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Menuda bienvenida al edificio

en Jovencit@s

Recién me había mudado a una nueva ciudad a empezar una nueva vida después de una separación.

Estaba ya instalándome en casa cuando de pronto sonó la puerta, menuda sorpresa cuando atendí eran dos niñas, una de unos 10 años y otra de unos 12. Venía nada más a espiar quien iba a ser su nuevo vecino y decidieron golpear para salir de dudas.

Ya por estos lados estaba haciendo mucho calor y yo estaba en una camiseta y pantalón corto con chanclas y ellas vestían camisetas de algodón muy cortas y unos pantaloncitos cortos que dejaban ver bien definido cómo sus formas iban cambiando de niñas a adolescentes.

Me turbó mucho su extrovertida personalidad.

Hola!! ¿Cómo te llamas?-

Andrés – les conteste – mientras una de ellas trataba de mirar hacia el salón para ver si había más gente.

Ah y vas a vivir solo? Es un piso muy grande – Me dijo la mayor.

Si, es que no encontré otro más pequeño, además me sirve para dejar todas mis cosas que son muchas.

Ah, buenos nos tenemos que ir Yo me llamo Laura – dijo la mayor – y ella es Carolina – Se acercaron me dieron dos besos de saludo y se fueron.

Mientras caminaban por el pasillo del edificio pude percatarme de sus insinuantes movimientos cosa que me extrañó y me dio mucho que pensar.

Ya durante ese día seguí con mi mudanza y lo primero que hice al terminar fue poner el equipo de música muy fuerte para comenzar a cocinar de cenar. En eso oigo el timbre, bajo el volumen y salgo a la puerta.

Hola! – Era la mayor de las niñas, Laura.

Hola – le digo – te puedo ayudar en algo? – no es que quería ver si necesitabas ayuda y para ver como te quedó el piso puedo?

Ante esa cara que pudo cuando dijo puedo, no pude hacer más que dejarle pasar mientras le abría la puerta me sonrió y se fue directamente al salón. Durante ese trayecto me di cuenta de lo que tenía en casa. Era una niña muy bella de piernas largas y firmes típicas de la edad y con una bella cintura y un bonito culo, su pelo era castaño y con rizos (algo que por cierto me vuelve loco) y su piel color canela.

Cerré la puerta y me fui al salón a hacerle compañía.

Uuuu que lindo te ha quedado el piso con tus cosas – mientras miraba embobada todos los aparatos que había puesto en el salón.

Te gusta? Me he gastado mucho dinero en estos equipos, es lo que me pude quedar luego de separarme.

Estas separado? Que malo, mi madre y yo vivimos solas también, ella es enfermera y hoy esta con turno de noche.

Y que haces cuando estas sola, aparte de visitar extraños?

No es que me caíste bien, además Carolina piensa que eres muy guapo.

Gracias, y tu que piensas de mí?

Bueno eres un tío que está bien, se nota que te cuidas.

Ya en ese momento mi instinto era más fuerte que yo, así que decidí apagar la cocina y pasar a la acción. Saqué una botella de Peñascal del frigo y la abrí me serví un vaso y entré al salón

Estás bebiendo vino? – me preguntó – me das un poco?

No, las niñas pequeñas como tú no deben beber.

En eso noto que se enfada un poco, se ruboriza su cara y me dice:

Yo no soy una niña pequeña! Mírame! O es que te parezco una niña?

No te enfades, es una forma de decir que eres muy joven para beber.

Sigue molesta pero ocasioné lo que pretendía. Eso es lo pero que le puedes decir a una chica joven y guapa.

Si ya eres grande entonces ya debes tener algún novio? – Le pregunté.

No. Nada más me beso de vez en cuando con Juan el del tercero pero no me gusta porque siempre trata de tocarme el culo-

Quizás no eres aún buena para dar besos- Le dije y me bebí otro sorbo de vino.

