamiendo verga, hasta que comencé a sentir los espasmos, primero de Don Pedro que también se vino en mi escote y después de Don Fernando que me mancho la cintura con su semen.

La verdad después de esto yo pensaba que iba a ser una noche tranquila y que pronto me reuniría contigo, pero mi idea cambio cuando vi a la señora Magdalena dirigirse a mí. Iba casi desnuda y la verdad se miraba preciosa, su cuerpo bien cuidado, muy esbelta y lo único que traía puesto era un bikini que traía adherida una descomunal verga como de 25 cms. Cuando se acercaba me dijo:

-Mi vida ahora vas a ser mía. Diciendo eso se subió sobre mi y subiendo mi vestido, hizo a un lado mi tanga ya muy húmedo y me la comenzó a meter, hay mi vida, si vieras como me dolía, pero a la vez me encantaba, y es que nunca había tenido nada adentro de ese tamaño; cuando me entro gran parte ella me comenzó a coger como si fuera un hombre y me besaba y me decía,

-Te gusta putita te gusta,

Yo solo gemía y decía si entrecortados, mi sorpresa es que después de un rato de estarme metiendo el consolador sentí que me llenaba el coño de una sustancia, -te gusta me seguía preguntando, -Siiii, me encanta le contestaba yo.

En cuanto Magdalena se retiro, Minerva se subió sobre mi y puso su coño en mi boca, -Chúpalo puta me decía, yo chupaba lo mejor que podía cuando sentí que un pene me penetraba, no pude ver quien era, pero me la metía con mucha rapidez y pronto acabo dentro de mi, después sentí otra verga, de nuevo la cogida y cuando Minerva soltó un grito indicando su orgasmo sentí que me volvían a llenar de semen mi coñito.

Después todos estaban sentados en los sillones descansando y tomando licor, entonces dijo Minerva:

-Haznos un strep-tease chabelita.

Yo me levante sobre la mesa y comencé a bailar al ritmo de una música que pusieron yo me comencé a desabotonar el vestido y cuando este cayo al suelo se levanto la señora Magdalena y recogiéndolo lo tomo como su trofeo. Yo seguía bailando en tanga y sentía como me corría semen por los muslos. Cuando arroje la tanga, el señor Pedro la tomo para si, -Para mi baúl de los recuerdos dijo. Ya desnuda continué bailando y cuando me acercaba a ellos me pegaban nalgadas, me mordían los senos o me pellizcaban algo, por eso vengo toda adolorida. Cuando bailaba entre ellos me dijo Magdalena:

-Ven siéntate aquí y me mostraba su descomunal verga, poco a poco con miedo me fui sentando en ella, cuando me tuvo toda clavada me aferre a su cuello y comencé a cabalgarla mientras ella me besaba, -Que me echaste en el coño le pregunte

-Leche de mis amantes que gustado para ocasiones especiales, me dijo.

-Cómo es eso

-Cuando mis amantes van a mi departamento los ordeño y guardo la lechita en el congelador, cuando hay una ocasión especial como esta relleno mi verga con ella y con este botoncito comienza a soltar chorros como si estuviera eyaculando

-Y dicho esto apretó el botoncito y me relleno de nuevo el coño de esa malteada, por más esta decir que ya ni podía contar mis goces, pues cada cosa que me hacían me llevaba prácticamente de orgasmo en orgasmo.

Yo ya no podía más, me caí rendida sobre Magdalena, no supe quien me llevo cargando de nuevo al centro de la salita. Sentía que me dormía cuando me despertó una rica sensación en mi coño, una lamida pero con una lengua grande y áspera, comencé a disfrutar de la sensación y cuando abro los ojos mire con horror que un gran perro me lamía, me levante inmediatamente y por primera vez me opuse a tal situación.

La señora Minerva me dijo, esto podría significar muchos comerciales por cable y si le regalas el culito a mi mascota yo te regalo $100.000.00 para tu luna de miel.

Por pura contestación me puse en cuatro patas a esperar lo que el perrito me quisiera hacer.

Todos rieron de la ocurrencia y las dos mujeres ayudaron al perrito (un pastor alemán) a dirigir su verga a mi culito, para esto la lubricaron bien. Yo la verdad ni quise verle el instrumento para no arrepentirme, solo sentí que algo descomunal me partía en dos y más cuando sentí el peso del animal caer entero sobre mí. La cogida fue otra cosa mi amor, la velocidad es algo que nadie podrá igualar nunca y cuando sentí que se venia dentro mío, la sensación casi me desmaya si no es porque Don Fernando lo retiro inmediatamente de mi porque dice que cuando los perros terminan les crecen unas bolas que ya no se pueden sacar de la pagina o algo así.

Para terminar les tuve que dar otra mamada a todos y me llenaron de nuevo de leche el cuerpo. Para irme la señora Minerva me regalo este abrigo y me dijo que tenía un gran futuro en la farándula.

Así mi vida que la noche fue maravillosa y ya tengo algo seguro en el medio artístico y sobre todo muchos contactos, pero sabes, quiero sentirte a ti, regálame también tu semen para ir a dormir tranquila.

La tome en mis brazos mientras la besaba, la levante y la lleve a nuestro lecho, la seguí besando y comencé a degustar su cuerpo, que sabia a una combinación de sudor, semen y demás cosas. Acaricie y me llene de sus tetas, de sus pezones, pude ver de cerca su coño enrojecido y su culo exudando semen de perro, entonces le metí mi verga hasta el fondo, la sentí nadar entre todos sus jugos y los jugos de sus amantes de esa noche. Ella me dijo:

-Vente en mí, lléname con tu leche y con tu amor.

Después de eso nos dormimos abrazados, sabiendo que somos una pareja única y que ponemos el amor antes que todo.