Estimado Solharis:

En general los textos acerca de sexualidad en los países del mundo occidental parten del supuesto de que este es solo una cuestión de virtud y reproducción. Raramente parten de la idea de que el sexo es una cuestión de aprendizaje para adaptar la respuesta emocional humana a las condiciones sociales reales en las que nuestras predisposiciones biológicas deben desenvolverse. La biología humana depende de una exploración del entorno (Desmond Morris) para que la hiperactividad generada por la actividad lúdica permita el crecimiento de conexiones neuronales entre los individuos en general. La población humana requiere que estas conexiones neuronales no se atrofien, razón por la cual nuestra vida en buena medida busca alguna forma de crear experiencias: leer libros, crear el éxtasis religioso (algo profundamente orgásmico, como enseña el Tantra), explorar la tierra, buscar aventuras eróticas, inventar juegos y deportes, etc. En virtud de esto resulta racional para los seres humanos explorar por determinación genética sus posibilidades sexuales (el celibato que yo practiqué hasta los 27 años -salvo un periodo de zoofilia muy pobre- es una forma de hacerlo y permite sublimar el tiempo y el esfuerzo requeridos para dedicarse al sexo a actividades económicamente productivas) así como explotar posibilidades de cualquier índole favorecidas por la herencia. Por eso hay culturas homofóbicas (como la cristiana) y hemofílicas (como buena parte de América Precolombina según se sabe), zoolatricas (Como la India hoy día y el Egipto antiguo, con todo lo que implica en términos de sexo ver a Dios en cualquier forma viva... ¿Con que moral le negamos a las serpientes o a los monos el derecho de ser hijos de Dios igual que nosotros?) y zoofobicas (como la cristiana medieval), patriarcales (como la judía donde se reza agradeciéndole a Dios no ser mujer) y matriarcales, de facto (como los sectores marginales en casi toda Latinoamérica donde la ausencia de padre es aplastante, o como en el Extremo Oriente donde la vida cotidiana y la economía doméstica es asunto de mujeres, con todo lo que eso implica en términos micropolíticos) En el futuro de seguro veremos sexo con máquinas a todo trapo, como ya vemos en marcha a través del fetichismo de la publicidad... ¿Cuántas personas necesitan su TV por cable o su PC para satisfacerse eróticamente hoy día? Por no hablar de un cambio masivo a favor del atractivo sexual de las personas de otras etnias (inmigración) y las de edad avanzada. Además los desviados más agredidos en Occidente, los homosexuales han tenido hijos siempre... Por lógica si hay algún componente genético como se sospecha, de la homosexualidad (si no lo hubiera bastara con la educación homofóbica para extinguirla), como si no se iba a transmitir. Y si no que lo digan homosexuales notoriamente amancebados con harenes como Alejandro de Macedonia...

La moral sexual, como señala acertadamente Enmanuelle Arsan en su libro "Enmanuelle La Lección de Hombre" gira alrededor del cultivo de una personalidad equilibrada y sana. Para eso existen artes del cultivo del erotismo, tan necesarias para el individuo y la sociedad como el cultivo de la disciplina del trabajo o las artes marciales para el equilibrio del espíritu. Los niños deben ser iniciados en el arte de ser buenos amantes, por ejemplos exponiéndolos al material contenido en TR, para que sean buenos artistas, a la vez que se les dan herramientas básicas para ser deseables de cuerpo y mente: cualquier deporte escolar bien practicado es una buena base, si nos queremos refinar nada mejor que el Yoga. Aunque no queramos o no consideremos conveniente ser pedófilos, resulta claro que el solo familiarizarlos con su cuerpo y con las emociones ajenas bastará para abrir las puertas de una reacción emocional y espiritual más cultivada. La lección de hombre de Arsan no gira alrededor del hecho de que los hombres se la coman viva, sino de un proceso espiritual y religioso que la lleva a una integración con lo absoluto (Como la Virgen bajo el Peso del Espíritu Santo de los Orgasmos del Vergudísimo) vía experiencias sexuales reveladoras de partes de ella misma que no conocía. Así aprende que el erotismo es refinamiento, que es contención, que es retorcimiento, que es originalidad. El sexo con animales, objetos inanimados, personas diferentes, etc; es necesario no solo porque es divertido, sino porque nos abre a superar nuestras trabas internas. Si le tenemos miedo a los objetos de deseo es cuestión de ejercitar el reflejo condicionado implícito en ese cultivo, para lograr una respuesta sostenida, como la que permite a una humanidad básicamente bisexual, en grados variables (Kinsey) hacerse a la idea falsa de una conducta normal para todos, que inexplicablemente cambia de lugar en lugar y de época en época.

Muy divertido el relato del 24 de Junio del 2005 "De cómo los homosexuales salvaron la civilización" y su antecedente del 17 de Junio Realmente hacen pensar en una telenovela latinoamericana, sobretodo en la segunda parte. Me imagino a un culebrón tipo "Xica Da Silva" de puras retorcidas prácticas de todo tipo. En lo de las preguntas de la Esfinge, no pueden haber sociedades compuestas exclusivamente de homo o heterosexuales porque la constitución biológica básica humana es indeterminada, cosa que es inherente a una estructura neurológica flexible y por lo tanto abierta a las influencias del medio y de las decisiones del propio individuo, sin lo cual ni existiría la cultura, ni la volición, ni la responsabilidad, ni la libertad (José Delgado) Por otro lado está presente el hecho de que generalmente una civilización cae por la destrucción de su medio ambiente ecológico, como la cultura de Rapa Nui, más que por la orientación sexual de sus habitantes. En última instancia los homosexuales también tienen hijos por lo general como consecuencia de una vida genital bisexual (como lo señaló Alfred Kinsey) Por otro lado hay civilizaciones que no caen como la hindú pese a haber sido objeto de 26 conquistas a lo largo de su historia, o la china que ha mantenido su lengua por más de 8200 años... Pero esto se debe a sus valores religiosos, muy distintos a los occidentales, incluso en lo sexual (por ejemplo creen los chinos en la existencia de dos almas humanas una de ellas Ying y la otra Yang...)