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La 2ª vez de Sara

en Erotismo y Amor

La 2ª vez de Sara

Ése día Sara estaba muy nerviosa. Había quedado con ese chico, el que le volvía loca, con el que llevaba saliendo algún tiempo. Su amor había sido a primera vista. Ella tenía 15 años, pelo castaño y rizado, muy largo. Su cuerpo no estaba del todo mal. Para tener 15 años tenía unas tetas muy bonitas. No muy grandes, pero si bien puestas, con unos pezones pequeños y rosaditos coronándolas. Un culito redondo, muy bien puesto también. Era morena de piel. Pero lo que más llamaba la atención era esa carita infantil, con esos ojos, que hipnotizaban a cualquiera.

Él, moreno, de pelo negro y cuerpo musculoso. Unos ojos rasgados preciosos, y unos labios perfectos. Su nombre era Pablo y tenía 16 años. Tambien estaba muy enamorado de ella. Con ella había sido su primer vez, una vez que nunca olvidaría.

Sonó el timbre de casa, mientras Sara estaba poniendo todo en orden en su habitación. Sólo de pensar en el ya se le humedecía el tanga que llevaba debajo de aquellos pantaloncitos.

Abrió la puerta y entraron al salón. Se echaron en un sofá y empezaron a besarse. Primero, pequeños besitos, que pasaron a los mordiscos y la lengua. Mientras tanto, las caricias iban aumentando el calor de ambos.

Sara: Dios hace demasiado calor aqui....

Pablo: Lo sé, y ¿Qué podriamos hacer para quitarnos este calor?

Sara lo besó. Su mano recorrio el cuerpo de él cuerpo y bajo lentamente. Esto ponía muy caliente a Pablo, y entonces le quitó la camiseta a Sara, y comenzo a masajearle las tetas, mordiéndoselas por encima del sujetador. Mientras la mano de Sara ya había perdido la mano por dentro de los pantalones, en busca de la gran verga de Pablo. Estuvieron allí un rato, hasta acabar completamente desnudos. Entonces ella lo cogió de la mano, y lo llevó hacia el baño. "Siempre he querido hacer esto" dijo ella mientras abría el grifo de la ducha. Mientras esperaban a que se llenase un poco la bañera, ella empezó a besarle el cuello y a bajar besándole los pectorales, los abdominales, hasta llegar a su verga. De rodillas en frente de aquella polla, la cogio lentamente y le dió un beso en la punta. Pasó la lengua lentamente por la punta y después por el tronco, donde le dio un pequeño mordisquito. Con una mano la sujetaba y con la otra masajeaba los huevos. Entonces ella, poco a poco fue metiendola más y más en su boca, hasta tenerla lo máximo que le cabia . Comenzo a chuparsela, absorbiendo cada vez que subía. El se retorcía de placer. Derrepente se apartó y le dijo: " Ahora me toca un poco a mi, ¿no?". Y congiendola por la cintura la sentó en la pequeña banqueta que había al lado de la bañera. La besó con pasión.

Despues su lengua fue empapando su cuello, asta llegar a sus tetas. Las lamió hasta que quedaron los pezones bien duros. Los mordisqueaba y saboreaba, como si fuesen lo más rico del mundo. Siguió bajando, y llego a su coño, el cual estaba ya muy muy mojado. Pasó un dedo rozandola, y ella se estremeció. Entondes le abrio los labios del coño, y comenzo a chuparselo. Pasaba la lengua por el clítoris, y bajaba. La metía un poco en el interior, absorbiendo los jugos de ella, y seguía bajando, asta llegar al ano. Lo lamía un poco y volvía a subir. Después de un rato metió un dedo, y luego otro. Empezo a masturbarla. Antes de que ella llegase al orgasmo, el la cogio el cuello y se metieron en la bañera. Una vez allí cogieron el jabon y se empezaron a enjabonar mutuamente, sin dejar un rincon del cuerpo del otro sin enjabonar. Aquello les excitaba muchísimo. Entonces él la cogio en cuallo, y la sentó sobre el, en el escalón de la bañera. Ella se excitaba muchisimo, sólo con sentir el roce de la verga intentando entrar en su vagina. La penetró una primera vez, suave pero firme. Comenzaton a moverse los dos. Ella gemía de placer. El agua resbalaba por sus cuerpos enjabonados, mientras ellos follaban.

Cuando Pablo estaba apunto de correrse, ella se quitó y comenzo rápido a pajearle. El le regaló todo su semen, cosa que Sara tragó, encantada. Se besaron con mucho amor, y salieron de la bañera. Cogieron dos toallas y se vistieron.

Se despidieron con un beso apasionado, quedando para otro día. Mientras el marchaba por la calle, Sara le miraba pensando: "Ahí está el amor de mi vida."

 

Siento que el relato no sea muy bueno, pero es el primero que hago. Ojalá les guste!!