En eso ella se enfadó se puso delante de mi me quitó la copa, se bebió un trago y me plantó un beso de los más exquisitos que me han dado nunca (He besado bastantes bocas). Su sabor, la lengua pequeña y fría que poco a poco cambiaba de temperatura, y pequeños gemiditos muy sutiles que me pusieron muy caliente.

En eso le abrasé y continué con el beso, la recosté sobre el sofá, mientras seguía besándola y en ese tanto mi bulto empezó a crecer y crecer. Como un acto reflejo ella paso una de sus manos por mi pierna y la depositó en mi bulto. Eso ya no me dejó más remedio.

A que hora regresa tu madre? –

A las 7 de la mañana.

Eran recién las 11 de la noche y estábamos comenzando. Sigo besándola cuando la siento frente a mi la miro a la cara y saco mi camiseta. Ella estaba aún muy ruborizada por la situación y con la respiración muy agitada. Me miró y se lanzó a darme otro beso y yo la frené y la cogí de la cabellera y la bese muy suavemente y comencé despacio a quitarle la camiseta, primero un tirante, luego el otro, quedaron descubiertos sus hombros, ella estaba con los ojos cerrados y se terminó de quitar la camiseta. El paisaje era muy bello. La niña tenía unos pechitos muy bellos, con un pezón gordo y rosado apuntando enérgicamente hacia arriba.

Ya no quedaba más que hablar, me saqué los pantalones y me quedé en bóxer, ella hizo lo mismo con sus pantaloncitos quedándose en unas bragas muy juveniles pero coquetas. Puse su mano sobre mi paquete y ella solita metió su mano adentro para palpar la herramienta. Estaba muy excitada. Le expliqué como debía moverla y cuando con un movimiento la sacó sus ojos se abrieron y solo dijo:

Esta es mucho más grande que la de Juan!.

No hice caso a ese comentario solo sonreí y con un suave movimiento le pedí que levantara su colita del sofá para sacarle sus bragas. Se sentó nuevamente y la recosté sobre el sofá. La acaricié desde la cabeza hasta los pies, con una mano aparte sus piernas y quedó ante mí el melocotón más dulce. Casi sin vello, rosado, húmedo, pasé mi dedo índice sobre su clítoris y el pulgar sobre los labios a lo que dio un saltito y cerró los ojos, hecho su cabeza hacia atrás y metí mi boca en su puchita. Que gusto que tenía, abría más y más sus piernas y se mojaba cada vez más, hasta que en unos instantes levantó su cuerpo arqueando su espalda y un flujo impresionante me vino a la boca, lo bebía cuanto podía. Que maravilloso.

Te ha gustado cariño?

Ahh, ahh ah, si mucho, pero me debo ir ahora.

Ahora no te vas, tu madre no llega hasta mañana y tenemos mucho tiempo.

La niña se hecho para atrás la alcancé a tomar de la cintura y le di otro beso, más fuerte y más profundo, me lo respondió y no pude más. Abrí sus piernas y suavemente introduje la punta de mi polla que estaba dura como un palo y comencé el trabajo. Ella estaba asustada pero excitada a la vez. Metí la cabeza, otro poco más y me topé con su barrera. ¡Que regalo de bienvenida una chica virgen! Fue entonces cuando la tome de los brazos y fuertemente la penetre toda hasta el final, me quedé quieto cuando la chica dio un grito, pensé que todo el edificio había escuchado. Tenía lágrimas en sus ojos pero no decía nada, comencé suavemente el mete y saca y poco a poco sus gemidos se confundieron con los míos.

Siii, ohh, más, dale.

Ya ella misma tomo el ritmo de mis embestidas era como una muñeca de porcelana, tan delicada y muy atrevida. Cambié mi posición dejándola a ella sobre mí cosa que le gustó mucho más, le gustó sentir que dominaba. Yo ya estaba que reventaba y ella seguía y seguía cada vez más fuerte haciendo arco con su espalda hasta que reventó en un orgasmo mejor que el primero cuando yo me vine dentro de su puchita. Ella se hecho hacia atrás como para disfrutar mejor de ese instante y luego se vino bruscamente sobre mi pecho…

.. continuará.